Capitulo I: De la vida de este mocoso... tomaré la responsabilidad.

Tras tener la misma horrible pesadilla de siempre eren se despertaba de golpe con un gran suspiro, un suspiro ahogado como el que da alguien quien se ha mantenido sin respirar bajo el agua por mucho tiempo y al fin sale a flote, el miedo de aquella irreal pesadilla fue tal que lo hizo sentarse, su corazón latía agitado, intento calmar su respiración, tocó su frente y notó que estaba terriblemente sudoroso y además…tenía lágrimas en los ojos.

Eren: y esto?... estoy…llorando otra vez?...- se preguntaba a si mismo mientras tocaba sus ojos- otra vez…yo tuve esa extraña pesadilla.

Se dijo eren calmándose, era difícil para él, se sentó, intento tranquilizarse y giro su mirada hacía el reloj que le hacía entender que se había levantado más temprano de lo que debía pero aun así no se atrevía a dormir otra vez por miedo a retomar la pesadilla justo en el punto en el que se quedó.

-será mejor levantarme…-dijo eren.

Era muy complicado para el quien solo era un chico de quince años, por lo general cuando los chicos tienen pesadillas pueden ir corriendo a la habitación de sus padres para contarles lo sucedido y así ser reconfortados por los cálidos brazos de una madre, o por los consejos certeros de un padre pero eren no tenía nada de eso, un chico que vivía la mayor parte del tiempo soló debía aprender a confortarse y aliviarse solo, por ello siempre vivía con miedo y sus ojeras eran terrible.

Ese día eren se dio un ducha sin poder evitar pensar en su madre como cada día.

- mamá….. si al menos… no te hubieses enojado de esa manera conmigo antes de irte…- susurraba eren despacio mientras el agua de la ducha caía sobre su cabeza.

Cada día vivía con ese remordimiento, toda su vida eren fue un chico impulsivo, taimado y a veces hasta violento, cierto día de sus diez años eren había sido castigado por una maestra en la escuela, al parecer eren había golpeado a un muchacho por defender a otra persona dejándole seriamente lastimado, debido a esto su madre le regaño y eren se enfureció de veras, recordaba haberle dicho que le odiaba y salir corriendo a la casa de su amigo armin, Esa fue la última vez que la vio….

Lo próximo que recordaba era a la policía en su puerta y su padre diciéndole que no se acercara, aun así eren pudo escucharlo todo, al parecer la madre de eren había sido asesinada por unos delincuentes que intentaron quitarle el dinero de su bolso cuando ella se dirigía a hacer unas compras, fue la última vez que supo de ella, jamás se pudo disculpar, no la pudo salvar, nada le regresaría a su madre, ese día luego de llorar hasta que sus ojos se quedaron secos juro eliminar a todos los delincuentes y asesinos de este planeta…a todos y a cada uno así le costase la vida.

-no recuerdo con claridad cuando pero…. Luego de que tu te fueras para siempre…madre… es que empecé a tener estas horribles pesadillas, el solo pensar que no fui capaz de defenderte pero…por qué en mis sueños… es como si estuviésemos en otra época y tu…- pensaba eren mientras terminaba de alistarse para la escuela,sus pensamientos fueron interrumpidos por el timbre que sonaba, al parecer había divagado mucho en sus pensamientos y no se había percatado que ya era hora de irse, se dirigió a la puerta en donde le esperaba su amigo de toda la vida.

-vamos….eren…-le dijo un amable chico de rubios cabellos.

-si..-asintió el ojiverde.

Eren y armin vivían en casas continuas por lo que siempre se iban juntos a la escuela, en el camino solían encontrarse siempre con mikasa, una chica asiática quien era bastante alta y hábil en los deportes, ella pertenecía a todos los clubes deportivos de la escuela, sin duda llamaba la atención de todos los chicos además por su enorme belleza pero ella estaba interesada solo en una persona.

-eren….- llamó una chica de cabellos negros, una chica de fría mirada.

-hola…mikasa..-saludo desganado

-eren…otra vez estuviste llorando?...alguien te hizo daño?, dímelo…yo te protegeré…- decía la chica mientras ponía una mano sobre su mejilla la cual fue expulsada rápidamente por una suave palmada por parte de eren.

-basta….mikasa... no es como si tuvieses que protegerme de todo.- le reclamo si aceptar el cariño por parte de la muchacha.

- eren…- Susurró la chica encorvando sus cejas tristemente.

Mikasa notó que eren tenía unas grandes ojeras en su rostro y lo más probable era que no hubiese dormido nada, Mikasa se prometió hace mucho tiempo proteger a eren hasta el último día de su vida desde aquella vez, aquella vez en primaría cuando un chico la molestaba subiendo su falda, un chico por lo demás mucho mayor que ella, fue justo en ese momento que eren llego y golpeó a aquel muchacho dejándolo seriamente lastimado, ese día eren le ofreció a mikasa su bufanda para que se cubriese el cuello debido al frio, y también lo hizo por un gesto de solidaridad, para que se mantuviese tranquila, ese día ambos se conocieron y para la chica fue amor a primera vista, al día siguiente eren no asistió a clases, ni el siguiente, ni el siguiente…fue entonces que se enteró del fallecimiento de su madre, y de la pelea que tuvieron antes de que eso sucediera, mikasa por alguna razón se sintió responsable, si eren no la hubiese defendido, no hubiese sido regañado por su madre, ellos jamás hubiese peleado y entonces eren no se sentiría tan culpable como solía sentirse ahora, es por eso que ese día se prometió protegerle siempre, sin embargo eren no estaba muy interesado en mikasa.

-eren luego de clases quieres ir a algún lugar?- pregunto el chico de cabellos rubios con una sonrisa, solo quería animar un poco a su amigo.

-no… solo quiero volver a casa cuanto antes..- dijo desganado, el sueño acumulado que tenía no dejaba de pasarle la cuenta, las grandes bolsas bajo sus ojos hacía evidenciar al resto su falta de sueño.

-eren…deberías dormir algo...- dijo mikasa.

- si…- dijo somnoliento y sin prestar mucha atención mientras caminaba por inercia a la escuela.

Los tres chicos se dirigieron a clases, a su salón el 104 en donde se dispusieron a empezar la jornada.

Lejos de allí en un local nocturno pero bastante lujos por lo demás un extraño y sospechoso hombre se adentraba en el, era un hombre al parecer delgado y pequeño, llevaba unas gafas negras en forma de circulo y un abrigo opaco largo, al parecer no quería ser fácilmente detectado.

Aquel hombre se adentró hasta lo más profundo del local, entro entonces a una pequeña y lujosa oficina en donde le esperaba un maduro hombre rubio.

- Dime rápido de que se trata..- dijo seriamente aquel hombre delgado de cabello negro sentándose en la silla que estaba en frente al escritorio de Erwin.

-siempre tan serio …verdad rivaille?- le sonrió aquel hombre.

- tsk…no tengo tiempo para perderlo contigo…de que se trata?- reclamo algo molesto mientras se cruzaba de brazos.

-veras… tal vez recuerdes aquel favor que le debemos a cierto hombre… recuerdas aquella vez que te encontré?...

Levi se molestó de veras, la cara del hombre rubio estaba sonriente pero sin embargo levi estaba terriblemente molesto su cara era casi como si quisiera matar a Erwin por haber mencionado aquello.

-maldita sea, sabía que algún día me lo echarías en cara…de todos modos mi deuda está siendo pagada ¿no?…¿no trabajo para ti acaso?, entonces…como es así, no recuerdo deberle favores a nadie..

- puede que sea verdad pero aun así salve tu vida ¿no?- le recordó mirando con unos afilados ojos, cruzo sus manos frente a su boca, casi como si estuviese afirmando su mentón, era una pose que solía tomar para negociar-… tómalo como un favor rembolsable.

-maldito demonio rubio…. –decía desviando la mirada-Dime…que se supone que haga?...- pregunto molesto rivaille cursándose de brazos y piernas.

-Bueno…escucha bien….

Una horas antes de aquella negociación con rivaille, aquel fornido hombre rubio entraba a la consulta del doctor jaegar, no precisamente por que estuviese enfermo, sino más bien debían tratar un asunto formal.

- Doctor Jaegar!

- Comandante Erwin- se saludaban mientras estrechaban sus manos.

- solo dígame Erwin, mis días como comandante en el ejército han quedado muy atrás para mí.

- lo sé pero aun así la costumbre es difícil de eliminar.

En el pasado, cuando eren era apenas un bebe el doctor Jaegar se dedicó a atender a las tropas estacionarias del ejercito del país trabajando codo a codo con quien en ese entonces fuese el comandante Erwin.

- Dr Jaegar, es muy raro que un hombre como usted me contacte en justo en estos momentos, ha sucedido algo?

- si, verás…. Recordé que hace tiempo hicimos un trato de palabra luego de que yo hiciera….aquel favor especial para ti..

-se refiere…a la vez que salvó a ese muchacho..

- exactamente… esa vez estabas en apuros y te ayude desinteresadamente, esta vez, soy yo quien necesita un favor de tu parte, quizás sea más repentino y complicado de cumplir pero en verdad lo necesito.

- dígame….de que se trata.- pregunto Erwin poniéndose sumamente serio, se esperaba un favor sumamente complicado de realizar, algo como asesinar a alguien por el o cosas de ese estilo y sin embargo…

- se trata de mi hijo…eren… como sabrás soy un hombre muy ocupado, tanto que no tengo tiempo para cuidar de mi propio hijo, la verdad no me enorgullece decir este tipo de cosas pero así está la situación ahora….. Desde que su madre murió hace cinco años ha sido muy complicado cuidar de él, prácticamente vive solo y ahora está en una edad complicada por lo que no me parece bien que viva del todo solo y además….pretendo salir del país por un año completo.

- entonces…cuál es su petición…doctor jaegar…

-yo necesito…..- respiro profundamente- que tomes la custodia de mi hijo..- le dijo fríamente mirándole a los ojos.

Erwin se impresiono un poco, cuidar a un muchacho, debía de ser algo fácil pero Erwin también era un hombre por lo demás bastante ocupado, incluso hasta más que el mismo doctor, por lo que cumplir ese favor le parecía bastante complicado pero como era sabido de Erwin, el siempre lograba tomar la mejor decisión al final de todo, y justo entonces tuvo una buena idea.

- Jaegar sensei…como sabe soy un hombre ocupado…incluso hasta más que usted, aun así tengo muy clara mi deuda hacía usted, no puedo hacerme cargo de su hijo…

-ya veo..- dijo bastante serio.

- sin embargo…. Se me ocurre otra cosa…si no le molesta…y está de acuerdo, tengo la persona indicada para el trabajo…

Tras esa conversación Erwin llamo al hombre indicado para el trabajo de inmediato, es así como ahora levi y Erwin negociaban un trabajo extra para levi, un trabajo que por lo demás él se negaba a tomar.

- y por eso necesito que te hagas cargo de ese chico- le dijo Erwin con una sonrisa.

Rivaille no dijo nada pero su cara era más despiadada que la de costumbre, hacerse cargo de un mocoso no estaba para nada dentro de sus planes.

- qué se supone que soy exactamente?... una puta niñera?

- rivaille…es solo por un año.

- pero y el trabajo?... me parece poco ético de tu parte dejar que alguien como yo, con mis principios y con lo grosero que soy se haga cargo de un mocoso…no te parece.

- el muchacho no tiene por qué saber sobre tu trabajo si tu no se lo dices.

- me niego.

- Rivaille… es una orden

-tsk…-chasqueo la lengua frunciendo el ceño.

Erwin tenía la costumbre de darle órdenes a rivaille, nadie sabía por qué, dentro de la personalidad de rivaille iba contra todos sus principios obedecer a alguien que no fuera el mismo pero con Erwin era distinto, por alguna extraña razón siempre que Erwin pronunciaba esas malditas palabras "es una orden" era como si algo mágico se activara dentro de el y rápidamente hiciera a rivaille aceptar cualquier tipo de orden.

- tsk… no sé por qué siempre que dices esas malditas palabras es como si no me pudiera contener, de cierto modo esas palabras tuyas me provocan un extraño sentimiento de confianza… (de alguna manera tengo la sensación de haber repetido estas situaciones antes….hace mucho tiempo…en algún lugar…sin embargo….)…Esta bien Erwin….confiaré en tu decisión.

-entonces…mañana te presentarás con aquel chico..

Dijo Erwin mientras se acercaba hasta la puerta de la oficina para dejar atrás a rivaille, sin duda tenía muchos asuntos que atender.

- tsk…vaya mierda….oi Erwin!...y cómo se llama el mocoso ese?

- eh?...bueno…me parece…el hijo del doctor jaegar… su nombre es …Eren Jaegar.

- eh…- se quedó mudo, con los ojos abiertos de par en par.

Por alguna razón tras escuchar ese nombre el corazón de rivaille dio una punzada extraña, esta reacción involuntaria de su cuerpo llamo enormemente su atención… eren jaegar…eren jaegar… por qué el solo escuchar ese nombre le daba una especie de remordimiento y melancolía, eran cosas que se cuestionó rivaille en solo un segundo.

- ha sucedido algo?...es como si te hubiese dolido algo?.- dijo tras notar su extraña reacción.

- no es nada…- puso una mano en su pecho- simplemente debo estar fumando más de la cuenta.

-bien… ahora…ve a hacer aquel trabajo y mañana retira tus cosas de la casa en la que estas…

-si…lo entiendo..-dijo bajando la mirada para marcharse lentamente preguntándose a si mismo, qué demonios había sido aquella reacción que dio su cuerpo al escuchar aquel nombre, no le presto mayor importancia, pues, tenía un trabajo que hacer.

El día se había ido tan pronto como llegó, una nueva aurora se asomaba por la ventana y eren se despertaba otra vez sumamente alterado, aquella maldita pesadilla otra vez, se tocó la frente como cada mañana, no estaba sudado pero si muy agitado, se levantó entonces no sin antes observar el reloj, lo notó, otra vez era más temprano de lo usual.

- no puedo seguir viviendo así…- se dijo así mismo mientras se dirigía a la sala de estar a tomar un sorbo de leche desde la caja como hacía cada mañana, después de todo, vivía prácticamente solo.

Eren se dirigía en pijamas hasta la sala de estar ignorando por completo que en esta ocación no estaría del todo solo, su cabello estaba revuelto, sus ojos medio cerrados y su pijama bastante desarreglada sin duda se veía como un completo desastre.

-Eren!- llamo el doctor jaegar a su hijo.

-eh?...padre?- le llamo la atención la presencia de aquel hombre.

Reaccionó bastante sorprendido, su padre nunca se presentaba en la casa y la veces en que lo hacía era para buscar alguna cosa como un cambio de ropa para trabajar los turnos en el hospital, esas esporádicas visitas las realizaba además cuando eren estaba en horario de escuela, pero esta vez su padre estaba en casa antes de empezar el horario de escuela de eren lo cual era por lo demás bastante poco usual, por lo general el chico siempre estaba solo. Despertando al fin de su somnolencia pudo percatarse que no estaba tan solo como el pensaba, desvió su mirada a un lado y su sorpresa fue aún mayor tras divisar la silueta de un extraño hombre al lado de su padre, alguien le acompañaba, alguien que por lo demás jamás había visto.

- Eren puedes acercarte un momento?- le ordenó su padre.

Eren se dirigió en silencio y casi por inercia hasta la mesa del comedor en donde estuviesen sentados ambos hombres, fue acercándose poco a poco y al fin pudo divisarle completamente, era un hombre serio, con una cara algo inexpresiva, un hombre delgado y pequeño, eren le observaba mientras se sentaba lentamente al lado de su padre con cierta timidez, por alguna razón tras ver a ese hombre sintió una sensación de confortabilidad incontrolable como si de alguna manera su corazón se hubiese puesto irrazonablemente feliz, pero a la vez, también sintió miedo, mucho miedo de ser atacado por aquel hombre pero por qué?, porque sentía tantas cosas sobre una persona a la que no conocía, las sensaciones de eren eran confusas, aquel hombre se encontró con su mirada y le miró fijo.

-eren… como sabes debido a una oferta bastante conveniente tanto como para mis estudios como para mi trabajo, saldré del país por varios meses, quizás por un año entero y como has de saber, no puedo dejarte solo, por eso desde hoy en adelante este hombre será tu tutor, por favor se buen muchacho con él.- le explico su padre con total normalidad, como si el asunto no necesitase de mayores explicaciones, después de todo, el doctor Jaegar era un padre bastante poco apegado a su hijo.

-eh?.. Cómo, cómo qué te vas?, así de repente me lo dices y debo aceptarlo como si nada?- se levantó de la mesa reclamándole-. Y encima dejándome a cargo de un hombre al que no conozco?, yo no lo había visto en la vida cómo podría confiar en alguien así?- reclamaba bastante ofuscado.

-no te preocupes eren …el es buen amigo mío así que…

-es tan buen amigo tuyo que yo no lo había visto antes verdad?- le grito interrumpiendo a su padre- si quieres irte puedo quedarme perfectamente solo, al cabo que siempre es así, dime…qué pasa si este sujeto de pronto fuese un asesino en serie o algo así?, en verdad piensas dejarme con él?,

La situación se volvía cada vez más tensa, asesino en serie dijo?, eso dijo?, pensaba rivaille mientras observaba la escena, debió decirlo por decir algo no?, después de todo como iba a saber…. Las cosas eran tal como a levi se las había dicho, ese mocoso era impulsivo y solo decía lo que pensaba cuando se le venía en gana, era irrespetuoso y su cara mostraba cierto odio a la humanidad, levi estaba cansado, no era de su incumbencia las peleas que tuvieran el mocoso con su padre de cierto modo, también estaba de acuerdo con lo que decía eren, por qué no podía cuidarse solo?, mejor para el no tener que cuidar de un mocoso fastidioso, sin embargo….Erwin le había dado una orden, y la orden debía cumplirse costase lo que costase, por eso..

- oi!... mocoso…- le llamó la atención haciéndolo callar de pronto- no importa si me conoces o no, no puedes quedarte en casa solo, tu padre te ha dado una orden y debes obedecerla… - le dijo con una oscura aura, llamándole la atención, mirándole con sus afilados ojos, eren solo se quedó callado y le miró fijamente, aquel hombre le miraba casi con odio- dime…qué es lo que quieres?, vivir solo y hacer de las tuyas con tal rebeldía?- le pregunto seria y directamente sin miedo alguno a las respuestas de eren.

Eren abrió sus ojos algo asustado, quien era ese hombre que de pronto le hizo callar sin objeciones?, que eran esas pregunta que hacía? Y que era esa actitud que de pronto le resultaba tan familiar que le provocaba nostalgia, en verdad su padre le dejaría con un tipo como este?, debía de ser un broma, una sensación de miedo le inundo por todo el cuerpo, no se atrevió a contestar, solo le miró fijamente y por alguna razón..

- oie! Pedazo de basura…contesta! Qué es lo que quieres?- le dijo molesto, como dándole una orden.

- ah?... – por alguna razón el corazón de eren latió muy fuerte tras esa pregunta, era casi como si hubiese despertado por completo, nadie le había preguntado antes algo como eso.. qué quería?...qué es lo que él quería?- yo quiero….-titubeo cayendo de rodillas al piso, sentado justo al lado de su padre- Yo quiero…..- susurro para luego levantar la cabeza y mirarle fijamente con ojos decididos.- yo quiero hacerme más fuerte que nadie- le dijo con ojos de lobo hambriento.

Aquella respuesta no tenía lógica alguna con la situación pero, Por alguna razón los ojos de rivaille brillaron de repente, su corazón latió descontrolado, esa mirada…esa mirada le provoco y despertó cosas que estaban dormidas desde hace tiempo en el…hacerse más fuerte que nadie?, no sabía bien el por qué…solo sabía que le gustaba su manera de pensar y que de cierto modo, le recordaba algo…algo que sinceramente no podía recordar.

- bien… entonces- se sentó tranquilo y le miró fijamente- si quieres hacerte más fuerte te ayudare…pero partirás por obedecer a tu padre y confiar en las decisiones que él toma para ti.- le dijo el hombre de cabellos negros.

El padre de eren no encajaba en el contexto de la situación, los miro a ambos, en verdad no entendía nada de lo que estaba pasando en ese momento, era como si solo ellos dos fuesen capaz de comunicarse entre ellos, le llamo la atención el hecho de que alguien fuese capaz de tranquilizar al rebelde e impulsivo de eren, más aun cuando se trataba de alguien a quien apenas acababa de conocer, pero, viendo ya todo solucionado aprovecho la situación y no se molestó en entender mayormente las cosas, solo se alegró de que eren aceptara la situación.

-así que…este es el chico que salvé hace casi 14 años… rivaille, la mano derecha de Erwin, con ese carácter rebelde y grosero…me parece extraño que se allá entendido bien con eren desde el principio…un chico como este … no!, un hombre como este….debería preocuparme de su influencia sobre eren?...- pensó unos segundos el doctor jaegar- no!, este hombre, según Erwin tiene un carácter disciplinado y ejemplar, en verdad ….no podría dejar a mi hijo en mejores manos- pensaba el doctor jaegar mientras los miraba a ambos.

-bien rivaille… entonces te lo encargo mucho… este es mi hijo del que te e hablado, por favor, cuida mucho de él y si te da problemas no dudes en usar tu criterio..- le recalcó el padre de eren.

Rivaille miro fijamente a eren con seriedad, el muchacho menor sintió algo de miedo nuevamente….pero…por qué le resultaba tan familiar?

- no se preocupe doctor Jaegar….de la vida de este mocoso….yo….. Tomaré la responsabilidad….