Capitulo 1
Bajo la lluvia
Sentía como poco a poco la lluvia dejaba de caer sobre su pálido cuerpo y la fría brisa que la rodeaba. Cansada, se levanto para mirar a su alrededor encontrándose en un pequeño parque cercano a su antiguo hogar.
-¿Por qué estoy aquí? – se preguntó confundida; en su estado no era buena idea estar en un lugar así de noche y mucho menos bajo la lluvia.
-adiós… Yui… - Esas palabras llegaron a su mente sin previo aviso haciéndola recordar todo lo sucedido –Alexander… - susurro al momento que las lagrimas escapaban de sus ojos, no podía, ni quería creer lo que había pasado, un grito desgarrador salió de su boca al sentirse completamente impotente, deseaba que todo se tratara de un mal sueño del cual pronto despertaría, pero sabia que no era así, ahora estaba sola, sola con el hijo que aun llevaba en su vientre.
17 años después…
El día se encontraba oscurecido debido a las espesas nubes que desde hacia tres días se habían reunido sobre la pequeña ciudad. Una chica de cabellos negros y mirada carmesí miró el reloj sobre el pizarrón, el cual señalaba lo tarde que era, pero cierta persona aun no llegaba.
-idiota…- dijo sin mas mientras fijaba su vista fuera del salón de clases, viendo a alguien entrar a toda velocidad a la escuela. –Ya era hora – dijo esbozando una sonrisa.
- ¡Scarlet!- una voz muy familiar la llamo de muy cerca sacándola de sus pensamientos, levanto la vista encontrándose con su maestra quien la miraba molesta.
-señorita Misaki ¿ocurre algo? - pregunto sínicamente
Un marcado tic nervioso apareció en el rostro de la profesora, Scarlet era la peor alumna con la que se había topado, desinteresada, rebelde, perezosa y agresiva eran las palabras que la describían perfectamente, estaba a punto de gritarle a la joven cuando se dio cuenta del lugar vacio a su lado.
-¿en donde está tu amiga? –dijo señalando el asiento
-ya viene – respondió la pelinegra, en ese momento una chica entró al salón completamente empapada. –Bu… buenos días señorita Misaki – dijo nerviosa
-¡otra vez tarde Jun! – gritó la profesora, Jun intento dar explicaciones pero la maestra se lo impidió con sus reclamos y la sacó del salón. Molesta, Jun salió cerrando la puerta con fuerza, aunque aceptaba su culpa sentía que era injusto el no dejarla dar razones. Suspiró recargándose en la pared, sacudió un poco sus largos y grises cabellos, mientras acomodo un poco su flequillo, el cual cubría su ojo izquierdo. Miró su reloj y se sentó al lado de la puerta en donde quedo dormida.
Las clases pasaron rápidamente, muchos de los alumnos se retiraron a un pequeño café no muy lejos de ahí dejando la escuela aparentemente sola.
En el café se disfrutaba de un agradable ambiente, la bella decoración sumado a el aroma a te y café que inundaba el lugar lo hacían muy acogedor además que sus deliciosos postres y las hermosas meseras llamaban aun mas la atención de los clientes.
- ¡delicioso! – Casi grito Scarlet después de acabar con su café de un solo sorbo– ¡tráenos otra ronda!–
- ¿sabes? que suenas como una ebria– dijo un joven sentado al lado se Scarlet mientras miraba pasar a las meseras, cosa que no pasó desapercibido para la pelinegra.
- ¡cállate enano!- le ordeno golpeándolo
- chicos por favor hoy no peleen – pidió un joven albino de ojos verdes que se acercaba a la mesa llevando consigo el pedido de Scarlet.
- Lo sentimos Kyoshiro – dijo Jun –pero ya sabes como son ellos dos –
-jeje si, no vive uno sin el otro – rio Kyoshiro
-¡eso no es verdad! – dijeron al unisolo ambos jóvenes completamente abochornados
Jun y Kyoshiro rieron al ver a sus amigos de esa manera, a decir verdad no era cosa rara verlos discutir y tampoco hacerlos caer en esa clase de situaciones vergonzosas, situaciones en las cuales sus verdaderos sentimientos afloraban.
-¡suficiente! – Dijo Scarlet poniéndose de pie – prepara las cosas para llevar Kyoshiro, ¡nos vamos!-
- como ordene Jefa – respondió el albino riendo. Kyoshiro era amigo de la infancia del trió además era el dueño del café el cual había ganado una popularidad increíble desde el primer día que abrió sus puertas, y no era de esperarse pues todo en el menú era muy bueno, por esa razón Jun y compañía acudían al lugar todos los días - aquí tienen, les puse algunos panecillos extras, cortesía de la casa – dijo Kyoshiro dándoles un pequeño paquete de comida a cada uno.
-muchas gracias Kyoshiro, pero no era necesario – dijo el joven que momentos antes había estado sentado al lado de Scarlet.
- jeje no digas esas cosas Yuta~ o te los cobrare – contesto Kyoshiro sonriente
- ¿eh? Ah… no, gracias – dijo Yuta
- Así me gusta…– una sonrisa macabra apareció en el rostro del albino pero pronto fue reemplazada por una más cálida y amistosa. Los tres jóvenes tomaron sus cosas y salieron del lugar.
A pesar de no ser tan tarde afuera ya había oscurecido y la lluvia se hacia presente de nuevo volviendo el ambiente un poco frio. Corrieron tan rápido como pudieron a sus casas que de hecho no estaban muy cerca de ahí.
Jun llegó a su hogar el cual era un pequeño departamento en donde vivía únicamente con su madre.
-¡estoy en casa!- casi grito, pero nadie respondió- Supongo que aun no a llegado, así que tendré que hacer la cena de nuevo – dijo sin muchos ánimos mientras caminaba a su habitación sin ver una pequeña nota que había sido dejada para ella.
Mientras tanto en la escuela un pequeño grupo de personas se había reunido momentos antes en la espera de alguien, sin embargo este ya comenzaba a impacientarse, o por lo menos uno de sus miembros lo hacia.
- ¡¿Dónde se supone que esta?! ¡Debió llegar hace horas! – dijo un hombre alto sentado a la orilla de la azotea.
- no debe tardar, ella nunca falta, mientras tanto, ¿por que no disfrutas del paisaje Patrick? – Le respondió una chica de largos cabellos azules mirando la ciudad desde lo alto – es una lastima que este nublado, me hubiera encantado ver las estrellas… ¿Cuánto tiempo a pasado desde la ultima vez que las vimos? –
- Es imposible saberlo – dijo otro joven acercándose a ella – pero las veremos muy pronto, te lo prometo Aeryn -
- y es por eso que estamos aquí – todos miraron en dirección a la fuente de la misteriosa voz, una pequeña y hermosa niña rubia salió entre las sombras acompañada de dos sujetos cubiertos con capas negras. –Lamento tanto la tardanza tenia cosas más importantes que hacer – dijo sínicamente
- ¡¿Cómo?! – replico indignada Aeryn
La chiquilla sonrió y miró al cielo – ¿no seria maravilloso ver las estrellas una vez mas justo como ahora? –
- ¡¿me estas ignorando?! ¿Además de que estrellas hablas? ¡Esta nublado!– Aeryn estaba furiosa, era la clase de persona que siempre había obtenido la atención de los demás fácilmente por esa razón el ser ignorada era su peor castigo.
- señorita Susan por favor recuerde a que hemos venido – indico uno de los encapuchados a la chica que aun seguía ignorando las quejas de Aeryn.
- ¡ah! Tienes razón – miró seriamente a los tres individuos – ¿hicieron lo que les pedí? -
- así es, todo está preparado – respondió Patrick
- bien ahora esto es lo que tienen que hacer… -
Jun caminaba de regreso a su hogar llevando los ingredientes para la cena que había salido a comprar, miró a su alrededor donde todo era calma y… lluvia…
- aahh… espero que Yui aun no haya llegado a casa, debe estar hambrienta – dijo viendo las gotas que caían por la orilla de su paraguas. De pronto un escalofrió recorrió su cuerpo, rápidamente miró alrededor, tenia la sensación que alguien la observaba desde hace tiempo pero se encontraba completamente sola. – será mejor que me de prisa – expreso algo nerviosa.
Comenzó a caminar mas rápido pero un mal presentimiento la invadía gradualmente. De repente escuchó el sonido de muchos cristales al romperse y este se iba acercando hasta que finalmente llegó a ella. Los cristales volaron por todas partes, Jun se cubrió con su paraguas tratando de no salir herida.
- ¿q... que fue eso? – se levantó lentamente dirigiéndose hacia el lugar del cual suponía había comenzado. Al llegar miró a dos personas, una de ellas era un compañero de clases pero a la otra no podía reconocerla - ¿Yukio-san? – dijo acercándose.
- ¿Fuyukawa? ¿Qué haces aquí? – preguntó el muchacho
- fui a comprar la cena pero pasó algo extraño… -
En ese momento la chica que se encontraba con Yukio se percató de lo que pasaba y repentinamente la atacó a Jun, cosa que apenas fue capaz de esquivar cayendo al piso.
- ¡Aeryn! ¡¿Qué sucede contigo?! – preguntó asustado Yukio
- debemos eliminarla… - respondió Aeryn seriamente – esta chica está ocasionando que nuestro plan se venga abajo –
- ¿Qué estas diciendo? ¿Cómo es eso posible? –
- no lo se, ni tampoco porque lo hace ¡pero esta anulando mis poderes! – Aeryn se abalanzó contra Jun pero un certero golpe en el estomago la detuvo.
- ¡Scarlet! – dijo Jun sorprendida
- Jun ¿estas bien? ¿No te lastimaron? – dijo Scarlet ayudando a Jun a levantarse -
-¡ten cuidado!- grito Jun pues en ese momento Aeryn atacó a la pelinegra y aunque dándole un golpe que la dejó en el suelo.
-oh vaya parece que tu vas a ser mas difícil- dijo Scarlet adolorida. Se puso de pie nuevamente, no era la clase de persona que se rendía fácilmente, además que desde niña se había involucrado en muchas peleas, y gracias a eso poseía experiencia y fuerza.
Ahora ambas se lanzaron al ataque dejando de lado a sus compañeros, golpes y patadas llegaban por cualquier lugar, Scarlet lograba esquivar algunos y darle a su oponente pero no contaba con el hecho de que esta estuviera armada.
-¡ah!- la peliazul había logrado herirla con una pequeña daga, y aunque no era nada grave supuso que era mejor tener cuidado pues al parecer no dudarían en matarla si era necesario.
Jun veía seriamente como Scarlet intentaba esquivar el filo de la daga lo mejor posible, pero inesperadamente unos sujetos aparecieron de la nada hecho que tomó por sorpresa a la pelinegra pero no fue capaz de hacer nada al respecto, sin darse cuenta como sucedió, una espada se había clavado en su hombro
- creí que las ordenes habían sido no involucrar a mas personas de las necesarias, Aeryn – dijo el joven que anteriormente se encontraba con ella arrojando a Scarlet.
- lo siento pero ellas fueron quienes se involucraron, además, esta mocosa anuló mis poderes, y no se como así que supuse que era mejor eliminarla – Aeryn se aproximó con la intención de matar a Jun quien ya se encontraba al lado de su amiga.
-bye bye~ -dijo finalmente la peliazul a punto de atacar pero súbitamente una bala atravesó su cabeza.
El cuerpo sin vida cayó y al instante la sangre comenzó a expandirse, no hubo palabras, ni expresión alguna, solo un abrumador silencio que fue interrumpido por la aparición de el asesino.
