Disclaimer: Esto no es mio blah blah blah... lo mio son las alucinaciones de Draco y su incomodidad en la entre pierna jajaja. Notas: Tiene mil que no publico y estoy segura que estoy más oxidada que las armaduras en Hogwarts. NO SEAN MALOS Y COMENTEN!
Lástima por la dulce vendetta
¿La venganza era dulce?
¡Claro que lo era!
Lo era tanto que incluso lo llegaba a empalagar; lo sabía porque era su postre favorito, el más recurrente si se tenía que ser exactos.
Le gustaba fría, caliente, horneada, en pastelillos, con una cereza en la punta, cubierta de chocolate y hasta garapiñada.
Sin embargo al final –y siempre- le deja un casi imperceptible gusto amargo, que era ridículamente fácil de ignorar.
Porque además de su postre predilecto también era el deporte dominado y sin oponente de los Malfoy.
Lo practicaban sin tregua ni premura, siendo astutos y rastreros, calculadores y maquiavélicos, con el mismo empeño con el que construían imperios de sangre limpia y organizaban cenas de gala en nombre de su aristocracia y vanalidad.
Lástima que de un momento a otro ya no se le antojara tanto, o al menos, ya no le fuese tan satisfactorio como le era antes.
Lástima que la levadura de sus pastelillos –o venganza, diferente nombre misma fórmula- con ese maldito sabor amargo, siempre necesaria, comenzara (para su disgusto) a dominar.
Lástima que las lágrimas ya no le supieran a maná cristalizado y que la humillación de sus víctimas aderezada con mermelada de frambuesas comenzara a hastiarlo.
Lástima que de un tiempo acá el rojo furia que tomaba Ronald Weasley al ser blanco de sus burlas ya no lo deleitara tanto.
Lástima que de un tiempo acá el rojo con el que quería tintar las mejillas de Ronald no fuera el de la furia.
Lástima que la venganza ahora la sintiese en la entrepierna y se le presentase en sueños húmedos. Y es que ahora solo se le antojaban los pastelillos con frutillas rojo Weasley y sin necesidad de venganza, sólo con necesidad de Weasley. Por que en verdad era un pena el hecho de que lo quisiera ver de rodillas ante él y no precisamente rogándole su benevolencia.
Era una verdadera lástima que ya no practicara el deporte familiar y ahora fuese amateur en el arte de simular venganzas para tirarse a sus víctimas.
Bueno… a una única víctima.
Que horror esta corto y soso, pero aun asi necesito jitmotasos o partelasos (sin son de fresa mejor), vamos que a lo mejor y hasta les gusto.
