Feliz SaruMi Day ;_; asdfasd

[K] es propiedad de GoRA.

Hoy es el siete de Julio y son las siete de mañana en el séptimo día de la semana ¡Domingo hermoso! perfecto para descansar como bien Dios lo hizo al crear la Tierra.

-Misa~ki- tu voz entorna esa seis letras de manera tan única que pareciesen ser siete, tus ojos azules buscan aquellos avellana que al instante pecan de rabiosos, juzgándote por pronunciar aquel nombre tabú con la melodía de las siete notas musicales.

-Imbécil- las siete letras de ese insulto se dejaron oír en un gruñido bajo.

Te aproximaste y él no retrocedió -como si fuese algo natural y esperado- pegaste tu frente a la suya, él se impulsó ligeramente hacía adelante usando siete dedos para aferrarse a tus hombros, enredando sus piernas entre las tuyas, no fueron ni más de siete pasos dibujando un heptágono los que les tomó para llegar al lecho que en sólo siete segundos ya estaba soportando el peso de ambos. La ligera brusquedad de la caída hizo que las blancas sabanas se levantaran como un fantasma, volviendo a bajar quedando arrugadas al tocar la cama, dibujando un sin fin de olas, como en los siete mares.

Siete años habían pasado.

Y su camino los llevó a experimentar los siete colores del arco iris, desde los más cálidos hasta los más fríos. Donde las siete virtudes y los siete pecados se fueron entremezclando unos con otros gracias a las experiencias agradables y desagradables que les tocó a su 'pequeño mundo' vivir y soportar para terminar de forjar a las personas que son ahora.

Lo tienes bajo tu cuerpo y él sólo se dedica a observarte fastidiado, tú sonríes divertido ante la situación ¿curioso no? la verdad no, siempre fueron así, sea la circunstancia que sea. Este perro dispuesto a morder al estúpido gato que gusta de dejar en el limbo una de sus siete vidas en cada encuentro.

Como si fuesen diseñados juntos, por instinto sus cuerpos se acomodaron de acuerdo a esa ergonomía que los compone, dibuja y encaja, una de tus manos fue donde sus siete vértebras cervicales se encuentran mientras que el tacto de 'pecho contra el pecho' lograba que el movimiento rítmico que ese musculo de siete capaz que era el corazón se sintiera como si lo tuvieran cada quien en la mano.

Y es hermoso y natural, como las siete maravillas del mundo, es algo enorme y único.

Es estar vivo.

En silencio con su mirada te está reclamando tu lentitud ¡deja de estar divagando en toda la matemática de la situación! ¡Hombre! y así fue, así pasó, moviste la cabeza ligeramente y tus labios le dieron caza a aquellos que ya te esperaban, hundiéndolos en las sensaciones más placenteras que los sentidos pueden detectar: la vista se apaga, el gusto se activa por el agridulce sabor del café en tu paladar y el pastel de crema y fresa en su boca, el tacto frío de tus dedos en la tibieza de su piel, la agudeza de su audición para detectar cada miserable palabra reconocible ahogada en la profundidad de sus gargantas, el olfato embriagado por la fragancia de sus pieles...

El movimiento intuitivo y la clarividencia de cada paso calculado, lo conoces, te conoce, no hay secretos en este beso a los siete sentidos.

Te separaste milímetros, acariciando sus labios con los tuyo con apetito cuando aquellas siete letras comprometedoras salieron en un profundo suspiro de placer y ese fue su turno de callarte, de cazarte, de besarte, de tomarte.

El siete es un número especial, es un número que está en sus vidas, uno nació en el séptimo mes, el otro en el séptimo día, siete años les tomo llegar a la relación que tenían ahora y ¿Sabes qué?

El siete es un número primo, lo que significa que se 'tiene a si mismo y a otro' después a nadie más.

Se tienen mutuamente, no necesitan a nadie más para que sus sumas, su cifras siga subiendo más y más, para que la matemática de sus sentimientos siga extendiéndose por la infinidad de los números.

Gracias por leer

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