Bien: Primer fic largo que es MIO! Es el primer capítulo así que espero les guste! ¡Disfruten!
Disclaimer: Stephenie Meyer creó la saga, Yo creé esta trama y mi amiga Gianella me ayuda a completarla y a darle lógica a mis locuras. :D ¡Gracias!
Capítulo 1: Desconocido.
En medio de un aeropuerto no era el lugar adecuado para perderte en tus pensamientos, pero no podía evitar hacerlo cuando estaba a unos minutos de volver a un lugar que tanto ansiaba. No podía evitar hacerlo cuando ese lugar albergaba tantos buenos recuerdos. No podía evitarlo en este momento así que, discúlpenme, pero me pondré a recordar en este momento, muchas gracias.
Recuerdo que la última vez que había visto a mi padre, él y mi madre se encontraban en pleno proceso de divorciarse cuando yo tenía apenas 10 años, y según ellos no tenía ni idea de lo que sucedía.
Por lo que Reneé, mi madre, decidió que sería una mejor idea irse de Forks y que me llevara con ella. Amo a mi madre, de verdad que lo hago, pero realmente esa es la única cosa por la que le haya reclamado alguna vez… Tengo recuerdos de la infancia tan grata que tuve ahí, yo amaba Forks... nadie podía negar eso, no siquiera mi propia madre. Siempre tuvo presente lo que pensaba de mi lugar natal pero no hizo nada al respecto.
Recuerdo que salía al jardín en los días lluviosos, me quedaba parada abajo del aguacero, o saltaba en los charcos. Pero eso, por supuesto, eso me daba enfermedades y castigos muy a menudo pero valía la pena porque recordaba claramente que no había mejor sensación que sentir el agua cayendo por mi piel. Toda mi infancia la viví en un lugar frio, verde y lleno de humedad. Me costó muchísimo acostumbrarme a vivir en Arizona porque era todo lo contrario a lo único que alguna vez había conocido, era seco, caluroso (hacia tanto calor que me resultaba sofocante), no había vegetación, parecía un desierto en comparación... le encontraba tantos defectos a ese lugar que en serio tenía que admitir que nunca me gusto vivir ahí en realidad. Podía fingir, y a veces me creían ya que por decir tanto una mentira, termina pareciendo la verdad, pero quienes me conocían bien sabían perfectamente lo que pensaba de ese lugar.
Y por eso ahora me encontraba aquí, a las siete de la mañana en el aeropuerto de Arizona, esperando un vuelo que me llevaría a Seattle, que se encontraba a un par de horas de Forks. Finalmente había logrado convencer a mi madre de que me dejara venir, con la ayuda de su nuevo esposo Phil. El truco era que iba a vivir con Charlie hasta que, según las palabras de Reneé, 'me cansara de vivir en un lugar que llamaba a gritos a la claustrofobia'. Realmente no creo que eso sea posible, pero tuve que aceptar esas condiciones para poder viajar sola.
Me saqué de mis ensoñaciones cuando escuche que faltaban unos minutos para mi vuelo. Estaba tan nerviosa y emocionada a lo que me esperaba, ya tenía tantas ansias de lo que haría, ¿cómo estaría Charlie? ¿Qué había sido de su vida? ¿Él también me habría extrañado tanto como yo? ¿Extrañaría mucho a su hija? ¿O no lo hacía en lo absoluto?, tantas preguntas en mi cabeza que cuando iba caminado, no me fijé por dónde iba y cuando me di cuenta, me encontré frente a frente a alguien. No tuve los reflejos necesarios para alejarme y terminé estrellándome contra él, tirándome en el proceso.
Escuché que gruñó y al instante me puse roja como un tomate, pensando que, con mi suerte, probablemente lo lastimé terriblemente. "Oh, lo siento, en serio no presté atención… lo siento, ¿está bien? Yo… no… no estaba…" tartamudeé.
"No importa, tú eres la que está en el piso en medio de un aeropuerto, ¿estás bien?" preguntó una suave voz. Alce la vista para encontrarme con un hombre que me miraba preocupado mientras me extendía su mano para ayudarme a levantarme.
Tomé su mano y mientras me ponía de pie, me fijé en su aspecto: lo primero que noté fueron sus ojos. Eran verdes, cercanos al color de las esmeraldas, completamente hermosos. Lo siguiente que noté fue su cabello, era de un tono broncíneo, algo largo y completamente despeinado… absolutamente atractivo. Al tomar en cuenta toda su apariencia, casi me lo como con los ojos. Ese hombre era completamente apuesto de la cabeza a los pies. No era flacucho, pero tampoco era musculoso en exceso, parecía tener lo necesario nada más. Vestía unos pantalones negros y una camisa azul con las mangas arremangadas hasta los codos. Era la viva imagen de la belleza, la despreocupación y la alegría.
Me le quedé viendo por unos segundos más hasta que habló, "Lamento mucho eso, no me estaba fijando por donde iba" admitió algo apenado.
Pero no había sido su culpa completamente entonces. "Honestamente, yo tampoco estaba mucha atención que digamos, así que estamos a mano, ¿te parece?"
"Perfecto. Déjame recompensártelo, te llevaré a tu avión" dijo con una sonrisa torcida. "¿A dónde vas?" me preguntó.
"Uh… um, tomaré el vuelo a Seattle" dije en voz baja.
Su sonrisa se ensanchó aún más y soltó una ligera risa. "¿Estás de broma? Yo también iba a ese avión, vamos, te acompañaré." Con eso comenzamos a caminar hacia las puertas donde iba a salir el vuelo. En el camino, sacó su celular y le llamó a alguien. "¿Hola?... ¡Emmett!... no, no sigo allá. Me encontré con alguien y… claro que no, apenas… de hecho no lo sé… ¿Pero qué tonterías dices?... como sea, te veré allá… después de todo ni siquiera íbamos juntos… no, no es una excusa… en serio eres un idiota… esas son excusas, olvídalo" suspiró pesadamente y yo contuve una carcajada que amenazaba con salir. No sabía quién era ese Emmett, pero era claro que lo sacaba de sus casillas y eso era divertido de ver. "Bien, dime qué quieres… eso no… creo que prefiero eso… espera, ¡no!" puso su mano en el teléfono y volteó a verme, entrecerró sus ojos al ver la expresión de burla que probablemente mostraba. "¿Te importaría hablar con mi hermano? No me dejará en paz hasta que lo hagas, es eso o dejar que sea su esclavo por el próximo mes. Créeme, si hago eso, en una semana estaré muerto. Por favor" me suplicó con urgencia.
"Bien, ya que lo has pedido tan amablemente" dije con sarcasmo mientras soltaba una risita. Me pasó el teléfono mientras susurraba 'Gracias' y yo ponía los ojos en blanco. Llevé el teléfono a mi oreja y escuché que alguien estaba contando.
"¡Cuaaaatroo! ¡Cincoooo!..."
"¡Seeeeiiisss!" grité junto con él.
"¿Pero qué…? ¡Hola!" me saludó alegremente.
Reí un poco. "Um… hola, Emmett."
"¿Sabes mi nombre? ¡Lo sabía! ¡Sabía que el infeliz estaba mintiendo!" dijo convencido. "¿Cuál es tu nombre, pequeña?" me preguntó.
"Em… me llamo Bella, mucho gusto… ¿a que te referías con que 'el infeliz' te mintió?" El desconocido a mi lado, me miró ansiosamente, como disculpándose con la mirada, pero también me miró con confusión en los ojos.
"Muy bien, respóndeme esto, ¿eres la novia de Edward?" preguntó en una falsa voz seria.
"¿Qué? ¿Quién es Edward?" pregunté confundida. Escuché un carraspeo a mi lado y vi que el guapo desconocido se apuntaba a sí mismo. Él era Edward. El dichoso Emmett me acababa de preguntar si era la novia de Edward. Maldición. Sentí que me ruborizaba a todo color.
"Pues como ya sabrás, queridísima Bella, Edward es el infeliz que está a tu lado en estos momentos."
Carraspeé para poder hablar bien. "De acuerdo… ¿sabes, Emmett? Eso sonó un poco acosador" acusé.
Escuché su resonante risa del otro lado de la línea, "Me agradas, y eso que aún no te conozco. Pero no has respondido la pregunta en cuestión. ¿Eres la novia de mi querido hermano Eddy?"
Solté una carcajada. "¿Eddy? ¿Qué clase de sobrenombre es ese? Es horrible" dije fingiendo sentirme ofendida por él. "Y no, no soy su novia." Pero cómo me gustaría serlo.
"¿En serio ese tipo me estaba diciendo la verdad?" preguntó Emmett incrédulo.
Yo asentí, pero luego me di cuenta de mi estupidez, por lo que contesté, "Sí, pero ¿qué te dijo?" no pude evitar preguntarlo, llena de curiosidad.
"Verás, Bells, ¿puedo decirte Bells verdad?"
"Claro. No importa, hazlo," dije.
"Bueno, Bells. Edward ahí a tu lado, probablemente muriéndose de ansiedad en este mismo instante, es mi hermano. Íbamos a viajar a nuestro lugar natal durante estas hermosas vacaciones de verano y nuestro vuelo a Seattle está saliendo en unos minutos, así que íbamos a reunirnos, pero entonces EDDY" hizo énfasis en ese sobrenombre. "me llama, diciéndome que no llega porqué se encontró con alguien, quien en ese momento creí que era su novia, ya sabes, humor de hermanos. Entonces, después de molestarlo un poco sobre eso y el hecho de que ni siquiera sabe tu nombre, le recordé que nuestra madre le daría una buena paliza si no nos íbamos juntos" me reí al imaginarme a una madre, la madre de Edward, dándole una paliza. Una imagen muy curiosa. "Por lo que lo he chantajeado, pero no le digas nada. Era que me dejara hablar contigo O que fuera mi esclavo por un mes. Él y yo sabemos perfectamente que probablemente no sobreviviría los primeros 7 días."
"Sí, él lo mencionó hace un momento. Son tan parecidos" bromeé. Escuché su risa de nuevo. "Pero si se iban a ir juntos, ¿no deberías estar aquí?"
"Pon el altavoz, esto será divertido" dijo con un tono emocionado de anticipación.
"Muy bien, espera." Cubrí el teléfono y miré a Edward. "Quiere que ponga el altavoz." Él me miró divertido.
"¿Aún no te ha sacado de tus casillas?" me preguntó.
"En lo absoluto" dije sinceramente.
"Entonces, hazlo." Y así lo hice. Puse el altavoz y hablé.
"Listo, Emmett ya estás en altavoz" le informé.
"Muy bien, Bella. Ahora me agradas aún más" escuché un leve gruñido a mi lado. Emmett se rió. "¡Uh! Nuestro pequeño Eddy está algo molesto, ¿verdad?"
"¿De qué rayos hablas, Emmett? Mejor sigue hablando" dijo Edward apresuradamente. Lo volteé a ver y alcancé a ver que sus mejillas estaban algo sonrojadas.
"Probablemente estarás sonrojado en este momento, hermanito. Pero bueno. Bella, repíteme tu última pregunta."
"Um…" recordé. "¿No deberías estar aquí si se iban a ir juntos?"
Edward me miró incrédulo y luego asesinó al teléfono con la mirada. "¡Maldito seas, Emmett! Ni siquiera estás aquí, ¿verdad?"
"Nop" respondió Emmett juguetonamente. Luego se soltó a reír, y después yo me le uní, divertida por la expresión de Edward. Emmett había tenido razón, fue divertido. Cuando la risa terminó, su voz se puso seria. "Por lo que necesito que me hagas un favor, hermano."
"¿Ahora qué necesitas si…?" Edward pareció saber lo que quería su hermano. "¡Ni lo pienses, Emmett! ¡Yo quiero llegar a casa hoy! ¡No lo haré!" quise reír otra vez, pero la curiosidad me ganó y le pregunté cerca de su oreja para que Emmett no lo escuchara.
"¿Qué quiere?" susurré.
"Bella" dijo Emmett desde el teléfono. Demonios, me había escuchado. "¿Podrías convencer a mi hermano de que le mienta a nuestra madre?"
"¿Por qué?" pregunté, frunciendo el ceño.
"Porque si regresamos separados, en serio, Bella, nos dará una paliza" dijo lleno de temor. Era en serio. "No podré llegar al avión a tiempo porque tuve… unas complicaciones."
"Claro" bufó Edward. Yo le sonreí.
"Claro, Emmett. Lo convenceré, y luego haré que te avise cuando lo haya hecho. No te preocupes" dije muy confiada. Edward me miró boquiabierto pero yo simplemente le sonreí aún más.
"¡Gracias, Bella! Te debo una. Hermano, en serio, deberías de aprender de personas como ella" lo regañó. Edward puso los ojos en blanco. "Bueno, espero verte algún día, Bells. Nos veremos mañana, hermano. ¡Adiós!" y con eso, terminó la llamada.
¿En serio acababa de suceder eso? Choco con un desconocido que casualmente tomará el mismo vuelo que yo, me acompaña y termino hablando y haciendo bromas con su hermano. Extraño en realidad.
"¿Bella?" me llamó Edward. Volteé a verlo, confundida. "No es por interrumpir tus pensamientos, pero, si queremos alcanzar el vuelo, gracias a mi tonto hermano ahora tenemos que correr."
Miré mi reloj. Faltaban 10 minutos. "¡Maldición! ¡Vamos!"
Edward y yo corrimos a través de todo el aeropuerto. Bueno, más bien, Edward corrió y me arrastró a mí de la mano. Yo me tropezaba con todo lo que encontraba, pero aún con eso, logramos llegar al vuelo justo a tiempo. Yo subí primero al avión y vi que Edward me seguía; llegué a mi asiento y me sonrió.
"Llámalo cosa del destino o no, pero creo que mi asiento está junto al tuyo."
¿Era en serio? Genial. "Oh," fue lo único que dije. Me levanté de mi asiento para dejar que pasara pero él negó con la cabeza mientras comenzaba a levantarme.
"Tú siéntate en el asiento de la ventanilla. Habrá una buena vista durante el vuelo." Le hice caso y me recorrí a ese lugar. Él se sentó a mi lado y se giró hacia mí. "Ahora, Bella, ¿me harías el favor de explicarme por qué le dijiste a Emmett que me convencerías de esperar un día por él?"
"Porque lo haré" dije simplemente.
"Inténtalo" me retó.
"Bueno, por un lado, tu hermano lo dijo, les darán una paliza a AMBOS si no llegan juntos" a esto, frunció el ceño, así que continué para lograr mi cometido. "Aparte, es lealtad de hermanos, no puedes defraudarlo y no creo que un día haga mucha diferencia a nadie. Puedes decir que el vuelo se canceló, o que ambos se atrasaron y tomarán otro vuelo." Parecía estar pensando. "Y para terminar, si lo haces, Emmett me deberá una, y usaré esa deuda a tu favor para vengarte cuando te haga algo más" dije eso último solemnemente.
"Hhmm… bueno" pensó Edward en voz alta. "Si me niego, y veo a la familia que he extrañado hoy, me darán una paliza y Emmett no te deberá una, pero lo bueno sería que también le darían una paliza a él. Eso es algo reconfortante."
"Pero no mejor que…" comencé a decir.
Edward levantó un dedo para silenciarme. "Espera" dijo. "PERO, si acepto esperar, me salvaré de la golpiza, puede que compre algo en Seattle, y podré vengarme con el favor que Emmett te deberá, tal como prometiste" razonó. "Entonces…" silenció sus razonamientos en ese momento pero después de unos segundos de mirarlo, mostró una enorme sonrisa. "Está bien, lo haré," concluyó.
"¿En serio? ¡Excelente! Ahora tú podrás…"
"Espera" me interrumpió de nuevo. "Tengo una condición, y tiene que ver contigo," me miró fijamente.
"Dime," dije tranquilamente.
"Retrasa tu viaje conmigo."
Lo miré con los ojos abiertos como platos. "¿Qué? Estás bromeando, ¿verdad?" dije incrédula.
"Sólo si le ves la gracia" contestó él.
"Pero… Edward, no puedo. Tengo que ir con mi padre y… no lo he visto en mucho tiempo."
"Yo tampoco he visto a mis padres en mucho tiempo, los extraño demasiado, así que en ese caso tu irás con tu padre y yo iré con los míos este mismo día."
"¡Eso es chantaje!"
"Nunca dije que la condición sería simple. Puedes negarte, ya lo sabes" dijo mientras me sonreía.
Oh, por Dios, ¿en qué me he metido?
En ese momento ya habíamos despegado y ya podía usar mi celular. Con un profundo suspiro, lo saqué de mi bolsillo y llamé a mi padre. Él contestó al tercer timbrazo.
"¿Bella?"
"Charlie, hola" lo saludé.
"¿Cómo estás? ¿Qué sucede?" me preguntó.
En serio, debo de estar loca para decir esto. "Estoy bien, gracias, tengo un inconveniente" mentí.
"¿Qué inconveniente?" preguntó con un pequeño borde de ansiedad en la voz. ¿De verdad estoy a punto de hacer esto?
Miré a brevemente a Edward y tenía una expresión esperanzada. Ah, al parecer sí. "Mi vuelo se canceló. Llegaré hasta mañana."
Bien... ¿qué tal? Espero que me dejen un review para saber lo que piensan ¿Les gusta? ¿La odian? (es posible así que díganlo siendo brutalmente honestos... como el Dr. House... y yo XD) Quiero saber si a alguien le gustó y a cualquier persona que agregue mi historia a sus favoritos, alertas o dejen un review... ¡El siguiente capítulo irá para ustedes!
GRACIAS! SE LES QUIERE. ACTUALIZARÉ EN CUANTO TENGA RESPUESTAS :D
