Vale, hola gente!

Esto….bueno, es otra historia basada en el universo de "Formando una familia", de Dreamgirl93,que hago con su total permiso pero no su conocimiento total o semiparcial de los hechos.

Ya tenía muchas ganas de escribirla, y realmente espero que sea tan de su agrado como lo es para mi disfrute el hacerla.

Resumiré sólo unos pocos hechos, antes de dejar que esto se cuente solo.

Como punto principal, esta historia toma su ruta a partir del encuentro de los Halliwell con Barbas, y de descubrir que los gemelos eran sus hijos legítimos, pero sin el encuentro con los Halliwell con sus versiones malvadas….esta historia entre un tiempo después de que la paz se reestablece a la familia...aunque va a ser poco lo que dure….

En fin, ya se enterarán todos u.u…

Lo siguiente que quiero aclarar es que, si bien esta historia se supone debería transcurrir en Los Angeles, en mi mundo mágico y feliz, esto transcurre en España…así que, para que nadie se alarme…pero, en realidad, no tiene demasiada relevancia el lugar, pero lo advierto para futuras situaciones.

Bueno ,creo que es lo básico…cualquier duda que haya respecto a la trama(Ya sea porque alguien no leyó "Formando una familia", y no le cierra del todo algún personaje, o su pasado-Aunque os recomiendo la historia, que es, según mi criterio, la mejor que se ha escrito de este genero-o por algún dialecto que no se comprenda.

Desde ya agradezco el apoyo de todos, y…bueno, nada…que la disfrutéis…espero y agradezco cada comentario, cada mensaje y cada visita futura.

Con amor,yo~


Capítulo 1:El cambio.

-¡Te pillé!-Gritó Chris riendo mientras extendía sus brazos hacia Leo, ayudándole a bajar del frondoso árbol en el que se había subido.

-No es justo, papá.-Se quejó el niño, fingiendo un puchero-Tú eres más alto, y tu cabeza se lleva puesta las ramas más bajas. Así es muy fácil jugar al escondite…

-Pues fue tu idea que vosotros os escondierais y yo busque,-se defendió Chris, mientras dejaba a Leo en el suelo y le daba un beso en la frente-ahora te aguantas.

Leo puso un gesto de resignación, y luego sonrió, mientras caminaba hacia el lugar donde habían dejado sus cosas, donde Amy miraba divertida como Leo y los "maduros adultos" con quienes vivía jugaban al escondite.

Chris, por su parte, continuó su búsqueda en la zona de los juegos que el parque tenía.

Sí, es cierto que hubiera esperado que Leo se escondiese allí, pero no era su culpa de que casi se tragara su pie cuando pasó por el árbol donde este estaba. ¡Vamos, que tenía la pierna colgando!

Chris sonreía como tonto ante esa pequeña escena…y sonrió más cuando vio, por acción del sol, una sombra reflejarse a través de la resbaladilla plástica en forma de tubo.

Se acercó con cuidado por detrás, y subió la pequeña escalera que daba acceso a ella para asomar la cabeza.

Cuando lo hizo, vio a Nick, sujetándose con brazos y piernas a las paredes, para evitar resbalar por ella. Introdujo las manos suavemente, para que él no se diese cuenta de su presencia…hasta que fue demasiado tarde.

Con un movimiento rápido le cogió las muñecas, soltándole de su agarre y haciéndole resbalar por el tubo, hasta llegar abajo.

Bajó la escalera de un salto, y se acercó a él, sonriendo triunfal.

-Pillado-comentó tranquilamente, mientras le tendía la mano para ayudarle a levantarse.

Nick le miró con el ceño fruncido, y le preguntó:

-Anda ya, ¿cómo me viste?

-Magia…-susurró Chris, divertido.

-¡No es justo! Usar tus poderes es trampa. A ver si te gusta que te lea la mente para saber dónde te escondiste tú…-refunfuñó el chico.

-Sí, eso es, Nick, tu grítalo bien fuerte, así también Amy te oye…-Nick se sonrojó un poco y miró a su alrededor para ver si nadie les había oído.-Vaya que eres un gran perdedor, eh…anda, levanta…aún no encuentro a Peter…¿Dónde crees que puede estar?.

-No lo sé…y aunque lo supiera, no te lo diría, amenazó Nick-con un puchero.

Chris rodó los ojos, y le volvió a tender la mano para que se levante.

Nick la cogió…y, de un tirón, le aventó a piso, mientras él se levantaba, riendo y echaba a correr.

-¡MUY MADURO,NICK!-Gritó Chris con indignación, mientras se ponía de pie, y se sacudía la arena.

Nick se reía, y corrió más rápido al ver que Chris emprendía carrera detrás de él.

Nick le llevaba ventaja, pero, por otro lado, Chris era mucho más rápido…por lo que no tardó en darle alcance.

Cuando lo atrapó, lo hizo por la cintura, para no hacerle daño, y, cuando ambos se detuvieron, Chris comentó, mientras observaba la cadera de Nick pegada a la suya, con su trasero bastante expuesto:

-Vaya posición conveniente que estás, ¿eh?

Las mejillas de Nick ardieron, y tragó saliva.

-No lo harías.

Chris le soltó.

-Tienes razón. No lo haría.

Le revolvió el pelo, y le dejó marchar, mientras se ponía a la búsqueda de Peter.

Se preguntó dónde pimientos podría llegar a estar su hijo…

No estaba en el tiovivo, no estaba entre los árboles, no estaba entre las rocas…

Chris se acercó a uno de los árboles de los que se agrupaban, entre arbustos y un montón de hojas, todo muy chulo…pero, ¿Dónde se había metido Peter?¿Se lo habría tragado la tierra?

Se recargó en el árbol, y cerró sus ojos, pensando.

Es cierto….ese día sonreía como idiota. Por todo. Todo ese mes, de hecho.

Hacía ya tanto que no se sentía tan bien.

Había tanta paz en su vida.

Su relación con Amy se había estabilizado, y estaba creciendo desmesuradamente.

Sus hijos, estaban con él. Todos ellos.

Su vida en familia era perfecta, sin trastornos mágicos, sin demonios contra quieres pelear, sin brujos maniáticos de los que huir…sin maltratadores cerca de su Peter…

La magia cumplía como única función el facilitarles la vida, que era, a criterio de Chris, lo único que debería hacer.

La vida, para él, era, sencillamente, perfecta.

Si tan sólo Chris hubiera sabido que su vida estaba por cambiar radicalmente, sin ningún tipo de magia interviniendo…y no por ello, siendo un cambio menos mágico.

-¡ACHÚ!

Chris abrió los ojos de repente.

Ese sonido había venido…¿del árbol?

Chris lo rodeó rápidamente, y se fijó en algo de lo que no se había percatado. El árbol tenía un gran hueco en la parte trasera. Y en ese hueco estaba Peter.

-Hola-comentó casualmente Chris, como si se hubieran cruzado por la calle-Buen lugar, oye…estás un poco apretado, ¿no?.

Peter negó con la cabeza, divertido.

-No creo que quepas, de todos modos…-le respondió.

-No, supongo que no…oye, te he pillado…ya sabes cómo va esto…yo gano-sonrió el hombre, sin ocultar su orgullo.

-Si tú lo dices…

Peter salió del hueco, y caminó junto a Chris, hacia donde estaban los demás.

-¿Cómo es que no te oí? ¡Pasé cuatro veces por este árbol!

-Estoy acostumbrado a ser silencioso-respondió el chico como si nada.-Si fuera de noche, podría haberme agazapado entre las rocas, y no te habrías enterado…

-Ya…pero es de día, y he ganado. Mi derrota es indiscutible-Se enorgulleció Chris. Vaya que era maduro el hombre. Aplausos.

-Yo no estaría tan seguro de eso-le dijo Peter, cuando llegaron donde se suponía que debían estar sus otros hijos con Amy.-No se si has notado que, para ganar, debes encontrarnos a todos…y aquí Amy no está.

Chris abrió los ojos grandes, y miró alrededor, comprobando que, efectivamente, la mujer no estaba.

-Leo, ¿dónde está Amy?-preguntó, algo turbado.

-Ahhmm…..está-Leo miró a Nick-entre aquellos árboles-dijo, señalando el lugar.

Chris le miró extrañado, y, con una sonrisa, se encaminó hacia donde le había indicado Leo, con la misma sonrisa que le había acompañado todo el día.

-¡Amyyyyyyyyy!Ohhhh,Amyyyy,¿Dónde estás?1,2,3,por ti…¿Amy?-llamaba Chris, de manera muy infantil, esperando de verdad que eso le funcionase.

-Chris ,¿te das cuenta de lo tonto que te ves hablándole al aire?-preguntó una voz a sus espaldas.

Chris volteó rápidamente, y vio a Amy, recargada contra un poste que había cerca de donde estaban sentados en un principio, con una expresión triunfal.

Se acercó a ellos lentamente, y Amy, al ver su rostro asombrado, rió y le dijo:

-¿Pensabas que sólo tú sabías jugar a esto? Me escondí…y, como no me encontraste…gané.-Fardaba ella, ante la mirada de Chris, que mostraba que buscaría venganza.

-Meh…suerte de principiante-refunfuñó él-es más divertido conmigo.

Amy, sin embargo, chocó la palma con Nick, cómplices.

-Ya, ya, todo muy bonito…pero son casi las seis…y en cualquier momento anochecerá. ¿Nos vamos?-Preguntó Chris, mientras comenzaba a recoger todo lo que habían llevado al parque esa tarde.

-OHHHHHHHH-se quejaron todos al unísono, mostrando su disconformidad con la orden. Vaya, cuánto apoyo.

-Sí,sí, mucho "ohw",pero papá es quien conduce, así que papá es quien decide cuando nos vamos-repuso Chris mientras cargaba en su hombro el bolso con las cosas y se encaminaba al auto.

-Pues papá es un gruñón-refunfuñó una voz a sus espaldas.-Y ni siquiera vinimos en auto…

Lo más gracioso de eso fue, quizás, que la voz le pertenecía Amy.

-¿Disculpa?-Se volteó el aludido, indignado.

-Es cierto-se defendió la mujer-Esto es porque te gané. Mal perdedor.-Chinchó Amy riendo, y poniéndose detrás de Peter, por si acaso, al ver que Chris gruñía.

Siguieron avanzando, y al poco tiempo, llegaron al centro de la ciudad, desde donde seguirían para su hogar.

-Eh, papá…-Llamó Leo, tironeando la manga de su camiseta. Pero que chulo se veía.

-¿Qué, campeón?-preguntó él, sonriendo por enésima vez en él día. Quién le hubiera dicho que esa sería la última vez que sonreiría ese día.

-¿Podemos comprar un helado?-preguntó el niño, con sus mejores ojitos-extorsionadores. ¿No era mono?

-Mmmm…me lo pensaré…-fingió Chris.

-Yo también quiero helado-acotó Peter.

-Y yo-agregó Nick.

-Vosotros dos siempre queréis helado-respondió, Chris.

-Yo también quiero-avisó Amy, levantando una mano.

-Pues para ti no hay-dijo Chris y le sacó la lengua.

Amy le devolvió el gesto, y todos se pusieron en marcha hacia la heladería a la que iban cada santa vez que volvían del parque.

Ya, si todos los fines de semana era la misma escena. Su "altercado" con Amy era nuevo. No sabía ni para qué le preguntaba Leo si podían comprarlo, si sabían perfectamente cómo acabaría eso.

Entraron en la tienda, y cada cual se ordenó lo que quiso.

-Vale, muchas gracias-dijo Chris, mientras el dependiente le tendía el cambio. -Anda, Leo, ¿vamos?

-Es que…me duelen los pies….

-Ya…y quieres que te cargue, ¿no?

-Ehhhhhh….

Chris le sonrió.

-Por mí, no habría problema, hijo, pero mira si me como el helado y te llevo a ti en brazos…acabo por comerte a ti-se excusó Chris, mientras le acariciaba el rostro al niño, y deslizaba su mano hasta la suya.

Leo la cogió, y bajó de un salto del asiento donde estaba sentado, aun cuando no tuviese necesidad de hacerlo, por la altura. ¿Qué le íbamos a hacer? Sí quería ser mono, déjale, total.

Salieron del lugar, y Chris, le tendió su helado a Amy, mientras intentaba guardar su cartera en su bolsillo.

Todo ocurrió en cuestión de segundos.

Una figura apreció violentamente de la nada.

En un movimiento, apartó a Leo, que seguía cogido de la mano de Chris, de un empujón, tirándole al piso, para luego, arrebatarle de la mano la cartera. Luego, echó a correr como si le fuera la vida en ello.

El chaval, por lo poco que Chris llegó a ver, llevaba unos joggings oscuros, y bastante raídos. Igual de gastada estaba la chaqueta rayada con capucha que le cubría la cabeza.

Poco se distrajo Chris en la forma que se alejaba, puesto que se había girado casi inmediatamente para levantar a Leo del piso, levantándole del suelo, y cogiéndole automáticamente en brazos, estrechándole con fuerza, tratando de calmarse ambos.

Pero no llegó muy lejos, porque, cuando desvió la vista hacía la figura que se alejaba, la vio seguida por Peter, al trote.

-¡PETER!-gritó, aterrado-¡VUELVE AQUÍ!-¿Y si estaba armado? No quiso ni pensarlo.

Todos emprendieron la corrida hacia ellos, pero se quedaron estáticos cuando vieron el forcejeo que se producía entre ellos.

Peter le cogió por el brazo, cortándole la marcha, zarandeándole violentamente.

-¡Cabrón! Devuélveme eso, ¡YA!-el crio era, a la vista, menor que Peter, y bastante más pequeño.-¡¿Estás sordo, gilipollas?!-Todo indicaba que Peter ganaría eso fácilmente.

Pero, cuando Peter le giró bruscamente, posiblemente para darle un puñetazo, los sorprendió a todos.

Su cara se desfiguró al verle el rostro, y le soltó, aterrado, haciendo que el muchacho cayese al piso de espaldas, bastante fuertemente.

Peter retrocedió unos pasos al verle caer, pero el otro, se puso de pie ágilmente, y antes de levantarse de todo, ya se había ido.

Todos, estáticos, le vieron alejarse, como si se lo llevase el demonio.

Peter seguía blanco.

Nick estaba abrazado a Amy, y Leo estaba aferrado a la mano de Chris.

Todos se acercaron lentamente a él, y Peter también caminó en su dirección, con el rostro inexpresivo, como quien afronta algo que no puede creer.

Chris le abrazó con fuerza. Cuando se separó, le gritó un poco:

-¡Pero, Peter!¡¿Cómo sales corriendo así?!Podría haber estado armado, no vuelvas a….-Chris se cortó, al ver la forma en que Peter le miraba-Peter, ¿Qué pasó?-Preguntó Chris ,nervioso, poniéndole una mano en el hombro.

-Papá…Era una tía.


El resto del día fue realmente extraño para una tarde de sábado.

Cuando volvieron a casa, lo hicieron en un incómodo silencio.

Nick y Leo se quedaron abrazados a Amy, y Chris le cedió a Leo su helado, puesto que el del niño se había caído cuando cayó al suelo. Y además, porque Chris, había perdido todo el apetito. Del todo.

Sólo rodeaba a Peter con el brazo, y caminaba. Caminaban hacia la casa.

Cuando entraron, cada cual se evaporó a su curto.

Menos Peter.

Peter se quedó en la sala, sentado en el sofá. Encendió la televisión, y la miró. La miró ,sin ver nada en realidad.

Sólo estaba sentado, viendo la pantalla. Perdido en sus pensamientos.

"Papá, era una tía"

Una tía….era una cría. Y él casi le partía la cara.

Se tomó la cabeza entre las manos, sumido en su preocupación.

Pero Peter, no era el único.

Chris entró a la sala donde el chico estaba sentado, y, lentamente, ocupó el lugar a su lado.

Peter le miró, y se apoyó en él.

-¿Cómo estás?-preguntó.

-Bien….no me ha hecho nada…ni a Leo.

-¿Estás seguro? A ti parece haberte hecho algo…

-Yo…es que….estaba pensando…ese podría haber sido Nick….robando, así, en la calle….

-ESA, papá. Esa…Era…una chica…

-Peter…¿estás seguro? Quizás sólo era un muchacho con rasgos femeninos…o no le viste bien….¿Cómo puedes estar seguro?-le insistió Chris…no es que no pudiera ser una chica…es solo que…¿una niña?¿Viviendo esa vida?. Se estremeció.

Peter, sin embargo, negó con la cabeza.

-ERA una chica, papá…sólo…te das cuenta. Era una chica.

Chris asintió.

-¿Y tú?¡¿Por qué estás así?

-Papá…casi le golpeo…y…es decir…estaba asustada….yo…casi la lastimo, y la…la arrojé al suelo. Y era una chica.

Chris no pudo no enternecerse ante los sentimientos de su hijo.

-Pero no lo hiciste. No le has hecho nada…ella…sólo se ha llevado mi billetera.

Peter le miró, pensando si eso era un consuelo.

-No debiste ir tras ella.-continuó su padre, preocupado.-Podría haber estado armada…

-Algo me impulsó a ir…

-Entiendo…pero no me importa. No lo hagas de nuevo, ¿oíste?

Peter asintió…volvió su cara hacía Chris, y vio que, al igual que él, estaba mirando la pantalla del televisor, pero sin ver nada en realidad.

-Papá. ¿Qué te pasa?-preguntó finalmente Peter.

Chris le iba a decir el típico "Nada, hijo", para luego tragarse sus preocupaciones solo, en la noche…pero, algo le impulsó a decírselo. Tomó el control remoto y apagó la televisión. Se concentró en su hijo.

-Era una niña. Una cría. Porque no era mayor que tú. Y estaba…es decir, una niña que está sola, en la calle. Robando para, seguramente, tener algo que echarse en el buche en la noche. Ve tú a saber si va a la escuela. Dónde mierda están sus padres…borrachos por ahí, de seguro. Sin importarles un pimiento de lo que es de la vida de esa criatura. Que va a acabar mal. Créeme cuando te digo que esa gente nunca acaba bien, Peter….Piensa en…el hambre que debe pasar. La última vez que se duchó. La última vez que alguien se preocupó por ella. En que esa, que posiblemente duerma esta noche sobre un banco…con este frío que cala hasta los huesos, hijo. Piensa en cómo debe sentirse ella….Piensa en que ese podría haber sido tu hermano.

Me estremezco sólo de pensar que Nick pudo haber estado en esa situación alguna vez….hay tanto niño que vive así….yo ni siquiera puedo imaginar cuanto necesitaba ella mi cartera. Si lo piensas en frío…ni siquiera deberías haber intentado quitársela…

-Sí, papá…muy bonito….pero, piensa también en las cosas que debe hacer esa tía. Que sea una niña no significa que sea Victoria. ¿Piensas que ella se chivará el dinero en comida?¿Y por qué no en un porro, o en alcohol? Sabes bien en qué cosas anda la gente que vive así….te aseguro que si esa tiene que darte un puñetazo o romperte la nariz, te lo hará, sin dudarlo.-Refutó Peter, más serio que antes.

-¿Tú crees eso?-le preguntó su padre, consciente de que lo que Peter decía era verdad….quizás más de lo que él deseaba.

El chico suspiró.

-No. En realidad no….pero prefiero creer que es así….Uno aprende por las malas a no confiar siempre en quienes ve…ella puede darte mucha pena…pero te aseguro que lo de romperte la nariz no es broma. De todos modos…también puedes pensar en cuántas veces le habrán roto la nariz a ella.

Chris se sorprendió de lo…cruento que podía ser su hijo si quería.

-Tienes razón, Peter…quizás no haya nada que hacer con gente así…pero, de todos modos, lo que más me importa es que estéis bien vosotros. No vuelvas a correr así tras nadie que no sepas si te puede dañar o no.

-Ya pero…

-Nada. No lo haces más y punto-cortó Chris, y finalizó la conversación. Estaba preocupado…pero más se habría tenido que preocupar si a su hijo le hubieran herido.-Lo lamento mucho por esa cría, y me da lo mismo si se lo gastó en pan o en drogas, no puedo hacer nada por ella, pero a ti no te voy a arriesgar así por que sí. No lo hagas otra vez, por favor.

Peter se resintió por el enfado de Chris, sólo por haber querido recuperarle la cartera, e iba a replicar, pero se abstuvo al ver que, en realidad, su padre tenía razón. Y al ver esa cosa que se ocultaba en el fondo de su mirar…era como una pequeña molestia ,como la que te da cuando algo no te cierra.

Peter calló, y se marchó a su cuarto.

Esa tarde, en la casa reinó un profundo silencio.

Cenaron temprano, y el ambiente se notaba tan tenso que todos sus hijos se comieron el pimiento sin emitir queja. La conversación bisilábica que se llevó a cabo durante esa cena tuvo como participantes a Amy, Leo y Nick, con breves interrupciones y acotaciones de los otros dos comensales que estaba en la mesa.

Cuando acabaron, Amy se ofreció a ayudar a levantar la mesa, pero Chris le dijo que no se preocupara.

Fue en vano. La mujer no se tomó demasiado tiempo para denegarle el pedido, puesto. que la levantó por su cuenta ante la resignada mirada de Chris.

Sus hijos se acercaron a él para darle las buenas noches, y Leo se notaba más cariñoso de lo normal.

Besó a Nick y abrazó a Peter. Finalmente, cogió a Leo en sus brazos.

-¿Qué tienes, campeón?-le preguntó, mientras le acariciaba la cabeza.

-Es que…me asusté…-reconoció el niño, mientras escondía su cabeza en el pecho de Chris.

Él no pudo más que derretirse.

-Ay, mi pequeño…shhh, no pasa nada. Aquí estoy. No te hizo daño, ¿o sí?-le dijo, temiendo que en realidad si le hubiese hecho algo.

-No…pero…es que…yo solo…-Murmuró el niño.

-¿Qué, Leo?-le incitó su padre.

-Es que…te vi asustado…como si…cuando ella se fue…estuvieses…triste.

Chris le abrazó, y le dio un beso en la cabeza. Él no estaba triste. No, le valía esa cría. ¿O no le valía?. Lo sentía mucho. Él no podía ayudarla.¡¿Qué querían que él hiciera?!Dejarle en paz. Ese no era asunto suyo. ¿Tan transparente era?

-¿Leo, te apetece dormir con papá esta noche?-propuso él, intentando olvidar sus preocupaciones.

Ahí el rostro de Leo se transfiguró en una sonrisa. De un saltó volvió al piso, y se abrazó a la pierna de Chris.

Este le acarició la cabeza, y, agachando un poco, le dijo:

-Pues entonces corre. Corre a mi cama, y nosotros enseguida subimos.

Ambos sonrieron, y Leo se alejó corriendo, mientras Chris pensaba que, realmente, estaría dormido para cuando ellos llegasen.

¿Pero qué le iba a hacer? Con tal de ver a su hijo feliz, él hacía cualquier cosa. Para ver a todos sus hijos felices. Él no deseaba que nadie fuera infeliz…y él haría felices a sus tres niños, que eran, al fin y al cabo, a los únicos que debía rendirles esa cuenta. ¡Pues sí!¿Qué tanto jaleo?...

Chris le vio alejarse, y se perdió un momento en esa alegría.

Finalmente, Amy rompió su trance, colocándole una mano en el hombro.

-Chris, necesito hablarte.

Chris se tensó un poco.

-No, no te alertes hombre, si no voy a presentarte a mi amante….Sólo…Amor…¿Qué tienes?.

Chris sintió un leve cosquilleo en el vientre. "Amor". Cómo molaba. Pero había algo más. Amy estaba preguntándole qué le pasaba. Y, aunque tuviese confianza con él, Amy no era Peter.

Amy no era su hijo que intentaba calmarle. Amy era una mujer adulta que tenía noción de la vida, al igual que él, y que le notaba preocupado. Amy había contenido a sus hijos mientras él estaba con Peter, Amy no había intervenido hasta el momento que creyó oportuno. Pero, así mismo, ahora que intervenía, esperaba una respuesta concreta. Él no tenía que tranquilizarla como hacía con sus hijos. Si ella estaba ahí preguntando, es porque esperaba ayudarle a resolver aquello. Fuese lo que fuese.

Aquello relajó mucho a Chris.

Le rodeó la cintura con una mano, y la pegó a él.

-¿Y tú cómo sabes que a mi me pasa algo, cariño?-le soltó con una voz más bien…¿Insinuante?

Amy no le dio importancia tampoco. Le alejó con la mano suavemente, y sin retirarla de su pecho, le dijo:

-No lo intentes conmigo, Chris. Esto es un intento malo de distraerme…hablo en serio….¿Qué tienes?¿Es por lo que pasó en la heladería?-cuestionó ella totalmente seria.

Chris comenzó a secar uno de los platos que habían lavado, y con la vista clavada en él, le respondió.

-¿Sabes que era una niña?

-Escuché…a Peter decir algo, pero….

-He sentido que…esa niña…¿sabes cuantos hay así en esta ciudad solamente?-preguntó, sin apartar su vista del plato.

-Chris…es…un sentimiento muy humano. No me hubiese esperado menos de ti.¿Te sientes responsable de algún modo?

-¡¿Qué?!¡¿Estás loca?!¿Qué soy, la Madre Teresa de Calcuta?¡Soy la víctima!-se defendió.

-Chris, no tiene nada de malo. Nadie te niega que te hayan robado y que hayas pasado un buen susto. Pero te conozco, y sé cómo eres. Te sientes mal por esa cría. ¿Qué fue?¿Saber que era una mujer, o saber que era una cría?

¿Ácaso en esa casa le habían tomado por un vidrio?¿Por qué todos leían lo que había en su corazón?

-Pudo haber sido Nick.

-¿Chris?

-Esa criaja que me quitó la cartera pudo ser mi hijo. Y no me refiero a que Nick hubiera sido una niñita a los….no sé,¿Qué,12 años? Vale, no, no me refiero a eso…me refiero a que, mi hijo, antes de conocerme , había vivido en la calle…y no puedo evitar pensar en que…bueno…-Chris suspiró-¿Has visto cuando Peter corrió tras de ella?-Amy asintió-Vale…al ver que era una chica, le ha soltado inmediatamente. Peter jamás tocaría a una chica…debes cabrearlo mucho para que recurra a la violencia, pero más aún con una mujer. Sin embargo, Nick no era una mujer,y el mundo no está hecho de Peters…

-Si así fuera, el mundo sería un lugar mejor, Chris.

-No me cabe duda de ello. A lo que me refiero es que, si Nick hubiese robado la cartera de alguien más violento o más cabrón que yo…quizás…le habrían…molido a golpes, aún cuando necesitara esa cartera para comer. ¿Entiendes? A mi hijo lo podrían haber apaleado, así, sin más.-Expresó su preocupación Chris.

-Chris…¿A Nick….o a esa niña?

"¡AMY,LARGO DE MI MENTE!¿Ahora eres Nick?"

-Yo…no me sentiría feliz de pensar que, a una niñita la muelen a golpes…quién sabe si ella no necesitaba ese dinero…Tienes demasiada razón…me preocupo por lo que sea de esa gente. Al demonio si quedo extraño, no quisiera saber que está pasando sabe Dios qué horrores. Es una cría. No tiene la culpa. ¿Has visto la cara que puso Peter cuando le vio?¿Qué demonios vio mi hijo?¿Por qué reaccionó así? A Peter no lo asusta cualquier cosa, así que , imagina que tendrá esa niña…pensarlo es…horrible.

-Chris…escúchame, es tan irónico que tú, siendo mitad brujo, y mitad luz blanca, seas más humano que un humano completo, pero, así seas un ángel completo, debes entender que, lo que sea de esa niña, no es algo que dependa de ti. Hiciste más de lo que cualquier hubiese hecho. Le dejaste la bendita cartera. Sólo te queda pedir porque se lo gaste en comida y en cosas que realmente necesite. ¿Qué más pretendes de ti mismo? No creas que esa niña es como Peter o Nick. Esa niña sabe defenderse, Chris, aunque hubieses querido pararla , quizás no hubieses podido. Sabe hacer su vida. Ella misma podría enseñarte un par de cosas. Déjalo así, y ya no te preocupes. Sólo piensa una cosa. Aunque la hubieses tenido en frente, ¿Qué más habrías hecho?¿Qué puedes hacer tú? Escucha a una mujer cuando te dice, mañana, todo va a estar bien.

Chris sintió que un peso se alivianaba de sus hombros. Amy tenía razón. Ya no podía hacer nada.

La rodeó con un brazo, y ella le abrazó. Se miraron, y de repente, se encontraron riendo como niños.

Se tomaron de la mano, mandando al pimiento los platos que quedaban, y subieron a su habitación.

Al entrar, Leo ya dormía, por lo que se introdujeron en la cama lo más cuidadosamente que pudieron, para no despertarle.

Amy susurró un buenas noches, y le acarició a Chris el rostro.

"Mañana, todo va a estar bien."

Chris no supo si lo escuchó en su memoria, o si Amy se lo repitió, pero no pudo dejar de dormirse con esa frase en su cabeza.

Dio, sin embargo, muchas vueltas en la cama antes de quedarse dormido, y, atento a cualquier pequeño movimiento, como cualquier persona que no consigue dormir, sintió como Leo se desarropaba.

Esa noche hacía frío, por lo que volvió a arrebujarle las colchas, y le abrazó.

Finalmente, así, sabiendo que su hijo estaba a resguardo, y que los otros dos también dormían calientes en sus camas(a donde, por cierto, tuvo que contenerse para no ir a asegurarse), logró dormirse, pero no sin que antes apareciese en su mente ese pequeño bulto que bien podía ser esa criatura, ovillada sobre un banco, acurrucándose en sí misma para que sus extremidades no se congelasen aún más.

Dulces sueños.

Era fácil decirlo con ese tipo de imágenes en la cabeza, ¿verdad?.


-Papá…anda, papá. Levanta. Papá. ¿Hola? Chriiiis. Christopher. ¿Hay alguien allí?

Peter estaba así hacía unos cinco minutos. ¿Es que ese sujeto era un tronco? Una vez durmiendo con él se quiso levantar a hurtadillas de la cama y antes de moverse él ya lo había olido.

"Anda Peter, levántale tú"

Gracias, Amy. A mí me encanta hacer de despertador.

-Papá,es tarde.

Nada.

-Papá, que Leo te llama.

Nada pues.

-Papá, se quema la casa.

-Papá, Nick se fue en el auto. Se ha dejado el móvil.

-¿Eh, qué?¡¿Qué pasó con tu hermano?!

Peter le miró con su mejor cara de ¬¬.

Chris se pasó una mano por el rostro, para despabilarse.

-Hola, Peter. ¿Qué hizo tu hermano?

-El almuerzo, papá. El almuerzo. Que no había forma de despertarte, tronco.

-Ya, vale, vale. Lo siento. Es que anoche no me podía dormir. En fin, gracias por despertarme tesoro. ¿Vamos a desayunar?

-A almorzar, guapo, a almorzar-respondió Peter-Que son las tres de la tarde, papá.

Chris abrió tanto los ojos que, junto con el salto que dio para ponerse de pie, hizo parecer que se le iban a saltar de las cuencas.

-PERO….¡¿Las tres de la tarde?!No puede ser. ¿Cómo me dejan dormir así?

-No hubo forma de moverte antes de esto. Estabas cansado papá, y Amy sugirió que te dejásemos dormir. Cuando vimos que podías seguir de largo, decidimos que había que hacer algo.

-Pues que bueno, ¿no? Hay que ver…las tres de la tarde. Nunca había dormido hasta tan tarde. O al menos no que yo recuerde…

-Nick sí. Yo también. En fin, ¿qué vamos a hacerle?¿Te apetece bajar a comer algo? Digo, ya que lo tenemos en la mesa y tal…

-Eh…sí, claro. Deja que me vista y…

-Meh. Baja así hombre, luego te emperejilas un rato, ahora, por Dios, que me muero de hambre.-Se exasperó Peter, empujándole hacía el exterior de la habitación.

Chris se rio.

-Vale, Peter, hombre, está bien. Yo también tengo un hambre canina.

Peter torció el gesto al oír eso, luego fingió que no le había escuchado y luego lo metió en la cocina casi a rastras.

-Buenos días a todos.-Saludó Chris, levantando una mano en modo de saludo.

-¡EHH!Sigue vivo-exclamó Nick-ya sabes Leo, no llames a la marina.

Nick rio y se calló cuando Chris hizo un gesto amenazador desde su lugar que indicaba que se atrevía perfectamente a ir hacia allá si se hacía el listillo.

-En fin, si, vivo, señores, y me muero de hambre. ¿Qué se come aquí?

-Ehhhhh…

Chris desvió su mirada al plato que había en su lugar, al parecer destinado a él.

Sopa instantánea. Mola. ¿Qué son esas cosillas que flotaban en ella?¿Arroz?

-El arroz fue idea mía-agregó Nick, al ver el rostro de Chris, que no podía ocultar su..."sorpresa", al ver como intentaban aplacar su hambre con…sopa.

Chris se resignó, y se la comió, pero sin dejar de mirar a Amy fijamente.

-¿Sabes,Chris? Es una sutil forma de decirte que hay que hacer la compra…-le soltó ella al cabo de un momento.

-Supongo que no es una invitación para que te deje el auto para ir tú, ¿no?

Amy sonrió, mientras negaba con la cabeza.

Chris asintió, y volvió a llevarse una cucharada de sopa a la boca, rendido.


-¡Chriiis!¡Que ya son las cuatro!-avisó Amy desde la cocina.

-¡YAAAAA!-respondió él, mientras movía el mando de la video-consola.

-Si, papá, que ya son las cuatro-repitió Nick, que agitaba el otro mando.

-Eso lo dices porque te estoy aplastando en esto, y te vendría guay que me fuera a hacer la compra, ¿verdad?

Nick se encogió de hombros.

-Por mí quédate. De todos modos te ganaré, ¿no?

-¿Ah?¿Qué, estábamos jugando a "quién hace la puntuación más baja?"-le picó Chris, mientras hurtaba la cabeza de la almohada que Nick le arrojaba.


-¡CHRISTOPHER!¡SON LAS CINCO!-Chilló Amy.

-¡Lo sé, Amy, lo sé!-calmó Chris.

-Papá…quizás deberías ir.-Le aconsejó Peter.

Ambos estaban echándose un ajedrez. Peter era increíblemente bueno para jugar a eso….pero Chris no se le quedaba atrás.

-No te preocupes, hijo, que tengo todo el día. No es como si el mercado se fuese a ir de allí,¿no?

-El mercado no, pero sí tu último alfil.

-Ah…¿listillo? Has picado. Jaque.

Peter le miró con una sonrisa. Movió su dama y observó a Chris sufriendo.

-Mate.


-¡Christopher!¡Como que esta noche haya que comer gachas te vas a enterar!¡Te juro que te comemos a ti!YA SON LAS SEIS-rugía Amy , y bueno…entendamos a la pobre, que, al ritmo que iban, habrían de acabar comiéndose los sobres de las sopas instantáneas que habían almorzado.

-Amy...acabaré por tirar a la basura los relojes. ¿Para que los necesito, si me vas a estar recordando la hora cada segundo?-rio Chris, apareciendo con Leo sobre sus hombros en la cocina-Vale, vale, no te cabrees...-Se defendió él, al ver como Amy estaba por comenzar a ladrar, y parecía bastante dispuesta a hacer uso de sus cuchillos de cocina…que le gustaban más es sus manos al cortar carne….que su pellejo.-Anda campeón, abajo-dijo mientras dejaba a su hijo en el suelo.-Mírate, estás todo perdido de pintura, ¿Por qué no vas y te lavas?

-No estaría perdido si tú no le hubieras tenido distraído con las pinturas, Christopher-Riñó Amy, acariciando con la mente los cuchillos.

-Ah, caray…creo que estas en una buena, papá-sentenció el chico.-Vale, vale, que tampoco tú estás de buenas. Si me buscáis, estoy en la ducha, lejos de sus manos.-Se despidió el chico, mientras Amy sonreía…sonrisa que borró cuando miró a Chris…aunque se notaba que, de enfado, poco le quedaba.

-Ahm…¿Y vas a ir ahora, cariñito?-le preguntó ella, algo irónica.

-Arsh..y si no hay de otra…No tardaré, ¿vale? Esperadme.

-¿Y a dónde quieres que nos vayamos?-Amy se acercó a él, y le besó la mejilla-Cuando te veo tan feliz, hasta podría esperar que se hiciese mañana.-Chris besó sus labios en una "trompita", para no detenerse demasiado...por el momento-Te aseguré que todo estaría bien…no me equivoco en esas cosas…

-¿En qué cosas?

-En las que se relacionan con las personas que amo…

Chris no contuvo esa vez el instinto de besar esos labios consejeros con dulzura.

Amy era más baja que él, pero eso no supuso problema cuando él, rodeándola con sus brazos, la elevó, recargándola en su cadera y en sus dos fuertes antebrazos. Ella rio entre el beso, y le hizo reír. Giraron suavemente, y él acabó separándose ,apoyándola a ella sobre la mesa, dejando que ella se colgase de su cuello en un abrazo.

-Te amo-le susurró.

-Te amo-le respondió.

-Tenías tanta razón…

-Tendré razón con respecto a ti…te leo como a un libro.-Ella bajó de la mesa, y le miró.-Todo mejorará…el mundo está lleno de cosas…y cada cosa está en el lugar en que está por algo. Los cambios que ocurren, deben ocurrir, y los que no ocurren, no deben ocurrir. Chris, el destino te cambia, mas tú no cambias el destino.

Chris le sonrió, y se alejó para ir al auto, porque, si seguía así se iría….pero a su cuarto y con ella.

Mientras conducía, volvió a sentir esa felicidad plena que había vivido. Estaba completo otra vez…o, ¿acaso nunca había dejado de estarlo? Él no supo, hasta mucho tiempo después, sin embargo, que, hasta ese día, en realidad, nunca lo había estado.

Pero él no lo sabía, y sonreía dulcemente mientras saboreaba ese beso que se habían dado hacía tan poco tiempo.

Adivinar que esa sonrisa no tardaría en desaparecer.

Entró en la tienda, y estuvo haciendo la compra. Una larga compra.

"Menos mal y me he traído el coche", pensó, mientras cargaba en el portaequipaje y la parte trasera del mismo la compra. "Menos mal que viajo solo" pensó mientras subía al vehículo y le ponía en marcha "O todo esto no cabría".

Chris miró el cielo, y notó como este se había oscurecido notablemente.

Vaya tardecita de invierno. Se arrebujó en su abrigo, pues un escalofrío le recorrió. Aún con el coche cerrado, y él abrigado, hacía frío afuera.

El cielo estaba de un gris intenso, alumbrado por aquellas farolas que siempre iluminan las calles nocturnas, y, más que nunca, Chris sintió anhelo de regresar a su casa, de estar en un lugar caliente, rodeado de gente querida. Cualquier persona debería poder decirse dueña de ese sentimiento….que pena que no fuera así.

El coche, en realidad, no estaba cerrado del todo, porque, bueno, la ventanilla del conductor debe estar siempre abierta.

De repente, Chris vio donde estaba. Frente a la heladería. ¿Sería por eso que, de pronto tenía ese mal sabor de boca? Se estremeció. No quería pensar. Quería seguir de largo. Llegar a casa.

IBA a seguir de largo…pero, en ese momento, oyó jaleo.

No era por el lugar donde él se encontraba, sino a la vuelta de esa esquina, por donde él, en realidad, no necesitaba pasar.

No quería detenerse…pero los gritos iban cobrando fuerza….y sentido.

Alguien estaba pidiendo ayuda.

Chris frenó el auto bruscamente, y, calzándose más el abrigó, salió de este al trote, cerrando de un portazo.

Tenía una sensación en el estómago que, sencillamente, no podía ignorar.

Rodeó la esquina, y vio como un grupo de gente re arremolinaba frente a unas personas, entre las cuales pudo reconocer a un hombre. A un oficial de policía. Que estaba forcejeando con alguien, a quien él no veía. Hasta que se acercó.

Entonces lo vio.

Con la misma ropa que había llevado el día anterior, seguramente a falta de un amplio guardarropas , Chris reconoció a la niña que le había robado.

No le veía el rostro, y, a lo lejos, parecía realmente un muchacho. La capucha se le había bajado, pero no caía el cabello de ella, sino que estaba pegado a su cabeza. ¿Por qué una niña lo llevaría así?

Su respuesta llegó al acercarse, con el corazón latiendo desbocado. La cría lo tenía recogido en un moño*, bastante apretado. Aunque, en ese momento, y debido a la situación, estaba bastante deshecho.

Al tenerla de espaldas, Chris sólo veía a un bulto oscuro de ropa vieja y cabello castaño, muy desalineado removerse entre los brazos del policía.

Sin darse ni cuenta de cómo, se había acercado tanto que estaba entre los que más cerca del revuelo estaban. Se había acercado tanto. Estaban ALLÍ.Se había desvelado pensando en ese instante. Y, ahora que estaba ahí, estaba paralizado.

¿Y ahora qué demonios iba a hacer?Es decir…¿Qué se suponía que iba a hacer?

"Aunque la hubieses tenido en frente, ¿Qué más habrías hecho?¿Qué puedes hacer tú?"

-¡AUXILIO!

Chris lo supo en el instante exacto en que la vio caer al suelo, y atisbó a ver su rostro un momento, antes de que el sujeto la levantase de un brazo para seguir tironeando de ella.

-¡TÚ TE VAS A VENIR CONMIGO!-Soltó el hombre, arrastrándola.

-¡NO!¡QUÍTESE DE ENCIMA! suplicaba la chica, desesperada.

-¡CÁLLATE LA BOCA!

-¡Déjela en paz!

Y, de la tormenta, silencio.

Ese…rugido de Chris inmovilizó a todos.

El oficial le miraba sorprendido, y la niña…lo miraba…paralizada. Chris apenas desvió su vista hacia su cara.

Estaba más ocupado caminando hacia donde ambos estaban.

De un tirón, liberó el brazo de la niña del de aquel hombre, y, rodeándole el cuerpo con el suyo, la pegó a él.

La niña, aunque bastante sorprendida, correspondió ese intento de abrazo, mientras intentaba recuperar el aliento.

-¿Disculpe?-increpó el oficial, atónito.

-Le he dicho…que la dejase-respondió Chris más calmado, mientras no separaba su vista de la cara del policía. No se atrevía a mirarla…

-Sí, le he oído, amigo…pero, ¿Quién se cree usted que es para decir eso?-le atacó el sujeto, visiblemente enfadado.

Las últimas 24 horas atravesaron la mente de Chris como un rayo en una fracción de segundo, mientras que, en la otra fracción respondía, seriamente:

-Soy el tutor legal de la chica.-Sentenció, mientras le rodeaba los hombros con el brazo.

El oficial, de pronto, le miró con interés, pero Chris prestó mucha más atención al momento en que la niña se convertía en piedra bajo su brazo.

-¿Cómo dice?

-Bueno…verá…ella es…-"¿Quién mierda era?"-la hija de mi primo. Mi primo, acaba de fallecer, hace dos semanas, y ella…ha quedado huérfana, ¿sabe?

-¿La madre de la niña?

-Ella murió al darle a luz-se inventó Chris, con una desolación que, si su familia hubiera estado allí, seguramente hubiera pensado que tenía otra vida a sus espaldas.-Mi primo me encargó que cuidase de…Amy-"¿Amy?¿De dónde jolines se había sacado eso? Antes que Pancha…" -Pero, ella…bueno, está, como usted imaginará, muy dolida por esto…

-Amaba a su padre…

-Oh, con locura, oficial. Ha quedado destruida, y, en cuanto ha visto una ventana abierta, ha salido para intentar eludir el dolor…estoy descorazonado desde hace una semana, buscándole desesperado por todas partes. No tiene idea, oficial….

-Lo magino…lo imagino, hombre…también tengo hijos…-se apiadó el sujeto….míralo, si hasta parecía otra persona…

-¿De qué se le acusa, para hacerla merecedora de tal trato, a todo esto?-cuestionó Chris, con un interés que era, posiblemente, la primera emoción real que expresaba en esa escenita.

-Bueno…se me ha informado que ha estado provocando algunos incidentes y disturbios en la zona en los últimos días, y la han pillado intentado robar una tienda cercana, por lo que me han llamado, y, al no aparecer ningún responsable por ella, pues asumí que debía acompañarnos. Uno tiene obligaciones, sabrá…

-Le entiendo, perfectamente, le entiendo. Pido mil disculpas. ¿Ha llegado a concertar el acto?-preguntó seriamente, con un leve sentimiento en su interior que podría haberse llegado a traducir como…¿enfado?

La cría, mientras tanto, no decía nada, sólo emitía pequeños gorgoteos y frases inconexas, que no le dejaban saber a Chris si es que no hablaba para seguirle el juego, o porque había perdido la capacidad del habla.

-No, afortunadamente he llegado a tiempo.-respondió el policía, ignorando el desconcierto de la cría, y centrándose en Chris-Y, así mismo, usted ha llegado a tiempo también. Sabe Dios si usted hubiese llegado cinco minutos después…

-Sí, gracias al Cielo, no ha habido mayores daños. En fin, oficial, no sabe el peso que me quita de encima-siguió Chris, y eso, posiblemente, tampoco fuese del todo una mentira-Aún…los papeles de la tutoría no se han terminado de firmar, y hay mucho trámite que hacer, pero, que sepáis que, ante cualquier inconveniente que pudiese llegar a haber, yo responderé ante la niña. Os ofrecería mi Documento, pero, ayer…me han quitado la cartera-confesó Chris, y sintió como la niña volvía a tensarse. Mucho-por lo que no lo tengo encima. Pero, si todo acaba como espero, ella no volverá a salir de casa. Dé por sentado que le espera un buen sermón en cuanto lleguemos, se lo aseguro. Gracias por todo, y disculpe desde ya los inconvenientes.

-No se preocupe, hombre-se despidió el policía con camaradería-Gracias a usted, y siento mucho lo de su primo. Ah, y no sea muy duro con ella, ¿eh? Que hoy en día, los críos…son críos. ¿Qué le vamos a hacer. Adiós, cuídese.-saludó finalmente el hombre, alejándose, y con él, la poca gente que se había quedado observando.

Que majete el poli…si hasta parecía que no era él el que se la había querido llevar a rastras a la patrulla hacía escasos cinco minutos.

Chris dejó salir el aire de sus pulmones, sintiendo que el peligro ya había pasado.

Luego, recordó todo, y lo volvió a perder.

Con un nudo en la garganta, se volteó hacia aquella chica que estaba junto a él, por quien tanto había pasado en aquella eterna noche.

Ella se había deshecho de su abrazo antes de que el oficial se fuese, y, cuando Chris la miró, ella acababa de rehacerse el moño, tirante como, al parecer, siempre lo llevaba. Lo notó por la habilidad y destreza con la que se lo había hecho.

Él dejó salir el aire de golpe, y entonces, ella se volteó hacia él.

Chris jadeó.

"¿Has visto la cara que puso Peter cuando le vio?¿Qué demonios vio mi hijo?¿Por qué reaccionó así?"

Chris lo supo entonces. Él habría reaccionado igual.

"Papá, era una tía"

"Peter,¿Cómo puedes estar tan seguro de que era una chica?"

Chris entendió. Esa ERA-UNA-CHICA.

No había otra opción. Chris vio, cuando la miró a los ojos, lo mismo que había visto su hijo el día anterior.

Esa tía….era una tía. Era hermosa.

¿Hermosa era la palabra? No…era…era…una mujer. No había otra forma de concebirlo.

Chris vio miles de mechones de cabello salidos del moño(hecho con habilidad, si, pero sin espejo, peine ni calma),castaños, oscuros, enmarcarle el rostro. Blanco. Blanquísimo, con igual solamente en Peter, siempre más pálido que Nick…y, en ese momento, hasta el de Peter quedaba oscuro frente al color de esa piel.

Unos labios rosados se abrieron, dispuestos a dejar salir una frase…esos labios eran…¿extraños? Eran diferentes. Su color, su forma…su dibujo. Eran…exóticos. Parecían sacados de un viejo cuento traído de la otra cara del mundo.

Esos labios iban a hablar.

Cuando la chica volteó, Chris vio clavarse en él unos aún más exóticos ojos verdes, profundos como la más profunda fosa del Océano.

Esos ojos verdes le absorbían, obligándole a adentrarse en ellos….a devorar toda la historia que contaban.

Aquella exótica mirada le observaba, mientras que aquellos maravillosos labios dejaban salir, con un acento tan exótico , que sólo podría haberle pertenecido a ella, una frase que Chris no olvidaría jamás…con... sabor. Era dulce, sabía a especias, a picante. Olía a Perfume. Tenía arena, sol, agua salada, licor, calor, madera. Tenía carne, tenía vino, tenía alma. Tenía historia. Muchísima más historia de la que esa niña había vivido.

Esos ojos reflejaban su voz, que reflejaba su alma. Un alma que salió de su cuerpo hacia él, cuando ella le preguntó, en un tono que él daba fe que no había oído jamás:

-¿Y vos, quién sos?


Hi!Hola de nuevo…no, bueno…espero que os haya gustado…para mí esto es….muy importante, y, realmente, me encantaría saber que lo sería alguna vez para vosotros.

El tema de los dialecto es complicado para todas la historias escritas en español…pero en esta, por lo que ya se verán venir, lo será aún más.

Aclaró aquí una que será la primera de, según creo, muchas palabras que serán difíciles de entender , a la cual, por cierto, me referiré mucho en toda esta historia, y es moño.

Vale, moño. Aquí, en Argentina, le decimos "rodete", e ignoro como se le dice en el resto de Latinoamérica…supongo que también le dirán "rodete", pero bueno…por si acaso. En Inglés, si no me equivoco, le dicen "bun",y es un peinado que se hace enroscando sobre si mismo el cabello en una especie de coleta, y luego formando con este un círculo, sobre sí mismo también. Se puede sujetar con gomitas, hebillas, invisibles, etc…

Ella, en este caso, se lo sujeta con invisibles, porque son más baratos, y, además, para que no se noten.

Bueno, es todo, creo yo…gracias por pasarse por aquí, y, si Dios quiere y los "reviews" me acompañan, estaré subiendo pronto, pronto, el segundo.

Besasos.

Con amor,yo~