extincion

Frio, estaba frio, incluso mas que un tempano de hielo en épocas hibernales, la sensación agobiante y estremecedora del metal deslizándose bajo su cálida piel provocaban escalofríos en su espinilla. El dolor punzante de miles de agujas provocadas por la punta de la navaja y la humedad y calidez de la sangre sustituyeron a todas las demás sensaciones.

Momentáneamente.

El frio metal se introdujo a través de su piel, desgarrando su carne, cortando incluso el hueso, así hundiéndose cada ves mas en lo profundo de sus entrañas, cortando sus viseras en el proceso.

Dolía.

Dolía mucho.

Sus ojos y boca se abrieron en un intento por dejar escapar el dolor en un grito desgarrador. El filo se hundió asta su tronco, y retorno lenta y dolorosamente al exterior, de donde avia provenido en un principio.

Rojo fue el color que sustituyo al pálido de su piel, la lluvia entonces acaricio su dorso limpiando con afán la reciente herida. No era suficiente.

Sus fuerzas se esfumaban con cada gota de sangre que fluía a través de la herida recién abierta, para este entonces ya era todo un mar a sus pies, la vista comenzaba a hacerse borrosa y sus pensamientos entumecidos por la impotencia. Callo pesadamente, primero sobre sus rodillas después completamente estrellando su frente contra el suelo. El frio en su piel se intensifico, temblaba y se abrazaba a si mismo.

La vista se nublaba apagando cada vez más sus antes brillantes ojos verdes.

Se oscurecía.

Justo antes de ser devorado por la oscuridad un rugido ya familiar lo trajo de regreso, abriendo sus ojos de un solo golpe. La lluvia antes fría ahora era sustituida por el cálido solo del verano, el dolor avía desaparecido y en su lugar solo sentía pura felicidad, corrió a lado de su amigo quien con un rugido más le invitaba a montarlo. Como antes, como ahora.

Se puso de pie y miro feliz la silueta del necroso ser.

Una eufórica carcajada, y salió corriendo, montando de un salto a su mejor amigo toothless y así juntos surcaron los cielos nuevamente. Un cielo conquistado por un vikingo y un dragón derribado.

_nunca mas te dejare solo_ gruño toothless a su jinete.

_yo tampoco amigo mio, nunca mas.

Y volaron por el cielo que les pertenecía solamente a ellos dos uniéndose en un perfecto vuelo de libertad, y desde el suelo sus amigos aplaudían al compas de los rugidos de los dragones.

_::_

Toothless… murmuro el chico extendiendo su mano en dirección a su amigo, y una sonrisa se dibujó en sus labios llevándose en ella el último aliento del joven jinete.

_te lo dije hiccup _ pronuncio con euforia Dagur al ver el cuerpo frio_ que TU y tu furia nocturna caerían ante mi_ haciendo un ademan con su mano señalo a sus hombre a tomar el cuerpo sin vida del alguna ves conquistador de dragones para asi ser lanzado como un bulto junto al cuerpo ensangrentado y sin vida del hijo del relámpago y la muerte misma.

El fuego fue esparcido consumiendo en el proceso los cuerpos ya sin vida de los habitantes de aquella pequeña y remota isla ubicada, sobre el meridiano de la tristeza.

Llevándose con el todo rastro de un pueblo de vikingos llamado berk.