Charlotte y Jensen Merritt eran los mejores adiestradores y rastreadores de animales que podían encontrar. Y aún lo son, hace ya casi tres años atrás antes de que el incidente en Jurassic World fuera una noticia internacional, ellos trabajaban a tiempo completo en aquella Isla.

A diferencia de Owen Grady ellos nunca quisieron estar atados a ese trabajo, les gustaba la relación que habían formado con los dinosaurios, tanto que la forma en la que los Velociraptors los obedecían llego a preocupar a la central de la isla haciendo que firmarán un contranto de fidelidad hacia esa isla.

Lo rechazaron, en cambio su amigo no fue tan "rebelde", amaba a esos animales lo suficiente como

para quedarse atado ahí de por vida. Poco después los Merritt fueron despedidos de la isla, injusto pensaba Charlotte necesario pensaba Jensen.

Cuando el ejército americano pidió casi suplicando su ayuda, ellos aceptaron casi con ansias de volver a trabajar.

Empezaron tratando a perros de caza, subiendo a lobos y así sucesivamente con animales a los que la gente normal consideraría peligrosos. Pero ellos no, ellos habían acariciado a un T-Rex, sacado a pasear a un Velociraptor, algo que para muchos era imposible.

Así que no estaban mas que emocionados cuando un pequeño dinosaurio salió del huevo, que el ejército les proporcionó. Le criaron, la criatura crecía rápido... demasiado. Eso preocupaba a los hermanos al ser carnívoro y casi incontrolable, tampoco sabían su procedencia y eso era lo peor de todo.

Al día de hoy Charlotte estaba observando a su pequeño—ya no tan pequeño—amigo. Su hermano decidió hacer un poco de práctica con él antes de sus primeras pruebas a campo abierto. No era una buena idea, algo que repitieron hasta quedarse sin voz, pero nadie escucho. A veces se replantean su lugar allí.

El animal dio un giro brusco haciendo que con su cola mandara a volar al segundo adiestrador—ayudante de los chicos. Todos se quedaron sin aliento ante eso, el hombre se levantó tambaleándose.

Ambos salieron inmediatamente de la enorme jaula.

El chico subió al mirador donde su hermana se encontraba. Se sonrieron y observaron juntos al animal con demasiados pensamientos cruzando su cabeza.

—Creo que Bowser aun no esta listo... —dijo Lottie preocupada, mirando como el dinosaurio chocaba contra la pared.

—Aún no me puedo creer que le pusieras el nombre del villano de Mario Bros —dijo Jensen burlón.

—Claro porque Godzilla era más apropiado —contestó sarcásticamente. —La única decisión que podíamos tomar y va y la cagamos en eso también —dijo riéndose.

La alarma empezó a sonar por encima de sus cabezas. Solo significaba una cosa, era la hora.

Charlotte bajo corriendo las escaleras y se puso una vestimenta más adecuada para lo que iban a hacer. En cambio Jensen se mantuvo con la ropa que usaba normalmente. Hacia unos días se trasladaron de su base habitual hasta llegar kilómetros más alejados de la civilización.

Esta vez su capitán estaba decidido a adelantar el entrenamiento y probar a su perro de caza por primera vez. A los hermanos esa idea les parecía absurda por no decir abusiva e inhumana, pero ellos ahí no eran mas que dos marionetas y preferían callar y poder controlar al menos un pedacito de la misión que dejarlos arruinarlo todo por completo.

Miraron la gran puerta de la jaula, todos estaban en coches y bajo cubierto por si algo llegaba a pasar. Algunos se refugiaron en el agua ya que tenían la costa detrás de ellos.

Abrieron las puertas por completo, Jensen se puso en posición para controlarlo al igual que Lottie.

Cuando sintieron el suelo temblar supieron que el animal se acercaba, tragaron en seco.

—Si esto no sale bien, quiero que sepas que siempre he odiado su nombre —dijo Jensen, Charlotte le miro incrédula.

Bowser —como le llamaban al no tener nombre científico para él—salió de la Jaula por primera vez desde que nació, observó todo y a todos. Empezó a hacer movimientos bruscos mirando a las personas delante de él.

—¡Hey Bowsie! ¡No! Tranquilo, mira a Lottie, tranquilo —le dijo controlando su tono de voz y brazos para no alentarlo a atacar.

—Eso es, síguenos por aquí. Lo haces genial —dijo el chico.

Muchos dirían que era charla de bebé, a ellos no les importaba, ellos no controlaban un primo lejano del T-Rex.

Unos motores se escucharon en la distancia haciendo al gran animal girase, quitando toda su atención en ellos. Ambos se miraron asustados ante eso. Civiles empezaron a bajar con cámaras, lo que falta era que viniera la prensa.

Los flashes de las cámaras empezaron a poner nervioso a Bowser, algo que no era buena idea.

Charlotte se enfureció ante su incompetencia.

—Seréis idiotas, bajar las cámaras es un animal carnívoro de lo que estamos hablando. ¡Un puñetero dinosaurio! —espetó lo mas tranquila que pudo. Pero era tarde.

El animal se descontrolo por completo destrozando coches. Los gritos de agonia no tardaron en

empezar. Se miraron entre ellos antes de echar a correr gritando a todos que se refugiaran en la jaula.

Habían perdido a demasiados hombres hasta ahora. Cuando cerraron las puertas escucharon golpes en ella de gente gritando por clemencia, ellos no podían soportarlo. Lo único que podían pensar era en como advirtieron esto una y otra vez.

A los pocos minutos los pasos se escuchaban más lejanos, los hermanos subieron al mirador corriendo observando a donde se dirigía ahora y pensando como iban a detenerlo si decidía atacar la población.

Cuando le vieron sumergirse en el agua y desaparecer por el océano su cara se estrujó y un grito

ahogado salió de la boca de la chica.

¿Que habían hecho?

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Hola, ¿qué tal gente? :3

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