Tengo 17 años y cuando muera mi padre sere la reina de mi pais.
Me llamo Bella Swan y soy la princesa de Italia. Mi padre, Charlie esta muy enfermo y morira pronto y yo al ser hija unica tendre el trono. Mi madre, Renne, murio al nacer yo por lo que no me acuerdo de ella. Tengo tres tios hermanos de mi padre, tio Marco, Tio Cayo y Tio Aro y aun que no lo digan se que no quieren que llegue al trono. Es mas, una vez los escuche hablando con mi padre diciendole que no era bueno que dejara el pais en manos de una joven de 17 años pero mi padre, afortunadamente, nunca les echa cuenta.
Estoy prometida al futuro rey de Francia, Jacob. Es un chico de mi edad muy guapo y por lo que he escuchado de mi aya tambien esta entusiasmado con este matrimonio. La semana que viene vendra el con su familia a conocernos a mi y a mi familia y estoy ansiosa.
este es el primer parrafo que he escrito en mi nuevo diario aya – le dije a mi aya. Ella me ha criado desde que murio mama y era como mi segunda madre ademas de que se que ella y papa tienen algo aun que no lo hayan reconocido. – espero que a mi futuro marido le guste.
Me habian mandado esribir un diario para entregarselo a Jacob el dia de la boda, no antes. El tenia la misma tarea y yo sabia que seriamos muy sinceros.
seguro que le gustara todo lo que escribas – me contesto mi aya que por cierto se llama Sue y tiene dos hijos, Leah y Seth, que son mis mejores amigos aparte de Alice por supuesto.
De esta ultima, no puedo decir mucho, es hija de una de las sirvientas que era muy amiga de mama. Ella tiene mi misma edad y somos dos polos opuestos. Ella es pequeñaja con el pelo negro peinado con cada punta hacia una direccion y corto, yo en cambio soy una chica delgada pero no de estas que llaman la atencion, Alice era quien llamaba la atencion, soy mas bien normal, con el pelo castaño y los ojos marrones oscuros. Alice tiene un hermano tres año mayor que ella pero no vive con ella y su madre, papa lo envio a estudiar fuera por que dice que tendra un buen futuro si estudia y se esfuerza. En cambio Alice se ha quedado aquí y estudia conmigo. La mama de ellos se llama Elisabeth y es muy buena conmigo, algunas veces me cuenta anecdotas de mi mama.
¿te gusta lo que he escrito? –le pregunte a mi aya.
Vas muy bien cariño – me dijo ella con una sonrisa – pero yo no tengo nada con tu papa cariño.
Si que lo tienes Sue – la contradije – por mucho que inteteis negarlo se os nota a los dos y sabes, yo estaria muy feliz de que te casaras con el.
Eso no podria ser – me dijo ella con una mirada triste.
¿asi que lo habeis pensado eh? – le pregunte yo con una sonrisa.
No le digas nada de esto a tu papa – me dijo y yo asenti – tu padre y yo hemos pensado mucho en nuestro futuro y tambien hemos pensado en casarnos pero eso no estaria bien por que si yo me casara ahora con tu papa la gente pensaria que solo quiero un puesto en el trono ahora que tu padre esta muy enfermo y ademas cariño, ese puesto es tuyo preciosa. Si yo me casara con tu papa y este muriera yo quedaria como reina y no quiero quitarte tu trono por que te lo mereces mas que yo.
Pero si no os quereis casar, ¿Por qué no haceis formal vuestra relacion? – le pregunte.
Por que no se veria bien que tu padre tuviera una relacion con una de las sirivientas – me contesto con el gesto triste.
¿eso lo dice mi papa? – le pregunte sorprendida.
No cariño – me dijo con una sonrisa triste – lo digo yo, tu padre quiere hacer formal la relacion aun que no casarnos pero yo me he negado.
Pero piensa en Leah y en Seth – le dije – tendran muchos mas privilegios si se sabe que su madre sale con el rey del reino.
Lo se Bella – me dijo – pero tambien pueden salir perjudicados por mi culpa, ademas esta la familia del papa de mis hijos que no lo aprobaran.
Pero ellos no se tienen que meter en tu vida – le dije.
Bella tu no lo entiendes – me dijo ella – para ellos el matrimonio es para siempre, aun que una de las partes muera, el otro debe guardarle fidelidad y luto hasta la muerte.
Pero eso no es justo – le dije.
Lo se pequeña – me dijo con una sonrisa mientras acariciaba mi cabello – pero yo he jurado esos votos y los tengo que cumplir al igual que tu tambien tendras que cumplir con los votos que haras cuando te comprometas formalmente la semana que viene.
Lo se – dije – pero al menos en secreto podeis estar juntos.
Si – me dijo con una sonrisa y un brillo muy hermoso en sus ojos grises – pero recuerda que no se lo puedes decir a nadie, ni siquiera a tu padre, a mis hijos o a Alice.
No te preocupes, no dire nada – le prometi.
Pasaron los dias y llego el dia antes de conocer a mi prometido.
Me habian traido miles de vestidos para que me los probara y eligiera el que mas me gustara. Y ahí estaba yo, en el sueño de cualquier princesa, tirada entre miles de vestidos.
Bella – escuche que Alice entraba gritando en el cuarto – Bella - me llamo.
¿Qué ocurre? – le pregunte saliendo apresuradamente del probador donde estaba metida.
Ha vuelto Bella – grito y se lanzo a mis brazos.
¿Quién ha vuelto? – le pregunte sin entender.
Mi hermano – me dijo con una sonrisa en su rostro y los ojos anegados en lagrimas de felicidad.
¿ya esta aquí? – le pregunte.
Si – me contesto – llego ayer por la noche cuando todos dormiamos, mama no me dijo nada porque queria darme una sorpresa – me dijo pegando botes – y que sorpresa cuando estaba yo desayunando y lo vi salir de la haitacion.
Me alegro que estes tan contenta – le dije a mi amiga – la verdad es que espero verle hoy, casi ni lo recuerdo.
Esta muy cambiado – me dijo ella sentandose en mi cama – esta alto y muy guapo.
Termine de probarme los vestidos, elegi los que mas me gustaron y sali junto con Alice a buscar a su hermano. Entremos en el salon y vimos a mi padre con un joven alto y fuerte. Lo veia de espaldas por lo que no sabia quien era.
Cuando mi padre nos vio, nos lanzo una sonrisa y le hizo un gesto al joven para que se diera la vuelta. Cuando este lo hizo, me quede paralizada.
Era guapisimo, con el cabello broncineo, los ojos verdes y la tez palida. Alto y fuerte. Era hermoso.
Vi como Alice se echaba a sus brazos y lo abrazaba fuertemente y tambien vi como el no quitaba los ojos de mi. Edward estaba en casa.
ven Bella – dijo Alice en cuanto vio que me habia quedado atrás. Mi padre tenia una expresion rara en el rostro y miraba de mi hacia Edward. – espero que te acuerdes de ella Edward.
La ultima vez que te vi tenias 8 años ¿no? – me pregunto y yo me quede sin aire. Tenia una sonrisa preciosa. Note como me estaba sonrojando y me apresure a contestar.
Si – le respondi con la voz mas chillona de lo normal.
Es un placer volver a verla princesa – me dijo y me hizo una reverencia.
Yo me quede de piedra antes ese gesto y abri mucho mis ojos.
venga ya – le dije con una sonrisa – en este palacio solo soy Bella y todos lo saben.
Si – dijo entonces mi padre – ella se ha empeñado en que es Bella, al igual que yo soy Charlie y no majestad.
No se de quien habre tomado ejemplo entonces – le dije a mi padre con una sonrisa.
No – dijo el – yo tampoco lo se.
Alice – escuche que su madre la llamaba.
Ya voy – grito – bueno mi mama me llama, Bella nos vemos despues, adios hermanito – y girandose hacia mi padre le hizo una pequeña reverencia y le dijo – con permiso – y salio corriendo.
La duende no cambia – dijo mi padre con una carcajada.
Suerte por eso – dijo Edward.
Bueno chicos yo me tengo que marchar a vigilar los preparativos de nuestros invitados que llegan mañana – dijo mi padre – ustedes… conoceros mas.
Y me dejo sola. Mierda. En cuanto senti su mirada sobre mi piel, esta se erizo. Me di la vuelta para mirarlo a la cara y me lo encontre pegado a mi. Se me corto la respiracion. Poco a poco, con una sonrisa torcida en su rostro se fue apartando.
¿Cuántos años tienes ahora? – me pregunto.
Los mismo que tu hermana – le conteste con la voz ronca.
17 – dijo.
Si – le respondi - ¿y tu?
20 – me contesto.
Nos quedamos mirandonos a los ojos durante lo que creo que fueron unos largos minutos.
¿Quién viene? – me pregunto.
¿Cómo? – le dije sin entender la pregunta.
Tu padre ha dicho que vienen invitados, ¿Quién viene? – me repitio la pregunta.
Ahh – le dije – mi prometido… bueno mi futuro prometido y sus familares.
¿estas prometida? – me pregunto el subitamente serio.
Aun no – le dije sin entender por que se habia puesto asi – pero el domingo que viene si lo estare.
¿Conoces a ese chico? – me pregunto.
No – le dije – pero eso no importa.
¿te casaras con un chico al que no conoces? – me pregunto el con las cejas alzadas.
Mi padre conoce a su familia desde hace muchisimos años – le conteste subitamente furiosa – su padre y el mio son muy amigos.
Y por que tu padre lo dices, ¿ya te tienes que casar? – me pregunto el.
Mi padre es el rey – le conteste.
Y tu su hija – me respondio el. Parecia que estaba furioso.
¿Por qué te importa tanto que me vaya a casar? – le pregunte.
¿con quien te vas a casar? – me pregunto el a la vez.
Con Jacob Black – le respondi y vi como el rostro se le torno rojo de furia.
Te doy un consejo – me dijo. Se acerco a mi y me tomo del brazo para acercarme a el. Nuestros rostros quedaron a solo unos centimetros de distancia. – no te cases con el.
Ejem ejem – escuche que decian. Me di la vuelta rapidamente y me encontre con tio Cayo que nos miraba de una manera muy rara. Entonces me di cuenta de que Edward me tenia cogida aun del brazo y pegada a el. Me solte de un tiron y me dirigi a mi tio.
Hola tio Cayo – lo salude.
Hola hermosa – me contesto el. - ¿has visto a tu primo?
No, no lo he visto – le conteste. Mierda, pense, se me ha olvidado escribirle a Jacob que tengo tres primos. - ¿puedo preguntar para que lo buscas?
Tengo cosas que hablar con el – me dijo con una sonrisa que pretendia ser dulce – cosas de mayores Bella.
Y sin siquiera saludar a Edward se dio la vuelta y se marcho. Yo me quede donde estaba, demasiado furiosa para moverme. Sinceramente, no se porque mis tios siempre me trataban como a una niña de 10 años. No lo entiendo.
¿ese es el hermano de tu padre? – me pregunto Edward.
Si – le conteste dandome la vuelta para mirarle – mi tio Cayo.
¿hay dos mas no? – me pregunto con el ceño fruncido.
Si – le volvi a decir – mis tios Aro y Marco.
¿tu padre es el mayor? – me pregunto el.
Si – le conteste.
Y al ser tu menor de edad aun, ¿no seria mas razonable que uno de los hermanos de tu padre heredara el trono? – me pregunto el. Al instante me puse furiosa.
Tu tambien – le grite y me aparte de el – soy lo suficientemente mayor como para manejar un pais.
No lo pongo en duda – me dijo el con una sonrisa burlona – pero es mucha responsabilidad y tu apenas… estas comenzando a ver mundo.
¿me estas diciendo que soy una niña? – le pregunte intentando no ponerme mas furiosa de lo que ya estaba.
Bueno, una niña no – me dijo recorriendome con la mirada – pero si muy joven para ser reina.
Por eso me tengo que casar antes de que mi padre muera para poder acceder al trono – le dije.
Pero tengo entendido que ese… Jacob Black tiene tu misma edad – me dijo el.
Si ¿y que? – le pregunte sin entender.
Pues que tampoco habra recorrido mucho mundo – me dijo y su rostro al momento cambio y se le coloco una sonrisa en su rostro – deberias casarte con alguien mas mayor y que haya visto mas mundo.
¿te estas ofreciendo? – le pregunto con una sonrisa burlona y con las cejas alzadas.
No me importaria tenerte en mi cama – me dijo bajando la voz y acercandose a mi lo que hizo que mi piel se pusiera de gallina.
No sabia que contestar a eso. El cada vez se acercaba mas a mi y yo no sabia que hacer. Mi mente me decia que me apartara y mi cuerpo que me acercara. Al final la mente gano y me aparte de el y sali a correr dejandolo a el parado en mitad del salon.
Al llegar a las escaleras me tropece con mi aya y ella, al ver el estado de agitacion en el que me encontraba, me cogio del brazo y me llevo hacia mi dormitorio.
¿Qué te ocurre? – me pregunto cuando ya estuvimos dentro.
No lo se – le respondi.
¿Cómo que no lo sabes? – me volvio a preguntar sentandose a mi lado.
Estoy confusa – le dije.
¿Por qué? – me pregunto.
Acabo de conocer al hermano de Alice – le dije – bueno conocerlo no por que ya le conocia, pero lo acabo de volver a ver y hemos estado hablando y…
¿y? – me pregunto ella cuando me calle.
Me dijo que no debia casarme con Jacob Black – le explique – me dijo que no debia casarme con alguien tan joven como yo y que no habia visto tanto mundo y tambien me dijo que debia buscarme a alguien mayor y con mas mundo visto y entonces yo le pregunte, en broma, - precise – si se estaba ofreciendo y el me respondio que no le importaria tenerme en su cama – vi como ella se tapaba la boca con una mano – y entonces se fue acercando a mi con claras intenciones de besarme y yo… bueno yo…
¿dejaste que te besara? – me pregunto ella.
No – le respondi – pero una parte de mi queria, deseaba que el lo hiciera aya. Vacile en el momento de irme de alli pero al final sali corriendo y lo deje en el salon.
Tu padre lo debe saber – me dijo ella y yo subitamente me puse en pie.
No – le dije – no aya lo mas probable es que haya sido una broma de el y yo como soy tan tonta me la he creido.
Pero cariño me has dicho que tenia claras intenciones de besarte – me recordo ella.
Si – afirme – me quizas yo estoy equivocada. Seamos sinceras, ¿a cuentos chicos he besado yo en mi vida o me han querido besar? – espere a que ella me contestara y al ver que no lo hizo le di una gran sonrisa – ves, ninguno, asi que no te puedo asegurar que Edward quisiera en verdad hacerlo.
Sabes yo si recuerdo que un chico te haya querido besar alguna vez – me dijo ella.
¿a mi? – le dije sorprendida - ¿Cuándo?
Tenias ocho años y el once – me respondio – estabais jugando al escondite junto con su hermana Alice, tus primos Demetrix, Jane y Alec y mis hijos y tu llegaste corriendo hacia mi y me dijiste con una gran sonrisa que Edward te habia intentado besar y que como tu eres una princesa, y ellas no se pueden estar besando por ahí, le habias dicho que no. Pero tambien recuerdo que me dijiste que le habias prometido que cuando fuerais mayores le darias el beso que el queria el dia de vuestra boda.
¿yo hice eso? – le pregunte asombrada de que se acordara de algo que habia pasado hace casi diez años.
Si que lo hiciste – me dijo - ¿sabes por que lo recuerdo?
No – le dije con la voz triste.
Dos semanas despues, tu padre mando a Edward a estudiar al extranjero y tu te pasaste un mes entero llorando y sin hablarle a tu padre por que el te habia arrebatado al hombre que amabas.
¿yo dije eso? – le pregunte aun mas asombrada.
Si pequeña – me respondio acariciandome el pelo, gesto que repetia mucho y que a mi me encantaba – te voy a dar un consejo.
Si aya dime – le dije.
Tu padre le tiene mas estima a Edward que a Jacob – me dijo y yo la mire sin entenderla – y a el le gustaria mucho mas verte casada con Edward que con Jacob, dejame terminar – dijo cuando vio que la iba a interrumpir – solo busca en tu corazon pequeña.
¿Qué quieres que busque en mi corazon? – le pregunte sin entender.
¿Qué sentiste cuando viste a Edward? – me pregunto con una sonrisa.
Pues… bueno… senti – tome aire y le respondi – me quede paralizada, el es miy guapo y tiene unos ojos preciosos que te atraviesan cuando te miran y una sonrisa hermosa y… todo el es hermoso. Hace que mi corazon se acelere y que mi piel se erice y… - vacile en si seguir o no.
¿y que Bella? – me dijo ella con una sonrisa.
Bueno… y… me dan ganas de besarle – le dije y al instante me sonroje.
Busca en tu corazon Bella – me volvio a decir.
Entonces se fue dejandome sola y lo que menos queria en ese momento era que me dejaran sola. Me cambie para la cena y baje al comedor. Alli se encontraban mis primos, mis tios, mi padre y para mi sorpresa tambien estaban Alice, Edward, Leah y Seth.
hoy vamos a cenar todos juntos – me dijo mi padre con una sonrisa.
Si que bien – escuche que murmuraba Demetri.
Edward sientate a mi izquierda – le dije mi padre – Bella tu a mi derecha y los demas… donde querais.
Hicimos lo que dijo mi padre y nos sentamos. Vi las caras raras de mis tios mirando a Leah, Seth, Alice y a Edward. Claro para ellos seria una deshonra sentarse a la misma mesa que los hijos de los criados pero eso es lo que habia.
Comimos mientras hablabamos: mi padre y Edward no paraban de hablar en voz baja y con expresion seria, en cambio yo no dejaba de hablar y de reirme con mis primos y mis amigos.
Cuando terminamos de comer el postre todos se levantaron de la mesa para irnos cada uno a nuestra habitacion pero mi padre me llamo impidiendome ir.
Bella necesito hablar contigo de algo muy importante – me dijo poniendose serio – vamos a mi despacho.
Me parecio un poco raro que me dijera eso a esas horas de la noche pero ya que mañana vendria Jacob con su familia lo mas seguro es que quisiera explicarme como iban a ser las cosas. Me despedi de todos y segui a mi padre por el pasillo.
Era raro pero ninguno de los dos hablaba.
Cuando llegamos a su despacho, mi padre me mantuvo la puerta habierta para que pasara, una vez dentro, el se sento en su silla y me miro con expresion rara.
Bella – dijo.
¿pasa algo papa? – le pregunte.
Sientate hija – me dijo y la verdad me quede bastante sorprendida por su gesto – tenemos que hablar de algo muy importante para tu futuro.
Si papa – le conteste. Ya me imaginaba la charla que me iba a echar.
Como sabes mañana vendran Jacob y sus familiares para la ceremonio de pedida de mano – comenzo y yo asenti – bien, pues hasta el proximo domingo no se hara formal y hasta el proximo domingo tu estaras en todo tu derecho de negarte a comprometerte y elegir a otro… candidato.
¿Cómo a otro candidato? – le pregunte sin entender - ¿es que alguien ha pedido mi mano aparte de Jacob?
Si hija – me respondio.
¿y se puede saber quien es? – le pregunte muy sorprendida.
Solo piensa bien en tus posibilidades Bella – me dijo – si te casaras con esa otra persona no tendrias que irte del pais y podrias gobernar desde casa, ademas de que es mayor que tu y tiene mas mundo visto y que es extremadamente inteligente y capaz de ser rey para su edad.
Edward te ha pedido mi mano, ¿no? – le dije alzando las cejas.
¿Cómo lo sabes? – me pregunto confuso.
Por que has dicho la misma frase que el dijo – le conteste.
¿y que dices? – me dijo el.
No lo se papa – le dije con total sinceridad – no se que hacer.
Tienes toda la semana para decidirlo hija – me dijo el y por su expresion vi que estaba triste.
Papa – le dije - ¿tu quieres que yo me case con Edward?
Hija – me dijo y se levanto de su silla y se acerco a mi – tienes 17 años y la verdad cariño es que aun eres muy joven para ser reina y una chica de tu edad no deberia estar pensando en matrimonios hasta al menos dos años mas adelante, pero desafortunadamente yo estoy muy enfermo y voy a morir y esta nacion necesita a una heredera legitima y la verdad es que a Edward lo quiero como si fuera mi propio hijo y si, me haria muy feliz que lo eligieras a el antes que a Jacob, pero no debes dejarte llevar por mis opiniones y debes hacer lo que mejor te parezca.
Si te casaras con Sue yo no tendria que ser reina – le dije y vi como su rostro se sorprendio.
Cariño ¿Qué te ha dicho Sue? – me pregunto.
Nada papa – le dije – solo que no soy una niña y me doy cuenta de muchas cosas aun que tu no lo creas.
Si me casara con Sue – me dijo con una sonrisa – ella pasaria a ser la reina de esta nacion y dentro de algunos años cuando ella vaya a morir, sus hijos podrian reclamar el trono que te pertenece a ti.
Leah o Seth no me harian eso – le dije.
¿deberas lo crees? – me pregunto y yo me quede confusa – ademas de que Sue se ha negado por que dice que ese puesto te pertenece a ti.
Bueno vale – le dije.
¿y que vas a hacer? – me pregunto.
Voy a conocer a Jacob y todos los dias hasta el sabado por la noche voy a tener una cita con ellos. Empezare mañana con Jacob y por la noche con Edward, despues por la mañana con Edward y por la noche con Jacob y asi sucesivamente y el domingo te dare una respuesta. ¿Qué te parece?
Me parece una decision muy acertada – me dijo con una sonrisa – confio en ti y en tu capacidad para elegir lo mejor para todos Bella, no solo para ti. – agrego – ahora vete a la cama que ya es tarde.
Le di un beso de buenas noches a mi padre y me dirgi a mi habitacion pensando en todo lo que el me habia dicho. Casarme con Edward, no se si alguna vez habria pensado en casarme con el. Tendria a Alice de cuñada y a Elisabeth como mi senguda madre.
Al pasar la esquina que daba hacia mi habitacion vi a Edward recostado sobre la puerta de mi habitacion, esperandome.
Me dirigi hacia el sosteniendole la mirada. El habia pedido mi mano en matrimonio y ahora iba a conocer a la verdadera Bella, con la que se casaria.
mi padre me ha dicho que has pedido mi mano – le comente cuando me pare a un metro escaso de el.
Si – me dijo con una sonrisa burlona – te dije que me encantaria tenerte en mi cama.
No seas imbecil Edward – le dije y vi como se sorprendia por mi reaccion. Estaba segura de que el habia esperado que me pusiera colorada y empezara a tartamudear – no solo me tendras a mi en tu cama, tambien tendras que manejar un pais. Tendremos que gobernarlo juntos asi que debemos llevarnos bien.
¿has aceptado? – me pregunto el poniendose recto y clavando sus ardientes ojos esmeraldas en los mios esperando, supongo, que yo apartara la mirada.
Aun no – le conteste sin hacerlo – y no se si lo hare.
¿Cómo que no sabes? – me pregunto - ¿prefieres a un niño antes que a un hombre?
Mañana por la noche tendremos una cita – le dije ignorando su pregunta – y al dia seguiente por la mañana tambien y ya despues te ire informando de cuando seran las proximas.
¿con Jacob no vas a tener ninguna? – me pregunto con una sonrisa en su sonrosada boca.
Por supuesto que si Edward – le dije – mañana por la mañana tendre la primera cita con el y al dia sigueinte por la noche tambien.
Asi que alternaras nuestras citas entre dias y noches, ¿no? – me dijo.
Si, eso hare – le confirme – y el domingo por la mañana le dare una respuesta a mi padre.
¿y si no quiero esperar hasta el domingo por la mañana? – me pregunto.
Me temo que tendras que esperar hasta ese dia – le dije y di un paso hacia delante para abrir la puerta de mi habitacion. – y ahora si no te importa, estoy cansada y quiero dormir un poco, mañana sera un dia muy tedioso.
Y dejandolo en el pasillo entre en la habitacion. No podia creer lo que habia echo. De pasar de tener a un pretendiente, ahora tenia dos.
Me puse mi camison rapidamente y me acoste en mi cama. Pensando en lo que me esperaba mañana me dormi.
