Renuncia de derechos: Harry Potter y todo su universo son propiedad de J. K. Rowling, empleo parte de ello sin fines de lucro. Por otra parte, trama y algunos personajes sí son míos, por lo que me reservo su uso.

El presente texto participa en el Mini Reto de junio de "La Copa de la Casa 2014–2015", del foro "La Noble y Ancestral Casa de los Black".


Piadoso deber.

En días como aquel, se convencía de que la magia era un don de Dios.

Por fortuna, el ser mago no se peleaba con su vocación, así que al concluir sus estudios en Hogwarts, ingresó al monasterio y se esmeró en ser el mejor fraile que sus capacidades permitieran. El sentido común y el recién instaurado Estatuto Internacional del Secreto lo instaban a mantener oculta su naturaleza mágica, pero de ahí en fuera, podía hacer lo que quisiera.

Ese día en particular, le encomendaron visitar a los campesinos del pueblo cercano, a los cuales aconsejaba y les daba consuelo en sus penas, si es que estaba en su mano. Por fortuna, su familia no vio mal que siguiera aquel camino, por lo que mes a mes le mandaban algunos galeones que, bien administrados, le servían para llevarles víveres a los más desfavorecidos. Después de todo, ¿para qué quería él todo ese dinero, si el monasterio le proporcionaba lo que necesitaba?

Había dejado la visita más delicada para el final. Fue a las afueras de aquel pueblo, donde se había habilitado una casucha como refugio para los enfermos contagiosos, y tanteó en su hábito, localizando la varita. Había estudiado los hechizos pertinentes con sumo cuidado, incluso los había practicado, así que aquello debía salir bien.

Para él, no tenía sentido poseer magia si no podía dar un poco de ella por el bien del prójimo, sobre todo si eran personas tan desprotegidas como aquellas.

Solo esperaba que no llegaran a oídos de sus superiores noticias sobre él sanando gente al tocarla con un palito de madera.

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Bienvenidos a la participación de junio de la Copa de la Casa. Espero les gustara.

Este mes, debía elegirse si escribir sobre un pecado capital o una de sus opuestas, las virtudes. Espero que se notara que a mí me tocó la caridad, por lo que me parece que el más adecuado para representarla, aunque no se dijera explícitamente, era el Fraile Gordo, de quien se desconocen muchos datos pero sabemos que por ser fantasma de Hufflepuff, fue a esa casa al ir a Hogwarts. Toda la historia se inspiró en los pocos datos que ha revelado JK del Fraile Gordo, y lamento si no salió algo más largo o genial, pero el tiempo se me vino encima (y la inspiración es una ingrata).

Cuídense mucho y nos leemos a la próxima.