Hola conejitos, sin mas les traigo un nuevo Fanfic Sasuhina~
Los personajes son de Kishi, yo solo los uso para divertirme y no tener que crear nius.
"Pensamientos"
-Dialogos-
Sin mas, adelante~
El dolor la atormentaba, ni siquiera tenia fuerzas para levantarse, no sabia cuanto tiempo llevaba así, sentía que habían sido semanas, incluso meses.
La voz de alguien la saco de la penumbra.
-Hola pequeña, ahora estas en casa-.
La voz hizo que su cuerpo temblara, trato de de abrir los ojos pero algo se lo impedía, sentía todo el cuerpo dormido, por lo que sentía estaba en una cama, sus muñecas estaban atadas a esta pero no podía ver nada, ni siquiera los ojos podía abrir, al parecer tenia una venda en ellos.
Trato de removerse pero la voz la congeló al sentirla tan cerca suyo.
-Tranquila pequeña, estas a salvo, en un momento te desataran y podrás estar tranquila-
La chica solo se quedo quieta y el sonido de la puerta abriéndose llamo su atención, mas ninguna voz se escucho. Sintió como sus muñecas eran liberadas, y el dolor en ella se expandio, trato de sentarse en la cama pero su cuerpo dolía tanto que no alcanzo ni moverse si quiera un poco.
--Es mejor que te quedes ahí un rato, cuando sea la hora vendre a quitarte el vendaje, pero primero dime ¿como te llamas?-
-Hi-Hinata- su garganta le dolia a horrores, si no fuera por que lo dijo tan bajo estaba segura que hubiera tosido.
-Que hermoso nombre, bueno Hinata-chan, bienvenida al circo-.
La ultima palabra le había sonado tan macabra, el tono de voz del sujeto bajo unos tonos y le hizo sentir miedo.
Los pasos se alejaban y la dejaban sola, el ultimo sonido que escucho fue el de la puerta cerrandose, cuando sintió que estaba sola unas gruesas lagrimas recorrían sus mejillas y mojaban las vendas de sus ojos, no sabia por que estaba ahi, se supone que había ido por su pequeña hermana a casa de su amiguita y ahora se encontraba en un lugar desconocido, la habían secuestrado y no sabia si la solitarian, si alguien la ayudaría.
Una mano en su pie la saco se sus pensamiento y dio un pequeño brinco.
Con voz temblorosa hablo -¿Hola?-
No recibió ninguna respuesta y pensó que tal vez era una alucinación por tanto estrés.
La puerta volvió a sonar y unos pasos se acercaron a ella.
--Bueno Hinata-chan, te quitaré las vendas y comerás algo-.
La chica en la camilla no se movió ni pronuncio ninguna palabra o sonido, había escuchado la voz de una chica. Con nerviosismo sintió como las vendas de su rostro fueron sacadas y cuando trato de abrir los ojos una luz blanca con una mancha rosa la cego.
Los días pasaban, su piel ya blanca parecía papel, no sabia cuantos días habían pasado pues en aquella habitación no había ventanas, las unicas personas que veía eran a la enfermera que la cuidaba llamada Sakura y el Medico que solo sabia que su apellido era Uchiha, extrañamente se le hacia familiar, pero no recordaba porque.
La puerta se abrió y dejo ver ala enfermera que siempre la visitaba, era alta, delgada y tenia un hermoso cabello rosa que siempre llevaba en una coleta y sus ojos jades eran muy grandes y hermosos, Hinata siempre pensó que Sakura parecía una modelo de esas que salen en revistas.
-Hina-chan, es hora de revisar tus ojos y que comas algo- la voz risueña de la pelirosa hizo sentir en confianza a Hinata, ella siempre parecía tan feliz a pesar de trabajar en ese lugar.
Los pasos en el pasillo la despertaron, se sento con nerviosismo en la cama y con pequeños pasos y tratando de ser lo mas silenciosa se acerco a la pequeña ventanilla de la puerta para ver el pasillo, nada, el pasillo estaba totalmente vacio, pero los pasos se hacían mas fuertes y parecían ser varias personas.
Hinata trato de ver pero no podia, hasta que unas sombras aparecieron, eran tres personas el medico, Sakura y una chica mas o menos de su edad de cabello rojizo y puntiagudo, la observo mejor y pudo ver que tenia muchas marcas en su cuerpo y aparte iba con unas esposas de seguridad de cuero, después paso su mirada en el medico, era alto, tenia el cabello negro y muy largo, algo extraño en alguien de su profesión, el iba platicando con Sakura mientras ella solo asentia y guiaba a la pelirroja.
Hinata se quedo helada, el medico la había visto pero solo le sonrió. La peliazul se agachó para no volver a ser vista, los pasos se acercaban a su puerta y después se alejaron. Estaba segura de que esa noche no dormirá.
Según el calendario que le había dado Sakura ya llevaba ahí mas de ocho meses, realmente nadie había tratado de rescatarla. Sabia que la relación con su padre no era buena, pero nunca creyó que tanto. Había escuchando a Sakura hablar con el medico sobre ella.
"-Uchiha-sama- Sakura hizo una pronunciada reverencia ante el nombrado.
-¿Qué necesitas Sakura?-
La chica solo miro en dirección de la puerta que tenia un pequeño letrero "27" -¿No cree que es un poco riesgos tenerla aquí?-
El pelinegro miro en la misma dirección de que ella. - ¿Lo dices por su apellido?-
La pelirosa asintio.
-No te preocupes Sakura, su padre fue la que nos la entrego, te veo después tengo trabajo- el pelinegro solo se retiro.
Sakura se quedo mirando la puerta blanca con pena para después entrar a la habitacion que estaba a espaldas de ella.
Nunca se imagino que la pequeña Hinata escucho la platica mientras estaba pegada a su puerta, la peliazul solo soltaba lagrimas amargas, pero ningún sonido salia de su garganta. "
El sonido del tic-tac del pequeño reloj que le había traído Sakura que hacia juego con el calendario era lo único que se escuchaba en esa blanca habitación.
-Neh... Sakura, ¿hay mas personas aparte de mi?- la suave voz de Hinata se escucho en la habitación.
La pelirosa la miro y sin saber que hacer se mordio el labio inferior, busco una silla y se sentó enfrente de la peliazul.
-Bueno... nunca creo que le lo fueras a preguntar- el silencio se hizo presente y Sakura solo soltó un suspiro -Si, hay mas chicos aquí-.
La cara de Hinata se lleno se asombro y se acerco a Sakura mientras le tomaba las manos -¿puedo verlos?-.
La pelirosa se preocupo, no quería volver a ver el miedo en la cara de la pequeña chica que tenia en frente pero sabia que ese día llegaría.
--Podras verlos cundo cumplas los diesciocho-.
La cara de emoción de Hinata se hizo notar, asintió y volvió al cuaderno de dibujo que Sakura le había regalado, estaba tan feliz de por fin ver una cara nueva.
Sakura le dedico una sonrisa que se desvanecio, pues la peliazul ya llevaba cuatro ños ahí, se veía igual que cuando llego, delgada, pequeña y con unos ojos que parecían de cristal, su cabello había crecido tanto que ahora le llegaba abajo de la cadera (gracias a los experimentos que el Uchiha hacia en ella) parecía una muñeca de porcelana de tamaño real, solo que con unos pequeños cuernos que sobresalía de su cabello, pero solo recalcaban lo hermosa que era, algo casi fuera de ese mundo.
Ese día estaba emocionada, el medico le había dicho que tendría una compañera de cuarto por unos dias, que no se acostumbrara pero ella no podía dejar de pensar en lo maravilloso que seria, no es que menosprecie a Sakura pero realmente la pelirosa se quedaba muy poco tiempo y aunque siempre le traía obsequios lo que ella realmente quería era pasar mas de 15 min junto a la pelirosa.
El sonido de la puerta la saco de sus pensamientos y se sentó de un manera mas natural en su cama para recibir a su nueva "amiga" soltó una risilla que callo cuando la vio.
Una chica de cabello rubio entraba seguido de la pelirosa, ella la presento como Ino, Sakura le indico a la nueva chica donde sentarse mientras salia de la habitación.
El silencio fue mortal, Hinata estaba demasiado emocionada como nerviosa. No sabia como comenzar, pero el sollozo de la rubia la saco de sus pensamientos. La miro y lo que vio la sorprendio, ella le dirigía una mirada de horror mientras se quedaba en la esquina de la habitación, tratando casi de fundirse con la pared.
Hinata se paro y avanzo unos pasos en dirección de la otra chica, pero entre mas se acercaba la chica mas se apretaba a la pared y mas lagrimas salían de sus ojos.
La peliazul se asombro tanto, pero trato de hablar - A-ano...
-¡No me hagas daño, por favor!- mas lagrimas se derramaban por la cara distorsionada de la chica por el miedo.
-No te haré nada...- la voz de la peliazul salio casi como un susurro.
Hinata retrocedió y volvió a sentarse en su cama, se enrollo en sus piernas y solo escondió sus cara, no sabia que había hecho mal, pero se sentía pésimo.
Los días pasaban y aquellas dos chicas no se dirigían la palabra, una con miedo y la otra con tristeza.
La puerta se abrió y de ahí salio la pelirosa que las saludo pero ninguna dijo nada, eso extraño a la mayor, pero decidió no decir nada al respecto.
-Hinata-chan, te traje un nuevo cepillo para tu cabello y unas cremas para tu piel, oh y también las gotas para tus ojos- la pelirosa sacaba todo eso mientras lo ponía en la cama, la emoción de la peliazul se hizo presente y comenzó a ver los regalos con mucha emoción.
-Gracias Sakura-chan-.
La pelirosa le regalo una sonrisa y se dirigió a la rubia, la chica la miro asustada y Sakura solo le dejo un cepillo dental, una crema y un shampoo. - Te traje esto, vi que Uchiha-sama no te dio nada-.
La rubia la miro con desconfianza y aparto la mirada, Sakura solo suspiro y se dirigió a la puerta. -Les traeré la comida en 15 min, las quiero listas por que después de ahí iremos a su chequeo-.
La peliazul la miro mas asombrada, ella nunca había salido de aquella habitación.
-Lo siento...-
Hinata vio en dirección de donde habían venido esas palabras y vio a Ino con sorpresa.
La rubia trago y volvió a hablar -Perdon por haber reaccionado así el día que nos conocimos...-
La peliazul solo asintió y le regalo un sonrisa, después de darle un pequeño chocolate que Sakura siempre le traía a escondidas.
Las dos chicas sonrieron y comenzaron a platicar.
Esa noche había dormido tan bien, no había despegado ojo en todo el rato. Se reincorporó en la cama y se estiró. Viro su mirada hacia donde estaba la cama de su compañera de cuarto pero estaba vacio, de hecho la cama estaba tendida perfectamente. Se paro con miedo y toco las sabanas de esa cama, estaba fría... se había ido.
Con desesperación se dirigió a la puerta, y sin pensarlo salio al pasillo, nunca lo había hecho sola, miro en todas direcciones y todo estaba vacío, se dirigió a la habitación que estaba enfrente suyo y abrió la puerta, estaba oscuro, algo extraño, ya que todo siempre estaba iluminado. Se adentro mas a la habitación hasta que una mano tomo su tobillo y la tiro, el golpe la aturdio pero trato de pararse, entonces una mirada negra y roja estaba viéndola fijamente, tanto que le comenzó a doler los ojo, no supo que hacer pero mas se acercaba a ella, podía sentir como la sostenía de los hombros y acercaba su cara a su cuello como si la oliera y le dio una mordida que la hizo chillar pero no lo aparto.
Los pasos apresurados se escuchaban en el pasillo y llegaron a la habitación.
-¡Hinata! - la voz de Sakura la saco se su estado de shock y trato de quitarse a quien se que fuera de encima.
-¡Sasuke!, sueltala- Sakura tomo al pelinegro del abdomen mientras con la otra mano le tapaba la nariz para que soltara a la peliazul.
Cuando la solto, un charco de sangre se creo en el suelo y la bata de Hinata se lleno de rojo contrastando con ella.
Sakura com fuerza casi descomunal lanzo a Sasuke contra una pared, y corrió con Hinata, la tomo en brazos y salio de la habitación mientras cerraba rápidamente la puerta.
-Sa-sakura... lo siento-. La voz de Hinata era débil.
La pelirosa la miro y solo se quedo viendo como los ojos de la peliazul se apagaban poco a poco y la sangre no dejaba se salir, no creyó nunca verlo, pero al parecer ya era hora.
Y hola señoritos y señoritas, estoy aquí con un nuevo fanfic, que solo contarán tres capitulos, es un proyecto que si llega a tener buena aceptación posiblemente lleve a ser un doujinshi.
Sin mas que decirles, no olviden votar y comentar. La imagen de portada como de capitulos es de mi total propiedad.
