Disclaimer: Fairy Tail es propiedad de Hiro Mashima. Conjunto para el foro Cannon Island

Alguien subió un nuevo desafío al foro y como yo no sé cuando las cosas me empiezan a hacer mal, decidí hacer el reto de las cien frases, aunque la idea era hacer sólo algunas. No sé como irá a salir todo, ni como anden los tiempos, pero lo voy a intentar, porque ya que empecé, al menos tengo que intentar terminar.

Probablemente sólo serán drabbles, pero hay alguna posibilidad de algo más grande dependiendo de como ande la inspiración.

Universo Alterno


1.- "Detente, déjame conducir un rato"


Había sido un fin de semana difícil para ambos, y el camino de regreso a casa parecía más largo que nunca, sobre todo considerando que aún quedaban más de dos horas de trayecto entre ellos y el hogar.

Rogue había sugerido que podían quedarse una noche más y partir al día siguiente, considerando lo avanzado de la hora, pero Sting no quiso permanecer ni un minuto más de lo necesario.

Rogue entendía que las reuniones familiares afectaban de manera particular a su novio, incluso después de tanto tiempo y que la única razón por la que había accedido a ir de visita era porque su madre se lo había pedido, así que había preferido no insistir.

Ahora se preguntaba si tal vez no habría sido mejor esperar un poco y descansar. El silencio que llenaba el vehículo era extrañamente incómodo, algo poco común entre ellos. Estaba acostumbrado a la voz de Sting llenando todos los huecos, aunque no se lo pidieran, o al silencio de mutuo entendimiento de los días tranquilos. Este no era así, era frío y había una presión latente en él.

Sting se veía tenso, hasta el punto en que parecía que en cualquier momento se pondría a gritar o estallaría en llanto. Rogue no estaba seguro de que hacer, pero como la situación sólo parecía empeorar, decidió intentar lo único que se le ocurrió.

– Sting, detente – El hecho de que el rubio hiciera lo que le indicó, sin siquiera cuestionarlo, era un indicador importante, aunque no estaba seguro de si era algo bueno o malo.

Rogue bajó del vehículo y le dio la vuelta, abriendo la puerta del conductor e inclinándose hacia el otro joven, antes de continuar.

– Déjame conducir un rato.
– Odias conducir – La respuesta fue poco más que un gruñido, pero al menos fue una reacción. Ninguno de los dos dijo nada más y el rubio pronto se rindió, cambiándose de asiento.

Reanudaron el camino, aún en silencio, pero gran parte de la tensión había desaparecido, instalándose una atmósfera más calmada y algo melancólica.

– Gracias – Dijo Sting varios minutos después, sin dejar de mirar por la ventana – Por soportarlos. Por quedarte conmigo. Y por conducir.
– No podría dejarte, no podrías hacer nada sin mí – Respondió Rogue, con una pequeña sonrisa – Puedes dormir si quieres, te despertaré cuando lleguemos a casa.

Con el rabillo del ojo vio que Sting asentía y terminaba de relajarse. Si tenía que aguantarse las dos horas conduciendo para que se sintiera mejor, no le importaba.


N/A: Uno, quedan 99. ¡Gracias por leer!