Capitulo 1_: A salvo
El ruido de las sirenas era intimidante, oficiales golpeando puertas, asegurándose que no había peligro, Jane Rizzoli y Olivia Benson corrían escaleras arriba mientras trataban de encontrar al hombre. Gastón López, violador y asesino de su mujer y su mejor amiga, nadie era consciente de otra cosa, las pruebas eran más que claras, los testigos más que suficientes, solo necesitaban la orden de allanamiento que no tardó ni media hora en llegar al recinto.
Una puerta derribada, nada. Una segunda puerta, y se escucha un ruido sordo. El ruido provenía del fondo del pasillo que estaban revisando las detectives. Se les une un oficial pero ninguna se para a procesar la situación, solo quieren al bastardo vivo o muerto, a nadie le importa.
Una patada a la puerta que esta al fondo y por fin hay una razón para que todo se detenga.
El asesino tenía consigo una niña.
Era pequeña, tal ve años no se podría decir, la niña no lloraba ni gritaba, simplemente se quedaba ahí, entre las detectives y el asesino.
-Suelta a la niña López, se acabó.
-No creas que soy tan estúpido detective, me voy, a menos claro que quieras dispararme…
Tomó a la niña del cabello y la acercó más a él colocando un cuchillo en su cuello, nadie se atrevió a moverse
-Suéltala!
-Si me quieren tendrán que disparar!
Obviamente nadie se atrevía, no podían arriesgarse a dispararle a la niña.
-Ahora, van a dejarme ir, o-
Cansada de todo este asunto y de estar lejos de quien la necesitaba, la niña sin miedo golpeo lo más fuerte que pudo al hombre que la sostenía haciendo que éste la soltara y se doblara de dolor.
La más rápida fue Jane, corrió hacia la niña que trato de esquivarla sin éxito. Olivia fue quien disparó, una solo bala se escucho esa noche y López no volvió a levantarse.
-¿Estás bien?
Jane estaba más que preocupada por la niña, estaba impresionada, nunca había visto a una niña golpear de esa manera y ser tan valiente cuando estaba en una situación semejante, había mujeres que no hubiesen hecho lo que esta niña hizo. Estaba también muy confundida, ¿Quién era esta niña?
-Suéltame! Déjame ir!
-No te haré daño, mira soy un policía ¿De acuerdo? No voy a lastimarte, ¿Puedes decirme cómo te llamas?
Pero la niña seguía luchando contra el agarre de Jane
-Tiene miedo, tengo que estar con ella
-¿Quién? ¿Hay alguien más aquí cariño?
Eso fue todo lo que necesitaba preguntar para que la niña frenara la lucha
-Sí, tengo que verla, tiene miedo, yo la protejo!
-Está bien, deja que te ayude, dime donde esta
La niña vaciló antes de concentrarse en la mirada de Jane, pasaron unos segundos antes de que la niña asintiera y guió a la detective más alta hacia un armario que había en la habitación.
-Dani, soy yo, sal, mi papá ya no puede tocarnos
La declaración hizo que Jane le diera una mirada a Olivia que le devolvía la mirada perpleja sabiendo exactamente lo que la otra detective pensaba. López era el padre de la niña… Mierda.
Unos segundos después apareció un pequeño rostro desde el armario, miraba con ojos llorosos a todos en la habitación y cuando se encontró con la otra niña corrió a sus brazos y ambas se abrazaron con fuerza
-Tana!
-Lo siento, no quería dejarte sola Dani
-Tana…
-No te preocupes, mi papá ya no nos lastimará
Nadie se molesto en separarlas, solo las dos detectives Jane y Olivia se quedaron cerca asegurándose que se llevaran a López antes de que alguna hiciera un movimiento hacia las niñas. Y fue Olivia la que habló primero.
-Hola, mi nombre es Olivia, y esta es mi amiga Jane. Ambas somos policías y nos gustaría poder ayudarlas
La niña más alta mantuvo más cerca a la otra y fue la única que habló
-Yo soy Santana, y ella es Dani
-¿Por qué no vamos a que alguien vea si alguna esta lastimada?
-Mi papá no quiere que vayamos a ningún lado señorita
Ambas pudieron contener a tiempo su rostro para que las niñas no vean el disgusto y el odio que sentían hacia ese hombre, era imposible creer que era el padre de una de estas criaturas…
-Santana, cariño, tu padre… ¿Él las lastimó?
Dani comenzó a temblar más en el abrazo y Santana solo se limitó a abrazarla con más fuerza
-No dejo que la toque, yo la protejo…
Jane sintió una ola de orgullo por esta pequeña niña. Santana era más que valiente, ella peleaba y peleaba duro para proteger a Dani…
-Santana. – La niña miro de inmediato a Jane. – Solo queremos asegurarnos de que las dos estén bien, te juro que nadie va a lastimarlos, necesito que confíes en nosotras, ¿Puedes hacer eso?
Dudó un minuto, pero Santana confiaba en ellas, y sobre todo quería que Dani esté a salvo y ella le había jurado que algún día la alejaría de su padre y la llevaría a un lugar seguro, así que solo asintió y bajo la voz para hablarle a su amiga
-Dani, vamos a ir con ellas, te prometo que no voy a dejarte sola, te prometo que voy a estar contigo y que nadie más va a hacernos daño ¿Está bien?
Dani solo confiaba en Santana, así que cuando ésta dejo de hablar Dani solo se alejó un poco y se aferro al brazo de su amiga sin perder el contacto entre ellas
Ambas detectives se miraron y sonrieron antes de que Olivia extendiera una mano sabiendo que solo Santana estaría dispuesta a tomarla. Jane solo se limito a despejar el pasillo y enviar un mensaje de texto a la central. Nadie tenía idea de que existieran estas dos niñas así que de inmediato comenzaron a buscar información que pudiera ayudar.
