Esto es un experimento. Ya lo había publicado en paraíso fanfic.

Disclamer: Los personajes de Wolf´s rain no me pertenecen. La historia sí es mía y también algunos personajes originales.

Resumen: En la serie original, cuando Kiba llego a la ciudad, no se podía decir que los otros lobos fueran precisamente felices... Pero ¿Y si lo fueran? Si ninguno de ellos quisiera buscar el paraíso simplemente porque son felices así como estan, si nadie quisiera seguir a Kiba, si el lobo blanco fuera el único capaz de renunciar a su vida feliz para cumplir con el destino... Ah, pero... el destino puede ser muy traicionero.

Tsume, enamorado de una humana. Toboe, la feliz macota de una familia que lo ama. Hige, libre junto a su amada Blu. Y Kiba... ¿El paraíso?¿Para qué?

"Buscalo... Busca el paraíso"


Cuatro Lobos

Primer capitulo: Tsume

Esta es una ciudad sucia. Lo humanos que la habitan apenas tienen conciencia de su propio encierro. La ciudad esta rodeada por un muro. El único lugar libre es la zona sur, all hay un río ponzoñoso que nadie puede cruzar, o eso creen ellos. Gracias a su sistema de control, aseguran que nadie entra, nadie sale, nadie vive sin que los poderosos lo sepan. Pero se equivocan. Otras dos especies habitan la ciudad con mucha más conciencia y libertad: los cuervos y los lobos. Los primeros viven de la inmundicia que generan los humanos, y con sus alas son los seres más libres del lugar.
Los lobos viven condenados a fingir ser lo que no son.
La rutina los ha adormecido tanto que ni siquiera ellos perciben el peligro. No se dan cuenta de que a partir de este día, nada será igual. Al anochecer, cambiaran para siempre las vidas de hombres, cuervos y lobos. Ha llegado el fin del mundo.

Naomi despertó de golpe. La luz del sol se colaba por la ventana entreabierta e iluminaba un poco la sucia habitación. Así, podía distinguir la silueta de su compañero, que dormía en el rincón opuesto a la cama. Tsume parecía disfrutar de un sueño apacible y su cuerpo fornido apenas se movía, al ritmo de su respiración. Era la primera vez que lo contemplaba dormir desde que lo encontrara aquel día.

Recordaba su sorpresa al ver ese gran bulto, navegando a mitad del río. Cuando notó que era una persona, se zambulló para rescatarlo. Se había criado al margen del río, por lo que era una de las pocas personas que toleraba el agua envenenada, aunque jamás había nadado tan lejos de la orilla. Al regresar, no podía creer que estaba viva. El hombre a su lado respiraba agitadamente sobre la arena. Naomi observo sus brazos fuertes, llenos de magulladuras y heridas, su piel oscura y su pecho, tan macizo y firme, con aquella escabrosa cicatriz: era el cuerpo de un superviviente. Ahora entendía como había nadado tanto sin que el veneno lo afectara. También entendía que si ese hombre estaba tan desesperado como para entrar a la ciudad por el río, era porque no tenía identificación, o no deseaba tenerla. Qué debí a hacer con él?
De repente, abrió sus ojos y clavó su vista en ella. La joven se sintió sacudida por la profundidad de su mirada y tomó una decisión: fuese quien fuese, lo llevaría con ella.

Desde esa noche, Tsume había dormido en ese mismo rincón. Comía parte de las raciones de su compañera y, a cambio, la acompañaba siempre que salía de su casa, como guardaespaldas. Era el último rostro que Naomi veía al acostarse; y el primero, al levantarse; y siempre, siempre estaba despierto mirándola con sus hermosos ojos grises. Y sin que ninguno de los dos se diera cuenta, él había conquistado su corazón.

Aquella mañana no fue muy diferente a las otras. Tsume despertó y Naomi fue a buscar las raciones del desayuno. Ni bien ella salió, una voz sonó en la ventana:

- ¡Lobo!¡ Te tenemos noticias, lobo!

Tsume se acercó y observó a los cuervos posarse en el alfeizar.

- ¿Qué sucede? - preguntó con naturalidad

- Traen una jaula. Los humanos traen una jaula. Los hemos visto desde el muro. Dentro de poco llegará a la ciudad.

- Y?

- No es una jaula cualquiera. ¡Hay algo vivo en esa jaula! Créenos, te interesar saber a quien traen allí

Los cuervos se marcharon sin dar más respuestas, dejándole a Tsume un poco de curiosidad.

- El desayuno - dijo Naomi al entrar

Mientras desayunaban, él preguntó :

- ¿Te han comentado algo sobre una jaula que se acerca a la ciudad?

Naomi lo miró asombrada un segundo y luego sonrió :
- Justamente, la vecina de la planta baja me habló de un rumor sobre una jaula que enviarían al laboratorio de alta seguridad. ¿Cómo haces para enterarte de todo sin salir de la habitación?

- Tengo buenos instintos - contestó el lobo, como hacía siempre que ella le preguntaba - ¿Quieres ir a ver esa jaula al laboratorio?

- Si tú quieres

El laboratorio era un edificio que cumplía varias funciones: centro de investigación, cárcel de máxima seguridad, cuartel general de quienes dirigían la ciudad y punto de referencia para toda la alta sociedad. Se encontraba al norte, en el extremo opuesto al río. Se lo consideraba el lugar más seguro de la urbe, por lo que estaba rodeado por los hogares de aquellos que vivían en una situación privilegiada. Los guardias custodiaban el lugar y sus alrededores, día y noche. Lo llamaban "El impenetrable", aunque el resto de la ciudad sabía muy bien que no era así. Se podía entrar tranquilamente a los barrios ricos a través de la gran red de desagues que unía toda la ciudad. Entrar al laboratorio en sí, era otro tema, pero no algo imposible. Tsume y Naomi, acostumbrados a recorrer toda la ciudad como fugitivos, llegaron pronto a la entrada y se escondieron a esperar la famosa jaula. Tsume aspiró agradecido el aire puro: aún le costaba soportar el olor de las cloacas.

- Pero Tsume ¿no ves lo hermoso de este lugar? - le había dicho la joven la primera vez que se había quejado de eso - Los desechos del barrio rico apestan igual que los del pobre. Al final todo viene aquí. Este lugar es la prueba de que todos somos iguales.

Mientras esperaban, Tsume tenía un extraño presentimiento, no podía estar tranquilo.

- Escuche otro rumor esta mañana - dijo Naomi - Dicen que los dirigentes están cazando lobos. Les preocupa que entren a la ciudad.

Tsume no pudo reprimir una sonrisa.
- ¿Por qué sonríes? ¿No crees en los lobos? - él no respondió - Todo el mundo dice que se extinguieron, pero yo creo que simplemente están escondidos y ya no los vemos.

Tsume estaba decidiendo si contestar o no, cuando un ruido lleg desde la calle: los soldados se acercaban. Al poco tiempo aparecieron, vistiendo sus oscuras armaduras, escoltando un paquete tapado con una manta. Cuando pasaron cerca de su escondite, Tsume sintió como se le erizaban los pelos de la nuca. Justo entonces un sonido fuerte y lastimero salió desde debajo de la manta. Se escuchó por toda la ciudad y sólo se detuvo cuando la puerta del laboratorio se cerró tras los soldados. Dejó una extraña sensación de pena en todo el ambiente.

- ¿Qué fue eso? - murmuró Naomi asombrada

Por supuesto, si los humanos apenas recordaban la figura de los lobos, ni hablar de su sonido. Era imposible que la joven reconociera ese aullido. Pero Tsume si se dio cuenta y el nerviosismo empezó a inundarlo. Habían encerrado un lobo en el laboratorio, así que era cierto, los estaban cazando.

- ¿Te pasa algo? - preguntó ella preocupada

- No - mintió luego de un momento - Regresemos

Naomi sentía aun algo de curiosidad, pero al ver esos ojos grises no pudo desobedecerlo. Regresaron en silencio, cada uno metido en sus pensamientos. Naomi especulaba mentalmente todas las posibles criaturas que podían haber hecho ese sonido. Tsume la observaba, se veía tan linda cuando se ensimismaba. Desde hacía un tiempo se había resignado, su orgullo se quejaba de vez en cuando, pero no podía evitar querer tanto a esa humana. Al principio, había luchado contra ese sentimiento, pero ahora era todo su universo. Estaría a su lado protegiéndola, mientras ella así lo quisiera.

Sin embargo, no podía ignorar a ese lobo. Su instinto se lo impedía. Regresar a al laboratorio esa noche, pero esta vez, estaría solo.

Fin Capitulo 1


Hasta aquí el primer capitulo dedicado a la situación de Tsume. Espero que no me haya quedado muy OoC. Ustedes dirán...

Prometo esforzarme para traer todos los caps a tiempo. ¿A cambio ustedes me dejarían algún comentario? Quisiera saber que opinan de mi estilo, de la historia, de los pesonajes (si los originales son buenos, si los lobos estan muy OoC) y de todo lo que les paresca criticable.

Proximo capitulo: Toboe

Muchas gracias por leer

Oh, My Bonnie