La caída de las hojas del cerezo, el caminaba tranquilo sin nada más en su mente que el basquetbol. Se inscribió en el equipo de su nueva escuela dispuesto a cumplir su sueño… convertirse en el mejor basquetbolista de todo el país.
Era un chico bastante alto y de cabellos rojizos con una mirada que intimidaría a cualquiera; sus compañeros de clase huyeron de el al verlo caminar hasta su asiento pareciendo fastidiado de mal humor, algunos otros se preguntaron si ese extraño chico se había equivocado de salón pues parecía todo menos un estudiante de primero.
El chico suspiro mirando hacia la ventana, pensando en cuando podría jugar algún partido en su nuevo equipo; incluso ni cuenta se dio cuenta en que momento había llegado el profesor, en que momento había comenzado a hablar y mucho menos en que momento le había ordenado presentarse. Fue hasta el momento en el que el hombre se paró frente a él con una expresión molesta en su rostro.
-Joven… es la última vez que lo repito podría presentarse-. Ordeno el profesor
"Que fastidio…" es fue lo que pensó el chico mientras se levantaba de su asiento, todos los demás lo miraban incluso algunos murmuraban cosas sobre el
-Kagami Taiga-. Dijo el chico y después volvió a sentarse
-Joven, no es todo lo que tiene que decir díganos de que escuela proviene y alguna cosa que le guste-. Dijo el profesor
El chico de nuevo suspiro con fastidio, de nuevo se levantó de su asiento esta vez con una cara de pocos amigos mirando a todos los que los miraban murmurando
-Estudie en América y me gusta el básquet-. Dijo y después miro al profesor.- ¿Con eso basta?
-Si tome asiento-. Ordeno el profesor
Después de aquella presentación que el consideró vergonzosa. Las clases comenzaron y el chico no puso la más mínima atención; eso… hasta que detrás de él pudo escuchar un leve suspiro, se sintió incomodo por aquello, cuando el llego no había nadie detrás de él, no vio a nadie llegar, en términos simples… el asiento estaba totalmente vacío
"¿Un fantasma?" se preguntó el
Fue en ese momento que la campana sonó significando la libertad y la hora de presentarse al lugar en donde él quería estar… El equipo de baloncesto
Apenas llego comenzaron las presentaciones; tanto de sus compañeros de grados superiores como los que estaban en primer año junto con él y sobre todo el de la joven entrenadora. Cosas que a él desesperaban, pues él todo lo que quería era jugar
-Falta alguien…-. Dijo la entrenadora llamando la atención de todos.-Recibí una solicitud de una chica para apoyarme con el equipo, ella viene de Teiko pero no la veo… ¿Kuroko-chan?
Escuchar el nombre de aquella escuela llena de prodigios del básquet fue más que suficiente para que todos voltearan a todos lados buscando una chica; todos excepto uno que no tenía idea de quién o de que hablaban
Aun así, la chica que todos buscaban nunca apareció. Decidieron dejarlo para el dio siguiente, siendo el primer día casi todo fueron más indicaciones que entrenamiento en el equipo. Con eso el primer día del chico había terminado, un poco cansado pues lo poco que pudo entrenar resulto bastante duro incluso se sintió cansado de imaginar lo que sería un entrenamiento completo.
Suspiro con fastidio mientras caminaba por las ya oscuras calles, hasta que la felicidad apareció disfrazada de un local donde vendían hamburguesas, "Maji Burger" ese era el nombre del lugar al que el inmediatamente entro.
Compro un poco de comida, solo 10 hamburguesas por que llegaría a cenar a su casa; entonces diviso una mesa vacía donde inmediatamente se sentó listo para comer alegremente
-Emm… perdón pero yo estaba aquí-. Dijo una voz
El chico salto hacia atrás sorprendido, frente a él estaba sentada una persona; una chica, parecía de baja estatura con una blanca piel y un corto cabello celeste, con unos ojos del mismo color que mantenía una mirada inexpresiva y sobre todo usando el mismo uniforme de su escuela
Parecía una muñeca tan pequeña y frágil que podría romperse en cualquier momento
Fue inevitable para el chico sonrojarse mientras su corazón aun latía con rapidez debido al susto
-N…no te había visto-. Dijo el, se maldijo por sentirse nervioso frente a la chica.-Creo que yo llegue primero
-No, de hecho estoy segura de que llegue primero-. Contesto la chica.-Te vi sentarte aquí mientras yo tomaba mi batido
No lo creía, definitivamente hubiera notado a esa chica tan linda sentada ahí, pero no, cuando él se sentó no había nadie ahí
-¿Estas segura?-. Pregunto el aun sin creerlo
-Si yo siempre vengo aquí y me siento en la misma mesa Kagami-kun-. Contesto la chica
"¿Sabe mi nombre?, ¿aparece y desaparece?, ¡esta chica es un fantasma!, ¡va a hacerme alguna maldición!" pensaba el chico sorprendido. Parpadeo varias veces recuperando la cordura mientras la chica bebía tranquilamente de su batido
-¿Cómo sabes mi nombre?-. Pregunto el
-Estaba sentada detrás de ti en clases-. Contesto la chica
"Está mintiendo no había nadie sentado detrás de mí" pensó el chico
-Mi nombre es Kuroko Tetsuna-. Dijo la chica
Ese fue el momento en el chico creyó en todo lo que la chica le había dicho, después de todo hace apenas un rato todos preguntaba por ella.
-Todos te buscaban hace un rato…-. Dijo el chico ya con más tranquilidad
-¿A mí?-. Pregunto ella ladeando la cabeza
Aquello hizo que el chico se sintiera nervioso en menos de un segundo, miro a otro lado evitando que la chica lo descubriera y le arrojo una hamburguesa dándole a entender que le estaba invitando de su comida
-Si a ti-. Contesto.-Dijeron algo de que eras de Teiko y que apoyarías en el equipo
El rostro de la chica pareció iluminarse levemente, sus labios se curvearon formando una sonrisa casi invisible en su rostro, aun así el chico el noto pensando que aquella chica era realmente adorable
-Estaré en el equipo de básquet-. Dijo ilusionada.-Mañana me disculpare por no haber estado
Parecía más que la chica hablaba consigo misma, su rostro parecía serio pero irradiaba felicidad o eso pensó el chico al verla.
-¿Te gusta el básquet?-. Pregunto el
-Si-. Contesto ella.-Pero en la escuela no hay equipo de chicas, aun así me hace feliz participar en algo
-¿Y por qué no fuiste hoy?-. Pregunto el chico
-Por qué recibí una llamada y me tomo más tiempo del que creí-. Contesto ella
El chico pudo ver como la alegría poco notoria había desaparecido en ella, ¿tristeza?, no sabía decirlo pues su rostro casi no cambiaba. Aun así se sintió culpable en algún lugar de si
-¿Qué tal si jugamos un partido tu y yo?-. Pregunto el tratando de animarla
-Seria…
No pudo terminar de hablar, el teléfono de la chica sonó interrumpiendo su conversación. Ella miro el teléfono un par de segundos y después miro al chico
-Lo siento Kagami-kun pero me tengo que ir-. Dijo la chica
El asintió y la chica salió del lugar, pensó que estaba mal dejarla ir sola, pensó que era bastante pequeña, pensó que se veía bastante linda
Y se cuestionó… ¿Por qué pensaba tanto en una chica que acababa de conocer si hace apenas un rato creía que era un fantasma?
Llego a su departamento olvidando cenar y se recostó en su cama olvidando por primera vez el básquet un momento de su vida
-Kuroko Tetsuna… que chica tan rara-. Suspiro
En otro lado, la pequeña chica camina mientras su teléfono seguía sonando, suspiro al ser la tercera llamada perdida y aspiro tomando valor para contestar
-¿Hola?, ¿kuroko-chan?-. Pregunto la voz al otro lado pareciendo preocupada, la chica suspiro aliviada al escuchar aquella voz
-Hola Kise-. Contesto la chica
