Disclaimer: Esto debería venir incorporado en ff, algo así como una aplicación, porque despuésde casi dos años en el sitio, cansa xD
Claim: Jacob. Jacob/Bella.
Advertencias: No es advertencia, pero está ubicado en el período de tiempo en el que Bella se preocupa por Jake, cuando él no le habla después de su transformación, en NM.
Notas: Participa en el Reto Palabras para el recuerdo, del foro LOL.
Sólo con ella
(3# Reglas)
Jacob.
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Como licántropo, habían reglas por cumplir, muchos asuntos que venían desde el pasado, incluídos en la sangre, que le recorrían todo, que le complicaban muchas cosas. La magia no era hermosa la mayoría de las veces, y aquellos muchachos quileute debían soportar algo que ni siquiera habían elegido conscientemente.
Pero era parte de cada uno de ellos, lo aceptaban y hasta hacían su trabajo con fervor y toda su fuerza y dedicación. Proteger a la gente de la reserva y alrededores era su principal misión. Protegerlos de los fríos, mantener las tradiciones, ser siempre la manada, divirtiéndose en momentos de ocio y luchando si lo necesitaban con tal de salvar a inocentes. Jacob lo supo en cuanto se les unió a ellos, sin intensión, sin saber que todo aquello era realmente cierto y no pura leyenda y magia en una noche en la playa al lado del gran fogón.
Tenían reglas, responsabilidades, y todo aquello venía grabado a fuego en cada una de sus células, pero a veces le era complicado obedecer a todas sin dañar a Bella. Porque a veces, muchas, ella era más importante que todo lo demás. Y quizá estaba mal, seguramente lo estaba, pero era inevitable, siendo que ella estaba expuesta al mayor de los riesgos, y él no podía permitirlo si estaba en sus manos el poder evitarlo. Al menos intentarlo.
Tenía demasiadas ganas de decirle, de gritarle todo, de no tener secretos para con ella, de ser sincero, pero aquella era la regla suprema, y por orden del Alpha, simplemente no podía romperla, por más que quisiera. la veía desesperada por comunicarse con él, por saber de él, por verlo, entenderlo, asegurarse de que estuviera bien, y él no podía hacer nada. Le dolía a los dos.
Pero más le dolía el verla y no sentir nada, que aquella estúpida parte de ser lobo no la involucrara a ella, a Bella, a la persona que quería por sobre lo demás. Le dolía el observarla, tendido y largo, y no sentir cables que le ataran a ella, que el sol no pasase a segundo plano y que la gravedad, su gravedad, no le atrajera hacia ella y sólo ella.
Él quería ser la excepción a la regla sólo con ella.
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