Hola! Bueno aquí vengo con mi segundo universo alterno, espero que les guste, de ustedes depende si merece la pena seguirlo o no.

A por cierto creo que esto se seria un LanxEdxWin(?) si quieren saber como acaba esto...pues lean! Bueno eso es todo, espero les guste. Bueno eso es todo, espero les guste.

Diclaimer: Fullmetal Alchemist no es mío. Es de mi Vaquita adorada.

Sobre Ruedas.

1. Introducción

—¡Oye! ¡Más despacio!—exclamaba con un rostro lleno de pavor una joven azabache cabellera despeinados ligeramente por el viento; sus ojos negros muy profundos haciendo contraste con su test blanca.

—¡A callar mensa, tienes que disfrutar de la vida!—le animaba un joven de cabellos y orbes dorados de estatura ligeramente baja comparada con otros chicos de su edad. Este traía una gran sonrisa marcada en el rostro mientras iba a cierta velocidad que incomodaba a su amiga.

—Ya, enserio detente. Me da vértigo. —sugirió la azabache tapándose los ojos con una de sus manos.

—Vale, Lan Fan, pero tú te lo pierdes.

Entonces bajo la velocidad y guió a la joven azabache que estaba sentada en la silla de ruedas en la cual solo se podía movilizar, se aproximo a uno de los jardines del parque que estaba con algunos girasoles.

—¿Mejor?

—Gracias Ed. —la joven tan solo fijo su mirar hacia los girasoles contemplándolos por algunos segundos, eran sus flores favoritas. El rubio la veía tan perdida en sus pensamientos, pero recordó algo que olvido indagarle.

—A cierto… ¿Mañana a que hora vamos al aeropuerto?

—Creo que a las diez de la mañana. Pídele permiso a tu mamá, no quiero tener que responsabilizarme por ti. —comento con ligero sarcasmo. Ed frunció el ceño haciendo un puchero.

—Claro que me deja, aparte tu hermano e Izumi estarán ocupados mañana, solo quedo yo a cargo. No se diga más.

—Como sea, pero tengo que ir a recibirla. Ha pasado tanto tiempo…

El rubio revolvió con cariño los cabellos azabache de su amiga, pero rápidamente tomo las manijas de la silla y la llevo nuevamente a una velocidad algo rápida pero prudente, aun así lograba enojar a la azabache.

Ya en la acera del Hogar Curtis, la esperaban su hermano mayor, Roy, un joven azabache igual que su hermana y de ojos obscuros y penetrantes, muy popular entre las jóvenes lugareñas. Y su tutora de ambos Izumi, una mujer que cuida de ellos desde aquel accidente.

—Aquí la tienen—dijo mientras intentaba subir la silla con dificultad ya que el escalón era alto. Roy fue a ayudarle cargándola y Edward llevo la silla—que era plegable— hasta la puerta entregándosela a Izumi.

—Gracias por sacarla enano, nos ayuda mucho. —le agradeció aguantándose la risa junto con su hermana mientras veían a Ed apretando sus puños con furia desmedida.

—¡Ya te dije que no me llames así!—Izumi también se aguantaba la risa.

—¿Cómo…? ¿Enano?—murmuro Lan Fan aguantándose la risa.

—Ya me las pagaran…—amenazo señalándolos con el índice pero luego suspiro y se acerco a la azabache para revolotear nuevamente sus cabellos como acostumbra—Bueno nos vemos mañana, ¡adiós!—se despidió en general.

—¡Cuídate enano!—dijo la sonriente Izumi.

—¡Mierda! ¡Ustedes no dejan de joder!—exploto el ambarino haciendo mas de una cara enfadada haciéndolos reír a los presentes.

Sin duda alguna, ellos sabían como hacerlo enfadar, pero ante todo le guardaban mucho cariño por ayudar desde años atrás a la joven minusválida. Se puede decir que en gran parte ella salió de su depresión gracias a él.

Ahora lo veía alejarse, le daba cierta melancolía, pero mañana seria un nuevo día, y además volverá su amiga de la infancia para verla y por lo que le conto a quedarse por algún tiempo. A pesar de todo no podía quejarse de la vida. Tenía un buen hermano, una gran mujer que tomo custodia de ellos al quedar huérfanos y un gran amigo incondicional y una amiga a la cual aprecia mucho. Nadie la dejaría sola en esta fase tan difícil en su vida que al parecer seria eterna…

Si bien hay días como estos en los que puedo sonreír milagrosamente… yo no quiero que estos días acaben por una mala decisión, sino me ahogare definitivamente en un mar de oscuridad y tristeza que consume mi debilitado corazón, una decisión mala como la de aquella vez…

**Flashback**

—¡Más rápido papi! —una entusiasta y pequeña niña de aproximadamente nueve años motivaba a su papa a ir a mayor velocidad en su auto de carrera.

—¡Ja ja ja! ¡Ahí vamos Lan!— vociferaba el jovial padre de la niña.

—Papa párale, vamos muy rápido y la autopista esta muy oscura…—comento algo enojado un niño de trece años

—¡Eres un miedoso!—se giro para sacándole la lengua, ella se sentaba en el asiento del co-piloto y su hermano en el trasero.

—Descuida a esta hora no pasan vehículos—expresó con seguridad el hombre para tranquilizarlo.

—Si, pero recuerda que no estamos en tus épocas de gloria. —musitó recriminatoriamente el azabache.

—Tranquilo Roy, ya mismo volvemos a casa. —giro la mirada encontrándose con la de su hijo, le sonrió y como respuesta su hijo asintió con una ligera sonrisa.

Giro el volante hasta doblar en "U" y poder seguir el camino contrario. Pero a su derecha de repente se prenden dos faros potentes que enceguecen al conductor y… Acto seguido fueron embestidos por lo que se supo un camión de carga.

Ese día perdió a su padre, su hermano se fracturo el brazo y ella perdió sensibilidad en sus piernas…

**Flashback end**

—Papá… cuanto lo lamento…—murmuró débilmente abrazando su oso panda de felpa mientras la luz de la luna llena que atravesaba el vidrio de la ventana de su alcoba, podía dejar ver algunos ríos de lagrimas cayendo copiosamente por su pálido rostro.

Espero les guste, háganme saber su opinión a ver si la continuo o no. Saludos y prometo actualizar prontito mi otra historia ^^ Muchos Cariños. Su alquimista estatal(?)Yimel Elric.