KONICHIWA… bueno aquí me vengo a este foro de nuevo con una nueva historia, espero sea de su agrado y completa satisfacción. Esto es un IHIGO x RUKIA, la verdad esta pareja me inspira para muchos fics jeje.
DISCLAIMER.
Es mi obligación aclararles por todo lo de DERECHOS DE AUTOR que los personajes que aquí aparasen (los que conocen) son de propiedad exclusiva de TITE KUBO SAMA, y solo escribo la historia por entretenimiento y sin fines de lucro.
Sin más aquí les dejo el primer capítulo.
Capitulo 1
El adiós
Suspire por quien sabe cuántas veces en un minuto, hoy era un día horrible y ese día era LUNES y con eso el aburrido inicio de semana laboral, en mi caso semana de estudio, por eso odiaba tanto el lunes, así como el martes, miércoles, y el jueves; los viernes eran más o menos soportables (dependía de cuanto de trajo tenia) pues me daba la perspectiva del fin de semana y el fin de las clases en el instituto pero eso si los sábados y domingos eran otra cosa, amaba cada segundo de esos días pues disfrutaba el tiempo haciendo lo que yo quisiese y una ciudad como Londres pues había muchas opciones y esos dos días favoritos se iban sin siquiera notarlo, también podía darme unos paseos turísticos en otros países aun que eso lo hacía en vacaciones de verano y para este año ya tenía elegido el país que visitaría junto con mis amigos del instituto y hablando de la prisión, bueno del instituto tenía que apresurarme pues me estaba retrasando.
Me puse rápidamente el uniforme del colegio que constaba de una camisa blanca mangas largas un chaleco ajustado color negro y una cinta alrededor del cuello amarrada en forma de un corbatín (prefería la cinta, antes que usar una corbata), un chaleco negro ajustado y una horrorosa falda negra que llegaba unos diez a doce dedos por debajo de la rodilla, unas medias blancas hasta medio muslo y unos zapatos planos de color negro, me gustaba los colores, en si todo el uniforme estaba bien solo la falda era lo que arruinaba el conjunto – si tan solo fuera más corto – corrí de prisa hacia mi guarda ropa donde tenía un espejo de cuerpo completo, donde me refleje.
Yo era una muchacha de baja estatura para mi edad, tenía el cabello corto de color negro, mi piel era muy pálida, mi cara era un tanto alargada, unos ojos violeta (muy raros hasta para mí) grandes, la nariz pequeña y puntiaguda, boca pequeña de un color rosa desvaído, cuello largo y mi cuerpo, bien yo estaba conforme con mi cuerpo, era delgada y se notaba algunas curvas nada exagerado para mi gusto, mi nombre es Kuchiki Rukia.
Mire el reloj y ya iba tarde, me colgué la mochila al hombro y salí del cuarto a toda carrera mientras cruzaba por la sala hacia la puerta de salida escuche la voz de mi hermano que me hizo frenar en seco mi carrera.
Rukia espera, ven – ordeno con su usual tono de indiferencia, pero lo que hizo que demorara en asimilar la orden no fue el tono cortante y frio de su voz a decir verdad a eso yo ya me había acostumbrado y muy en secreto me gustaba como era mi hermano y era mi ejemplo a seguir (aunque nunca se lo diría), sino mas bien su misma presencia fue la que me desconcertó, por lo que tarde un minuto al registrar en mi mente la orden dada
Date prisa no tengo tiempo ni tu tampoco de hecho – me hablo golpeado y ya perdiendo su paciencia
Al ingresar lo vi frete a la chimenea de la casa observándola con sumo interés, y como de costumbre me sorprendí ante su sola presencia, pues tenía un porte muy elegante, se giro para encararme y lo mire boquiabierta ¿es que nunca cambiaba, los años le evadían a él, o que pasaba? El era alto, de buen porte y sumamente atractivo, su piel era aun mucho más pálida que la mía, su cabello negro le llegaba por debajo del hombro, era sumamente brillante y parecía muy lizo, sus ojos eran como los míos de un violeta intenso pero reflejaban una total frialdad e indiferencia y alrededor de sus parpados tenía unas ojeras de color café que contrataba con su piel, bestia con una camisa celeste bajo un traje completo color negro al igual que su corbata que demostraba que tenía un muy bien formado cuerpo; pero a pesar de algunos parecidos físicos y que en los papeles aparezca como hermana de este hombre tan buen mozo, la realidad es que no éramos hermanos, al menos no de sangre como el mismo había dicho.
La verdad era que Byakuya kuchiki me había adoptado como hermana después de casarse con mi hermana Hissanna cuando ella tenía sus diecinueve años, el me adopto para sacarme del orfanato donde me encontraba desde que tenía un año hasta mis seis años cuando él me adopto, y el estaba tal cual lo vi por primera vez, hará ya casi hace diez años pues yo estaba por cumplir los 16 años dentro de unas semanas.
Ohayou Byakuya nii sama – le salude mientras hacia una pequeña reverencia
Rukia no quiero ver ningún reporte del colegio en tus certificados con notas de retraso porque tu sales tarde – esa fue su respuesta a mi saludo en un tono de vos fría y hasta amenazador
Hai, nunca he llegado tarde al colegio y no quiero que sea hoy la primera – le dije apresuradamente intentando huir de ahí
Bueno te lo diré rápido – me contesto aun con su tono indiferente – llevaras ese sobre al director de tu colegio –
Mire la mesita de centro que el indicaba y en esta descasaba un sobre color café tamaño legal que era un tanto abultado
Son los documentos que deben de llenar para tu traspaso a otra escuela – dijo
¿QUEEEE….., es que otra vez iba a cambiar de colegio, cuantas veces lo había hecho ya?, mire de nuevo al sobre con mala cara como si el sobre hubiese decidido ese traspaso, odiándolo y si no es que estuviera bajo la atenta e intimidante mirada de mi hermano de verdad que lo aria trisas
¿Porque siempre debo de cambiar de colegio e irme? – proteste ignorando la mirada rabiosa que él me daba por mi queja – nii sama yo no quiero irme ya me acostumbre aquí y es en el único lugar donde conseguí amigos y ser más o menos aceptada – murmure
No te estoy pidiendo permiso rukia, te estoy informando y ordenando que hagas eso – sentencio
Suspire otra vez fastidiada – ¿y donde iré esta vez?
Iremos a Karakura…en Japón – me informo pues vio la cara que tenia pues no sabía dónde diablos quedaba ese… ¿pueblo?, pero lo que me llamo la atención fue el uso del plural
¿iremos? –
Si, iremos ya tengo la casa donde viviremos –
OK! Confirmado estaba entrando en estado de shock no solo porque Byakuya viviría conmigo, cosa que me hacía ilusión pues así compartiría tiempo con él ya que desde la muerte de mi hermana a los nueve meses de adoptarme, NUNCA más vivió en la misma casa que yo y casi nunca venia a verme claro como ahora para decirme que me aliste porque me iba a otro colegio, sino lo que me impacto fue que Byakuya kuchiki estaba contestando a mis preguntas cosa que JAMAS lo había hecho.
De acuerdo lo haré – dije mientras cogía el sobre y lo introducía a mi mini mochila –debo irme ya – murmure – sayonara nii – sama – dije mientras hacia otra reverencia
Debes estar prepara para el viernes a mas tardar el sábado estaremos partiendo – me dijo como respuesta a mi despedida
¿Y aun debo de asistir a clases, o solo dejo el documento? –
Ve hasta que te entreguen –
De acuerdo, ya me voy permiso – le espete no hice minguan reverencia ni nada aun que me mirase feo pues hiciese lo que hiciese Byakuya kuchiki nunca me vería, me miraba con cierto enfado siempre que no cumplía con las normas de protocolo y etiqueta, pero, él jamás me veía, yo solo era menos que nada en su vida, como una goma de mascar que se te pega en tu zapato y tienes que aguantarte de caminar con él hasta que ``puedas quitártelo´´ sin que nadie te mire yo supuse que se desentendiera de mi en cuanto pudiese, y yo debía de estar prepara para eso, no solo emocional mente pues si bien, el no me quería, yo, si a él, para mí el era mi ídolo era mi súper héroe a quien admiraba y rayaba en la obsesión por parecerme un poquito a él; también debía estar lista económicamente, al morir mi hermana me había dejado un poco de dinero el cual administraba mi hermano y tenia ahorrado una suma decente en un banco de lo que él me pasaba semanalmente para sobrevivir, pues yo no gastaba más que en mis paseos, era él quien pagaba a las empleadas, daba para la compra del mercado y demás gastos del hogar, también corría con los gastos del colegio así que a mí me quedaba ahorrar para no tener que estar en la calle cuando él me dejara a mi suerte, Yusuke era quien le decía que faltaba y que no, Yusuke era como mi sombra, el mayordomo de todas las casas en las que había habitado era mi amigo y mi concejero fiel como nadie y yo lo quería como si se tratase de un tío o incluso de mi abuelo pues ya estaba un poco viejecito desde que lo conocí y también a él aparentemente el tiempo le pasaba de lado sin molestarlo y dejarle como estaba.
Monte en mi moto y Salí como un torpedo, todo bajo la estricta y critica mirada de mi nii sama, pues bien sabía yo que la moto no era de su agrado pero me había dado su palabra de darme lo que yo quisiera si sacaba buenas notas hasta que cumpliese los quince y así lo hice y la moto había sido lo que elegí, era de un color negro, con dragones dorados y rojos y con una alta velocidad, y aunque él no quisiese debía cumplir con su palabra era lo bueno de que sea así de correcto. Llegue al colegio con un tiempo necesario, solo para llegar y tomar un respiro en mi salón, ni bien apenas tome asiento en mi sitio fui asediada por mis dos amigas que compartían la materia de biología conmigo, me pareció raro pero empezaba a creer que de verdad tenía un ángel hermoso y bueno que me ayudaba siempre, pues si media la distancia de mi casa con el colegio por lo menos tenía un trayecto de 30 minutos y considerando que Salí de casa 08:10 am. Y a pesar de venir a toda velocidad en mi moto suponía que llegaría con atraso pero por una extraña suerte y la intervención de algún dios del tiempo llegue a clases 08:25 justo a tiempo pues a esa hora también se tenía 05 minutos de tolerancia para la llegada al salón, por eso creí que tenia suerte pues siempre que estaba retrasada y suplicaba llegar a tiempo y que por favor se congele el tiempo algo así pasaba pues no importaba la distancia o bien llegaba temprano o justo a la hora cosa que siempre fue de ayuda, debía desde ahora encargarme de agradecer a ese ángel mío como era debió (aun que no tenía la idea de cómo hacerlo pero me imaginaria algo)
¿Por qué llegas a esta hora? – me inquirió Susana una chica delgada y larguirucha – dijiste que nos veríamos a las 08:00 –
Lo sé, pero paso algo inesperado – me excuse pues no me gustaba llegar tarde
Rukia ¿qué pasa?, tienes una cara….- dijo Mey
Es que justo cuando salía de casa me tope con mi hermano –
¿tu hermano? – gritaron al unisonó, todos mis amigos lo habían conocido y visto solo en una ocasión lo que bastó para que le tengan un miedo desbordado aunque las chicas no negaban que era hermoso decían que sus instintos les aconsejaban que se aleguen de él, cosa que para mí era de lo más absurda pues a pesar de ser frio y distante era bueno y mi instinto me aconsejaba que haga lo posible para acercármele
¿y qué quería? –
Si, mi hermano y bueno me dio unos documentos para darle al director del colegio – respondí encogiéndome de hombros y antes de seguir contando la historia ingreso al profesora de biología la Sra. O bien como ella quería que le llamase Srta. Madison, esta era una mujer baja y regordeta, su cabello castaño oscuro corto y en rizos estaba amoldado y atado con una cinta como si fuese una bincha, era la profesora que daba más problemas con unas absurdas reglas que nos imponía y unas tareas muy extensas y en algunas ocasiones teníamos roses y amenazaba con quejarse directamente a mi hermano, cosa que no me importaba mucho pues sabía que Byakuya nunca aceptaría una llamada suya o una cita para que le cuente acerca de ´´ tonterías ´´ como llamaba a mis asuntos y después de tantos intentos fallidos de contacto desistió y me dejo en paz, al verla mis amigas se fueron a tomar sus lugares pues las tres nos sentábamos alejadas porque para la profesora hacíamos mucho revuelo en el salón.
Paso la materia algo rápida bueno más de lo habitual, luego me dirigí a la sala de química donde compartía clases con María, en esa sala tampoco pudimos conversar pues el profesor había preparado una clase práctica y nos formaba los grupos por el orden alfabético de la lista A con Z, B con Y, y así sucesivamente, me toco con un muchacho de gafas gruesas pequeño y esmirriado la verdad nunca me había dado cuenta de su existencia y ni preste atención a lo que le indicaba el profesor, no había necesidad, pues solo vendría un día más, así que ¿para qué esforzarse?, sin mucho esfuerzo elabore la práctica que consistía en hacer algunas pruebas de reacciones químicas, pero yo ya sabía que, al reaccionar el yoduro de potasio y el nitrato de plomo, que son dos sustancias líquidas, se forma una sustancia sólida de color amarillo, que es el yoduro de plomo. En todos los colegios a los que había asistido los profesores se referían a mí como la ´´niña prodigio`` (cosa totalmente equivocada) pues es titulo me lo daban por el solo hecho de estudiar más duro que los demás chicos y chicas de mi edad, Byakuya me había dado muchos libros de química, biología, astronomía, literatura y demás para que los estudiara desde muy pequeña, de hecho lo primero que me dio al llegar a su casa cuando era niña era un libro de matemáticas y otro una obra literaria ´´la Ilíada´´ que para una niña de seis años era como leer química cuántica, pues en sus versos y palabrerías me perdía, pero al final me resulto muy interesante, después de leerlo por quinta ocasión hasta comprender todo y por eso es que sabia más que los demás y estaba adelantada en grado, a mis quince años ya estaba cursando el último curso de secundaria, cosa que los demás lo hacían entre sus diecisiete o dieciocho años. Al terminar la clase Salí directamente a la oficina del director, sin antes murmurarle a María que nos veíamos en el receso en nuestro lugar.
La oficina del director era amplia todo tapizados de color de madera y con cuadros de fotos con los mejores alumnos del colegio desde que este inicio a prestar sus servicios, hice una mueca al ver mi cara en una foto ya que por ordenes de Byakuya debía ser la mejor en todo, llevando en alto el apellido Kuchiki. El director era un hombre mayor de unos cincuenta y algo de años, muy bajito con una enorme barriga y en sus cabellos castaños empezaban a encanecerse.
Buenos días señor meisson – salude al ingresar después de haber sido anunciada
Oh, señorita Kuchiki, tome asiento por favor - dijo mientras me indicaba una cilla frente a su escritorio
Gracias – le dije con la voz seca y altanera – mi hermano me pidió que le entregue esto – le dije mientras le extendía los documentos, los abrió y reviso rápidamente.
La verdad señorita Kuchiki es una gran lástima que tenga que irse – me hablo demostrando cierta tristeza, y claro que lo estaría pues extrañaría no a mí, si no a las generosas donaciones que daba Byakuya
Una lástima de verdad – le respondí irónica – para cuándo estará listos los documento que pide mi hermano –
Si lo apresuramos estará para dos semanas lo más rápido que puedo ayudarla –
Bueno estoy segura que usted lo tendrá en dos días – el respondí cortante y me ponía de pie `para retirarme, sabia como tratar a gente avariciosa como él – mi hermano no está de un buen humor por todos los tramites del traslado y no le gusta esperar a nadie – le dije en tono frio y altanero, al ser hermana de Byakuya Kuchiki el hombre más importante y arrogante tenía que aprenderle algo a él
La verdad no creo que se pueda señorita Kuchiki – me hablo en voz nerviosa por mi forma de hablar ya que él y el resto del colegio conocía a la buena y cálida Rukia Kuchiki usando una voz cantarina y muy melosa
Ya le dije que confió en su capacidad, además será recompensado por su… ¿eficiencia? – le dije sarcástica y Salí de la oficina, para dirigirme directamente asía el bosque que tenía el colegio el que nos separaba a las chicas de los chicos, era el colmo que en pleno siglo XXI aun sigan con esas ideas arcaicas de los niños lejos de las niñas, fej, que basura, al final eso no importaba pues igual había logrado comunicarme y tener amigos y usábamos el bosque como lugar para reunirnos en los horarios de clases.
Bueno a estas alturas debo de confesar que no era lo que se podía decir una ´´niña buena´´, debía tener buenas notas en el colegio no solo por orden de mi hermano si no porque si me gustaba el estudio y por ello tenía buenas notas, pero por lo demás era una jovencita ´´normal``, con su rebeldía, sus sueños y si por qué no también sus miedos.
Hola a todos – salude a mis amigos enérgicamente
Hola Rukia – respondieron al unisonó
¿Qué pasa rukia? – me pregunto mi amigo, era un chico alto de un cuerpo delgado, y pelo color paja
Byakuya me dijo que nos mudamos – bien se los solté de golpe después de todo ¿para qué ir con rodeos?
QUEEEEEEEEEEEEEE…. – me gritaron todos en grupo
Cálmense – hable en vos hueca
Pero ¿por qué se van? – me pregunto triste Alejandra, luego de que todos ya se hubiesen calmado
No lo sé – le respondí mientras me encogía de hombres – NUNCA me dice porque nos vamos, pero supongo que es por sus negocios –
¿y a donde se irán esta ves? – mire directamente a los ojos de Santiago, quien me había preguntado en esta ocasión
No lo ...a Karakura, una ciudad en Japón – dude a un principio a responder pues con Santiago me unía una relación más que la amistad y no quería verlo mal
Ya veo ¿pero nos mantendremos en contacto cierto? –
Seguro, tenemos la tecnología al alcance, el facebook y demás, también el celular y vendré en vacaciones –
Claro, nosotros también iremos – dijo alegremente María – pero no nos olvides Rukia –
Los recordare siempre aun cuando ya esté viejecita y al punto de morir, ¿Cómo me olvidaría de ustedes?, son mis mejores amigos, de hecho son mis únicos amigos –
Pasamos en el bosque el resto del receso e hicimos planes para salir y disfrutar nuestras horas ultimas juntos, reíamos de los chistes que contábamos a grandes carcajadas, en estos momentos nada importaba solo el disfrutar de nuestras compañías, pues el paso del tiempo, la edad y todo lo demás ya no contaban, con mis quince años y mis amigos con sus diecisiete, no tomábamos en cuenta el envejecer, un hecho que luego me atormentaría sobremanera
Después de haber haraganeando por el resto del tiempo, lo que se suponía que teníamos que invertir en el aula estudiando, salimos a los juegos de entretenimiento, paseamos, tomamos helado, comimos golosinas y llego la hora de ir a mi casa por más que lo haya demorado lo más posible, hicimos mas planes para salir de paseo por la noche y el tiempo que me quedaría en este lugar, llegue a la casa cansada por haber estado haciendo el vago con mi amigos.
Ya llegue – grite mientras entraba y luego me arrastraba al interior de esta, me fui directo a la sala donde tire mi mochila al sillón
Buenas tardes Rukia –
AAAAAAAAHHHHHHHHHHH – grite por el susto recibido, pues estaba agotada y venían a hablarme desde la espalda - Yusuke ¿por qué siempre me das estos sustos?, pareces fantasma, no se siente cuando caminas – un día moriré de paro cardiaco por tu culpa y estará en tu conciencia – me queje mientras lo encaraba, el era como un padre pues este me dio el cariño y compañía que Byakuya nunca lo hacía, ni lo hizo
No exageres niña – me dijo medio divertido miedo molesto – ya está listo casi todas las cosas, cámbiate y almazaras –
Noooo, como ahora y luego me cambio – le dije enérgicamente pues moría de hambre después de gastar energía con mis amigos en la calle, este me miro un momento ceñudo y luego me sonrió con ternura
De acuerdo, pero ve a lavarte las manos, mira nomas como las traes ¿pero qué estuviste haciendo niña, pastel de lodo a algo parecido? – me riño mientras me tomaba las manos y me las examinaba a conciencia
Ok – y Salí como cohete a lavarme y en menos de un segundo ya estaba de vuelta en el comedor, donde ya estaban puesta la mesa, habían cinco lugares, antes solo comía yo ahí, pero luego de pedir, protestar, patalear y ordenar, por fin los empleados de la casa comían conmigo, Yusuke (mi mayordomo), Rosa (la cocinera), Natalia (la mucama), Pedro (el jardinero). Yusuke era un hombre de unos sesenta y algo o al menos aparentaba de esa edad, y como ya mencione al igual que Byakuya parece que los años se habían detenido ahí y no pasaban por él y nunca lo había visto enfermarse de algo, Natalia tenia veinte años y trabajaba para poder mantener a su familia, Rosa y Pedro eran un matrimonio, el tenia cincuenta años y ella cuarenta y ocho, no tenían hijos ya que no podían, ni familia pues eran emigrantes y eran solos, Pedro tenía una magia con las flores pues crecían hermosas y Rosa sabia de la cocina de muchos lugares pues habían ido en busca de trabajo a casi todos los países
Tengo mucha hambre, que me comería un caballo – hable entusiasmada - ¿Qué cosa rosa hiciste hoy rosita? –
A este plato se le llama papas a la huancaína – me informo (N/a. buscar en google)
¿ah?, nunca oí algo así –
Tal vez ya que es una comida extranjera, es de un país de sud América –
¿Y de qué país? –
Se llama Bolivia, y este plato es de una de sus ciudades llamada La Paz –
Ohhh y por qué se le llama así –
Bueno en allá a las patatas se las conoce como papa y de ahí el nombre –
¿conoces más platos de ese país? –
Si se algunos mas originarios de ese país –
Vaya, bien promete que cocinaras esos platos estos días para mí –
Se lo prometo señorita –
Probé el primer bocado y su sabor era delicioso y me lo comí casi sin respirar pues tenía mucha hambre y el plato era rico y como en ocasiones raras repetí plato
¿Cuando se irá señorita? – me pregunto Natalia
Me iré el sábado – respondí triste
Vaya supongo que tengo que buscar trabajo de nuevo – me respondió
Lo siento de verdad, yo no quiero irme – le respondí
No se preocupe, yo lo entiendo –
Te tengo una sorpresa Rukia – me dijo Yusuke
¿cuál? – pregunte emocionada
Como sabrás Pedro y Rosa no tienen hijos y están solos, Byakuya sama les dijo que si querían podían irse con nosotros y ellos aceptaron -
¿de verdad? – pregunte emocionada y vi que el par de ancianos me respondían asintiendo con su cabeza y sonriendo – eso es muy bueno, que bien – festeje pues me había acostumbrado con todos ya que estaba viviendo por un año y medio aquí (el tiempo más largo). El almuerzo transcurrió amena hasta cierto punto, luego me fui a mi habitación donde empecé a acomodar todas mis cosas en maletas, ya entrada la tarde me arregle y Salí con mis amigos de paseo.
Los días transcurrieron rápidamente, entre asistir a clases, recoger mis cosas y las salidas con mi amigos en menos de un latido de corazón ya estábamos en el aeropuerto el sábado, me estaba despidiendo de mis amigos bajo la atenta mirada de Byakuya y los demás empleados, los abrazos fueron largos las lagrimas abundantes, pero ya era el tercer llamado de partida y mi hermano me esperaba impaciente, prometiendo nuevamente el mantenerme en contacto y nunca olvidarlos me volví a despedir de ellos y Santiago arriesgándose me beso en los labios, aun que solo fue un toque rápido y se giro para no mostrarme su dolor, si bien teníamos una relación con el nunca había pasado nada entre nosotros (ni un beso), pues el sabía bien que si bien lo quería mi cariño era de amigos, pero él había insistido en intentarlo, me gire y empecé a avanzar detrás de mi hermano mientras este acecinaba con la mirada a Santiago
Rukia espera… - me petrifique en el acto al escuchar esa voz, SU voz, no podía ser EL no podía estar ahí, yo no quería que supiera que me iba, pues el despedirme de la persona de quien estaba enamorada me lastimaría más que a nada – Rukia ¿te vas, sin despedirte de mí? – me dijo triste, me diré y lo encare
Kaien…. – murmure al verlo y la picazón en mis ojos me indicaban que mis lagrimas luchaban por salir - ¿Qué haces…. Como…quien te lo dijo? – termine de preguntar pues estaba perdida
Me llamo Santiago, hace un rato para decirme que te vas, ¿por qué no me lo dijiste?, ayer nos estamos encontrando –
No había necesidad de molestarte Kaien – le dije triste pues mi corazón estaba estrujándose del dolor
¿no había necesidad de molestarme? – repitió entre molesto y triste – había toda la necesidad, Rukia somos amigos y los amigos no se van sin despedirse y desearse lo mejor – y con esas palabras se me acerco y me envolvió entre sus fuertes brazos y apretándome en su pecho, me aferre de su cuello desesperadamente pues no quería irme no quería dejarlo a él
Adiós – le dije entre sus brazos mientras él me levantaba un poco y depositaba un beso en mis mejillas
Adiós no, hasta pronto, así tengo la certeza que te veré en otra ocasión – me sonrió de lado con ese toque pícaro que lo caracterizaba – cuídate mucho y no hagas nada loco, no cambies – y volvió a apretarme contra su pecho, yo solo podía aferrarme a él y le di un beso en su pecho que estaba un tanto desnudo, por su camisa abierta.
Cuídate tu también – le conteste – hasta luego….. –
Rukia vámonos – la vos fría de mi hermano me trajo a mi realidad y me apresure a despedirme de Kaien mi amor y antes de proseguir con mi camino me despedí con la mano de mis amigos, al pasar por donde mi hermano este me miro feo por la demora y luego de dedicarle una mirada despectiva a todos mis amigos me siguió.
Ya estaba en el avión volando a mi nuevo destino, un lugar a donde no tendría ni amigos ni nada, al menos me consolaba la idea de que mi hermano viviría conmigo, como el vuelo era largo me quede dormida profundamente. Tuve un sueño inquietante nuevamente, pues ya desde hace cinco días me estaba soñando con cosas raras, solo podía recordar la mirada intensa de un par de ojos color miel y unos labios fríos recorrerle la piel.
Llegamos el domingo al medio día al aeropuerto de Tokio y de allí tomamos otro hacia Karakura, ese vuelo duro apenas una hora, en cuanto salimos de la plataforma ya nos esperaban dos personas quienes nos llevaron hasta la casa donde viviría, me sentí muy deprimida cuando mi hermano me dejo en esa casa donde viviría y me dejo al final, la desilusión me dejo un sabor amargo al enterarme que Byakuya definitivamente como siempre no viviría conmigo.
El domingo por la tarde no las pasamos acomodando las cosas en la casa y dejarlo más o menos habitable hasta esa hora, ya cansada me fui a acostar en mi cama precariamente ubicada ya mañana empezaría a ordenar mis cosas.
NOOOOOOOOOOOOOOOOOOO tenía mucho trabajo y para el colmo era LUNES mi día odiado
´´Tantas caras, tantas voces a través del tiempo, es algo ilógico, ver pasar y correr, los siglos y los días, he venido tras tus ojos desde alguna parte, tan solo con la convicción, de poder entregarme, que yo no puedo poseerte amor porque te pierdo y me hace regresar a ti desde la sombra``
ADELANTOS DEL PROXIMO CAPITULO
Pórtate bien Rukia – susurro con voz áspera…..
Si te mueves no te dejare ir – me dijo mientras dejaba besos de fuego por mi cuello y luego me beso mis labios…..
´´El era la mescla perfecta de ángel y demonio, paz y lujuria: un buen cuerpo, labios hermosos y delegados, nariz puntiaguda, ojos como la miel liquida que miraban con gran intensidad como si con su sola mirada me devorara, sus cabellos color naranja, su cara reflejaba tranquilidad y paz, sensaciones que me transmitía con su mirar y me enamore de él, mi hombre perfecto mi amor.``
Kyaaaa, aquí les dejo el primer capítulo de este fic. Ya, ya, ya sé que esta algo raro este primer capítulo la verdad es que hasta a mi me sabe a qué le falta algo, pero les aseguro que el otro capítulo estará mucho más interesante.
Por favor dejen sus mensajes, se aceptan cualquier crítica, pero onegai no me arrojen tomates ni frutas podridas.
Atte. Gaiaspink
