Tanita: Ok gente, aquí les traigo la versión MA de esta historia, espero que haya cambiado un poco como lo prometí y que sea de su completo agrado. No pude resistirme a subir el primer track (así los he bautizado, se oye mejor n.n) porque la semana de regreso a clases probablemente este muuuy ocupada. Bueno, los dejo leer y espero sus comentarios pa' ver que les ha parecido, oki? See ya, bye bye.
"Una Absurda Canción de Amor"
Track 1
Oscuridad…Silencio…
Todo a su alrededor, completa y absoluta oscuridad, no existía el mas pequeño rastro de luminosidad que le pudiera dar una idea del lugar en el que se encontraba, pero, a diferencia del resto, de su cuerpo parecía emanar luz ya que podía observarse con completa claridad.
¿Dónde estoy? Intento decir, pero el sonido no salía de su boca. ¿Estoy muerto? La idea paso varias veces por su mente, pero nada era certero. Comenzó a caminar pero no existía algún punto de referencia que le mostrara el movimiento; se sentía flotar, era como estar sobre el agua.
En algunas ocasiones creyó escuchar otras voces, pero jamás vio a otro ser, trato de recordar el porque se encontraba en aquel lugar o como es que había llegado, pero su mente estaba en blanco, ni siquiera recordaba su nombre.
Empezó a sentir temor pero algo en su interior le pidió calma; una fresca brisa comenzó a mecer sus cabellos y una voz se hizo presente. Calma Shuichi ya nada puede lastimarte, ahora solo te toca observar y aprender.
Shuichi intento decir algo, pero las imágenes comenzaron a correr frente a sus ojos, imágenes de su vida, de quien era y lo que había hecho. Su madre, su hermana, su padre y sus abuelos que habían muerto siendo él muy pequeño, todas las personas que quería se encontraban presentes, comenzó a recordar, todos aquellos momentos de inmensa felicidad, también los de absoluta tristeza, todos en conjunto le dejaban sentimientos e ideas de lo que debía aprender.
"La nieve cubría toda la extensión que sus ojos abarcaban. Iba en una viaje escolar en el monte Fuji, a su lado iba su mejor amigo, Hiroshi, al cual le agradecía todos los momentos que estuvo a su lado apoyándolo en los momentos difíciles de su vida, deseaba poder decírselo en persona, lo haría después. Había sido un día muy divertido, uno de los mejores en su vida. Nunca lo olvidaría."
Fue un día hermoso, todo cubierto de nieve, tan hermosa y tan fría a la vez…pensaba Shuichi, no podía dejar de sonreír…Yuki…
Algo en su mente hizo click y los recuerdos comenzaron a llegar tan abruptamente que solo atino en llevarse las manos a la cabeza. Alguien lo estaba esperando, habían hecho una promesa, Shuichi había hecho una promesa alguna vez y la había roto, gruesas lágrimas comenzaron a rodar sobre sus mejillas, no podía romper otra promesa, no a él.
No quiero morir, pensaba, ¡No puedo morir¡Debo regresar¡Quiero verlo otra vez! Más lágrimas cubrieron su rostro.
Todos morimos Shuichi, es parte del aprendizaje, unos mueren jóvenes, otros viejos, existe quien ni siquiera llega a nacer. Es parte del ciclo. Contesto la voz, tan suave y tranquila como la primera vez que Shuichi la escucho.
¿Quién eres¿Por qué no me dejas ir? Decía entre sollozos.
Yo siempre estoy contigo, lo he estado desde el momento en que tu luz comenzó a brillar, y estaré hasta el momento en que se apague, te mostrare lo que has hecho y deberás aprender cuanto puedas y, cuando lo hagas, serás juzgado. Volvió a decir la voz, en el mismo tono de antes. Ahora debes continuar observando.
Las imágenes de lo que Shuichi había nombrado una vez como su muerte en vida comenzaron a suceder, el comienzo que lo llevaría hasta el final de aquella situación. Shuichi solo podía pensar en una cosa …No quiero morir…No aún…
.69.69.69.
La luz roja, que se encontraba encima de la puerta de cirugía, continuaba encendida, llevaba así cerca de 4 horas y aun no había indicios de que fuera a apagarse pronto. Las personas que permanecían en la sala de espera habían intentado de todo para distraer la mente, charlar, beber café, ver la TV, pero parecía que nada disminuía la tensión. Decidieron bajar a la cafetería a comer algo solo después de que una enfermera les aseguro que los llamaría cuando Shuichi saliera. Dos personas continuaron en aquella habitación, Eiri Yuki y Andrei Romani.
Andrei tenía poco tiempo de haber llegado al hospital a diferencia de Eiri, que llevaba más 12 horas de estadía en el lugar. Se encontraba muy preocupado por la salud del vocalista de Bad Luck – como todos los demás -, quería escuchar su voz entonando alguna de sus canciones, ensayando las nuevas coreografías, verlo en las mañanas cuando aun dormía. Pero conocía el diagnostico y las probabilidades, no creía en los milagros y sabia que esta no iba a ser la excepción, solo podía confiar en la fortaleza y ganas de vivir de Shuichi.
Yuki caminaba de un lado a otro y parecía no pensar en nada, se había mantenido aislado a los demás, observando las horas pasar y el movimiento de la gente por la concurrida calle que se dejaba ver desde el décimo piso, tantas vidas, quizás millones, y ahora él se encontraba esperando a que una sola no se apagara. Solo la luminosidad de aquellos ojos violetas podía regresarle la extinguida calma. Lo prometió, se aferraba al pensamiento, como quien se aferra a una oración, se que lo lograra.
.69.69.69.
Julia: Kisses kisses, reviews reviews, ok? Se cuidan mucho. I love all of you.
Raciel: ¿A quien amas?
Julia: A ti bombonsito. muack
Tanita: ...hombres...siempre celosos...
