Spoilers del capítulo catorce.
Construyendo a Dave, desmontando a Sebastian
Capítulo 1 – De cómo conseguir un chico
Las lágrimas se detuvieron en la montura de las gafas y poco a poco fueron rodando por sus mejillas. Alzó su temblorosa mano. Lentamente se quitó las gafas y las arrojó sobre el escritorio. Sebastian no podía dejar de llorar en silencio. Todo había sido una estúpida broma… Todo había sido divertido… Hasta que… dejó de serlo.
Dave se había intentado suicidar. Su muro de Facebook estaba lleno de comentarios ofensivos, de odio, de bromas divertidas. Lo conoció una noche tranquila en el bar. Dave estaba relajado bebiendo una cerveza y Sebastian supo de inmediato que estaba en el armario. Quiso aprovecharse de él pero Karofsky estaba más interesado en buscar una conexión humana que una física y esos no eran los terrenos que a Sebastian le gustaba transitar. Sin embargo, no pudo evitar entablar una conversación con él, bromear y hacer que se sintiera mal con esas bromas. Hasta que sucedió.
Fue su ego. ¿Tú, conseguir a un chico? ¿Qué chico? Si Sebastian no le interesaba, ¿quién podía hacerlo? La pregunta había sido tan inocente… La respuesta iba cargada de veneno y de intención malsana de lastimar sin motivo. Mejor quédate en el armario…
A Dave lo había encontrado su padre. Estaba en su armario. Se había colgado. No respiraba…
Sebastian quería gritar, quería dejar de sentirse así. Podría haber sido él, podría haber hecho algo, todos habrían podido hacer algo... Sólo que a nadie le interesó lo suficiente.
—¿Ya tienes las canciones para las Regionales? —oyó que le preguntaban. Sebastian tenía una idea en su cabeza desde esa mañana, sólo una idea, y esperaba que Trent Nixon no se la echara por tierra. Después de lo sucedido con Blaine, Trent estaba muy susceptible.
—De hecho tengo algunas muy buenas opciones en mente. Sin embargo, necesito que me ayudes a concertar una cita con Blaine y su chico especial —respondió Sebastian. Trent elevó una ceja y le lanzó una mirada rencorosa—. No es para nada malo sino para todo lo contrario. Quiero disculparme y proponerles algo.
—¿El qué? —Sebastian miró hacia la nada por un segundo preguntándose el verdadero motivo para hacerlo. Tal vez era porque Dave se había convertido en una especie de amigo y sentía que se lo debía.
—Dedicar nuestras actuaciones a Dave Karofsky.
Nixon abrió la boca cómicamente. Sebastian sabía que para ese momento todo Lima debía de estar enterado de lo sucedido con Dave y todos los Warblers que eran amigos de Blaine también tenían que saberlo.
—¿El chico que intentó…? —preguntó Trent. Sebastian asintió.
—Lo conozco y no me porte muy bien con él… —comenzó Sebastian. Trent negó.
—Tú tienes por regla no portarte bien con nadie excepto contigo mismo. No te puedo mentir. Me sorprendes, no creí que pudieras demostrar ninguna debilidad humana. —Sebastian agradeció el comentario. En realidad durante un buen tiempo todo había sido divertirse y hacer llorar a los demás y nunca llorar él por nada ni por nadie—. Bien, haré lo que pueda. Aunque no prometo mucho. E intentaré que Nick y Jeff me ayuden. Blaine les hará más caso.
Como era de esperar, Nuevas Direcciones ganó las Regionales. Sebastian lo esperaba pero además ese tema era el que menos le interesaba. Su mente seguía divagando y derivando hacia Dave. Por conversaciones ajenas se había enterado de que Hummel le había visitado en el hospital y de que pronto sería dado de alta. A Sebastian le hubiese gustado tener el valor suficiente para ir a verle, para decirle que estaba con él… Pero no lo hizo.
Dave regresó a McKinley de la mano de la pareja gay más fabulosa del momento y Sebastian estuvo conforme con ello. Sin embargo, aún tenía una rara sensación que le recorría el cuerpo y que le hacía tener unas ganas enormes de ver cómo estaba en realidad. Fue tres semanas después cuando tuvo la oportunidad de ver a Dave Karofsky frente a frente. Aunque no estaba solo.
—Hola —dijo Sebastian. Las caras de Hummel y Blaine tenían esa mueca de repulsión. Sebastian se habría burlado fácilmente de ellos pero ése no era el momento, menos aún cuando Dave lo estaba mirando fijamente sin expresar nada.
—¿Qué te trae por aquí? —La voz de Hummel intentaba ser conciliadora pero Sebastian notaba a la perfección su molestia. Además, le agradaba un poco poder poner aún de malas al niño bonito.
—Sonny —dijo mirando a Blaine—. Cher. —Miró hacía Kurt sonriendo y por último concentró su mirada en Dave—. ¿Cómo estás?
—Bien —respondió Karofsky. Kurt respiró hondo, miró su móvil y se puso de pie.
—Miren lo tarde que es. —Tomó a Blaine de la mano y sujetó la muñeca de Dave para llamar su atención—. ¿Nos vamos? —Dave asintió y la sangre de Sebastian hirvió, seguramente por ver a esa hada multicolor mandando como si fuese la gran cosa.
—¿Puedo hablar contigo un momento? —preguntó Sebastian. Paró a Dave tomándole de la mano y Karofsky la retiró lentamente. Hummel y Blaine se detuvieron. Fueron unos segundos bastante incómodos hasta que Dave, por fin, habló.
—Está bien. Les alcanzo en el coche.
Hummel pasó unos segundos mirando a Dave pero el contacto se rompió cuando Blaine empezó a caminar.
—Así que ahora eres su tercer rueda —bromeó Sebastian. Dave bufó indignado. Estaba a punto de irse cuando Sebastian lo paró de nuevo—. No, espera, espera. —Logró que tomara asiento—. No debí haber dicho eso.
—Kurt sólo quiere que me sienta bien y está siendo un gran amigo. De verdad no quiero escuchar ni una mierda más sobre él, ¿ok? —Sebastian asintió.
—Quiero disculparme por lo que te dije… en el Scandals. Yo…
—No tienes por qué sentirte culpable. Lo que me sucedió no tiene nada que ver con lo que me dijiste. —Sebastian negó.
—Ayudé. Te dije cosas hirientes que no…
—Gracias por dedicarme la actuación en las Regionales. Fue un gran detalle de tu parte y es suficiente como para olvidar tus palabras.
—¿Quién te lo dijo? —preguntó Sebastian. Dave sonrió tímidamente y Sebastian cerró los ojos sabiendo lo que escucharía.
—Kurt… —Claro, esa estúpida Betty Davis entrometida—. Las cosas no han mejorado: McKinley no me recibió con los brazos abiertos y mi madre sigue llamándome para saber si he encontrado en Dios una cura para mí desviación. Pero por primera vez en bastante tiempo me siento libre. Kurt y Santana me han estado ayudando mucho.
Sebastian miraba fascinado a Dave, quien parecía estar hablando para él mientras hacía un recuento de esas semanas. Dave parpadeó, pareció darse cuenta de que estaba hablando de más y su rostro cambió para tornarse serio.
—Ahora estoy empezando de nuevo. Quiero sacudirme todo lo que me lastimó y seguir adelante —terminó Dave. Después se puso de pie dispuesto a marcharse.
—Me gustaría seguir en contacto contigo —dijo Sebastian. Dave sonrió condescendiente.
—Nos estaremos viendo, Sebastian.
Sebastian intentó olvidar ese encuentro. Dave se lo había dicho: él no tenía la culpa de nada. Así que debía hacer lo posible por sentirse mejor, olvidar todo lo sucedido y apartar de su mente cada buen momento con él.
Tal vez eso era lo malo de no tener amigos, que un día conoces a uno y no puedes dejar de pensar en él…
—Tenemos que ponernos de acuerdo para nuestras actuaciones en Isla del Rey. Sebastian, ¿me estás escuchando?
—Sí, Trent. Isla del Rey. Thad y tú pueden escoger cualquiera de las canciones que hemos cantado este año. Hagan el espectáculo como les dé la gana y dejen de molestar. —Trent no era un mal tipo y a Sebastian le gustaba lo dedicado que era con el coro pero, aparte de eso, le reventaba bastante los cojones.
—¿Qué te pasa últimamente? Antes eras una perra insufrible y ahora sólo estás insufrible. —Sebastian no estaba como para escuchar tonterías y quiso marcharse pero la voz de su compañero le detuvo—. Es por Karofsky, ¿cierto?
—Lo conocí en un bar, hablamos un par de veces y me comporté con él como un idiota —confesó Sebastian. Trent soltó una risilla burlona.
—¿Y ahora te sientes mal por ello? Nunca pensé verte preocupado por alguien, además de por ti mismo, claro. A menos que… ¿Te gusta? —Trent abrió tanto los ojos que se le iluminaron como dos faros. Sebastian suspiró frustrado al verlo cubrirse la boca con la mano derecha— ¡Pero qué digo! —La voz del chico se había vuelto emocionada y casi histérica—. De verdad te gusta. —Sebastian se sentía como un patético niño al que han atrapado viendo su primera peli porno.
—No sé como coño sucedió. Estábamos en el bar, me acerqué a él con la intención de conseguir un polvo rápido y terminamos conversando. Él no quería sexo, sólo compañía, hablar con alguien, sentirse parte de algo y yo empecé a caer en la trampa. Cuando él hablaba de todas esas tonterías de su escuela y de ir a pescar con su padre… Y de pronto me comporté con él como…
—Como siempre. Como un idiota. —Trent le sonrió con una mueca—. Entonces, ¿quieres acercarte a él pero no sabes cómo? —Sebastian se encogió de hombros.
—Más o menos. Nunca he sido bueno con la parte emocional, prefiero lo físico. Fue una verdadera lástima que no estuviese interesado en esa parte. —Trent rodó los ojos y se puso de pie—. ¿Adónde vas?
—A hablar con Nick y Thad para ver cómo te ayudamos —respondió Trent. Sebastian lo miró extrañado porque no esperaba ni compresión ni muestras de solidaridad.
—¿Por qué?
—Todos pudimos parar lo que sucedió con Blaine y los chicos de Nuevas Direcciones y nadie lo hizo. Era demasiado divertido… —Compartieron una sonrisa cómplice—. Hasta que dejó de serlo cuando pusimos en verdadero riesgo la integridad de Blaine. Somos un equipo para lo bueno y para lo malo y ha llegado el momento de hacer algo bueno, ¿no crees?
Dave sabía que mantener un perfil bajo en McKinley o en cualquier otro lugar adonde fuese iba a ser imposible. Él era el suicida, el chico gay que no soportó la presión y decidió quitarse la vida. Conservaba un recuerdo permanente de todo en su antigua cuenta de Facebook y tenía que lidiar con ello. Se había escondido mucho tiempo y eso casi terminó destruyéndolo. Su terapeuta se lo había anticipado: regresar a McKinley sería revivir el infierno y no sería sano. Sin embargo, él sabía que si podía sobrevivir a esa escuela podría enfrentar cualquier cosa. Contra todo pronóstico, Paul Karofsky estuvo de acuerdo con él.
Dave lamentaba mucho haber dañado a su padre, no haberle dicho hace tiempo lo que le estaba sucediendo. Aunque en el fondo siempre tendría la duda de cómo hubiese reaccionado de haberlo sabido antes. Dave tenía la sospecha de que mucha de esa aceptación tenía que ver con el miedo a perderle.
El móvil de Dave vibró en sus pantalones. Extrañado, lo miró y no pudo salir de su asombro. ¿Sebastian invitándole a un café?
—Bien, chicos, eso es todo. Espero su canción para la siguiente semana. —Kurt le había insistido para que se uniera al club Glee porque pensaba que sería positivo. Dave no estaba encantado con la idea pero admitía que estar en ese club le ayudaba. Por lo menos ninguno de esos chicos le juzgaba.
—¿Estás bien? —Kurt y Anderson se le acercaron. Kurt se estaba esforzando y era un gran amigo. Con el pobre de Anderson era otro cuento. Se le notaba a leguas que no se encontraba cómodo con ese asunto de la amistad.
—Sebastian me ha invitado a tomar un café. —Kurt asintió pero Dave sabía qué había detrás de esa mueca que tenía en los labios. No era un secreto que Sebastian no era santo de la devoción de Kurt bonito Hummel.
—¿Y vas a ir? —Dave no dijo nada esperando a que Kurt continuase—. Mira, David, no quiero parecer entrometido pero Sebastian no es precisamente un buen tipo y no creo que sea…
—Lo sé. Pero tampoco puedo juzgarlo, ¿no crees? La última vez que nos vimos me dijo que quería ser mi amigo. Tal vez sólo sea eso. —Kurt se encogió de de hombros.
—Sólo cuídate, Dave.
Respondió a Sebastian y le dijo que aceptaba su invitación. Podía comenzar una amistad y además volver a dejar claro al chico de Dalton que no tenía de qué sentirse culpable.
Sebastian estuvo nervioso todo el trayecto hasta a la cafetería pero intentaba disimular. No quería que Dave lo viese así, después de todo sólo era una reunión para hablar. Pero ése era precisamente el problema, que Sebastian no era bueno con las palabras y siempre terminaba hiriendo a alguien. Además de que no sabía cuánto podría soportar Karofsky después de todo lo que había sucedido.
—Hola. —Dave se sentó frente a él con un café en la mano y el rostro sereno—. Me sorprendió bastante tu llamada. Creo que ya te había dejado claro que no tenías por qué sentirte culpable de nada.
—No me siento culpable —respondió Sebastian. Dave se encogió de hombros y bebió un poco de café.
—Kurt me comentó que te veías un poco perturbado. —Sebastian contrajo la mandíbula. De nuevo la vieja Joan Crawford metiéndose en sus asuntos.
—Esto no tiene nada que ver con eso. Sólo quiero conocerte mejor. —Dave enmarcó la ceja derecha y colocó las manos sobre la mesa.
—¿Por qué? Yo no soy tu tipo. Soy demasiado grande y gordo y tengo las cejas como Liberace. Lo dejaste muy claro la última vez que nos vimos en el bar —le espetó Dave. Sebastian quería sonreír, ese era un juego al que sabía jugar muy bien.
—En realidad sólo lo dije porque me preguntaste sobre cómo conseguir a un tipo y no te mostraste interesado en cómo conseguirme a mí. —Sebastian le sonrió seductor. Le encantó cuando Dave se sonrojó levemente—. Mira, Dave, se me da fatal conversar. La noche que nos conocimos en el bar yo quería follar contigo pero tú estabas más interesando en otras cosas.
—Así que decidiste ser cruel conmigo —añadió Dave. Sebastian asintió.
—Ya me he disculpado por eso y creo que ahora podemos ser amigos. —Sebastian cogió la mano derecha de Dave y le miró fijamente. Karofsky se humedeció los labios y sus ojos verdes se desviaron un poco hacia los labios de Sebastian.
El momento fue interrumpido por la melodía de Somebody to love. Dave apartó las manos de la mesa para tomar su móvil.
—¿Qué hay, Kurt? —Sebastian se giró en la silla y puso los ojos en blanco—. Sí, claro. No, no. Voy para allá. —Dave sonrió con esa sonrisa pura e inocente pero brillante que Sebastian había visto un par de veces en el bar. Sin embargo, el motivo de esa sonrisa le hacía hervir la sangre. Dave colgó y miró a Sebastian con seriedad—. Me tengo que ir.
—No me digas —dijo con ironía—. ¿Betty tiene algún problema? ¿Se le ha corrido el rímel? ¿Ha descubierto que su suéter favorito es de la temporada pasada? —Dave se puso violentamente de pie y salió de la cafetería hecho una furia—. ¡Joder!
Sebastian corrió hacia el estacionamiento sólo para ver cómo el coche de Karofsky salía de la explanada del aparcamiento. Intentó comunicarse con él pero Dave había apagado su móvil. Al día siguiente le llamó pero Dave le mando al buzón sin contestarle. Tres intentos más y se decidió a hacer caso a los Warblers.
Dave estaba pensando muy seriamente en bloquear el número de Sebastian. No podía creer que pudiese ser tan imbécil. Por unos breves instantes pensó en que podría tener algo interesante con ese tipo pero al escucharlo hablar así de Kurt le dieron ganas de golpearle. ¿Quién se creía que era? Por un lado le pide disculpas por haber sido cruel y mezquino y por el otro no deja de serlo cuando habla de Kurt.
—Entonces, ¿qué tienen pensado para las Nacionales? —Dave sonrió un poco ante la evidente incomodidad de Anderson. Kurt se estaba esforzando por hacer que los tres se llevaran bien pero era difícil cuando había tantas reticencias por parte de ellos dos.
—Pues…
Dave fue interrumpido por tres chicos con la chaqueta de Dalton que se subieron a sus mesas y empezaron a cantar mirando hacia ellos.
I want it all
I want it all
I want it all
and I want it now
Otro tipo salió de otro punto de la cafetería con una guitarra en la mano y empezó a tocar encima del mostrador. Uno de los chicos de las mesas, de cabello negro y una gran sonrisa, se bajó de su mesa y caminó hacia ellos cantando.
Adventure seeker on an empty street
Just an alley creeper light on his feet
A young fighter screaming with no time for doubt
With the pain and anger can't see a way out
It ain't much I'm asking I heard him say
Gotta find me a future move out of my way
El chico moreno se llevó el café de Dave, volvió a subirse a su mesa y siguió cantando con sus compañeros.
I want it all
I want it all
I want it all
and I want it now
Un chico rubio y delgado bajó de su mesa cantando y gesticulando al ritmo de la música.
Listen all you people come gather round
I gotta get me a game plan gotta shake you to the ground
Just give me what I know is mine
People do you hear me just give me the sign
It ain't much I'm asking if you want the truth
Here's to the future for the dreams of youth
Regresó a su lugar llevándose con él el café de Kurt. Los chicos eran buenos. Mientras, Dave no podía dejar de preguntarse dónde demonios estaba Sebastian.
I want it all (give it all)
I want it all
I want it all
and I want it now
Otro chico, uno un poco más robusto y con el pelo engominado como Blaine, bajó de su mesa y al llegar hasta ellos se sentó al lado de Dave para cantar.
I'm a man with a one track mind
So much to do in one life time (people do you hear me)
Not a man for compromise and where's and why's and living lies
So I'm living it all (yes I'm living it all)
And I'm giving it all (and I'm giving it all)
Le guiñó a Dave y regresó a su mesa moviéndose un poco insinuante. Dave volteó a mirar a sus amigos, que estaban igual de impresionados que él.
I want it all all all all
Dave vio a Sebastian subido el mostrador, al lado del chico de la guitarra. Saltó cayendo ágilmente de pie y caminó hacia ellos. Se subió a la silla que el último de sus compañeros le había dejado colocada y luego a la mesa a la vez que miraba fijamente a Dave y comenzaba a cantar.
It ain't much I'm asking if you want the truth
Here's to the future
Hear the cry of youth (hear the cry hear the cry of youth)
I want it all I want it all I want it all and I want it now
I want it all (yeah yeah yeah) I want it all I want it all and I want it now
Resaltaban cada nota con un golpe de sus zapatos sobre la mesa. Sebastian sonrió a Dave justo cuando la canción terminó.
Dave no sabía qué pensar. Meses viviendo en un infierno y de pronto había a un chico que tenía esos detalles con él. Era halagador y al mismo tiempo le intimidaba. ¿Qué quería en realidad Sebastian?
Se escucharon aplausos. Sebastian bajó de la mesa esperando a que Dave, que estaba bastante serio, dijese algo.
—Gracias —dijo al fin mirando a Sebastian y al resto de los chicos de Dalton.
—Es para disculparme por lo de la última vez que nos vimos. Estuvo fuera de lugar. —Sebastian miró de reojo a Hummel, que estaba con la boca abierta casi de forma cómica. Esperaba que no fuese permanente porque así se veía mucho peor.
—Estuvieron estupendos. De verdad, muchas gracias. —Para molestia de Sebastian, mientras hablaba, Dave sonreía a sus compañeros y no a él.
—No ha sido nada. Por cierto, soy Trent. —El chico del pelo engominado le tendió la mano a Dave—. Ellos son Nick, Jeff y nuestro guitarrista, Thad. —Dave saludó a todos—. Sebastian nos dijo que se habían conocido en un bar.
—El Scandals —dijo Bette Midler mirando mal a Sebastian, quien a su vez desvió la mirada hacia Blaine haciendo que se sonrojara. Blaine podía decir lo que quisiera pero en aquellos momentos en el bar se sintió bastante halagado con sus coqueteos—. Es un bar gay.
—Pero no es como se imaginan. Sólo es un lugar dónde se reúnen chicos gais a tomar una copa y conversar. En realidad es muy tranquilo —mencionó Blaine al ver el asombro de Thad y Nick.
—Sería genial conocerlo —dijo Thad. Sebastian no entendió su emoción. ¡Ni siquiera era gay! Y al parecer sus compañeros también estaban intrigados—. Vamos, es un bar. Nos pasamos el tiempo encerrados en Dalton y no me importaría divertirme un poco para variar.
—Pues ya está, vamos todos al Scandals —dijo Trent con una sonrisa mientras colocaba la mano derecha sobre el hombro de Dave.
Sebastian tendría que hablar muy seriamente con ese pequeño tonto.
Pues aquí estoy de nuevo con una historia más para compartir. Después de ver el capítulo catorce y disfrutar de la genial actuación de Max Adler era casi imposible no querer escribir algo y más cuando Glee se va por siete semanas.
No sé si volveremos a ver a Karofsky en Glee, así que por ahora estoy disfrutando mucho escribir esto, porque a pesar de ser pirata de corazón, creo que por algo se comienza y Sebastian sería un gran comienzo para Dave jejejejeje.
Mil gracias a Winter, como siempre, por ser un gran apoyo. Por ser una excelente consejera pero sobre todo por ser una maravillosa cómplice de crímenes. No tienen idea del gran trabajo que hace ella para cada una de mis historias. También tengo que agradecerle a mis musas twitter: NamelessAnami y Suuita
Esta historia más o menos constará de 6 capítulos, así que nos vemos en siguiente.
Un abrazote
