Declamación: Sólo Ver, Jason, Gina, Jane, Leopold y futuros personajes nunca mencionados en las obras de J. K. Rowling me pertenecen, y sin la debida consulta, éstos no podrán ser utilizados por nadie más.
Nota: No estoy segura de la clasificación. La pondré en PG-13 porque aún no sé qué tan compleja, violenta, o erótica se tornará esta historia, aunque ya tengo todo el esquema en mi cabeza. En dado caso de que exceda mis expectativas, la cambiaré a R. Puede que incluso llegue a haber FemSlash o yuri, con detalles explícitos. Si estás seguro de que no te gusta este tipo de cosas, gracias por haberte interesado en esta historia; si no estás seguro, lee, experimenta, y llega a una conclusión por ti mismo, sin prestar atención a prejuicios y tabúes.
Sin más preámbulo que un agradecimiento, aquí está:
Harry Potter y el Terrible Matrimonio
Personas corriendo... una bolsa de Galeones... Ruido... Gritos... Pasos... Un rayo de luz verde... Personas llorando, gritando... Una voz... Te amo... Besos... Miedo... Dolor... Más personas gritando... Mucho miedo... Más dolor... La mentira... El Peso... El amor... Una risa encantadora, atrayente... Una risa fría, estridente... Un padre... La muerte... Ella corría... Y la risa... Un precipicio... Lo pierde... De nuevo la risa... Ella cae... Cae... La risa no cesa... Lo pierde... Lo pierde...
-Dios mío- dijo en susurro. Estaba muy fría y sudando, su corazón palpitaba demasiado rápido.
-¿Qué pasa?-
Ella no podía hablar, pero aquella voz la tranquilizaba.
-Ver, cálmate- Él parecía sorprendido -Fue sólo un sueño-
No lo era, ella lo sabía. Sin embargo no lo entendía. Era la repetición de la historia... pero el final no era el mismo. No. Ella no podía aceptarlo. Aquello era un sueño, sólo el reflejo de sus miedos... nada que temer.
Ver no pudo hacer más que abrazarlo. Una lágrima estuvo a punto de escaparse de aquellos ojos que se empeñaban en apresarla, y que consiguieron extinguirla. Ver no lloraría, y menos por un miedo que ya llevaba con ella más de 10 años.
Estuvo abrazada a Harry por un buen tiempo. Y por fin ella se separó de él, le dio un suave beso y se levantó de la cama.
-Mira la hora que es- El reloj de su mesa de noche decía que eran las 7:30 a.m. –Tenemos que vestirnos y prepararnos algo de comer- Hizo una pausa cuando se apoyó en la cama para ponerse sus levantadoras – ¡Esto sí que está sudado!- Soltó una pequeña risita. Abrió la gaveta y sacó su varita –Scurgify- Murmuró, y todo el sudor desapareció.
Mientras todo esto sucedía, Harry Potter miraba a su esposa. ¿Qué era lo que le sucedía? No sabía, pero era obvio que ella intentaba eliminar lo que fuera que fuese. Ya sabía él lo que era sufrir por pesadillas, Voldemort lo había atormentado bastante tiempo con sus terribles intromisiones nocturnas en su subconsciente, que aunque lo parecían, eran más que sueños. Pero lo que le sucedía a Ver no podía ser igual a lo que él había pasado. No lo entendía, pero sabía que Ver se estaba matando a sí misma, poco a poco y dolorosamente, y él no quería permitirlo.
-Te quiero mucho- Dijo Harry cuando Ver ya estaba cerca de la puerta de la habitación. Ella sólo le dedicó una sonrisa y salió.
¿Por qué no podía terminar de deshacerse de ese miedo? ¿Acaso no habían pasado ya más de diez años? ¿Qué podría suceder ahora? Ver sonrió a sí misma, como tratando de auto-convencerse de que era una tonta. Se encontró en la cocina con un par de platos y un cuchillo en la mano. Puso todo en el mesón de la cocina, y abrió el refrigerador, le encantaba sentir en su cara la pequeña corriente de frío que salía cuando lo hacía. Cuando ya había tomado el cartón de leche y algunas frutas, lo cerró y comenzó a limpiar, pelar y picar las frutas.
Mientras tanto, Harry tomaba una rápida ducha caliente. Le resultaba realmente agradable el vapor del agua, se sentía distante y relajado. Pero ¿qué sucedía con Ver? De unos meses para acá, se despertaba en el mismo estado en el que lo había hecho ese día. ¿Y por qué se empeñaba en decir que nada le pasaba? ¿Tendría que ver con su pasado? Harry reaccionó porque el agua estaba ya enfriándose, y no había terminado de enjabonarse. Lo mejor sería dejar las cosas como estaban, en algún momento Ver hablaría, y él la ayudaría a encontrar una solución si era necesario. Sí, ella se lo diría en algún momento. Harry salió de la ducha y tomó una toalla, se miró en el espejo empañado y se dijo a sí mismo que debía relajarse y que todo estaría bien.
-Además, tenemos un partido de quidditch que ganar hoy- dijo a su reflejo.
-Bien dicho, capitán- respondió su reflejo en el espejo con una sonrisa.
Ver acababa de acercarse a las escaleras para llamar a Harry, cuando oyó que la puerta de la habitación se cerraba. Ella se devolvió a la cocina y se sentó en el mesón. Cuando Harry llegó, ella estaba echando cereal en su plato, que ya tenía leche y pasas dentro.
-¿Frutas?- Preguntó Harry, sentándose él también.
-Frutas. Hoy tienes un partido importante y debes comer bien. Vamos, sírvete cereal y ensalada de frutas, ya vas a ver que te va a ir mejor comiendo esto. Además, siempre que preparo tocino y huevos cuando tienes partido, dices que no quieres porque es muy pesado, y andas por esa cancha pálido-
-Pero he ganado-
-No siempre. Y tampoco debes abusar de tu talento, cariño, a veces falla-
-¿Tú qué sabes? Nunca fallas-
-¿Es que crees que lo mío es puro talento?-
-A decir verdad...-
-Ay, por Dios, Harry-
-Hablar muchos idiomas es un talento-
-Ningún talento, aprendí los idiomas desde que era pequeña. Creo que es lo único de mi infancia que me ha resultado útil-
-Ser isotermago también es útil--- Harry se interrumpió a sí mismo -¿Por qué te estás comiendo las fresas amarillas?-
-No sé, me provocó. Además, las rojas son para ti, ¿no ves que combinan con tus labios?-
Harry no puedo evitar sonrojarse un poco –Es en serio. ¿Acaso estás teniendo problemas con tus poderes?-
-¿Estás insinuando que estoy perdiendo mis facultades?-
-No, pero quizá estás cansada. Siempre estás haciendo algo-
-No es mi culpa que te resulte extraño que el resto de la humanidad haga algo útil mientras tú te rascas la barriga frente al televisor-
Harry rió un poco –Últimamente he estado siempre ocupado-
-Eso es cada vez que la temporada se acerca, pero el resto del tiempo...- Se metió una fresa a la boca –Estás por ahí, vagando-
-¿No quieres unas rojas?-
-No, se me antojaron las amarillas-
Harry se puso un poco serio. Le molestaba cuando ella empezaba a contestar así, tan cortante.
Hubo un silencio corto, en el que Harry tomó dos cucharadas de cereal, y Ver un par de fresas más.
-Eres un tonto-
-¿Cómo?- Dijo como si no hubiese escuchado.
-Ya me oíste, y sabes porqué lo eres. No creo que puedas hacer que cambie eso. Hay cosas que nunca cambian-
Harry la miró mientras ella se ponía en pie y llevaba sus platos vacíos al fregadero.
-Ya sabes lo que opino de eso- Le soltó a Ver cuando volvía a la mesa. Ella sonrió.
-Esperaba que dijeras algo cursi. Menos mal sólo fue una frase clásica de telenovela, las tolero más-
-Y yo no te tolero a ti- Ver levantó una ceja. Ante este gesto, Harry se dio cuenta de que había subido un poco la voz, y comenzó a sentirse culpable.
-Gracias- Dijo Ver con tono sarcástico –Eso tiene solución, ¿sabes? Un papel firmado por ambos y ya...-Dijo más en broma, pero a Harry no le hizo gracia.
-¿Acaso no es posible que seas amable al menos con tu marido?-
-Créeme, contigo he llegado a mis límites de amabilidad. Ser amable es lo que tú llamas ser dócil hasta parecer idiota-
En ese momento, la chimenea de la casa se iluminó con flamas verdes, y la cabeza pelirroja de Ronald Weasley apareció en ellas.
-¡Por las barbas de Merlín, Harry! Jane me tiene loco diciendo que no--- Ron se detuvo al ver las caras de ambos- ¿Interrumpo algo?-
-Nada que a mí personalmente me importe- Contestó Ver levantándose de nuevo. Harry se limitó a mirarla con incredulidad, y Ron a sonrojarse.
-Si quieren vuelvo en 5 minu--- Pero Ver lo cortó.
-Continúa...- En eso vio el reloj de la cocina -¡Dios mío! ¡La hora que es! Voy a bañarme- Y salió de la cocina a toda velocidad.
-¿Qué pasó?- Preguntó Ron desconcertado. Pero cuando Harry le iba a contestar, Ver volvió con la túnica de quidditch naranja de Harry.
-Póntela y vete. Ya es tarde- Apenas dijo esto, Ver puso una mano en su estómago y la otra cubriendo su boca.
-¿Te pasa algo?- Dijo Harry, intentando ocultar su preocupación. Ver respiró profundo e hizo un ademán para dar a entender que no era nada y salió de la cocina.
-En serio, ¿qué pasó?- Insistió Ron mientras Harry terminaba de trenzar su túnica.
-No es nada Ron. Hablamos en la noche- Ron puso cara de indignación –En serio. Salte de la chimenea, y dile a Jane que ya voy-
-De hecho, Jane ya se fue-
-Oh por Dios- Harry tomó su varita y con un fuerte 'crack', desapareció de su casa.
········
El pito sonó luego de que Harry saludara al otro capitán. Este partido determinaba cual de los dos equipos iría a la final de la Liga de Quidditch de Irlanda y Gran Bretaña, con los Murciélagos de Ballycastle.
Todo el equipo ascendió en sus escobas y en seguida comenzó la batalla en el campo. Harry fue a lo más alto posible sin perder de vista cada detalle del partido, gritar instrucciones de vez en cuando y estar pendiente de la snitch.
-Eso es 10 puntos para los Cannons... ha sido una muy buena temporada para el equipo naranja, esperemos que esta vez no sea interrumpida- Harry sonrió y saludó aprobatoriamente a uno de sus cazadores, Jason, quien hizo la tremenda anotación en menos de 3 minutos de partido – ¡Genial jugada de los Prides! En 3 minutos ya hay juego empatado por 10 puntos. ¡Promete mucho este partido, fanáticos!- Demonios, no iba a ser tan fácil. Los Prides eran un buen equipo, con muchas victorias encima. Bastantes personas apostaban por los Prides como contrincantes de los Murciélagos en la final, pocos tenían verdadera fe en los Cannons, pues un siglo de derrotas no es algo que se borre tan fácilmente.
Harry sobrevoló las tribunas en busca de caras conocidas. Reconoció algunas cabezas pelirrojas y la más resaltante de todas, la blanca azulosa de su esposa. Pero Ver parecía estar acercándose a las escaleras para bajar. Harry intentó acercarse para ver si algo le sucedía, pero la mirada de horror de un grupo de fanáticos lo hizo voltearse. Una bludger se acercaba a toda velocidad hacia él. Logró virar a tiempo, casi sin pensarlo, no sólo a tiempo para esquivarla sino también para ver la venganza que disimuladamente ejecutaban sus golpeadores, Gina y Leopold.
Dio una vuelta por el campo, para relajarse un poco, y luego volvió a sobrevolar las tribunas. Ver ya no estaba. ¿Qué le habría pasado?
········
No soy una experta, siempre empiezo historias, pero nunca las termino. Por primera vez publico algo aquí. Agradezco cualquier tipo de crítica. Si le gusta al menos a dos personas, será suficiente para que continúe, claro que unos cuantos lectores más no estarían mal...
Muchas gracias por su atención, y espero les haya gustado.
