Este es un regalo para una amiga, que me había pedido que le haga una historia con el Doctor. Surgió mientras estaba en el colectivo por la mañana yendo al colegio, medio dormida medio despierta, y en mi trance la idea me llegó a la cabeza de repente y me desesperé por conseguir un lápiz y papel xD

Al final, me quedó muuuuucho más largo de lo que lo había pensado en un principio (esto se lo agradezco a HumorGris, que me ayudó con algunas ideas: Gracias, querida!)

Este es el primer fic que escribo sobre DW, y no estoy muy segura de cómo quedó ._. de todas maneras, espero que alguien lo disfrute :D


Caminabas con paso apresurado, tus puños estaban fuertemente apretados a cada lado de tu cuerpo. Las lágrimas aún humedecían tus mejillas.

Sentías su mirada clavada en tu espalda, desde esa cabina azul que tanto te gustaba y se había convertido en tu nuevo hogar… al que ya no podrías volver, del que te estabas alejando.

Solo querías que se fuera de una vez, esto era una agonía, no podrías soportarlo mucho más, tus deseos eran más grandes que tu fuerza de voluntad.

Estabas por dejar de caminar y volver con él, pero te frenaron los recuerdos de hace un momento. Sus palabras aún resonaban en tu cabeza y se clavaban en tu corazón como dagas.

-Debes volver a tu hogar… no puedes seguir aquí- te dijo el Doctor. Su semblante era serio, pero podías notar la tristeza en sus ojos.

-No quiero- dijiste tercamente mientras las lágrimas caían por tu rostro.

El Doctor suspiró. Ya habían discutido muchas veces por ese tema.

-Debes hacerlo- te lo dijo con más determinación que antes.

Notaste que se estaba enfadando.

-Pero ¿por qué?- le gritaste en un arranque de desesperación. Te asustaste cuando lo viste atravesar el espacio que los separaba dentro de la TARDIS como una flecha.

Te sujetó los hombros y te dio una sacudida, tratando de hacerte entrar en razón.

-¡No entiendes!- te gritó él también, mirándote a los ojos. Pasó un momento y más tranquilo continuó- No puedes quedarte aquí… es demasiado peligroso. No puedo arriesgarme a… a perderte- las lágrimas volvieron a asomar tus ojos- Prefiero dejarte aquí y estar seguro que estarás bien- te soltó y se dirigió a abrirte la puerta de la nave.

Lo seguiste con resignación. Te paraste en el umbral y lo miraste. Tenía las manos en los bolsillos del pantalón y la vista perdida en algún lugar de afuera.

Quisiste abrazarlo, pero sabías que si lo hacías la despedida sería insufrible.

Te alejaste caminando sin mirar atrás.

Doblaste una esquina, perdiéndote entre los edificios.

Avanzaste una cuadra más y frenaste.

No podías creer lo que habías hecho. Acabas de dejar todo un mundo de aventuras y misterios. Miraste a los transeúntes a tu alrededor, caminando a sus trabajos, la misma rutina de todos los días, donde la mayor emoción de sus vidas era encontrar un programa nuevo en la televisión.

No podías abandonar al Doctor, te había enseñado tantas cosas maravillosas y tú te alejabas de él sin más.

Te diste la vuelta y volviste por el camino que ya habías recorrido.

Antes de volver a doblar la esquina, escuchaste el característico chirrido de la TARDIS.

Ese sonido que tanto amabas ahora estrujaba tu corazón y te arrancaba cada partícula de esperanza en volver a ver ese mundo en el que vivía el Doctor.

-No…-susurraste y apuraste el paso- ¡No!-

El ruido desapareció.

Doblaste la esquina.

Ya no había nada.


Bueno, espero les haya gustado, ya saben, si quieren dejar comentarios, criticas, pedidos o lo que sea, todo es bien recibido :D

Gracias por leer!