Disclaimer: Ni los fundadores ni la criatura me pertenecen. Créditos a JK

Este fic participa en el minireto de mayo para "La Copa de las Casas 2014-15" del foro La Noble y Ancestral Casa de los Black.

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Aquel canto sinuoso y lastimero llegó a nuestros oídos. Godric detuvo el paso y oteó a sus alrededores, portando en su diestra la varita iluminada. Tras de mí pude sentir los temblores de Rowena, la respiración entrecortada de Salazar y los latidos apremiantes de mi propio corazón.

Entonces, la melodía paró y el silencio volvió a envolvernos.

—Habéis oído lo mismo que yo, ¿verdad? —susurró Salazar.

—Vamos, no debe de estar muy… —las palabras de Godric quedaron ahogadas en su garganta cuando una enorme cola, terminada en un supurante aguijón, arremetió contra él y lo lanzó al otro lado de la sala.

Rowena chilló y Salazar enarboló la varita. Todos podíamos verla; aquella criatura con cuerpo de león nos taladraba con sus ojos humanos, siseó y algo tras de ella brilló.

— ¡Es la copa! —exclamó Salazar antes de correr hacia el objeto. Sin embargo la mantícora fue rápida y embistiendo con fuerza apresó su pierna entre sus mandíbulas.

El grito de dolor atravesó mis tímpanos. Rowena comenzó a lanzar encantamientos sin parar, presa del pánico, pero nada conseguía atravesar aquella piel. Estaba paralizada.

—Helga… —murmuró Godric. Lo miré, no dejaba de emanar sangre de su nuca—. Cógela…

Parpadeé confusa antes de entender que la afilada espada volaba hacia mí. La sostuve, mirándola aterrorizada.

—No… No puedo —farfullé.

—Míralos, no van a aguantar mucho más.

Era cierto. Salazar no dejaba de golpear las fauces que lo tenían cautivo mientras que Rowena lanzaba hechizos entre sollozos.

—Pero… Nunca he matado a nadie.

—No es una persona… Helga no…

— ¡Godric! —exclamé, viendo como mi amigo perdía el conocimiento.

Pero el grito llamó la atención de la criatura; la que, soltando a Salazar, ponía sus verdes ojos en mí. Tragué, empuñando el mango con terror.

No es una persona. Esa cara no significa nada… No es una persona.

La mantícora gruñó y alcé la espada. Cerré los ojos y arremetí con todas mis fuerzas. El sonido quedo de la hoja atravesando su cabeza llenó el ambiente. Después, algo se desplomó.

Caí de rodillas y, poco a poco, abrí los ojos. Frente a mí yacía la criatura, muerta.

—Cógela, Helga —susurró Salazar, apuntando a la copa de oro—. Nadie más que tú la merece.

Asentí, poniéndome en pie para llegar hasta el objeto. El oro relampagueó en mis manos y sonreí, sin poder evitar que una traicionera lágrima se deslizara por mi mejilla.

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Siempre me he preguntado el origen de las reliquias de los fundadores y, teniendo que relatar algo heroico, se me ocurrió que hubiera sido el tesoro de una criatura horrible (en este caso mantícora).

Teniendo en cuenta la personalidad dulce y amable de Helga supongo que el tener que matar a un ser, aunque no fuera humano, tuvo que ser realmente duro para ella. Ojalá hubiera podido extenderlo más, pero he rozado el límite xD

¡Arriba Hufflepuff!