Este fic no es sólo mío. Lo escribimos con Neni en épocas de divagación.

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.

CAPITULO 1: SURGE UNA NUEVA AMENAZA

-Vamos a ganarles la próxima vez. - Dijo Mariela observando lo que quedaba de las carpas. Unos minutos antes una batalla había tenido lugar allí mismo, teniéndolos a ellos de protagonistas.
-¿Cómo? - Preguntó Lucas - Ya se escaparon muchas veces. ¿Cómo evitarlo?
-Yo sólo tengo en mente capturar a la nueva mano derecha de Voldemort; Melina Ventre. - dijo Mariela, metida en sus pensamientos - Pero debemos actuar con cautela, no deben saber nuestra identidad, o peor: nuestros planes.
-Mi deseo sería saber de ellos - dijo Carla, sumida en una gran reflexión - Deberíamos saber ya dónde se encuentra su sede de encuentro.
-Hay algo que no entiendo, - dijo Lucas, pensativo - ¿No era Matías la mano derecha de Voldemort?
-Ya no. Ventre vino del Sur. Saben que allá se practica una magia un tanto...Extravagante, y definitivamente, oscura. Maglio es de acá, no conoce esa magia tan oscura. O por lo menos no la aprende él solo. El mismísimo Voldemort es quien le puede llegar a enseñar nuevas artes...Y ahí entra Ventre. Su nueva y espléndida adquisición...Inteligente, y malvada. Se atreve a todo.
-¿De dónde sacas tanta información? - Preguntó Carla, que a pesar de su reflexión no se perdía detalle.
-Recuerden que no somos los únicos que pertenecemos a la Orden del Fénix. Tenemos informantes en todo el mundo. Hay gente que daría su vida por derrotar a Voldemort.
-Pero nosotros sabemos que sólo Harry Potter podrá hacerlo - dijo Lucas, mirando dudoso. Se entretuvo con su miniatura de un jugador de Quidditch.
-Sí, pero mejor le dejamos el camino libre, atrapando a todos los mortífagos - dijo Carla, siempre atenta.
Lucas y Carla se quedaron pensativos, cada uno por su lado. Lucas parecía triste.
-¿Qué pasa? -dijo Mariela que lo había notado...

-Nada, - respondió Lucas - Extraño las tardes en que todos nos juntábamos a jugar Quidditch...Cuando no estaba el Innombrable...Amo volar...Subirme a mi escoba y...
De pronto, él mismo se interrumpió. Los tres se miraron. Sentían todo el piso vibrar. En ese instante, apareció un hombre con capa azul. Su capa azul siempre acompañada de la varita en la mano...Qué costumbre...
-Qué bien que llegaste -dijo Lucas- Pensé que como ahora trabajas en el Ministerio no ibas a tener tiempo de ver a tus amigos.
-Es cierto, estuve ocupado. Pero siempre que tenga un rato libre voy a visitar a mis amigos. -contestó el recién aparecido.
-Vamos, Javier - Dijo Mariela sonriendo- No te olvides de que tú también formas parte la Orden del Fénix.
-Yo creía que te habías metido en el Ministerio precisamente por eso. Porque ahora formas parte de la orden. -dijo Carla mirando y riendo.
-De hecho, me va a servir, pero no fue por eso. - dijo Javier
-¿En qué departamento estás? Ya me olvidé...De nuevo -dijo Carla, con una sonrisa.
-En el departamento de Regulación y Control de las Criaturas Mágicas. -contestó él
-Entonces ahora nos vas a poder ayudar a establecer contacto con los gigantes.
-No...Los gigantes desaparecieron de nuestras montañas hace tiempo. Seguramente están con Voldemort, y el muy desgraciado los mantiene escondidos, como los dementores, yo creo que son un caso perdido…
-Nunca hay que darse por vencido -dijo Mariela-. A veces las cosas no son como parecen.

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.

Mientras tanto, en otra parte lejana de donde los cuatro amigos charlaban animadamente, tres figuras se movían al compás de la danza lenta y sinuosa de un débil fuego que amenazaba con apagarse.

-Qué bueno que viniste, Melina, ansiaba poder al fin conocer tus informes - Dijo una voz suave, y con dejos de crueldad a cada sílaba pronunciada.

-Siempre es un placer poder servirle, amo Voldemort - Respondió una mujer con cabello largo y marrón cuyos ojos expresaban devota admiración, y le miraban sin pizca alguna de miedo.

-Quiero que me digas exactamente cómo fue que cinco mortífagos de mi más alto aprecio no hayan podido contra tres simples jóvenes, Maglio - Replicó la voz, ahora elevando su volumen, y mirando a un joven que debería tener la edad de la mujer de cabello largo, y no parecía nada contento.

-N...No sé mi señor, no sé qué ocurrió. La chica más alta utilizó un encantamiento Confundus en Nott, y los demás nos dispersamos para poder atraparla, pero en ese momento aparecieron dos más. Ninguno pudo seguirlos, mi señor, todavía Nott se recupera del encantamiento.

-Recibirás tu castigo más tarde, Maglio, al igual que todos los inútiles incapaces de lidiar con esto. Melina, quiero que hagas un pequeño viaje para mí. Necesito que vayas a la oficina de Aurors, ya que estás tan bien posicionada allí, y tengas observada y vigilada a la tal… Mariela, debemos eliminarla, es un peligro inminente.

-No me dará ningún problema, señor - Respondió la joven.

-No será fácil hacerla caer, pero espero que yo no deba intervenir. Sabes a lo que me refiero ¿Verdad, Melina?

-Por supuesto, mi señor, tendremos vistos de cerca los pasos de Mariela.

-Sí, así lo espero, si no sufrirás un castigo parecido al de Maglio. Debemos tener de cerca todos y cada uno de los pasos del Ministerio... Ahora sí, ¿En qué estaba? Ah, sí...

-Crucio! - Lord Voldemort se erguía sobre la sala, apuntando con su varita un rayo de luz roja al joven, que ahora se retorcía de dolor y gritaba...