Prólogo
Naruto le devolvió el beso a Sasuke mientras se movían torpemente por el pasillo, jadeó cuando lo estrelló contra la pared, sus manos navegaron por su cuerpo, calentando su piel, haciéndolo arder por él. Sasuke soltó una risilla:
—¿Estás ansioso? —no le dio tiempo de responder, pues su boca ya estaba estampándose sobre la suya.
Tal vez fuera por el efecto del alcohol, pero todo pasaba demasiado rápido, el rostro de Sasuke le parecía borroso, lo tomó en sus manos, vio su cabello negro, sus ojos oscuros y esos labios carnosos, claro que era su Sasuke, ningún hombre despertaba su pasión de esa manera. Siguieron su camino hasta la habitación, por la ventana la luna brillaba iluminándolos.
El momento parecía mágico, Naruto había hecho el amor con Sasuke tantas veces, pero esa era diferente, luego de la discusión que habían tenido, luego de las semanas sin hablarse, sin tocarse, que todo quedara atrás, que pudieran estar juntos otra vez, significaba tanto para él, que convertía el momento en algo especial.
—No vuelvas a dejarme. —mientras Sasuke lo desnudaba. Se estremeció por su contacto. —Te juro que la próxima vez te mato.
Sasuke no dijo nada, solo rio, una risa muy distinta a la suya, pero en ese momento, no le importó ese pequeño dato, el alcohol y la pasión no le permitían pensar claramente, y tampoco le importaba pensar, porque Sasuke estaba a punto de hacerle el amor, y tenerlo dentro era lo único que pasaba por su mente, lo único que necesitaba en ese momento.
Lo desnudó, para luego acomodarse en la cama, gimió sintiendo el peso de Sasuke sobre el suyo, sus cuerpos rozándose, sintiendo el calor de su piel aunque la tela de su ropa impidiera contacto directo, sus brazos rodeándolo, no había mejor lugar para estar que en ellos. Sasuke metió dos de sus dedos dentro de su boca, Naruto los lamió como si le estuviera haciendo una mamada.
—Eres un niño malo. —su voz fue un gruñido profundo. Naruto estaba cada vez más excitado. —¿Me la quieres chupar? —Naruto se mordió el labio y lo miró de forma provocativa, su compañero volvió a besarlo, robándole el aliento otra vez, besaba duro, sus dientes torturando sus labios, y él sin poder evitarlo soltaba leves gemidos.
Sasuke se acostó, Naruto se puso de rodillas y comenzó a chuparse como sabía que le gustaba, cuando lo escuchó gemir, se sintió poderoso. Escuchó un estruendo, madera astillándose, al girar la cabeza se encontró con Sasuke. ¿Qué carajos…? Todo pasó tan rápido que no supo cómo término estrellándose contra la pared, no tuvo tiempo de pensar en lo mucho que le dolió el golpe.
Vio a Sasuke dándole un puñetazo a Sasuke. No entendía lo que pasaba. ¿Qué demonios…? Se quedó de pie, contra la pared, mientras trataba de buscarle sentido a lo que pasaba, pero el alcohol no le ayudaba.
Desnudo como estaba sintiéndose jodidamente débil, vio la escena, de ambos gritándose, soltó un quejido lastimero y sintió las lágrimas corriendo por sus ojos, cuando la adrenalina del momento mandó al carajo los efectos del alcohol. Vio a Sasuke, golpeando a Obito, su primo, el jodido cabrón que lo estuvo persiguiendo por días.
Tragó saliva, estuvo a punto de hacerlo con él. Amigos de Sasuke los separaron, él se removía tratando de liberarse de las tres personas que lo sostenían, otros dos se llevaron a Obito lejos, este sonreía victorioso.
—¿TENÍAS QUE METERTE CON MI CHICO, JODIDO CABRÓN? ¡VOY A MATARTE! —le gritaba, las palabras brotaban lastimando su garganta. Luego le dirigió una mirada a Naruto. —¿Tenías que hacerlo con mi primo? ¿Por qué? Naruto, maldito hijo de puto. Te pedí tiempo. Se lo diría a mis padres… —el dolor en su voz, hizo que el corazón de Naruto se partiera, trató de decir algo, pero no emitió ningún sonido.
—¡Vamos, amigo! —Naruto reconoció a Shikamaru. —No pierdas más el tiempo. —sus ojos oscuros miraron hacia el rubio. —Mejor vístete.
