Digimon no me pertenece ni su historia y personajes. Esto lo hago solo por hobbie.

Advertencia: La historia tendrá temas que pueden molestar algunos lectores, el plan de este fic es traer una historia cruda.


DIGIMON

DEADMAN GAMES


ACTO X

La cabina estaba fría y obscura, solo se podía escuchar una respiración agitada y nerviosa. Un joven de unos dieciocho años estaba sentado en el compartimento de lo que parecía ser un pequeño avión impulsado por hélices a en las alas. A su costado, acurrucado cerca de su pierna, se encontraba su fiel amigo y compañero digimon: Patamon.

Tanto el joven como el digimon se quedaban viendo lo poco que podían de la cabina, sus pensamientos rondaban en una sola cosa: sobrevivir.

Takeru, era el nombre de aquel joven, frotaba sus manos para mantenerse caliente. Estaba consciente de que a los que lo tenían en esa cabina les encantaba ver a su ganado en situaciones precarias, lo tenía demasiado claro. Esos seres eran crueles y por un largo años había tenido que soportarlos.

—Cinco minutos para el descenso —una voz metálica dio el aviso.

El rubio estaba ansioso por saber que era lo que tenían planeado para el evento al que se presentaría, uno especial que celebraba un año más de un sistema cruel y despiadado que nadie debía de vivir.

—T.K

Patamon se incorporó en sus patitas y miro a su compañero. Una luz rojiza se activó iluminando la penumbra que los azotaba.

—¿Crees que lo conseguiremos?

Esa misma pregunta se estaba haciendo, pero no quería que su compañero sintiera su miedo ni esas dudas que lo alimentaban. Debía mostrarse fuerte como hasta antes de subir aquel vehículo aéreo, mostrar esa fortaleza que forjo para mantenerse en pie tantos días. Tenía una promesa por cumplir, y morir no estaba en sus planes sin antes conseguirlo.

Patamon lo miraba con esos ojos grandes y azules que lo caracterizaba, buscaba en la mirada de su compañero una respuesta antes que las palabras salieran por su boca. En ocasiones las mejores respuestas se consiguen en la mirada y no en el sonido de una voz.

—Por supuesto, amigo, lo conseguiremos como lo hemos venido haciendo.

—Solo uno puede salir de esto.

—Esos seremos nosotros.

La voz metálica se hizo presente una vez más para indicar que estaban a un minuto de llegar a su objetivo.

Cuando la cuenta regresiva comenzó por parte de la voz la compuerta de la cabina donde se encontraban se empezó abrir permitiendo ver a los compañeros un cielo lagañoso de nubes grises que amenazaban con una tormenta. Un viento invernal soplo tan fuerte que el cabello del rubio se revolvió aún más de lo que ya estaba. Por suerte el joven estaba equipado para aquella condición climática, y su compañero aunque desnudo también lo estaba.

Los organizadores de ese año tenían preparado algo interesante, y eso lo descubrió el rubio quien pudo observar mejor el panorama una vez que la compuerta quedo totalmente abierta. Frente a sus ojos se dibujaba un inmenso mar de azul obscuro, y bajo sus pies se comenzaba a formar una isla con circunferencia irregular; un punto característico era la montaña en el centro de la isla.

Takeru y Patamon estaba en el reality show en tiempo real conocido como Deadman Games un evento cruel y despiadado donde diez participantes (cinco hombres y cinco mujeres) peleaban a muerte. La primicia no resultaba cruel ni falta de humanidad cuando se trataba de criminales condenados a muerte. Una justificación realmente estúpida y con falta de ética que la misma gente asimilaba con tal de no sentirse mal por apoyar tal evento.

En su estudio de eventos de años anteriores el joven supo que los organizadores del showno escatimaban en gastos. Aquel evento anual era el más esperado por los televidentes, y tenían que dar un espectáculo que satisficiera la sed de sangre de las personas; en ese momento el rubio detesto la sociedad de la que una vez fue integrante.

El joven condenado a muerte se aproximó a la orilla de la cabina y se sujetó con fuerza de un barandal. El ruido de las aspas era estridente y se sumaba a las de otros once vehículos similares. Sus contrincantes iban en aquellos aviones, todos con el mismo objetivo y muchos de ellos muy peligrosos.

Una vez que la voz marco que estaban a veinte segundos del salto el rubio se cercioro que la mochila que le proporcionaron estaba bien puesta. Recordó la instrucción de los organizadores, esa mochila era un paracaídas que lo ayudara a descender del avión además de que sería fundamental para sobrevivir en la isla.

Los participantes antes de abordar sus vehículos se les concedieron estar diez minutos en la armería y en el almacén. Se tenían que preparar con armas y víveres para su supervivencia en la situación precaria que los meterían los organizadores. Takeru se equipó con sus armas predilectas, aquellas con las que mejor se sintió en sus prácticas; un pugio y un par de sai. De víveres solo se le permitía una cantimplora sin agua, unos paquetes de barras energéticas y cerillas.

No era mucho lo que podía llevar en su mochila, pero lo que pudiera faltarle lo encontraría en la arena. Por lo normal el show duraba un par de día mínimo, si excedían ese límite tendrían que contar con los patrocinadores para sobrevivir.

—¿Listo, Patamon?

—Hagámoslo, T.K

Cuando la cuenta llego a cero ambos se lanzaron del vehículo hacia el vacío. Conforme caía la velocidad iba incrementando y la presión en el pecho aumentaba a tal punto que parecía que su corazón quedaría oprimido. El show acababa de dar inicio.

En el descenso el rubio pasó su mirada a los costados para observar a los demás participantes que iban en aquella edición. A su derecha vio a una joven pelirroja acompañada por Lalamon, se trataba de Alice Agnes una Rookie. No obstante, a varios metros, observo sobre el cuerpo de Alice a un joven alto y corpulento acompañado por un Gazimon; Rodolf Lavrov, el ruso, era un Pro.

Giro a su izquierda y solo pudo observar a otro oponente, y esta vez su sangre hirvió. Davis Motmoiya junto con Veemon les miraban a la lejanía. El castaño al percatarse de la mirada del rubio levanto su brazo derecho y de su puño formado alzo el dedo de en medio en un claro ejemplo de que iba por él.

Un chirrido agudo sonó desde su mochila lo que hizo que dejara de ver al castaño, la marca de abrir el paracaídas estaba cerca y cuando el sonido se silenció el momento había llegado. Con un fuerte tirón de una cuerda que salía de la correa derecha hizo que su mochila se abriera y el paracaídas se activó.

El descenso cambio de velocidad en forma abrupta a una lenta y constante, que a pesar de los fuertes vientos mantenía su ruta. Los mecanismos de aquellas mochilas eran de última tecnología, y los paracaídas eran de un material de tele inteligente por lo que los participantes llegarían sin problemas a la isla. El punto de descenso solo lo conocían los operadores que estarían al pendiente del avance del show.

Cuando estaban por llegar a las copas de los arboles más grandes el rubio echo un último vistazo para ver como sus oponentes caían en diferentes punto de la isla. La mayoría alejados de otro contendiente. Conto los paracaídas que pudo antes de que el primer árbol le estorbara, y su cuenta fue de ocho solo dos no sabía con exactitud en qué punto habían descendido.

Takeru distinguió los digimon de los más peligrosos, esto con la intención de evitarlo por lo que sería el primer día. El plan que había formado era reconocer la arena antes de cualquier batalla, debía poder tantear el terreno y formar su estrategia de ataque.

Cuando sus pies tocaron suelo firme el paracaídas se auto guardo en la mochila de inmediato. Takeru se percató que todo su equipo estuviera en buenas condiciones, observo el terreno que los rodeaba, y espero a que el collar en el cuello de Patamon produjera un pitido seguido de una luz verde encenderse para ponerse en marcha.

—Bien, Patamon, es momento de moverse.

—Bien.

No habían dado ni dos pasos cuando un gruñido resonó en su rededor seguido de un movimiento brusco de las ramas de los arboles aledaños a su derecha. Un destello de luz se produjo solo para dejar ver al final un enorme Tyrannomon.

—¡Demonios!

Uno de los contendiente había caído cerca de ellos, seguramente lo tendrían detrás por lo que ellos no lo pudieron ver, pero si a ellos.

El enorme digimon no dejo reaccionar al rubio ni a su Patamon, y ambos fueron embestidos por el brazo del monstruo. Salieron disparados hasta el tronco de un árbol a unos siete metros lo que provoco una gran lesión en la espalda a Takeru.

Adolorido y por la zarandeada el joven quedo sentado en el suelo recargado en el tronco del árbol. Por su lado, Patamon yacía inconsciente al lado de su amigo.

Takeru intento un par de veces levantarse, pero un dolor en las costillas le indicaba que no estaba bien. Se pasó su brazo izquierdo al costado derecho y tomo una gran bocanada de aire solo para sentir más dolor. Esa situación nos estaba presupuestada en su plan, y ahora estaba en una posición que deseo evitar en un principio. Y tirado en esa parte del bosque observo como el enorme digimon caminaba hacia ellos saboreando la victoria.

La vista del rubio comenzó a nublarse por lo que no pudo distinguir al compañero de aquel digimon cuando se aproximaba hacia él. Quiso recordar quien tenía un digimon que pudiera evolucionar a un Tyrannomon, pero no conseguía registrar la imagen de algún rostro. Estaba adolorido y no podía pensar con claridad.

Deseando evitar el dolor, y ver como sus oponentes se acercaba amenazantes, cerró sus ojos. Apartando todo de si empezó a excavar en su memoria buscando el tiempo en que todo dio inicio, el punto donde comenzó su camino que lo tendría en aquella situación mortal donde su vida estaba a minutos de acabar.


Buenas a todos los que se han tomado el tiempo de leer este primer capitulo que sirve como un prologo. Espero que les haya gustado y haya llamado su atención para que la continúen leyendo en sus siguientes capitulo. No obstante, quiero recalcar el aviso de arriba, esta historia será algo cruda y tocara temas un tanto fuertes por lo que se les pide que si no desean leer cosas como por ejemplo muertes crueles o torturas será mejor que no continúen. Este primer capitulo estuvo tranquilo, pero conforme avancemos veremos que la historia se volverá cruda, eso si que habrá un limite también para no caer en lo grotesco. Así que advertidos están mis queridos y apreciados lectores.

Conforme a la historia respecta. El fic que leerán tiene inspiración en tres obras: Hunger Games, Deadman Wonderland y Digimon como es obvio jajaja. Se me ocurrió escribir esta historia cuando veía el anime Deadman Wonderland, y lo relaciones no se la razón del porque con Hunger Games así que me puse en marcha y escribí. Este primer capitulo sirve como carta de presentación y veremos como reciben la historia.

Para terminar, espero que les guste como ira avanzando la historia y nos leemos en los reviews y en el siguiente capitulo.

Au Revoir.