Un día de Akamaru
Era una mañana normal para Kiba y Akamaru el sol salía y ellos ya estaban listos.
Después de desayunar salieron de su casa en dirección al parque. Al llegar al parque inmediatamente comenzaron a jugar. Estuvieron un largo rato jugando, al cansarse de jugar, Kiba pensó que sería una buena idea comer algo así que se dirigió a comprar algo de comida para el y para su amigo. Mientras Kiba se dirigía a comprarla Akamaru vio a un pequeño mapache del bosque herido y decidió ayudarlo.
"¿Hola, estás bien?"
"Me siento mal, un humano me trajo aquí y no sé cómo regresar a mi hogar."
"¿Cuál es tu nombre?"
"Mi nombre es Mae."
"El mío es Akamaru."
"No te preocupes, yo te ayudaré."
"En serio, muchas gracias."
Akamaru, sin pensarlo mucho, guió a Mae al bosque. Cuando llegaron al bosque ya era de noche y Mae sentía mucho miedo. Era oscuro y Mae solía quedarse en su casa a estas horas. Akamaru pudo sentir el miedo que ella sentía y sabía que no podía dejarla sola en ese lugar así que decidió llevarla hasta su casa. Mientras se adentraban en el bosque, escuchaban todo tipo de sonidos y de repente un búho atacó, Akamaru logró embestirlo antes de que le hiciera daño a Mae, el búho se fue sin pensarlo.
"Muchas gracias, por un momento pensé que iba a morir."
"No es nada, prometí que te ayudaría y eso es lo que haré."
"Ya estamos cerca así que no te preocupes seguiré sola."
"No, no debo dejarte ir sola, podría pasarte algo."
Akamaru y Mae continuaron por el bosque y de repente un lobo brinco en frente de ellos. El lobo quería comérselos y se fue acercando poco a poco. Akamaru pensó rápido y le susurró a Mae que lo siguiera lo más rápido que pudiera. En un instante ambos corrían por el bosque y detrás de ellos iba el lobo pero todo era oscuro Akamaru y Mae lograron pasar por debajo de dos troncos de árboles los cuales dejaban un orificio en el medio bastante grande y cuando el lobo intento brincar por medio de este se quedó atrapado.
"¡Funcionó!" exclamó Akamaru.
"Bien hecho Akamaru."
Mae ya podía ver su hogar cerca, justo cuando se acercaban a él apareció un oso. El oso llevaba días sin comer y cualquier cosa que se le apareciera, le parecía deleitable. Comenzó a atacar a Akamaru, pero este lo esquivó con facilidad. Akamaru mordió al oso y este retrocedió, después de todo, Akamaru no era cualquier perro. El oso intentó de nuevo, esta vez atacó a Mae. Pero Akamaru se metió en medio y él recibió el golpe. Akamaru cayó al suelo. El oso se le acercaba más a Mae pero de repente, Akamaru recobró sus fuerzas y embistió con gran fuerza al oso, el cual cayó y se golpeó con una piedra y murió.
"Akamaru, gracias. Me salvaste de nuevo."
"Mae, ya estas en tu casa, espero que nada vuelva a impedir que estés en tu hogar."
"Y ¿Qué vas a hacer ahora?"
"Tengo que regresar, mi amigo me está esperando."
"Espero que nada te pase."
"No te preocupes, estaré bien."
Akamaru después de largas horas logró regresar a el pueblo escondidos en las hojas. Akamaru corrió hasta la casa de Kiba, llego a la puerta y entró por la entrada para perros. Kiba estaba dormido por que era de madrugada. Akamaru lamió su cara y Kiba despertó.
"¡Akamaru!"
FIN
