Esta vez trate de ampliar mi área y decidí crear una historia desde el punto de vista de Plagg. Porque si, nuestro gatito también tiene historia.
Y… Debo admitirlo, esa palabra causa estragos en mi ser.
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Arrepentimiento
Félix estaba de mal humor, como siempre, pensó Plagg.
Desde que se había enterado de que la chica de coletas que siempre lo seguía decidió tratar de olvidarlo, todos los días estaba de mal humor. Y ese día después de la clase de esgrima, la vio salir de la escuela sujetada del brazo del hermano de Juleka.
Y eso lo puso de un humor de perros.
El cual tenía a Plagg harto.
-Si tanto te molesta verla con ese chico dile.
Félix estaba en su habitación con un libro en las manos, Plagg supuso que era para distraerse, pero su portador estaba dando vueltas por la habitación como animal enjaulado.
-No voy a acercarme a ella cuando fue ella la que decidió dejarme de amar. Yo no se lo ordené.
-Recuerdo un par de veces que si le exigías eso.
-Es diferente.
-¿En qué exactamente?
-En que es diferente y punto.
Plagg se empezaba a desesperar en serio.
-Entonces no te quejes luego.
De esta forma Félix se calló durante unos minutos, pero parecía que no se podía contener de modo que siguió hablando.
-Ni siquiera es apuesto.
-¿Eso importa? Creí que a la chica no le importaba eso.
-Claro que no, Bridgette es la persona más desinteresada que conozco.
Plagg no podía creer eso. Su portador era un ciego. De lo peor.
-Entonces que haras, ¿Dejarla con ek?
Félix se detuvo abruptamente y lo miro.
-No tengo la necesidad de hacer eso, no me importa lo que haga o deje de hacer esa torpe molesta.
Ya está, Plagg esta encabronado.
-Mira niño, te voy a contar una breve historia. - Se podía notar que Plagg estaba furioso, y una sombra de dolor cruzo su rostro tan veloz que Félix dudo que hubiera sido real-. Una en la que sale un idiota que no conocía nada más que el orgullo… que se enamoró y nunca fue capaz de decírselo a la mujer que más amo… y luego… la perdió… toda su vida vivió en esta maravillosa palabra… La palabra más tiste del vocabulario.
Félix lo miro durante mucho tiempo, y Plagg solo le devolvía la mirada.
-¿Estás dispuesto a vivir una vida llena de lo que le paso a ese chico?
-No…- respondió lentamente Félix- No lo creo.
-Entonces sal de aquí y habla con Bridgette. Y no vuelvas hasta que me traigas buenas noticias.
-Si…
Félix salió de la habitación y Plagg suspiro, Tikki se iba a enojar con él por interferir.
Pero por Dios, ni siquiera él fue tan terco con Mirella. Y eso que su galletita no era de las que iban detrás de los hombres como su portadora.
Debía de hablar con ella sobre eso, lo más pronto posible. Cuando Félix se enterara de su identidad y viceversa. Si debería hacer eso, pero ahora comería un poco de Camembert. Ese que inicio todo con su galletita.
Con Mirella, con Tikki, con el nombre que ella decidiera usar.
Si… Alan estaba de acuerdo.
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Si no llegaron a entender, Mirella es el nombre de Tikki en mi universo, ya saben, cuando era humana, así como el nombre de Plagg era Alan…
