NdlA: Re-subo el cap I que tenía en otra cuenta, no sé por qué la tenía ni qué hacía ahí, pero ahora ha vuelto (?) x'D Quizás lo siga algún día, tengo ganas. ¡Disfrutad!
Antes que nada, me presento.
Me llamo Watson Ackermann (desde antes de que saliera esa serie sobre gente gigante y tal, aunque la gente a la que se lo digo en principio no se lo crea), y vivo en Pueblo Primavera desde siempre. Todo el mundo (menos mi madre) me llama Watt, para acortar. Suena mil veces mejor que Watson.
La historia que voy a escribir no es demasiado excepcional ni importante, al menos no por ahora. Más adelante se vuelve más entretenida, y puede que hasta la encontréis interesante. En cualquier caso, espero que os guste.
-Watson "Watt" Ackermann
~PKMN SOULSILVER*NUZLOCKE CHALLENGE~
Capítulo 1: ¡Y no vuelvas!
Estaba, como cada tarde, en mi habitación, a punto de pasarme de una maldita vez el "Fight for Domains 3", cuando como de costumbre mi madre llamó a la puerta. Y cuando digo llamó, es que llamó y fuerte.
En un principio la ignoré (no fue fácil, podría tirar la puerta abajo si le pusiera un poquito más de ganas, pero tengo práctica), hasta que llegó al punto de ponerse completamente histérica, y volver a bajar las escaleras hacia el salón mientras me llamaba casi de todo menos guapo. Todo eso me hizo suponer que sería importante, así que bajé al salón tras ella a ver qué leches le pasaba.
-Hola, mamá. ¿Qué…?
-¡Sabes perfectamente qué!
Oh no. Otra vez "la charla" no…
-¡Quiero que salgas, que explores, que veas mundo como el resto de jóvenes de tu edad! ¡Ya te lo he dicho millones de veces!- gritaba mi madre, haciendo gestos amplios con los brazos para exagerar incluso más-. Me parece increíble que estés tan cerca de los diecisiete y aun no tengas ni un mísero Pokémon.
-Mamá, sabes que los Pokémon no acaban de gustarme, y por lo que he podido comprobar el sentimiento es mutuo.
No era la primera vez que tenía una salida de esas y hasta entonces siempre había conseguido escaparme, pero parece que esa vez no era el caso, así que me resigné y escuché. Ojalá no tuviera que acabar con una de esas cosas encima.
-¡No admito protestas! Elm ha venido esta mañana preguntado por ti –aquí casi se me cayó la mandíbula al suelo. ¿Qué querría de mi ese viejo loco? Por precaución, me contuve, tragué saliva y me quedé con el oído puesto-. Dice que te necesita para una especie de "misión" que él no puede hacer por la montaña de trabajo que tiene.
-¡Pero…!
-¡Nada de peros, Watson! -el tono de mi madre no admitía réplica, pero no podía quedarme de brazos cruzados.
-¡Venga ya! A saber lo que me pide que haga. ¡Esto no tiene ni pies ni cabeza, no puedes obligarme a ir!
Lo siguiente que recuerdo es a mí aterrizando sobre la hierba de delante de mi casa, mi mochila cayéndome en la cabeza, y el portazo de mi madre. Me levanté como pude para sacudirme la hierba de encima, pero apenas me incorporé una bola de pelo azul me tiró al suelo. Intenté quitármela lo más dignamente posible... o algo así.
-¡AAARGH! ¡FUERA, BICHO, FUERA! ¡AYUDA, QUE ALGUIEN ME LO QUITEEE!
-¡Marrill!- se oyó. Era mi amiga (y vecina) Lira, llamando a la pequeña aberración peluda, que se fue con ella y me dejó ponerme en pie en paz.
-¿Watt, estás bien? –me preguntó. Me atrevería a jurar que es una de las dos personas del pueblo que se preocupan por mí (contando a mi madre, aunque se empeñe en que me vaya a vivir a los bosques con criaturas con superpoderes).-¿Te has hecho daño? Sabes que Marrill es algo impulsivo. Pero solo te hace esto porque le caes bien.
"Mejor no caerle mal, entonces", me dije, pero no fui tan necio de soltárselo a la cara.
-Claro, sí, estoy bien.
-Oye, ¿dónde vas?
-¿Eh?
-Digo, si ibas a alguna parte con la mochila y todo.
¿No perdía detalle, eh? Me la recoloqué y dejé escapar un suspiro. Ese trasto era enorme, pesaba como un muerto, y el color amarillo chillón no ayudaba mucho a que no se fijaran. A saber lo que habría puesto mamá allí.
-Sí, iba hacia el laboratorio de Elm.
-¿¡Puedo ir contigo?
-Eeeeeh… claro, supongo.
Acto seguido me agarró de la camisa y empezó a correr dirección laboratorio. De verdad que no sé a quién ha salido el Marrill.
Una vez llegamos, se despidió y se fue tan repentinamente como había aparecido. Giré el pomo de la puerta del laboratorio, que se abrió con un chirrido. Ese sitio siempre me había dado mala espina, pero ese día aun más. Ojalá todo acabara rápido, así podría volver antes. Recorrí el largo pasillo central, lleno de estudiosos, científicos, papeles y estanterías, hasta llegar al fondo de la sala, donde se encontraba el profesor Elm limpiando muy concentrado una pokéball gigante. Le llamé.
-¡Ah, Watt, eres tú! –El profesor me sonrió. Llevaba puesta su bata de trabajo, algo sucia, las gafas torcidas y el pelo alborotado. De todos los bolsillos de su bata caían papeles.- Te estaba esperando. Supongo que tu madre ya te ha puesto al corriente.
Asentí sin demasiadas ganas.
-Pues verás, lo que quiero pedirte es que vayas a ver a un amigo mío, el señor Pokémon, que vive al final de la Ruta 30. Ha descubierto una cosa que quiere que mire, pero estoy demasiado ocupado y no puedo ir ahora mismo –hizo un ademán para señalar hacia un rincón, donde supuse que había una mesa bajo el ordenador, documentos y papeles-. Me harías un gran favor si fueras a recogerlo por mí...
Bueno, no estaba tan mal. No había tanto trecho hasta allí, incluso podía ir y volver en un solo día si todo iba bien. Iba a decirle que aceptaba y me iba ya, cuando...
-El camino, como sabrás, está cuajado de Pokémon, y por eso he pensado que sería conveniente que te llevaras uno de estos tres.
Dicho esto pulsó el botón central de la pokéball gigante, que se abrió. Dentro había otras tres, de tamaño normal. Ya está, metido en eso hasta las cejas, y además mi propia pequeña bioamenaza. Darme la vuelta y huir no sonaba demasiado mal.
-Escoge el que más te guste- me dijo, y sonrió otra vez. Creo que pensaba que me estaba haciendo un graaaaaaaaaaaan favor con esto.
Alargué la mano hacia la primera. De ella salió un pequeño cocodrilo azul, con los dientes muy grandes, y los ojos aún más grandes, mirándome fijamente. Juraría que hacía algo así como bizquear. Hacia fuera. Daba…miedo.
-Creo que probaré la segunda.
Dentro de la segunda había un bicho verde con una hoja en la cabeza. Me sonaba, así que pregunté:
-Una cosa, ¿este no es el que evoluciona a un dinosaurio gigante con una flor en el cuello?
-Es un Chikorita, evoluciona a Meganium -corrigió Elm, con el tono que usarías para decirle a un niño pequeño algo muy evidente.
-Soy alérgico al polen- me encogí de hombros e hice volver al Chiloquefuese. Solo quedaba la número tres. Sin esperanzas, la lancé, y que fuera lo que Celebi quisiera.
De ella salió un Cyndaquil.
Le miré sin saber muy bien qué hacer. Me arrodillé en el suelo, cerca, y le acerqué una mano. Las llamas de su espalda se apagaron de golpe, y el pequeño Pokémon caminó hacia mí para olerme. Después de unos segundos, me miró (o eso creo) y me saltó al regazo.
-Me llevo este – dije a Elm. No parecía que fuese a matarme y hasta tenía cara de majo. Lo del fuego no me gustaba mucho, pero si estaba así apagadito todo iría bien.
-Genial, muy buena elección. ¿Vas a ponerle nombre?
Nombre. No había pensado nunca en nombres para Pokémon, pero tuve un golpe de inspiración.
-Cyan- le contresté-. Le voy a llamar Cyan.
Espera, ¿nombre? ¿Iba a quedarme con esa cosa? Me levanté de golpe dispuesto a pedir una explicación, pero Elm me cortó.
-Suena bien. Podéis iros cuando queráis. Y si Cyan se cansa, puedes venir a curarlo en esta máquina de la izquierda.
-De acuerdo. Muchas gracias, profesor.
Reprimí otro suspiro y salí del laboratorio, con el pequeño Cyndaquil tras mis pies. Le hice una seña, por probar, y saltó sobre mi hombro. Le rasqué la cabeza, alborotándole el pelo y soltó un gruñidito: parecía que más o menos nos entendíamos.
Y entonces, por primera vez, tuve un buen presentimiento sobre el viaje.
¡Bienvenido al equipo!
CYAN, Cyndaquil, macho
[Placaje, Malicioso]
Nv. 5, Pueblo Primavera
Naturaleza alocada. Muy insolente.
P.D. Si no conoces los Nuzlockes, son una especie de "desafío pokémon", en el que, básicamente, solo puedes capturar el primer pokémon de cada ruta, y si se debilitan una sola vez, se consideran "muertos" y no pueden volver a ser utilizados. Jugar a lo hardcore, un poco x3 En el cap 2 publicaré mis reglas, si llego a subirlo (¡Espero que sí! ;3)
