FARSANTE
Por Cris Snape
Disclaimer: El Potterverso es de Rowling.
Este fic participa en el minireto de noviembre para El Torneo de los Tres Magos del foro "La Noble y Ancestral Casa de los Black.
Timothy Dawson llegó a casa cerca de la medianoche. Trabajaba en San Mungo y llegaba agotado después de un fin de semana de guardia. Sólo quería acostarse y dormir hasta que todo el cuerpo le doliera.
Cerró la puerta de entrada con cuidado para no despertar a Linda. Su esposa tenía el sueño ligero y muy mal despertar y él no necesitaba que nadie le riñera. No esa noche. Sin embargo, no tardó en descubrir que estaba en la sala de estar. Extrañado, la saludó y se acercó para darle un beso en los labios.
—¿Qué haces levantada?
—Leer.
A Linda no le gustaba leer, así que Timothy consideró que aquello era algo bueno. Hasta que vio el nombre del autor del libro.
—¿Lockhart? ¿En serio?
—Es su biografía —Linda ignoró su desdén—. Y lo encuentro interesante. Voy por la parte en la que entró en el equipo de quidditch de Ravenclaw.
Timothy se sintió indignado. Boquiabierto, agarró el libro y comprobó que aquella tontería era verdad. Con foto incluida.
—¡Pero si esto es mentira!
—¿Perdona?
—Lockhart jamás estuvo en el equipo.
—¿Y cómo sabes tú eso?
—Porque yo fui el capitán, ¿recuerdas?
Linda se mordió el labio inferior. Timothy era un apasionado del quidditch y Ravenclaw obtuvo grandes victorias cuando él fue su capitán. Se había pasado días enteros diseñando estrategias de juego y tenía un álbum repleto de fotografías con el viejo equipo. Y no. Gilderoy Lockhart no estaba en ninguna de ellas.
—Es raro, ¿no?
—Una mentira. Eso es lo que es —Timothy cerró el libro y se contuvo para no tirarlo a la chimenea—. Creo que ese tipejo ni siquiera sabía montar en escoba. Una vez se presentó a las pruebas de ingreso, pero era tan patético que tuvimos que rescatarle para evitar que se estampara contra el suelo. ¿Cómo puede decir que fue un buscador excepcional? ¡Y esa foto! Jamás se puso el uniforme de Ravenclaw. Era indigno de él, ¿te enteras?
—Vale. Aunque tampoco es para ponerse así.
—¿Cómo que no? El equipo de quidditch fue muy importante para mí y esto es indigno. A saber cuántas mentiras más ha contado ese idiota.
Linda le abrazó. Creía entender aquel arrebato de ira y decidió calmarlo de la única forma realmente efectiva: con besos. Y funcionó, porque ni siquiera el quidditch y Lockhart eran más importantes que su mujer.
En las películas se puede ver una fotografía de Lockhart formando parte del equipo de Ravenclaw. Pues bien, yo creo que era una mentira más de las muchas que contó a lo largo de su vida.
