Los personajes no me pertenecen. Le pertenecen a Yoshiki Nakamura-sensei

El inicio de todo

Kyoko iba camino a encontrarse con su sempai para interpretar a los hermanos Heel. Ya iba en modo Setsu, llamando la atención de todos los que la veían pasar, pero ella no le prestó la menor atención, solo no corría por qué pensaba que eso era infantil y que salía por completo de su imagen, estaba deseosa de ver a su querido ni-san, solo había pasado una semana desde la última vez que se habían visto, pero aun así quería estar cerca suyo, sentir su contacto, su dulce aroma. Dejo de pensar y se concentró en ubicar el lugar acordado, subió al elevador y por fin llego a una puerta, al otro lado se encontraría su hermano, esperaba que estuviera dormido, lentamente abrió la puerta y se encontró a la persona que más amaba recostado en un sillón, en una posición incómoda por su gran tamaño. El enseguida se levantó, aliviado al verla, él como deseaba tanto correr hacia esa chica que tantos problemas le causaba, como deseaba tenerla cerca, sentir su piel, su cálido tacto, su dulce aroma, deseaba tenerla cerca… no, necesitaba tenerla cerca, todo ese tiempo que grabo sin ella se había sentido perdido; perdido entre sus memorias, sus recuerdos, las pesadillas lo atormentaban cada vez más, y el ya no creía poder contener toda esa oscuridad por más tiempo. Durante las grabaciones había estado a punto en dos ocasiones de dañar de verdad a Murasame, ya no se sentía tranquilo actuando como Bj sin que Kyoko estuviera cerca, las escenas eran cada vez más peligrosas, más sangrientas. La oscuridad de Kuon y el de Bj se estaban fusionando, provocándole más problemas, siempre que actuaba como Bj podía sentir como Kuon salía más a la superficie, tenía miedo de perderse a sí mismo, o mejor dicho, tenía miedo de perderse y dejarse llevar tan rápido, luchaba tanto como podía, pero el solo ya no podía con eso, ya no más, necesitaba de alguien, y no veía a nadie más para contárselo que a Kyoko, pero tenía miedo, desconocía que tipo de reacción le podría dar ella, y eso le aterraba, le aterraba que ella se alejara asustada y que nunca más la fuera a ver, él no podría con eso, si eso ocurría él pensó que sin duda morirá. Se calmó, pensó en las facciones que estaría mostrando su rostro en ese momento, Caín nunca mostraría sus emociones, no Tsuruga no mostraría esas facciones de dolor frente a la persona que menos deseaba que lo viera así. Así que se calmó y se concentró en actuar como Caín, regreso a su papel con facilidad, Setsu no se había movido de lugar y lo observaba detenidamente, tratando de adivinar los pensamientos de su hermano sin mucho éxito, había visto pasar el hermoso rostro de su hermano de la alegría al miedo y al dolor, no sabía qué hacer, no tenía idea de cómo reaccionar o de que decir.
-Es que acaso tengo algo en la cara, Setsu? – pregunto Caín rompiendo el hielo.
-No, claro que no nii-san, es solo que hace mucho no te veía, y solo estaba tratando de memorizar nuevamente tu rostro.
-En tan solo una semana olvidaste el rostro de tu querido hermano? –pregunto Cain serio.
-no, eso nunca, es solo que afuera hay muchos rostros interesantes que memorizar.
-Hum… así que interesantes… porque no me das tu definición de interesantes?
-No creo que tenga chiste alguno hablar de mis juguetes que tengo en el exterior, cierto?, tomare una ducha, y será mejor que te metas a la cama, mañana tienes que levantarte temprano.
Caín solo siguió mirándola hasta que esta se apartó de su vista al cerrar la puerta del baño. Enseguida se quitó la peluca de Setsu y la ropa, y se metió a la ducha, eso la relajo después de una semana larga de trabajo, el rostro de tsuruga-san le sorprendió, pues era tsuruga y no Caín quien estaba en ese momento frente a ella. Su rostro lleno d dolor nunca lo olvidaría, lo más que deseaba en ese momento era poder ayudar a su sempai sin importar el costo, deseaba que él se liberara de la oscuridad que amenazaba con llevárselo y alejarlo de su lado… pero que cosas estaba diciendo, salió de la ducha y salió vestida únicamente con un pequeñísimo short y una blusa pegada, al salir se encontró con un ovillo de sabanas que era su hermano, así que se acostó en la cama continua y en cuanto cerró los ojos se quedó dormida.
Al despertar preparo el desayuno y lavo la ropa de Caín y la de ella. Estaba por despertar a su hermano cuando escucho un ligero toque en la puerta. Molesta al pensar en la hora en la que los visitaban se asomó y abrió la puerta, era el director de la película.
Después de invitarlo a pasar y de despertar a Caín tomaron un poco de té y se sentaron a charlar, lo que quería el presidente era hablar con Kyoko, el quería que ella saliera en la película, no tanto como un deseo, sino porque la chica que interpretaba ese papel había renunciado ayer, pues la chica no soportaría más estar cerca de Caín, diciendo que si tenía que grabar una escena más se volvería loca. El director trato de convencerla, pero fue en vano, y después de pensarlo no había nadie más indicado para el papel que Kyoko, alguien capaz de soportar toda esa frialdad.
-Entonces, aceptas Mogami-Kun?
-Acepto.
-Perfecto, empezaremos mañana.