No sabe hace cuanto empezó a tener pensamientos impuros hacia una niña. Si, Ray era una niña -en crecimiento- pero niña al fin. Sin embargo, se contiene por el "adulto decente" que es, o más bien por el "adulto decente" que pretende ser.
Al solo notar como su mano se extiende y quiere tocarla. De inmediato, golpea su puño contra la pared porque tiene la impresión que si la toca, no se va a detener solo ahí.
Podría ser aburrida, su expresión apestaba, pero era lo único que tenía y lo único que quería. Puede no demostrar temor; no asustarse. No obstante, ella puede optar por una actitud distante, si le llega a hacer algo... algo como "eso"
Y no quiere; no quiere que se ella se aleje. Por eso, Zack se contiene. El mismo, se asusta de lo que le podía a hacer a Ray, con tal solo imaginarlo.
—Mierda —espetó cuando la vio dormida sobre el sofá. Bufó y viéndola más de cerca notó su piel pálida. Lucia como un fantasma y realmente se sorprendió de que le atraiga una niña así.
Inexpresiva, pero su sonrisa era hermosa. ¿Por qué carajo dormía como un muerto? preguntó mientras acercándose más y más intentaba con sus dedos que una sonrisa aparezca en su cara.
Solo era su dedo índice, lo hacía sin pensar que no se dio cuenta que la estaba tocando.
La sonrisa que buscaba formar, lo hacía por unos segundos y luego volvía a su estado natural. Furioso por no lograrlo se subió encima de ella, intentando con fervor lograr ese cometido.
No pudo y ¡Maldita sea! Ray había abierto sus ojos azules, mirándolo atentamente y él ¡Estaba sobre ella! ¡Maldición! ¡Maldición! ¡Maldición!
¡Soy un adulto decente, diablos!
—¿Que estás haciendo? —su voz sonó tranquila y él se puso más intranquilo.
—Viendo de cerca tu porquería de expresión —refutó, mientras que al estar así...
"Ah... demonios quería tocarla" "Quería, quería hacerle muchas cosas..."
Ya sin soportar, rápidamente, se quitó de encima y le dio la espalda.
—¡Sigues siendo aburrida! —espetó largándose de allí, si se quedaba más tiempo con ella, iba a asesinar su decencia.
