Cuenta la leyenda, que cuando el mundo está en peligro aparecen "los caballeros", que son hombres poderosísimos y súper sexies, que están dispuestos a TODO para obedecer y complacer los caprichos de Athena, diosa de la guerra; cuando los caballeros se enfrentan cuerpo a cuerpo, se desencadenan las batallas más apasionadas y, en ocasiones, también las más sangrientas. Según la leyenda, estos hombres son capaces de desgarrar el viento y las ropas con un sólo revés de su mano, y con sus pies pueden crear boquetes hasta las puertas del infierno.
Athena vuelve cada doscientos años a liderar estas batallas. Y por alguna razón siempre vuelve en el cuerpo de una mocosa caprichosa y arrogante que se cree la dueña del destino de los demás.
- ¡KANON! -me interrumpe la voz en mi cabeza, creo que es Saga, como sea, les estaba explicando que en esta ocasión, Athena decidió poner a prueba las "habilidades" de sus caballeros en la llamada:
"GUERRA DE LAS GALAXIAS"
-Bienvenidos a esta primera emisión de la "Guerra de las Galaxias" -decía la voz del presentador de la transmisión por televisión-, en esta ocasión veremos al caballero león entregándose sobre el ring en cuerpo y alma al caballero unicornio.
"Quien diría que esto sería mejor que la lucha en lodo del Playboy Chanel", pensaba Saori Kido, mientras veía a león apoderándose del unicornio.
-Así me gusta caballito, puedes decirme vaquero -rugía el león, mientras embestía al unicornio.
-¡Vamos unicornio, queremos verte tomar control! -clamaba el público.
-¡Oh, qué bien me siento!, el dolor me está agotando -se retorcía el unicornio ante los ojos del león.
-Veamos si te gusta esto -exclamó el león pellizcando el glande de un unicornio que clamó que la "batalla" terminara.
-¡Eso sí que no, a mí me respetas! -gritó el unicornio desprendiéndose del león, y una vez que lo aventajó tomó el cuerno de su casco y lo introdujo violentamente en el cuerpo de su "oponente", quien sólo pudo llorar y caer sobre el cuadrilátero, que por capricho de la zorra esa era octagonal.
-¡El vencedor es: unicornio! -declaró aquella voz.
-¡Qué bien, seguro esta noche hemos alcanzado un rating impresionante!, no puedo esperar a ver las ganancias en la cuenta bancaria -declaró la inteligente Saori desde su humilde trono-; Seiya, a ver a qué hora vienes a presentarte, le he prometido a todos que te verían en el ring.
.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.- .-.-.-.-.-. Hablemos del pasado ahora...
-¡Vamos Casio, pártele su madre al maricón de Seiya! -gritaba Shaina, instruyendo a su discípulo.
-Sí, Shaina -respondió Casio con lásgrimas en los ojos, no podía creer que su maestra hubiera querido ir a verlo.
-¡Atención guerreros!, nos estamos disputando la armadura de pegaso, y entre los miles de combatientes, sólo quedan ustedes dos -dijo mi hermano Saga, que por alguna razón que aún desconozco, se había pintado el cabello de café; probablemente ese era el color que usaba Shion los últimos días, recordemos que para este entonces nadie sabía que mi hermano había usurpado el lugar del Patriarca.
-Te voy a hacer pedazos -dijo Casio, tomando a Seiya por la cintura y presionándolo con fuerza.
-¡Ah, mamá! -gimió Seiya.
-¡Seiya, carajo, no me hagas quedar mal!, dale en la madre, o te daré yo misma.
-Sí Marin.
-¡Te arrancaré una oreja, jajajaja! -dijo Casio apuntando al cráneo del mocoso inútil.
-¡Mira! -dijo Seiya logrando distraer a Casio, para después arrancarle la oreja de una mordida.
-¡Ahh, mi oreja! -se quejó Casio.
-Estúpido Casio, ¡mátalo ya! -ordenó Shaina-; deja de llorar, marica, y encárgate de ese enano.
-Seiya, recuerda los trucos que te enseñé -gritó Marin, buscando orientar a Seiya.
Así, Seiya recordó aquellos trucos y derrotó a Casio, humillándolo por completo, y ganándose el odio de su maestra Shaina, quien por necia sería humillada por Seiya esa misma noche, al buscar robarle la armadura, Shaina no lo sabía entonces, pero Marin y Seiya solían disfrutar carrujos durante los entrenamientos, y con motivo de la celebración esa noche estaban particularmente pasados, y la marihuana tenía efectos fuertes sobre Seiya, haciéndolo misteriosamente fuerte.
-La próxima vez te voy a partir la madre -amenazó Shaina a Seiya, tras perder la máscara que les pusimos a las mujeres para que no nos comieran el mandado.
Seiya regresó triunfal a la mansión Kido, sin imaginar que se estaba llevando a cabo la "Guerra de las Galaxias".
-Seiya está aquí -dijo Tatsumi torciendo los ojos.
-¡Carajo!, ¿qué no entiendes que no debes interrumpirme, mientras hablo con mi abuelo? -respondió a gritos Saori.
-Perdón, señorita.
-Tendremos ganancias increíbles, abuelo, estoy segura de que estarías orgulloso por mi buena cabeza para los negocios; ahora sí, llévame con Seiya.
El hombre calvo, que por aquella época no tenía ojos (le salieron después), guió a Saori hasta el recibidor.
-Seiya, ya era hora -exclamó contenta la pelilila.
-¿Dónde está tu abuelo? -preguntó con agresividad el valiente caballero pegaso.
-No puedes verlo -respondió la mocosa.
-Pues no vine a verte a tí, tu abuelo me prometió que cuando hubiera recibido suficientes golpes me dejaría ver a Seika.
-Pues qué lástima, porque no sé ni dónde está; y a mi abuelo lo vendimos por partes como reliquia hace cinco años.
-¿Cómo?
-Pero me alegra que hayas vuelto a tiempo para la "Guerra de las Galaxias".
-¿La estabas viendo?
-¿Qué?
-La película de George Lucas -aclaró Seiya.
Saori arqueó una ceja y respondió: -Nos hemos fusilado el nombre de la película, qa mi abuelo le encantaban Luke Skywalker y Chewbaka. Pero no estoy hablando de la película, estoy hablando del torneo más violento, sangriento y sensual que se transmite por Playgirl Chanel.
-¿Qué? -cuestionó Seiya.
-Así es Seiya, estoy ansioso por probarte -interrumpió Jabu.
-Pues no pienso participar en ningún pinche torneíto de cuarta.
-Pero no has oído el premio mayor, quien gane tendrá el privilegio de ganar la armadura dorada, lo cual significa que vivirá en el santuario y se codeará día a día con los dorados.
Seiya lo pensó un momento, la oferta era tentadora, pero no le quedaba claro, qué ganaría él con todo eso.
-Pues no quiero, ¡a la chingada con eso! -dijo alejándose del recibidor.
-¡Espera Seiya! -dijo Saori-, te propongo un trato; si tú ganas te ayudaré a encontrar a tu hermana.
Seiya se marchó fingiendo ignorar aquello y buscó apoyo en su amiga de la infancia, confidente y compañera Miho.
-Pero Seiya, creo que deberías participar, ya sé que no parece bonito, pero los que participan parecen gozarlo demasiado, y además Seika podría verte en la tele.
-Eso es cierto -dijo Seiya reflexionando las palabras de Miho-, podría hacerme famoso -le brillaron los ojos.
Así, Seiya se entregó a las órdenes de Saori, para tener una vida de exigencia y arduo trabajo para complacer los caprichos de Saori.
Ahora les contaré el primer encuentro de Seiya...
En el "cuadrilátero" se encontraba el caballero oso, que había pasado una temporada perdido en el bosque aprendiendo a convivir como oso, comía como oso, bebía como oso, dormía como oso, mataba como oso, rugía como oso, cogía como oso y además, olía como oso.
-Hoy, Seiya el caballero pegaso se encontrará con el caballero oso en una prueba de resistencia, quien resulte vencedor pasará a la siguiente etapa, no hay que descuidar que el caballero oso es todo un oso -decía la voz del presentador.
-Oye, caballito, ¿me dejas montarme, en tu lomo? -dijo el caballero oso.
-Me parece que los osos son muy gordos para un caballo como yo, así es que te dejaré probar un poco de mi herradura -declaró Seiya haciéndose el valiente.
El oso no pudo soportarlo, se enfureció y decidió ir tras Seiya tomándolo por el cuello, le dio la vuelta y con su garra de oso, desgarró las vestiduras del pegaso.
-A mí nadie me habla así -dijo apretando la cintura del pegaso, para después invadirlo con su miembro de oso.
-Ay ay, qué dolor -dijo Seiya liberando algunas lágrimas que salpicaron el rostro de Jabu.
-Jeje, eso te ganas por pendejo -gritó Jabu.
-¿Te está gustando? -preguntó el oso, golpeando fuerte en el interior del pegaso.
-Yo... oh...
-Ni siquiera puedes hablar, de lo bien que la estás pasando.
El caballero oso tomó el miembro de Seiya con ambas manos y comenzó a estrujarlo para, según él, castigar al pegaso, lo que no sabía era que a Seiya le gustaba así, Seiya sintió la excitación en su cuerpo y cerró los ojos imaginándose sumergido en un charco de chocolate con gomitas y millones de barbies sentadas a su alrededor. Aquella escena lo excitó hasta el límite y encendió su cosmos olvidando por completo que aún tenía el miembro del oso en su interior, se dejó venir estallando en alaridos de placer y entonces se escucharon los gritos del oso.
-¡Ahhh, bastardo!, me castraste -decía el oso ensangrentado, arrodillado con ambas manos en la entrepierna.
Pero Seiya seguía en su mundo, seguía excitado danzando alrededor del "cuadrilátero".
-¡El vencedor es: Pegaso! -anunció la voz.
-Debemos tener cuidado con él -dijo la hidra.
-Su cosmo es poderoso -dijo el dragón.
-Lo desgarró de un tirón... -expresó un Jabu confundido, que no sabía si eso le asustaba o le excitaba.
-El oso tenía la batalla perdida desde que lo embistió, los pegasos son muy estrechos -explicó un andrómeda que se sabía sabio en estos menesteres.
Jajajajajaja, así comienza esta historia, ¡Saga, sácame de aquí!, o seguiré escribiendo "la verdadera historia".
