Eran alrededor de las 5 de la mañana, el cielo estaba nublado así que no lo parecía, las gotas de lluvia golpeteaban ligeramente el cristal de su ventana, era una lluvia ligera pero constante, en otros tiempos este clima la hubiera deprimido y la hubiera hecho mantenerse en la cama hasta tarde, pero esta vez era diferente, igual no tenía ninguna intención de dejar la cama pero sus razones eran distintas. No podía calmar su corazón que palpitaba a 1000 por hora, sentía que en cualquier momento iba a salir volando de su pecho, estaba acostada de lado y con la mirada fija en una figura que respiraba, se conmovía al ver las sabanas subir y bajar tras esas respiraciones profundas, cerro sus ojos para escucharlas y le pareció el sonido más maravilloso que hubiera podido oír jamás.

Sanae repasaba en su mente las palabras que la convertían en la mujer más afortunada y feliz del mundo.

-Que tontito eres- pensaba mientras miraba a la persona a su lado- como creíste que me negaría a pasar el resto de mi vida junto a ti- se acercó un poco a él tratando de ser lo más cuidadosa para no despertarlo, pero tan solo basto un roce en su brazo para que este por inercia la abrazara y la acercara a él, ella se ruborizo ante tal acto mientras su alma se derretía cual chocolate – Sanae … te amo – lo escucho susurrar entre sueños – y yo a ti ..Tsubasa – le respondió, aunque sabía que no la escuchaba, el calor del contacto con su cuerpo la relajo y poco a poco sintió como sus ojos se cerraban haciéndola caer en un sueño profundo.

_FLASH BACK_

Hace ya dos días Japón se había proclamado campeón, todos estaban llenos de una euforia como nunca, la gente celebro toda la noche y qué decir del equipo japonés, algunos al brindar por vayan ustedes a saber qué vez seguían llorando de emoción.

-Ya cálmate Ishizaki- le dice Aoi dándole una palmada en la espalda, ya con ciertas señales de que el alcohol había influido en el – hasta parece que ganaste el mundial- se queda pensativo – esperen… que si ganamos verdad ¡!- todos soltaron una carcajada mientras estos últimos se abrazan y lloran cual magdalenas.

Mientras tanto en un estadio iluminado por los reflectores, una pareja se miraba intensamente. Hace unos minutos Tsubasa le había propuesto matrimonio a Sanae que con la grimas en los ojos dio un Sí por respuesta, se dieron ese primer beso de muchos que se darían el resto de su vida y ahora solo se contemplaban el uno al otro tomados de las manos tratando de asimilar lo que estaba pasando, guardando cada segundo en su memoria.

-Sera mejor que regresemos con los demás- interrumpió Tsubasa acariciando con su mano una mejilla de Sanae – aunque ya saben el motivo por el cual te traje aquí, nunca nos perdonaran si no les damos la noticia en primera plana, además mañana les tenemos una sorpresa-.

- Más sorpresas? acaso quieres provocarme un infarto Tsubasa Ozora- dijo Sanae colocándose una mano sobre el pecho y con una sonrisa que irradiaba felicidad – que lindo se escucha mi nombre viniendo de tus labios- dijo Tsubasa – bueno siempre y cuando estés en este estado de paz ya que si surge la Anego que llevas dentro ya estaría a kilómetros de ti corriendo por mi vida jajajaja- se rio este ante una mirada inquisidora de ella – no me provoques Ozora- dijo con un tono más serio a lo cual Tsubasa puso una cara de espanto, se quedaron mirando para después reír a carcajadas los dos juntos – Vamos, ya no hagamos esperar a la selección japonesa- decía divertida Sane mientras los dos salían del campo.

Mientras tanto en salón donde el equipo celebraba….

-No creen que Tsubasa ya se tardó muchachos- comento preocupado Ryo

-¡Que si se tardó! Pero claro que se tardó, esta situación debió haber quedado resuelta mucho antes de que se hubiera marchado a Brasil, pero no, pudo más su cobardía, que barbaridad- dijo Genzo mientras le daba un sorbo a su bebida.

-Bueno es que no todos somos igual de rápidos que tu Genzo… eso de manos rápidas no solo se te da por ser portero – se burló Taro lo que hizo que Genzo escupiera el sorbo que había dado.

-Yo no tengo la culpa de poseer un gran encanto y un don con las chicas, se nota que la envidia les corroe- se defendió Genzo adoptando una pose de James bond.

-Bueno llegara el día en que alguien te dome Wakabayashi – expreso Koijiro

- Como tú comprenderás verdad Hyuga – declaro triunfal Genzo

- Tienes razón nos falta información para al fin saber todo lo que paso con esa chica tuya en Okinawa he Tigre- dijo Ryo dándole unas palmadas, pero Koijiro dirigió una de sus ya conocidas miradas asesinas haciendo que el pobre de Ryo corriera a refugiarse de tras de Hikaru.

-Pero recuerda que somos amigos Hyuga todo lo decimos por tu bien- dijo Ryo

-Ven aquí cobarde y pelea como los hombres- decía Hyuga mientras corría tras el – mi vida no es algo que tenga que ir pregonando a los cuatro vientos, si paso algo o no, no es de tu incumbencia entendiste ¡cucaracha! -.

-Ya déjalo Koijiro, recuerda que su técnica especial la necesitamos en el campo- dijo Genzo mientras Ishizaki salía huyendo por la puerta que daba al jardín.

En eso estaban cuando por la puerta principal hizo acto de presencia la pareja de la noche por la que tanto preguntaban.

-Pero mira nada más lo que nos trajo la marea- expreso Genzo- creímos que ya se habían escapado y casado en secreto- termino de decir.

Las chicas que habían permanecido un poco apartadas observando las tonterías Del equipo nipón corrieron hacia Sanae, abrazándola y gritoneando como solo ellas podían hacer.

-ven Sanae nos tienes que contar todo, escuchaste, todo de todo- la acoso Kumi, al mismo tiempo que Yukari, Yoshico, Yayoi y Azumi tiraban y empujaban de ella haciéndola separarse de su amor.

Lo mismo pasaba con Tsubasa al cual ya habían cargado en hombros paseándolo por todo el salón y gritando – ¡viva nuestro capitán!- al fin y al cabo estaban celebrando su triunfo en el partido y ahora lo de la reciente declaración.

-Bien cuéntanos todo- le exigió Genzo, a la vez que todos lo rodeaban asechándolo.

Tsubasa se sentía como en uno de esos interrogatorios de las películas, solo le falta la lámpara sobre su cabeza.

-¡Yaaaaa! - grito – me asfixian – levantándose de la silla- primero necesito algo de beber- y como por arte de magia Ryo apareció con un vaso de whisky con mucho hielo –y espacio – y todos se hicieron hacia atrás – y las llaves del carro nuevo de Genzo – este volteo – si claro toma, hasta crees Tsubasa además tú te acabas de comprar uno.

-Ya basta de tonterías y habla Ozora- dijo un exasperado koijiro, todos lo voltearon a ver.

-Vaya amigo Hyuga al fin te integras al grupo – expreso Aoi.

- Después de estar tanto tiempo con ustedes las malas mañas se pegan- aseguro.

-Bueno, bueno está bien les contare, Sanae y yo por fin hablamos claramente de nuestros sentimientos- comenzó a contar Tsubasa cuando fue interrumpido por Taro.

-Claro, claro, eso ya todos lo sabíamos, al grano Tsubasa cuéntanos algo que no sepamos, que pensándolo bien dudo que haya algo que no sepamos-

-Bueno quieren escuchar o no - dijo algo molesto Tsubasa a lo que todos afirmaron y mandaron callar a Taro.

-Le dije lo mucho que la extrañaba y cuanto pensaba en ella cuando estaba en Brasil que como se me hacía más difícil estar sin ella y después le pedí que se casara con migo y ahora estamos comprometidos-

- siiiiiii - exclamaron todos – brindemos por el triunfo del capitán -.

Mientras en algún lugar del jardín las chicas estaban muy animadas.

-Vamos Sanae cuéntanos como te fue, que te dijo, como lo dijo - preguntaba una desesperada Kumi.

- Tranquila Kumi- dijo Yayoi.

- ¡Ho por Dios!... eso es lo que creo que es- pregunto con sorpresa Yukari, señalando el dedo anular izquierdo de Sanae.

- Así es Yukari es lo que crees que es- dijo una muy feliz Sanae – y saben, los chicos lo sabían, sabían que Tsubasa me pediría que me casara con el- todas se quedaron con la boca abierta.

– Esos patanes patea balones ya nos la pagaran, con razón Genzo actuaba muy sospechoso cada que le preguntábamos si Tsubasa planeaba algo- dijo Kumi.

-Nos hicieron creer justo lo que ellos querían que creyéramos- dijo muy molesta Azumi

- Ósea que han manipulado nuestra mente apoderándose de lo que creíamos creer y nos hicieron creer que creíamos que la idea que hemos tenido son ideas que creemos que creíamos- dijo Yoshiko

- que ¿?- dijeron todas con cara de what. O_O

-En fin chicas me caso ¡! – dijo gritando Sanae y todas se abrazaron.

Cuando regresaban de nuevo al salón escucharon gritos y cantos a todo pulmón.

-Pero que sucede ahí adentro – se preguntaban todas.

Cuando entraron sus ojos no creían lo que veían O_O.

La canción de we are the champions sonaba a todo volumen. Aoi se encontraba sobre una mesa con la bandera de Japón atada a su cuello como una capa y utilizando su celular como micrófono cantaba la canción con todo el sentimiento del mundo, mientras que Tsubasa, Genzo, Koijiro, Hikaru, Misugui y de más coreaban la canción con los brazos arriba y encendedores en las manos, los cuales exigieron a los meseros ya que ninguno fumaba.

De pronto Ryo tomo un candelabro de una de las mesas alzándolo como trofeo y comenzó a correr alrededor de ellos seguido por los hermanos Tachibana.

- Nunca crecerán verdad ¬¬ - dijo Kumi.

-Creo que no- afirmaron todas.

-Pero chicas así los conocimos y así seguimos enamoradas como enfermas de ellos así que hay que unirnos y demostrémosles que estaremos con ellos hasta en sus locuras más carentes de cuerdes- dijo Sanae con un brillo en los ojos que todas notaron.

Así que entraron gritando y aplaudiéndoles como si estuvieran en uno de sus partidos de futbol.

A Tsubasa se le aceleraba el corazón de ver a Sanae su Sanae animarle como siempre lo hacía desde hace ya tanto, no podía apartar su mirada de ella la recorría sin parar no dejaba escapar ningún de talle.

Sanae sintió la mirada de Tsubasa y se sonrojo de pronto, Tsubasa lo noto se acercó a ella y en el oído le susurro – eres hermosa- de pronto se dieron cuenta de que todos los miraban con una risa picara y ambos se sonrojaron como tomates.

– A un parecen niños poniéndose de esa manera – les reclamo Yukari.

-Se ponen así y se supone que van a casarse, ya vamos supérenlo- dijo Taro. – Actúen como lo que son adultos- y todos se rieron de él, ya que todos sabían que no había podido declararle su amor a Azumi.

-Bueno chicas después de este pequeño comercial de nuestro gran amigo Taro es mi deber comunicarles que mañana tomaremos el primer tren bala a Shizuoka que podamos para recoger algunas cosas y así poder partir rumbo a mi cabaña, para pasar unos agradables días conviviendo como los grandes amigos que somos, que dicen – termino de informar Genzo.

- Hay si ahora liberen a las palomas, te pasas de maestro de ceremonias Genzo- se escuchó decir a Ryo a lo cual todos rieron.

- Aceptamoooos!- gritaron todos.

-Bueno entonces creo que es mejor que nos retiremos a dormir y tratar de levantarnos todos mañana que les parece a las 8 para comer algo ligero y partir-.

-Oye Genzo espero que hayas arreglado todo como quedamos no queremos fallas ok-

- Ja pues con quien crees que están hablando que si no fuera por mí no sé qué sería de sus vidas - .

-Bueno entonces nosotras nos retiramos – Taro tomo de la mano a Azumi – espera… te puedo acompañar –

-Este…. Está bien.-

Mientras tanto una pareja se había alejado del grupo y caminaban de la mano por el jardín hasta llegar a una banca donde se sentaron, Tsubasa rodeaba con sus brazos a Sanae por la cintura y ella se recargaba en su pecho.

-Con que esa era la sorpresa-

- sí, verdad que es genial nuestro primer viaje juntos-

- Si…-

- Que pasa Sanae porque esa cara tan seria… no te agrada la idea porque si es así…- y fue interrumpido por Sanae.

-Qué cosas dices Tsubasa claro que me encanta la idea… es solo que… tengo miedo de que todo esto sea un sueño como siempre y que en cualquier momento me despierte-

-Shhhh… ya no digas más- la apretó un poco más contra el – esto no es un sueño Sanae, puedes sentirme, puedes oír el latido de mi corazón como se acelera con tan solo estar junto a ti, sé que nuestra relación no ha sido de lo más normal pero te prometo que a partir de hoy no habrá un solo día en que no me esfuerce por hacerte más feliz, y jamás, y escúchalo bien jamás dejare que esa expresión de tristeza vuelva a tu rostro-

-Tsubasa...-

- Porque solo viviré para ti, el futbol a partir de hoy es mi segunda pasión por que la primera la tengo entre mis brazos… si me fui a Brasil no solo fue por mi sueños como todos creían fui a luchar para poder tener un futuro junto a ti, porque no podía regresar con las manos vacías y darme el lujo de pretender llevarte conmigo, tu eres mi máxima inspiración y tú lo mereces todo Sanae,- ella no podía articular palabra alguna.

-Tsubasa… tú también para mi has sido mi más grande inspiración cuando te fuiste a Brasil me prometí a mí misma luchar por mis sueños para que si algún día – comenzó a sollozar- yo te volvía a ver no te decepcionaras de mi-.

-No llores por favor, a partir de este momento todo en nuestras vidas serán alegrías sé que nos ausentamos en muchas etapas...- la aparto y volteo hacia el- pero ahora la etapa que quiero que conozcamos es eta- con una mano la tomo por la cintura y con la otra de su cuello, la atrajo hacia el dándole un profundo, dulce y pasional beso, Sanae solo se entregó a esas nuevas sensaciones que la boca de Tsubasa le prodigaba, había soñado tanto con ese momento que ahora que era real no dejaría que escapara de ella.

Se separaron porque así sus pulmones se los exigían y fue cuando Sanae se vio reflejada en los negros y profundos ojos de Tsubasa y ahí supo que su vida era junto a él.

-Sera mejor que nos vayamos a dormir ha sido un día muy largo y mañana necesitaremos energías- le sonrió Tsubasa.

-Si tienes razón-

Mientras en los pasillos de hotel…

-Azumi tenemos que hablar-

- De que quieres hablar Taro no quiero que insistas con lo mismo sabes que…-

- Si ya sé que tratas de evadirme siempre que trato de hablarte acerca de los sentimientos que tengo hacia a ti pero estas ves me vas a escuchar-

-Taro sabes la razón que tengo y…- él no la volvió a dejar terminar.

- Si por razón te refieres a que no me aceptas por sentirte agradecida por ese tal Harry al cual sabes perfectamente que no amas pues no… no te entiendo..- tomo sus manos- Azumi por favor escúchame y pon mucha atención en lo que te voy a decir- la miro fijamente- en uno de estos días en que vayamos a la cabaña de Genzo te diré abiertamente lo que siento por ti y te pediré que seas mi novia, escúchame no perderé ante ese tipo porque siempre soñé que tú y yo estaríamos juntos, así que piensa lo que me contestaras- Taro le dio un beso en su mejilla para después darse vuelta y alejarse de ahí.

Azumi se quedó impactada por lo que le dijo y siguió caminando hacia su cuarto que compartía con las demás chicas. Mientras caminaba iba hundida en sus pensamientos tanto que cuando entro al cuarto parecía una zombi solo atino sentarse en la cama mientras que las demás ocupadas alistando sus cosas para mañana la veían ausente de lo que la rodeaba, pasaron sus manos delante de ella varias veces pero no reaccionaba hasta que Yukari solo atino a gritarle –¡Azumiiii!- de la sorpresa se calló de la cama – vaya por fin regresas al mundo de los mortales-

-Chicas lo siento es que no sé qué pasa con migo-

-Claro que sabemos- aseguro Sanae – lo que te pasa se llama Taro y si te empeñas en seguir a esa idea absurda tuya que tienes solo te aras infeliz y lo perderás-.

- Pero Sanae entiéndanme por favor-

-No Azumi la que tiene que entender eres tú… ya date cuenta que amas a Taro tanto como él te ama a ti, si estoy de acuerdo que cuando llegaste a Francia Harry fue el primero que te ayudo pero vamos tampoco es como que le debas la vida…-.

- Azumi no pierdas la oportunidad de sentirte amada, de ser feliz, nosotras te estaremos apoyando siempre, solo por favor no escojas con la cabeza lo que es del corazón-.

- Gracias chicas no sé qué aria sin ustedes son las mejores amigas que nadie podrá desear- se abrazaron todas casi llorando.

-Bueno… bueno no es momento de lágrimas- las animo Kumi – tenemos maletas que empacar-

- Siiiiiii- alzaron todas un brazo.