Bienvenidos a este homenaje, tributo o como quieran llamarle a Banghg y su historia Tanto tiempo. Si bien la historia solo tiene un capitulo hasta ahora se ha convertido en mi favorita de todas las que ha hecho el autor. ¿La causa?
Bueno, creo que es porque me gustan los rompecabezas y eso es lo que veo en esta historia, un rompecabezas al que aún le faltan muchas piezas y cada una es un misterio que me gustaría ver algún día solucionado.
Es por eso que hice este capítulo precuela, para que tal vez de alguna forma pueda llenar esas piezas con otras que yo pienso que podrían encajar o bien con unas que me gustaría que encajen. Si preguntan cómo fue que surgió, pues es en base a que en la historia original Lincoln es enviado a Canadá acusándolo de traer mala suerte, por lo cual aquí escribo las causas de que eso haya sido posible y del impacto que ocasiono sobretodo en alguien muy cercano a él.
Antes que nada quiero anunciar que para esta historia obtuve la autorización y aprobación de Banghg, por lo cual dejo claro que los eventos que se cuentan aquí son producto de mi invención, usando como base la historia original.
The Loud House es creación de Chris Sabino.
Tanto tiempo es autoría de Banghg.
Promesas
Capitulo 1 - Despedida
Todo el mundo en algún momento de su vida ha buscado tener buena suerte, ya sea a través de cábalas que van desde hacer cosas simples a hacer cosas bastante complejas que pueden rozar con lo ridículo o lo molesto, dependiendo del punto de vista con el que se vean.
Aparte de aquellos actos también depositamos nuestra confianza en objetos, ya sea porque estuvieron con nosotros en ese momento en que realmente requeríamos de la fortuna y las bendiciones de algún ser superior o porque las consideramos un elemento que atrae a la buena fortuna.
Muchas veces también la suerte recae en personas ya sea por su gran habilidad en el deporte o en las tareas complejas y de riesgo o por al igual que los objetos estar ahí en ese momento cuya sola presencia es capaz de ser un símbolo de esta.
Así como buscamos la buena suerte, también tratamos de evitar la mala suerte, la cual muchas veces se piensa que llega por un acto en específico o por algún objeto particular a la que le cae toda la culpa de nuestros errores o fracasos.
Ejemplos de gente que intenta evitar la mala suerte y atraer la buena hay muchos pero en este caso se tiene a alguien o mejor dicho a toda una familia.
¿Cómo así? Bueno, así como pensamos que hay personas que dan suerte, hay veces en que ciertos individuos tienen que cargar con el peso de ser señalados como fuente de la mala suerte y la desgracia. Destino que un chico llamado Lincoln Loud, de tan solo once años tuvo que soportar a manos de su propia familia.
¿Cómo le pudo pasar eso a un simple niño? Mejor dicho ¿Cómo una familia entera puede culpar de eso a uno de los suyos? Bueno la explicación no empieza con él, sino con alguien que hasta hace solo unas semanas él pensaba que no existía.
Lincoln Loud era el único hombre en una familia donde la población femenina era casi la totalidad de esta. Él vivía junto a sus padres y sus diez hermanas y tenía una vida que si bien no era la mejor al tener que compartir una casa con muchas personas por lo menos era tolerable para él. Cosa que cambiaría con la llegada de una nueva hermana, y no, no se trataba del nacimiento de un nuevo integrante de aquella basta familia sino del regreso de alguien que había nacido junto con él.
Lynka era la hermana gemela de Lincoln, idéntica en ella en todo o bueno casi en todo, puede que tuvieran el pelo del mismo color, los mismos dientes y la misma altura pero la forma de ser, era totalmente distinta.
Ella había vivido toda su vida alejada de sus padres y hermanos, y su forma de ser distaba mucho de ser como el de alguna de sus hermanas ni que decir de su hermano gemelo. La causa de su alejamiento eran las dificultades económicas que pasaban los Loud en el momento de su nacimiento, su casa apenas si tenía espacio para los integrantes de ese entonces y el dinero con las justas les alcanzaba para llegar a fin de mes por lo cual esta fue entregada a la hermana de su madre, quien la crio como su propia hija. Si bien las cosas mejoraron para la familia recuperarla fue imposible pues sus cuidadores ya se habían encariñado con ella.
De sus hermanas, solo Lori la recordaba pero la tomaba como una individua ajena a su familia, su segunda hermana mayor Leni sufrió al despedirse de su hermana menor y su alejamiento le produjo un agujero que le causó un gran dolor, el cual lleno con olvido, el resto de sus hermanas Luna y Luan la tenían en recuerdos confusos que ignoraban con facilidad, y la última de estas Lynn, ignoraba su existencia por su corta edad. Para el resto era una persona salida de la nada.
Su alejamiento hizo que creciera de forma distinta a sus hermanos, en especial de su gemelo.
Mientras que Lincoln siempre trataba de hacer feliz a sus hermanas, Lynka demostró desde el primer día en la casa Loud que no se andaba con rodeos y si tenía un problema con alguien lo dejaba en claro de maneras no muy pacificas ni ortodoxas, veía a sus hermanas como personajes totalmente ridículas e indisciplinadas y en algunos casos engreídas que merecían de un buen golpe.
En su tiempo en la casa Loud no solo se enfrentó a sus hermanas mayores, sino que no le tembló la mano para castigar a sus hermanas menores si alguna de estas se metía con ella.
En cuanto a su hermano, esta se burlaba de él por su poco carácter ante el resto de sus hermanas acusándolo de dejar manipular con facilidad.
Si la familia Loud era un ejemplo de unidad antes de su regreso, para cuando ella regreso a su hogar de toda la vida, dejo en aquel hogar las semillas de la discordia, semillas que esperaban el momento perfecto para florecer.
Lincoln una vez que se fue su hermana gemela, decidió seguir con su vida diaria y hacer sus cosas favoritas, hasta que se dio cuenta de tiempo para estas era escaso pues siempre estaba ayudando a sus hermanas en una u otra cosa, por lo cual ideo uno de sus planes luego de que al acompañar a sus hermana Lynn a un partido de baseball esta lo acusara de traer la mala suerte de su derrota. Fue ahí que Lincoln decidió utilizar eso para un plan con el que al fin tendría la paz que tanto deseaba, lástima que las cosas no eran las mismas para ese momento en su hogar.
Las semillas que dejo Lynka, habían comenzado a echar raíces en las bases de la familia y la cantidad de problemas que se generaban entre ellos iba en aumento cada día, las peleas cada vez se hacían más y más frecuentes, sus padres buscaban a una causa a esto, para ese entonces Lincoln apareció anunciando ser alguien que estaba cargado de mala suerte y que podía causar toda clase de desgracias, su objetivo se cumplió y obtuvo el tiempo que tanto deseo. Lástima que no planeo lo que su plan provocaría.
Sus padres no solo le echaron la culpa de lo que pasaba en ese momento, sino también de cosas simples como los focos fundidos, los platos rotos y los desperfectos del auto, aparte la teoría de la genio de la familia Lisa Loud alimento ese fuego al decir que Lincoln era realmente una fuente de mala suerte.
Esto llevo a que su familia no solo se decidiera de sus cosas sino que lo hicieran dormir en la casa del perro prohibiéndole por el bien de ellos que no pisara la casa Loud.
Al principio fue difícil para él, trato de convencer a su familia de que todo había sido una broma y que en realidad no era una fuente de mala suerte, pero el pánico que le tenía su familia sumado a las explicaciones científicas de su hermana menor hicieron que todos sus esfuerzos cayeran en saco roto. Al no tener un lugar donde dormir, fue con el único hermano que aún le quedaba.
Su mejor amigo Clyde Mcbride lo acogió en su casa y junto con sus padres lo trataron como si fuera uno más de ellos, y como no hacerlo si cuando la indignación y enojo que sintieron fue tan grande que poco les falto para mandar a la ley contra la familia Loud cosa que no ocurrió por las suplicas de Lincoln quien a pesar de todo lo que paso era incapaz de sentir odio hacia su familia y mucho menos de hacer algo que la separara.
Para Lincoln ese momento de paz en casa de su mejor amigo era señal de que quizás todo se arreglaría en el futuro de que quizás su familia aparecería pidiendo perdón y todo volvería a ser como antes. Pero la vida no siempre hace las cosas simples.
Lincoln se encontraba caminando por la calle regresando a la casa e su mejor amigo con un comic recién comprado, gracias al dinero que le habían dado los papas de su amigo. Estaba tranquilo pensando en lo bien que se pasaría junto a su amigo con aquel nuevo título cuando de repente apareció alguien que hace muchos días que no veía.
- Hola Lincoln. ¿Cómo has estado?
- Bien mamá mejor que antes – respondió con una mescla de emociones.
- Hijo veras, hay algo que tengo que decirte.
- ¿Qué todos al fin se olvidaron de esa ridiculez de la mala suerte y podre regresar a casa?
- No hijo me temo que eso es peor de lo que creíamos.
Lincoln en ese momento se asustó, si ya habían vendido todas sus cosas, si ya lo habían sacado de su casa, que más podrían hacer para supuestamente evitar esa farsa de mala suerte.
- Escucha Lincoln, pensamos que el que estés fuera de la casa y el que ya no haya nada tuyo en ella haría que las cosas mejoraran pero me temo que eso no fue suficiente.
- ¿¡Pero por qué!? ¿¡Acaso haberme sacado no es suficiente para ustedes!? – dijo alterado.
- No Lincoln, al principio las cosas mejoraron un poco, todo en la casa funcionaba bien pero…
- ¿Pero?
- Pero luego las cosas se volvieron más complicadas entre tus hermanas y los problemas entre ellas regresaron con más fuerza, no sabes cuantas veces varias de ellas han terminado lastimadas ya sea por sus peleas o por intentar separarlas. Pensamos que eso solo sería algo temporal y todo se arreglaría hasta que…
- ¿¡Hasta que, qué!? – grito Lincoln enojado.
- Hasta que tu hermana ganara su juego de baseball y con eso la suerte volvería a estar de nuestro lado, pero eso no ocurrió y tu hermana Lynn perdió su juego más importante y era algo que creímos que nunca pasaria, por lo cual creímos que tu mala suerte aun nos estaba afectando.
- ¡Ya le dije que estaba fingiendo! ¡Que nada de eso era verdad, solo quería algo de tiempo para mí solo!
- Créeme que también me hubiera gustado que eso fuera verdad, pero tu hermana es una experta en eso de las teorías científicas y vio que era cierto. Por lo que luego de su derrota volvió a hacer sus análisis y descubrimos que mientras estuvieras en la misma ciudad que nosotros las cosas seguirían iguales.
- ¿Espera me estás diciendo que…?
- Si, Lincoln hemos decidido que por el bien de toda la familia te vayas a vivir a Montreal con tu hermana Lynka.
Clyde McBride estaba en su habitación o mejor dicho en la que compartía en ese momento con su mejor amigo, este se encontraba descansando luego de regresar de su clase de arquería, a la cual había ingresado luego de que sus padres le dijeran que practicar ese deporte le haría bien a su salud. No requirió mucho convencerlo, pues en muchas de las películas que le gustaba ver estaban ambientadas en épocas medievales, aparte algunos de sus personajes de comics favoritos usaban un arco como arma y aunque el en realidad nunca tuvo en mente practicar ese deporte con el fin de dispararle a alguien si quería saber que se sentía utilizar uno y ver qué tan buena puntería tenía en realidad.
Luego de guardar su nuevo arco y sus flechas en su armario se hecho en su cama para tener una pequeña siesta antes de que Lincoln regresara, estaba a punto de quedarse dormido cuando su pequeña radio, con la cual siempre se comunicaba con este empezó a sonar.
- Hola Lincoln. ¿Qué tal la tienda de comics?
- Muy bien, estaba llena títulos buenos y dime ¿Qué tal te fue en tu clase?
- Pues muy bien, ese sujeto es un experto, dice que tengo mucho futuro ¿¡Sabias que fue medallista olímpico!?
- No Clyde, pero me alegra que te haya ido bien – dijo Lincoln con una falta de ánimo notoria.
- ¿Qué pasa Lincoln? Suena como si estuvieras en un funeral.
- Veras Clyde hay algo de lo que tengo que hablarte – dijo con tristeza en su voz.
- Claro amigo ¿De qué se trata?
- Veras Clyde hoy me encontré con mi mamá y…
- ¿Se arrepintió de todo lo que tu familia te hizo y ahora quiere que vuelvas a casa? – pregunto con expectativa.
- Desearía que así fuera, pero temo que mi plan llego aún más lejos de lo que creí.
- ¿Cómo es eso? – pregunto Clyde asustado.
- Lynn perdió su juego y ahora mi familia piensa que mientras yo este en la ciudad la mala suerte seguirá afectándolos.
- Espera entonces ellos… ellos…
- Si Clyde me voy a Canadá y me voy hoy mismo, de hecho mi mamá me está llevando al aeropuerto ahora mismo. Solo te llamaba para despedirte y decirte que…
- Me lo dirás en persona, no voy a dejar que mi amigo se vaya sin verlo por última vez.
- Mi vuelo sale en dos horas.
Solo requirió de treinta minutos para que los padres de Clyde lo llevaran al aeropuerto.
Cuando Clyde llegó al aeropuerto busco por todos lados a su amigo y cuando lo encontró corrió hacia él y lo abrazo como si nunca más en su vida se fueran a ver.
- Lincoln ¿Por qué, por qué te tienes que ir? – dijo tratando de aguantar las lágrimas.
- No lo sé Clyde supongo que no debí de pensar en mí mismo.
- Eso no es una excusa, por favor quédate, en casa hay mucho espacio para nosotros dos.
- Nada me haría más feliz pero ya es muy tarde para tomar ese camino – dijo Lincoln con lágrimas en los ojos.
- ¿A dónde vas a ir?
- A Canadá, parece que ahora viviré junto con mi tía y mi hermana Lynka.
Clyde recordó cuando había conocido a la hermana de su mejor amigo, para él era como si hubiera habido un fallo en la realidad o como si estuviera viendo prácticamente doble, salvo por la ropa y el cabello largo no podía encontrar más diferencias, hasta que trato con ella y se dio cuenta que las semejanzas nos pasaban de lo físico. Ella lo consideraba como un personaje totalmente ridículo y sus reacciones al ver a Lori eran vistas por Lynka como algo absolutamente penoso.
Durante la siguiente hora y media los dos amigos recorrieron el aeropuerto recordando los buenos momentos que pasaron juntos, desde el día en que se conocieron hasta las aventuras que pasaron junto a las hermanas de Lincoln, estos recuerdos para ambos eran como puñales en el corazón. Para Lincoln eran porque no sabría si volvería a ver a sus hermanas y para Clyde bueno eran todo lo contrario no podía creer que aquellas personas a las que había querido tanto y junto a las que había pasado buenos momentos ahora sean las responsables del momento más triste de su vida.
Los minutos fueron pasando y finalmente llegó el momento del adiós.
- Pasajeros con destino a Montreal favor de pasar a la sala de embarque.
- Bueno Clyde, supongo que este es el momento del adiós – dijo Lincoln soltando lágrimas.
- ¿¡Y donde están tus hermanas!? ¿¡Por qué no están aquí!? – dijo Clyde comenzando a llorar sin importarle ser visto.
- Dijeron que lo mejor era que no se expusieran a mí.
- ¡Ósea que te exilian y ni siquiera tienen el valor de estar aquí para despedirte esas hijas de….
- ¡Clyde! Por favor te pido que no las odies, yo sé que algún día todo se va a arreglar y esto no será más que un mal capitulo. – dijo Lincoln quien a pesar de la gran tristeza que tenía, dejaba mostrar una increíble serenidad.
- No me pidas que no odie a las personas que te hicieron esto. ¡No sé cómo puedes estar así en un momento como este!
- Créeme Clyde, ni yo lo sé. Quizás porque sé que algún día todo se va a arreglar, que tal vez esto traiga algo bueno.
En ese momento Clyde hizo un juramento una promesa al que ya era más que su hermano.
- Te prometo Lincoln que no me importa cuánto demore, cuanto me cueste y por cuantas personas tenga que pasar, te voy a traer de regreso de Canadá y vamos a volver a estar juntos.
Lincoln simplemente abrazo a su amigo y lloro junto a él hasta que llegó la hora de partir.
- Bueno Clyde, este es el adiós. Te prometo que nos volveremos a ver, si vienes de visita ya sabes que tienes un lugar donde quedarte. Por favor diles a los chicos que los extrañare todos los días y que les escribiré a diario. Y dile a Ronnie Anne… bueno creo que ya sabes lo que pienso de ella.
- Lo hare amigo, te prometo escribirte siempre.
- Una cosa más Clyde, prométeme que no odiaras a mi familia por esto, sé que es difícil para ti, pero por favor prométeme que habrá paz entre ustedes.
- Te lo prometo hermano, te lo prometo.
Y con un último abrazo aquellos grandes amigos se separaron
Clyde se reunió con sus padres quienes con lágrimas habían sido testigos de aquella escena.
El interior del joven McBride era una mescla de todo tipo de sentimientos, desde la mayor de las penas al odio más profundo se enfrentaban en su interior. Mientras caminaban hacia la salida del aeropuerto aparecieron dos de las hermanas Loud, Lori la mayor de estas y Luan la comediante de la familia vieron a Clyde he inmediatamente corrieron hacia él.
Para Clyde aquello en otra oportunidad lo hubieran hecho sangrar por la nariz y comportarse como un robot defectuoso al ver a la chica de sus sueños corriendo hacia él, pero ese sentimiento ya estaba muerto.
- ¿¡Donde esta Lincoln!? ¡Por favor Clyde dime en donde está mi hermano! – gritaba Luan con desesperación.
- ¡Qué carajo te importa! – grito antes de irse corriendo.
Sus padres al ver y oír eso se hubieran sorprendió hasta se hubieran desmayado pero dado el caso, hasta ellos hubieran hecho lo mismo.
Una vez regreso a su hogar, Clyde no hizo más que llorar durante las siguientes horas por su hermano perdido, cada cosa de su cuarto le recordaba a los buenos momentos que había pasado junto a su amigo, pero también a aquellas personas que lo alejaron de él.
Entonces en su interior la tristeza se convirtió en rabia, la rabia paso a la ira y la ira se convirtió en rencor.
"Prométeme que no odiaras a mi familia por esto, sé que es difícil para ti, pero por favor prométeme que habrá paz entre ustedes"
- Te prometo que te traeré de regreso, pero me temo que la promesa que me pediste no la pienso cumplir Lincoln – dijo completamente furioso.
Se acerco a su armario y lo abrió sacando su arco y su carcaj con flechas, se lo coloco en la espalda y salio corriendo.
- ¡Clyde espera a dónde vas con eso! – dijo el señor Howard.
No hubo respuesta de parte de su hijo, quien corrió con todo atravesando las calles y esquivando los autos dirigiéndose sin descanso hacia la casa que antes era su favorita.
Dentro de esta el ambiente era totalmente similar al del cielo en ese momento, totalmente oscuro y apagado, decir que era un lugar deprimente sería poco.
Al llegar a la casa Loud, Clyde toco la puerta dejando salir parte de su enojo.
- Ya va, ya va, cielos parece como si alguien quisiera derribar la puerta – dijo el Señor Loud.
Al abrir se sorprendió de ver al amigo de su hijo con un arco en la mano.
- Ah hola Clyde, ¿Sucede algo? – pregunto algo confundido.
- Lincoln ¿Qué Paso con Lincoln? – pregunto con seriedad.
En ese momento el señor Loud se quedó totalmente mudo y comenzó a retroceder para dejar entrar a Clyde, cuando el entro pudo ver que salvo por Luan y Luna, toda la familia estaba reunida.
Clyde apretó su arco con fuerza y lucho por resistir las ganas tomar sus flechas y dejarlos como alfileteros.
- Lo repetiré de nuevo ¿Qué paso con Lincoln?
- Veras Clyde, él… él tenía un problema de mala suerte y tuvimos que enviarlo a otro lugar, pero no te preocupes estoy seguro que la pasara bien con su hermana gemela.
- Lo sé, estuve con Lincoln en el aeropuerto despidiéndome de él, realmente no puedo creer que ustedes pudieron haber hecho algo como eso.
- Bueno Clyde, Lisa dijo que… Espera un momento ¡Estuviste con él, no sabes que su mala suerte se te pudo haber pegado! ¡Es más pudiste haberla traído aquí con nosotros!
No hubo advertencia ni intimidación previa, Clyde simplemente saco una flecha y la disparo contra la familia Loud esta paso entre los señores Loud y se ensarto en la pared.
- Mala suerte falle.
- ¡Estás loco! ¡Pudiste haberme matado! ¡Pudiste haber matado a alguien!
Clyde simplemente se dio media vuelta y camino hacia la puerta pero antes de retirarse dijo de espaldas a unos asustados Loud.
- Le prometi a Lincoln una cosa y es traerlo de regreso, si alguno de ustedes interfiere con eso o si escucho una sola vez esa estupidez de que Lincoln era una fuente de mala suerte, me asegurare de no volver a fallar y créanme tengo muchas más flechas de donde salió esa.
Y así como llego, se fue.
Unas horas después la responsable de todo aquello Lynn Loud, se acercó a la pared donde aún estaba esa flecha clavada y con mucho cuidado la saco intacta del muro.
La tomo entre sus manos analizando cada parte de ella y dijo.
- Te prometo Clyde, que si logras traer de regreso a Lincoln me asegurare de devolverte esta flecha y te prometo que yo tampoco pienso fallar.
