(Aclaración): Los pensamientos que están entre comillas, son los propios y los que están en letra cursiva son los pensamientos ajenos.
La broma:
-Vamos, Edward, será divertido- dijo Alice saltando a mi alrededor.
-Sí, Eddy, será divertido- imitó Emmett con voz femenina.
-No- dije cruzándome de brazos.
Habían pasado toda la noche intentando convencerme de hacerle una broma a Bella. Pero no cualquier broma. No. ¡Querían que le dijera que la había engañado! Y lo peor de todo es que ni siquiera tenían una buena excusa para hacerla. Simplemente estaban aburridos y la persona más inocente con la que jugar era mi Bella.
-Edward, no seas así. Solo será un pequeño sustito- Alice hizo su famoso puchero.
-No- entrecerré los ojos mirándola.
-Bueno…- puso una sonrisa perversa y ella y Emmett se miraron.
-Si no quieres colaborar…
-Tendrás que despedirte de…
-¿De qué?- le preguntó Emmett confundido. Rodé los ojos.
-De la colección de música- le recordó Alice.
-Ah, sí, eso. La colección de música- repitió.
-¿¡Qué!?- jadeé.
-No puedes escaparte. Lo he visto- dijo Alice golpeando con el dedo su sien.
-No es cierto- bufé.
-Sí lo es. Pero te lo he estado escondiendo- en ese momento vi en su mente como toda mi colección de música ardía-. Y eso no es todo…- dijo con una risita, y otra visión apareció. En esta era el piano el que salía perjudicado.
-¡No!- rugí.
-Bueno… si no quieres que le pase nada al piano y a la música…
-Tendrás que colaborar- acabó Emmett.
Fruncí el ceño sin saber qué hacer.
-Vamos, Edward, no puedes negarte- tarareó. Cuando empecé a negarme a sus exigencias. Además, sé tu pequeño secretito. Sé que hace unos días, mientras Bella dormía rompiste su atrapa sueños. Ese que le regaló Jacob por su cumpleaños; y lo escondiste para que no se enterara- mis ojos se abrieron como platos. Ella había ocultado saber eso. Seguramente había tenido la visión y no había dicho nada para poder usarlo en mi contra. Como estaba haciendo ahora-. Adoras tu piano, y la música; la mayoría es inédita. Sabes que no volverás a encontrar la mayoría de tus discos…
-Está bien- apreté el puente de mi nariz con mis dedos.
-¡Genial!- aplaudió Alice-. Sabía que dirías que sí.
-¿¡Cómo voy a decir que no si me estáis amenazando!?- grité.
-Vamos, hermanito, no te pongas así- dijo Emmett pasando su brazo por encima de mis hombros. Le miré mal y aparté su brazo con enfado.
-¡Claro que me pongo así!- gruñí-. No solo queréis reíros a cosa de Bella. Si no que queréis hacerlo haciéndola daño- los miré mal-. Se supone que la queréis.
-Y lo hacemos- añadió Emmett rápidamente.
-Pero eso no quita que no podamos hacerle una pequeña broma- sonrió Alice.
-No os entiendo- negué desesperado.
-No importa. Venga, vamos a casa de Bella- dijo Alice saltando.
-¿Los tres?- levanté una ceja en su dirección.
-Sí, pero solo tú entraras. Nosotros nos quedaremos escondidos en un árbol dirigiéndote si te quedas sin ideas.
-Necesitarás de nuestras perversas mentes- dijo Emmett con una risa escalofriante.
Suspiré abatido y los tres salimos corriendo a través del bosque.
No me hacía ni pizca de gracia todo esto, pero tampoco quería que Bella se enterara de ese pequeño accidente. Había sido un error de cálculo. Solo quería observarlo, Bella se colocó un poco encima de mí sorprendiéndome y sin querer apliqué un poco más de fuerza en el atrapa sueños. El objeto se había hecho polvo entre mis dedos… La única excusa que encontré para decirle cuando no lo vio al despertar fue que yo tampoco lo había visto desde hacía un tiempo; y sorprendentemente me había creído. Al día siguiente, después de volver de la caza le había hecho otro igual para reemplazarlo sin que ella lo supiera. Y bueno, tampoco quería perder mis cosas. Eran objetos muy importantes para mí. Cosas irremplazables… Así que no me quedaba más opción que aceptar hacer esta locura. Solo me quedaba esperar y rezar porque Bella no sufriera… demasiado.
Diez minutos después nos encontrábamos encima de un árbol detrás de la casa de mi novia.
Charlie estaba trabajando, así que estaríamos solos.
-Llegó la hora- Alice sonrió.
-Que empiece la función- Emmett se frotó las manos emocionado.
-Os odio- dije entre dientes. Salté del árbol para correr hacia la parte de delante, asegurándome de que nadie me viera, y escalé hasta la ventana de Bella.
Antes de entrar la vi de espaldas a mí guardando ropa en la cómoda, mientras escuchaba música desde sus cascos y tarareaba.
"Lo siento, Bella" dije en mi mente y entré.
La observé con atención. Parecía tan relajada… y yo iba a venir a perturbar su tranquilidad.
Deja de ser un gallina y hazlo dijo Emmett en mi mente. Gruñí y el corazón de Bella se disparó girándose rápidamente.
-¡Edward!- jadeó cuando me vio parado delante de la ventana-. Me has asustado. ¿Habíamos quedado?- preguntó preocupada.
-Siento haberte asustado- dije en voz baja acercándome a ella-. Vine porque… tengo algo importante que contarte- dije serio.
-¿Qué pasa?- preguntó frunciendo el ceño. Se quitó los cascos y cerró el cajón de la cómoda.
-Ven, será mejor que te sientes- la cogí de la mano y nos llevé al borde de la cama. Cuando nos sentamos no solté su manos, si no que comencé a jugar con sus dedos. Su mano era tan pequeña al lado de la mía. Era suave y cálida.
-Edward, ¿qué ocurre? No tienes buena cara, y no me has saludado- apartó un mechón de mi pelo que caía sobre uno de mis ojos. Cerré los ojos ante la sensación de su mano acariciar mi cabello.
-Lo siento- susurré y me acerqué a sus cálidos labios. Al momento que nuestras bocas se conectaron ambos gemimos suavemente. Besar a Bella era un gran placer. Su boca era cálida y húmeda. Jamás me cansaría de besarla. No quería llevar las cosas demasiado lejos. No, sabiendo lo que tenía que hacer ahora, así que no me dejé llevar demasiado, y controlé el beso lo más inocente que pude, aunque Bella no ayudaba teniendo sus manos acariciando mi nuca e intentando meterse en mi boca a toda costa. Era como si intentara introducirse toda ella y la devorara.
Edward, deja de jugar y sigue con el plan dijo Alice y eso terminó por espabilarme.
Lentamente me alejé de Bella. Abrí los ojos y noté sus mejillas más rojas que como habían estado cuando llegué. Se mordió el labio inferior y me miró a través de sus pestañas.
-¿Y qué querías contarme?- preguntó-. ¿No serán los Vulturis?- su corazón, que había empezado a latir con normalidad después del beso, volvió a latir rápidamente.
Tranquilízala, eso no es parte del plan dijo Alice.
-No, no- dije rápidamente-, ellos no tienen nada que ver- fruncí el ceño-. Esto es algo entre nosotros.
-Ah- suspiró tranquila-. Entonces ¿qué ocurre?
-Bueno…- la miré torturado-, ¿recuerdas cuando me fui de caza hace un par de días?
-Sí…
Dile que nos cruzamos con tres vampiras y una llamó tu atención dijo Alice.
-Ese día nos cruzamos con tres vampiras en el bosque y…- Bella me dio una mirada para que continuara. Cogí aire y continué- hubo una que… llamó mi atención- cuando dije eso la cara de Bella cambió totalmente. Parecía asustada y su pulso empezó a aumentar de velocidad.
-¿Dé que forma?- su voz salió temblorosa.
Dile que había una rubia, alta, con unas piernas increíbles y unas tetas enormes que casi se salían de su camiseta... dijo Emmett. Fruncí el ceño.
Morena. Bella sabe que no le gustan las rubias le dijo a Emmett. Que nunca te había pasado, pero que ella te atrajo. Te hechizó me dijo Alice.
-No sé. Nunca me había pasado, hasta que te conocí. Pero ella me atrapó de una forma más... intensa.
Descríbela dijo Emmett emocionado.
-Edward…- Bella tragó saliva.
-Era preciosa: alta, morena, con unas piernas larguísimas, unos ojos rojos increíbles y un pecho generoso.
Aguafiestas. Me dijo Emmett. Él esperaba que la describiera como me había dicho.
-¿Por qué me dices esto?- la voz de Bella temblaba. Su mirada era de tortura total.
-Porque…
Sigue presionó Alice.
-Estuvimos hablando un rato, y me pareció una chica muy interesante.
-Edward, por favor. No sigas. ¿No ves que me haces daño?- dijo con un nudo en la garganta. El mismo que se me formó a mí en el mismo momento en el que empecé todo este circo-. ¿Cómo te sentirías si te contara que he conocido un chico increíble, que me tiene totalmente atrapada?
No pude evitar gruñir al imaginarme la situación. El mismo odio que sentía al leer los pensamientos de Jacob sobre Bella, me inundó.
-Te entiendo, pero no te lo he dicho todo.
-¿Están viviendo con vosotros?
-No- negué con la cabeza y tragué en seco-. Después de hablar me fui a cazar solo. Iba corriendo y me choqué contra ella. No la oí llegar. Caímos al suelo dando varias vueltas quedando sobre ella y...
-Oh, Dios- Bella se frotó la frente. Para este momento su corazón parecía que quería escapar de su pecho.
Ahora dijeron Emmett y Alice a la vez.
-La besé- su corazón se saltó un latido.
-No- Bella me miró con los ojos totalmente abiertos-. No, no- negó con la cabeza-. No me lo puedo creer- dijo con voz temblorosa-. Edward, ¿por qué?
-Un impulso- me encogí de hombros fingiendo tranquilidad.
Bella cerró los ojos fuertemente respirando de manera acelerada, aunque intentaba controlarse.
-Vale- después de un par de minutos abrió los ojos y me miró.
-¿Vale?- pregunté confundido.
-Sí, vale. No pasa nada- dijo con voz tranquila aunque apagada.
¿¡Qué no pasa nada?! Definitivamente Bella no está bien de la cabeza dijo Emmett.
Jamás me hubiera imaginado que diría algo así. Dijo Alice sorprendida.
-¿No pasa nada?- pregunté sin esperarme su respuesta.
-Exacto. Quiero decir. Me duele, claro; pero Jacob y yo nos besamos cuando pasó todo lo de los neófitos y Victoria, y tú no me reclamaste nada. Así que sería bastante hipócrita si yo lo hiciera ahora.
Así no es divertido. No ha gritado, ni nada. Sube de nivel. Dile que te estrenaste dijo Emmett emocionado por su nueva idea.
-Bueno...- froté mi nuca incómodo-, es que la cosa no acaba ahí.
-¿Qué quieres decir?- tragó mirándome con nerviosismo.
-Pues que después del beso… una cosa llevó a la otra y…
-Por favor, no- susurró Bella tapándose la boca con la mano. Sus ojos empezaron a aguarse.
-Tuvimos sexo- la sangre huyó de su rostro.
-¡No!- jadeó y las lágrimas acumuladas empezaron a caer.
-Lo siento- agaché lo cabeza.
-¿Por qué, Edward? Yo te amo- lloró-. ¿Cómo?
¿En serio quiere que le cuente el cómo? peguntó Emmett realmente confundido. ¿Qué les enseñan a estos humanos ahora que ni siquiera saben algo tan básico como eso?
Tragué y fruncí el ceño.
-No creo que sea necesario explicar el procedimiento.
-Es que…- parpadeó varias veces y me miró- no puedo creer lo que me estás diciendo- soltó una carcajada histérica-. Eras tú el que dijo que se alegraba de que tuviéramos esto en común. El que insistía en esperar hasta que nos casáramos ¿y ahora me sales con esto? Yo…- negó varias veces con la cabeza- no te entiendo. Siento como si no te conociera.
-No le des más vueltas simplemente pasó. Tengo 110 años, y eso es mucho tiempo como para seguir siendo virgen- dije de manera cínica.
-Así que simplemente ese día saliste y decidiste dejar de ser virgen con la primera mujer que se te cruzara en el camino; excepto yo- me dio una sonrisa triste-. Claro que no iba a ser yo- bufó-. ¿Cómo alguien como tú querría acostarse con algo tan simple y soso como yo?
Me mordí la lengua por no llevarla la contraria. Ella no era nada sosa y simple. Era el ser más increíble y perfecto que había conocido.
Sigue, sigue me animó Alice.
-Soy un vampiro, pero también soy hombre con una buena vista- me encogí de hombros-. La carne es débil.
Bella se levantó de un salto con las lágrimas todavía corriendo por sus mejillas.
-Vete- declaró-. No quiero volver a verte- separó cada palabra-. No me llames, no vengas a mi habitación, y no me busques por nada del mundo.
Dile que la quieres y que solo fue un desliz. Que no volverá a pasar dijo Alice.
-Solo fue una vez. Te prometo que no pasará de nuevo. Yo te quiero- dije levantándome.
-No, Edward. Esto no te lo voy a perdonar en la vida- dijo con voz rota.
Eddy, dile que ella también puede acostarse con el chucho para que estéis en iguales condiciones dijo Emmett y gruñí.
-No me gruñas- dijo entrecerrando los ojos.
-Mira, si lo que te molesta es que me haya adelantado al acontecimiento, puedes ir a buscar al chucho y…
-¡Para, no sigas!- medio gritó sorprendida de mi petición-. Pero… ¿tú sabes lo que estás diciendo? ¿Te has vuelto loco?
-No- me encogí de hombros-, solo te lo digo para que no te quedes así. Por detrás en el tema para cuando nos casemos.
-¿¡Qué!?- sus ojos se abrieron como platos-. ¿De verdad piensas que después de lo que me has hecho me voy a casa contigo?
Sí dijo Alice.
-Sí- me encogí de hombros.
-Pues estás muy equivocado, Edward Anthony- dijo enfadada. Esto era malo. Nunca me había llamado por mis dos nombres-. Eres el ser más… despreciable y cínico que he conocido en mi vida. Nunca creí que me harías algo así. ¡Lárgate!- gritó y me empujó hacia la ventana, pero yo no me moví, así que empezó a pegar sus puños contra mi pecho mientras lloraba-. ¡Con todo lo que yo te quiero!, ¿y así me lo pagas? ¡No me lo merezco!- lloró mientras seguía pegándome en el pecho-. Siento que no te conozco. Me has defraudado tanto- obviamente no me hacía daño, pero estaba preocupado de que ella sí se lo hiciera, así que cogí sus muñecas para que parara-. Suéltame.
-Se acabó- dije en voz alta hacia mis hermanos
-Por supuesto que se acabó- dijo Bella llorando.
Buena actuación, Eddy, si no supiera que es mentira hasta yo mismo me lo hubiera tragado dijo Emmett antes de marcharse.
Consuela a Bella añadió Alice.
Bella se soltó de mi agarré de un tirón y dio un paso hacia atrás.
-Lárgate- lloró.
-No, espera, Bella- di un paso para acercarme, pero ella volvió a retroceder-, tengo que explicarte algo.
-¿¡Qué!?- soltó una risa histérica-. ¿Está embarazada, te vas a casar con ella? ¡¿Qué?!- gritó.
-Mira, sé que te vas a enfadar- froté mi nuca mirando el suelo-, pero…- cogí aire y lo expulsé de golpe- es todo mentira- dije rápidamente.
-¿Qué?- parecía en shock.
-Lo siento mucho, Bella. No sabes cuánto- volví a acercarme, y esta vez no se alejó. Probablemente estaba demasiado sorprendida como para hacerlo-. Yo…- tiré de mi pelo sin saber cómo explicárselo-. Mira. Yo no quería hacer esto, pero Alice y Emmett me chantajearon para que lo hiciera. Por favor, créeme- coloqué mis manos en sus mejillas húmedas y limpié sus lágrimas con mis dedos-. Bella, yo te amo. Te adoro. Jamás te haría algo así. Nunca.
-Yo…- su voz tembló-. No entiendo nada.
-Sé que es todo muy raro, pero déjame explicártelo todo. Por favor- supliqué mirándola a los ojos. No dijo nada, así que lo tomé como un sí-. Ven, siéntate. Estás muy pálida- dije preocupado. La cogí de la mano, que le temblaban y la llevé a la cama-¿Quieres agua?- le pregunté cuando estuvo sentada. Coloqué un mechón detrás de su oreja y asintió-. Enseguida vuelvo- susurré y salí hacia la cocina a velocidad vampírica. Ahora venía la parte más difícil. ¿Cómo le iba a explicar todo sin que quisiera descuartizarme?
Cuando llené el vaso de agua, subí las escaleras y de manera temerosa entré en la habitación. Caminé lentamente hasta Bella y se lo di. Con cuidado lo cogió y le dio pequeños sorbos.
-Creo que será mejor que te lo cuente todo desde el principio, aunque sé que te vas a enfadar cuando sepas algo que te he estado ocultando-. Su cabeza salió disparada en mi dirección.
-Habla- dijo de manera seria.
-Vale- cogí aire y empecé-. ¿Recuerdas cuando el otro día me preguntaste si había visto el atrapa sueños que te regaló… Jacob por tu cumpleaños y yo te dije que no lo había visto?
-Sí…- entrecerró los ojos.
-Bueno… Pues sí que lo había visto.
-¿Qué quieres decir?
-Yo… mira fue un accidente. Estabas durmiendo, lo cogí para observarlo y bueno… tú te moviste y te colocaste un poco encima de mí- se sonrojó-. No me lo esperaba, así que sin darme cuenta apliqué un poco más de fuerza en el atrapa sueños y… se hizo polvo.
-Pero…- giró su cara y miró el que yo había hecho.
-Al día siguiente, después de la caza lo estuve haciendo para que no te dieras cuenta. Por la noche cuando llegué ya estabas dormida, así que aproveché y lo puse sin que me vieras.
-Entonces me mentiste- no era una pregunta.
-Lo siento- agaché la cabeza-. Fue accidente. Lo prometo. No quería que pensaras que lo había roto a propósito por ser de Jacob y… no sabía cómo contártelo… Por eso hice un reemplazo, pero Alice sí que lo sabía y me amenazó hoy con contártelo si no te hacía esa broma, y quemar mis discos y el piano y… sabes que son cosas muy importantes para mí…
-¿Más que yo?- me cortó.
-No, Dios. Claro que no. Nada es más importante que tú- dije seriamente-. Cuando me dijeron lo del piano y la música me negué, aun sabiendo que hablaban en serio. Vi la visión donde los quemaban, pero luego sacó lo del atrapa sueños… y eso no sabía cómo contártelo. Si te enterabas quería que fuera por mí- tiré de mi pelo-. Todo se complicó y… maldición- gruñí- lo siento tanto. Por favor, perdóname. No quería hacerte sufrir así. Con cada mentira que te iba contando e iba viendo tu mirada, una parte de mí se iba rompiendo. El rato en el que te he tenido que estar contando toda esa historia ha sido uno de los peores de mi existencia- dejé caer la cabeza abatido.
-Me mentiste con algo referente a nuestra relación cuando me prometiste que no me volverías a hacer daño- una lágrima cayó por su mejilla.
-Lo siento tanto, Bella- susurré. No era capaz de mirarla a la cara-. Tendría que haberte contado lo del atrapa sueños antes. Pero no sabía cómo te lo ibas a tomar. Pensé que me odiarías por romper el regalo de tu amigo.
-Si me lo hubieras contado con las mismas palabras que me estás diciendo ahora no me hubiera enfadado. Fue un accidente. Pero esto…- negó- esto fue demasiado. No soy el juguete de tus hermanos para que hagáis conmigo lo que queráis. Que sea humana no significa que os podáis reír así de mis sentimientos. ¿Sabes acaso cómo me he sentido? No te imaginas todo el dolor que he ido sintiendo según ibas hablando- con cada palabra que daba un fuerte dolor en mi pecho se iba instalando. Esto había llegado demasiado lejos.
-Lo sé. Jamás me lo perdonaré.
-Mira- cogió aire- estoy muy enfadada contigo- le miré preocupado-, pero lo estoy aún más con Alice y Emmett por obligarte a hacer algo así- se levantó y caminó hacia la ventana dándome la espalda-. Creo que deberíamos darles una lección.
-¿A qué te refieres?- pregunté confundido.
-¿Están cerca?- me miró seriamente.
-No- negué con la cabeza-. Ellos estuvieron aquí todo el tiempo, pero cuando acabé se fueron.
-Bien- una pequeña sonrisa malvada cruzó su rostro-. Ellos se han divertido a nuestra costa, así que creo que estaría bien que nosotros nos divirtiéramos a costa suya.
-¿Cómo?
-¿Qué fue lo último que oyeron?
-Que me dejabas.
-Bueno…- meditó por unos segundos y volvió a sonreír- pues deberían seguir creyendo eso. Que te he dejado y no quiero volver a verte.
-¿Eso significa que no me dejas?- pregunté esperanzado.
-Exacto, pero no significa que estés perdonado- dijo seriamente.
Rápidamente me acerqué a ella y la abracé hundiendo mi nariz en su cuello.
-Te prometo que no volverá a pasar.
-Oh, claro que no, porque la próxima vez no te perdonaré- dijo seria.
-No habrá una próxima vez- me separé lo suficiente para que viera mis ojos-. Lo juro.
Hola! ¿Qué os a parecido? Esto será algo muy cortito. Este capítulo y otro más jejeje. Sé que es algo loco y sin mucho sentido, pero se me ocurrió de repente y pensé en escribirlo jajaja.
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Sorry por las faltas que encontréis.
Espero que os haya gustado y me dejéis muchos reviews.
Besitos =)
