Disclaimer: Naruto ni sus personajes me pertenecen, son una obra de Masashi Kishimoto...
.:: Yunmoon ::.
*~ Yume ~*
1er Sueño.
Si o no… es tu desición.
Como todo viernes normal en su vida estaba en la casa de su mejor amigo, sentado comiendo palomitas y viendo una muy buena película, frunció el ceño ¿acaso no se podían callar? Miro atrás por segunda vez pero lo que recibió fue un cojín en su rostro, frunció más el ceño y tomo el cojín y lo aventó a el idiota que se lo había aventado.
-Uy teme, que amargado. Todos contra el teme-.
Una bola de idiotas se le echaron encima, y todos gritaban ¡Bolita! El idiota de su amigo solo se reía, y él lo sabía, su risa era tan escandalosa que a un entre todo el alboroto se escuchaba, como pudo se salió de todos ellos, tomo su mochila y salió de esa casa, si eso pasaba todos los días, él se enojaba y se largaba, y al día siguiente cuando veía a su amigo le golpeaba y asunto arreglado, seguían como si nada.
Llego a casa y aventó sus cosas en su sofá para luego tirarse a él tomar el mando y encender la televisión, camino a la cocina y tomo un paquete de papas, regreso al sofá y se aventó de nuevo y abrió el paquete y comenzó a comer papas, al los 20 minutos vio llegar a sus padres.
Su madre Mikoto Uchiha, era una hermosa mujer pelinegra de ojos negros y tez clara. Era tan hermosa que era modelo, y muy famosa, había llevado campañas de perfumes y marcas famosas de ropas hasta la sima.
Su padre Fugaku Uchiha, era un hombre de cabello negro, ojos negros y una tez un poco bronceada, su rostro eran facciones serias y maduras. Sin duda el rostro de un muy buen empresario, le tenía tanto respeto como admiración, su padre había seguido excelentemente los negocios familiares, convirtiendo a Uchiha Corp. como una de las mejores compañías de Japón, Inglaterra, Francia y comenzaban con América, ¿qué hacía Uchiha Corp.? Eventos en sus tantos hoteles, restaurantes y ahora comenzaban con centros comerciales, su padre si que era alguien impresionante.
En fin, sus padres eran gente importante y ocupada, el único día que los veía las 24 horas del día era los domingos y eso si no viajaban o una reunión salía de improviso… a veces le resultaba molesto eso.
Su madre dejo su bolso en el sofá y le dio un beso en la mejilla, su padre a cambio solo coloco su mano en su cabeza para luego sentarse al lado de su esposa y ver lo que su hijo veía, una película que se había estrenado hace poco en cine, una pelicula boba para él, su hijo tenía cierto interés por los vampiros, y esa película le había fascinado, claro, las escenas de amor prohibido y esas cursilerías las odiaba, ¿acaso no entendía que de eso trataba toda la película?
Su esposa le dio un codazo en las costillas y él entendió eso. Tomo el mando del televisor y lo apago, Sasuke le miro esperando que dijera algo.
-Iremos a ver a nuestros amigos, necesitan un favor y queremos que vayas-.
Sasuke tradujo las palabras en su cabeza "nuestros amigos necesitan un favor el cual tu te encargaras de hacer". Resulta que él siempre hacía los favores de sus amigos, ya había cuidado al gato, había cuidado la casa e inclusive había cuidado a el "pequeño" San Bernardo, esa experiencia esperaba no repetirla jamás.
-¿Y eso es?-. Quería saber cuando sería su tortura.
-En dos horas mi niño-. Dijo su madre con su ternura habitual.
-Ok-.
Tomo su mochila y subió a su cuarto, aventó su mochila a su cama y se sentó frente a su ordenador, lo encendió y abrió una página en Internet, , busco el video que su amigo, Naruto Namikaze la había recomendado, resulta que grabaron a su profesor de historia diciendo tantas grosería que no conocía las cuales resultaron muy buenas, resulta que Naruto siempre hacía enojar a el profesor y este cuando se enojaba mucho decía groserías de todo, a un recordaba todo lo que les había dicho ese día, pero verlo así le daba más gracia, cuando termino el video lo puso una vez más, si que Naruto había hecho algo bueno.
Apago la pantalla de su ordenador y comenzó a quitarse el uniforme, tan solo tenía 14 años, apenas cursaba el segundo año de la secundaría inferior, caminando en boxers por su cuarto fue a su armario, saco unos jeans oscuros y una camiseta negra, se coloco una sudadera roja con una pequeña franja negra en las mangas, era una de sus favoritas, sus tan anhelados adidas, al bajar fue al comedor, donde sus platos ya estaban servidos, después de todo ya eran las 4:20, si que se pasaba el tiempo volando, eso que había salido del colegio a las 3 en punto.
-Sasuke-chan, siéntate, no querrás que se enfríe-.
Hizo caso a su madre y se sentó el mesa, genial, la comida que más odiaba, el pescado, odiaba todo tipo de pescado, sus ojos miraron a su madre y luego a su padre, estos entendieron y llamaron a su cocinera, era nueva pero eso no le importaba en lo absoluto a Sasuke.
-Niki, a mi hijo no le gusta el pescado-. Hablo su padre con voz autoritaria.
-Lo siento señor, lo había olvidado, le he preparado algo enseguida se lo traigo-.
-Por favor Niki-. La chica no tenía más de 26 pero eso era algo que seguía sin importar a Sasuke, él veía los errores como algo imperdonable.
La chica no tardo más de 10 minutos cosa que sorprendió a todos, menos a Sasuke, estaba muy molesto, pero pronto se compuso al ver su platillo, era un curry rojo con pato asado, fue algo sorprendente, y sin más comenzó a comer, la comida japonesa le gustaba mucho.
Se olvido completamente de que saldría a ver a los tan buenos amigos de sus padres. Al terminar su comida fue directo al sofá de la sala y encendió la televisión, en un segundó su madre llego y se puso frente a él.
-Nos vamos Sasuke-chan-.
Sasuke frunció el ceño y se levanto con pereza. Salió de la casa y subió al Jaguar de su padre, era uno de su autos favoritos, pero el prefería el Volvo de su hermano, era genial. Por suerte los amigos de su padre no vivían muy lejos. Al llegar al gran portón se abrió, si ya los esperaban, bajo con una pereza que a él mismo le fastidio, suspiro preparándose, con los amigos de su padre se esperaba todo.
Al entrar lo primero que vio fue a Sara, un ama de llaves muy amable, la cual para él era la única cuerda en la casa. Y sus amigos hicieron acto de presencia, si los mejores amigos de sus padres eran los Haruno.
Tashiro y Lira Haruno. Tashiro Haruno era un hombre de pelo rojizo y ojos verdes profundo, y una tez clara, no era nada menos que un importante empresario también, tenía una gran empresa, la cual se encargaba de sacar campañas de distintos perfumes, ropa de diseñador, y otras cosas mejores, su madre modelaba para algunas campañas y la señora Lira también, sin contar sus butiqs y que era socio en algunos negocios con su padre. Lira Haruno era una modelo igual que su madre, su cabello era rubio y sus ojos verde agua y su tez clara, modelo sin duda, trabaja con su madre claro sus representantes eran diferentes. ¿Cómo se conocieron? Obviamente en el trabajo y desde hace 12 años se llevaban de maravilla, lastima que no nació antes para alejarlos y no sufrir ahora.
Pasaron a la sala y todos se sentaron en los sofás, Sasuke se sentó al lado de su madre, frente a los Haruno, esperaba ya el castigo de esta ocasión.
-Sasuke-kun-. Hablo Lira- ¿Recuerdas a Sora?-. Sasuke asintió con la cabeza- Veras, ella tubo que irse y como sabrás era la nana de mi bebe-. Oh no, ya se imaginaba a donde iba el rumbo de esa charla.
-Lira y Tashiro ni se la fían a nadie, tu ya sabes porque Sasuke-chan-. Dijo su medre mirándolo.
Si lo recordaba, hace más o menos 2 años habían tratado de secuestrar a la pequeña heredera, y desde entonces nadie desconocido entraba a esa casa, y Sora había caído como ángel.
-Por eso, nos harías un gran favor puedes cuidar a nuestra bebe, por un tiempo-. Dijo Tashiro.
Un tiempo, la última vez que había dicho un tiempo se había quedado con el gato medio año, y solo por que se había enfermado y había vuelto a casa.
Todos miraron al Uchiha, Sasuke se encogió en hombros, no quería y eso lo oculto, no era que odiase a esa niña, realmente ni la conocía, Sasuke lo estaba dudando mucho, demasiado.
-Mami-.
Todos voltearon a la derecha, donde una pequeña medio adormilada se acercaba a la señora Lira, la pequeña fue sentada en el regazo de su madre, esta la acurruco lo mas que pudo, Sasuke frunció el ceño, ¿Tenia que cuidar de esa pequeña? Sus ojos la miraron ella se estaba quedando dormida y Sasuke suspiro, no lo diría ahora de eso ya estaba seguro.
-Mañana, mañana diré mi respuesta-. Lo dijo dando algo de esperanza a los Haruno. Después de media hora de hablar de otras cosas se marcharon.
Al llegar a casa lo primero que hizo fue subir a su alcoba y arrojarse a la cama, tomo su mochila y la aventó lejos de su vista, seguramente caería al suelo, en fin, se coloco boca arriba y miro el techo pintado de un azul algo oscuro.
Tenia dos opciones, cuidarle o no cuidarle, sus padres le dirían que la cuidara, por que era una niña y bla bla bla... escucho que alguien golpeaba su puerta y solo dijo un adelante, de ella su madre apareció. Se sentó en el borde de la cama y miro a su hijo, le sonrió.
-Sasuke-chan, no es obligatorio que aceptes cuidar de Sakura-chan, cual sea tu respuesta la aceptare, si o no... es tu decisión-. Finalizo dándole un beso en la mejilla, Sasuke la vio irse y volvió a mirar el techo, bien no tenia nada contra la niña y tampoco contra los padres, bueno un poco, solo por haberle hecho cuidar a esa enorme cosa, ese perro. En fin, cerro los ojos, cuidarla sería una gran responsabilidad, pero... bien, mañana en la mañana lo decidiría, ahora solo quería dormir.
-Y bien Sasuke-chan, ¿que habéis elegido?-. Su madre era ansiosa y quería saberlo antes que nadie.
-Se los diré hasta haya mama-.
Su madre suspiro y asintió con la cabeza y miro al frente, volvían a la casa de los Haruno. Lo mismo que la otra vez, la primera persona que vio fue a Sara y entro ante la atenta mirada de esta, al parecer ella ya era una de ellos, de los Haruno, rió ante sus bobería, se estaba volviendo paranoico. Entraron a la sala, conversaciones triviales y cosas así fue lo único que se hablo, hasta que llegaron al tema, Sasuke suspiro y luego hablo.
-Lo pensé mucho, y me di cuenta que cuidar de una niña pequeña puede ser una gran responsabilidad... - Todos se desconcertaron ante eso, Sasuke no... -Pero me di cuenta que podría enseñarme bastante, podría ser una buena oportunidad, así que acepto cuidar de su hija-.
Los Haruno suspiraron, temían a la idea de contratar a alguien que cuidase de su hija, no confiaban en nadie, bueno casi nadie. Después de conversaciones idiotas –según Sasuke- se fueron por fin, a partir del lunes comenzaría a cuidar a la pequeña. Sus padres le dijeron que tan solo la cuidaría de lunes a viernes, de las 3 hasta las 6 o 7, no estaba mal. Tenía que alimentarla, ayudarle a hacer sus tareas y si quería dejarla dormir algunas siestas, como tener un perrito, pensó Sasuke, rió ante su estupidez, la niña según sus padres, era muy tranquila y casi no le ocasionaría problemas, ese era el problema, casi –era lo mismo que habían dicho del perro-.
El lunes en la mañana se despertó temprano. Hoy comenzaba su tortura.
