Gakuen Alice no me pertenece…


"Después de tanto tiempo aún veo tu misma sonrisa, quizá esté más enamorado de ti…"


-oO08( Recuperando el Tiempo )80Oo-

por Kiray Himawari

Capítulo I Memorias…

Hace tres años que Mikan partió a su entrenamiento con Nodachi. Desde que se fue han pasado muchas cosas: Hotaru ha ganado muchos rabitts al vender sus inventos a las corporaciones de afuera, ha tenido mucho éxito; Ruka ha colaborado en la creación de un parque recreativo para los animales del bosque, después de todo tiene el Alice de las Feromonas.

Actualmente tengo nueve años y mi Alice de Espíritus Malvados está desarrollándose considerablemente, creo que pronto deberé cuidarme de Persona, pues a pesar de no demostrar abiertamente de lo que soy capaz, tengo la sospecha de que, de alguna manera, lo sabe.

Mi oniichan, Natsume, se ve muy cansado, creo que le ha afectado estudiar tanto conmigo por las noches para ayudarme a mantener mi promedio casi perfecto y de esa manera salir alguna vez de aquí. Tengo recuerdos muy buenos de estos últimos seis años de mi vida, no estoy muy seguro, pero creo que extraño a Mikan, desde que la conocí fue una hermana para mí, ella junto con Natsume le dieron diversidad y emoción a mi vida.

Natsume siempre me cuidó y me brindó protección de Persona. Cuando tenía tres años no estaba muy consciente de lo que hacía allí, Natsume, Mikan, Ruka, Hotaru y todos allí se han convertido en mi familia. Mikan trajo alegría a este lugar. Antes todo era aburrido y lleno de restricciones que volvían horrible este lugar. Todos fuimos manifestando cambios, incluso los maestros han modificado sus formas de actuar, pero quien más demostró rastros de cambio ha sido Persona.

Por un lado Hotaru comenzó a divertirse un poco más, a pesar de ser muy seria estoy seguro que le tiene un gran afecto a Mikan, al final de cuentas son mejores amigas, algo así como Ruka y mi oniichan. Ruka es otro de los que fue manifestando cambios, pues al principio era muy difícil verlo lejos de Natsume, era como su fiel sombra, ambos fríos y distantes; claro que yo conocía otra parte de ellos.

Delante de mí Ruka siempre se mostró amable y afectivo, igualmente se ayudaba de su Alice para mostrarme los animales del lugar, eran muy bonitos; todavía recuerdo cuando me mostró al pequeño Usami, era su inseparable conejo blanco, era tan bonito y suave, en esos momentos me sentía feliz.

Mi oniichan, contrariamente a lo que muchos pensarían, en su comportamiento para con nosotros aún mostraba ese lado frívolo, esporádicamente nos mostraba una sonrisa; probablemente sus muestras de afecto se reducían en preocupación y protección. No importaba cuanto se esforzara creo que en su naturaleza se había forjado esa forma de autodefensa, agradezco el empeño que hacía por mostrarme el afecto de un hermano. Todos esos comportamientos lejanos a la socialización cambiaron desde la llegada de Mikan…

Aún recuerdo cuando la vi por primera vez. Tenía tres años y mi oniichan me había llevado a su clase con él. Ese día Mikan se acercó a él sin prestar atención a mi presencia y comenzó a suplicar por algo, era una niña muy rara y fea, (le molestaba mucho que se lo dijera). Era muy pequeño y cuando miré, uno de sus banderines llamó mi atención mostraba un dibujo alegórico al Centro de la Ciudad. Era un niño y no me resistí, quería conocer ese lugar. Miré a mi oniichan y su sonrisa, que por muchos años había sido oculta, se formó.

Una vez en el Centro de la Ciudad, mi oniichan compró un paquete de Howalon para mí. Son deliciosos… Ahora que lo pienso en aquella ocasión Mikan quería probar uno de los que mi oniichan compró para mí, era verdad que yo había repartido algunos, a Ruka y a Natsume, pero no iba a darle el gusto a esa niña fea. Lo que ocurrió después fue muy divertido.

Intentó hacer una representación dramática para poder recabar lo suficiente para comprar un paquete de Howalon. Desde el principio las cosas salían de manera tan graciosa que difícilmente pudo haberse llamado drama. Al final resultó un éxito, a pesar de todos los tropiezos, y pudo comprar Howalon.

Todos recibimos uno en agradecimiento al apoyo que le brindamos, aunque fue poco el mío. Al final Natsume, no participando directamente en la actividad, recibió el último; Mikan dijo que era por haberle regalado esa tarde en el Centro de la Ciudad. Mi oniichan no comió ese Howalon allí, curiosamente lo hizo hasta estar solo, o más bien cuando alguien no fuera testigo de aquello, o alguien que no pudiera echárselo en cara y ese alguien fui yo.

Recuerdo un poco de sus expresiones, ya que difícilmente se le pueden ver; era un poco de confusión mezclada con alegría; contempló por un largo rato el paquete en el que le fue entregado el último Howalon, era casi místico. Mientras estaba recostado en la cama de mi oniichan pude ver cómo con lentitud lo saboreó y llegando al último bocado sonrió.

Creo que ha pasado mucho tiempo desde entonces, seis años se dicen con facilidad, pero para mí han pasado un poco más difíciles, lejos de mi familia biológica, sólo he recibido esporádicas cartas en las que me desean lo mejor, supongo que los extraño. Afortunadamente esos momentos duros no son tan constantes gracias a mi oniichan y a oneechan, Mikan. La extraño lo suficiente como para verla bonita ahora, si llegara a volver pronto.

Ayer decidimos tener un día de campo. Hotaru nos ha traído hasta la casa de Mr. Bear en uno de sus inventos para llevar a cabo el día de campo. Permy trajo la comida, oneechan hizo un gran trabajo al enseñarla a cocinar. Ruka ayudó a Mr. Bear a acomodar el jardín de su cabaña, es un lugar muy tranquilo y justo ahora rodeado de animales. Oniichan aceptó venir, aunque de antemano sé que se mantendrá alejado del grupo, pero no importa, él está aquí como mi hermano que es.

Creo que Hotaru ha soportado bien la ausencia de Mikan, no es que le afecte mucho, pero no tiene en quién probar sus experimentos para golpear tontas. Debo admitir que lo más raro que ha sucedido desde la ausencia de oneechan es la diferencia en los comportamientos de Ruka y oniichan.

Los primeros días, luego de la partida de oneechan, Natsume estaba muy irritable y Ruka intentaba hablar con él, sin embargo nada parecía funcionar; poco tiempo después se dio por vencido y con el tiempo las cosas volvieron a la normalidad. Al parecer todo marcha bien, ya que Persona ha dejado en paz a mi oniichan; no quiero ni pensar qué pasaría si Persona aún lo hiciera trabajar de nuevo, probablemente oniichan estaría justo ahora en el hospital.

Oniichan está sentado lejos de nosotros manteniendo su atención en la lectura de su manga, eso siempre le ha gustado y a pesar del tiempo conserva su hábito de lectura. Creo que está demasiado concentrado o se ha vuelto a quedar dormido pues mantiene la cabeza gacha mientras mira directamente a su manga... Creo que está dormido.

Ayer dormimos hasta tarde, el lunes próximo tendremos pruebas y me está ayudando a estudiar, creo que debería descansar en vez de eso. Mejor lo despertaré o Hotaru podría tomarle una fotografía comprometedora y eso enojaría mucho a mi oniichan…

Youichi se acercó con cuidado para no despertar a Natsume tan abruptamente, pero la operación falló, con un pequeño sobresalto Natsume volvió a la realidad. Agitó su cabeza en un intento por despabilarse, hacía varios días que se sentía terriblemente cansado, esas lecciones que le daba a Youichi parecían estar cobrándole una factura muy cara.

Antes que el menor pudiera decirle algo, su mirada se afiló en señal de que lo dejara tranquilo; enseguida dio media vuelta y caminó hacia el bosque, necesitaba estar solo para pensar… Se internó el bosque a unos cientos de metros, estaba decidido a tomar una siesta lejos de tantas personas. Pasó poco más de media hora, todos comían unas deliciosas bolas de arroz preparadas por Permy, Youichi pronto vio a Natsume acercarse, se veía realmente pálido, se levantó con la intención de preguntarle por su estado de salud pero antes de poder hacerlo lo vio caer de rodillas, pausó su camino para ver que una persona de la misma estatura de Natsume le tendía la mano para ayudarlo…

Todos miraron en la misma dirección… Una persona con una vestimenta extraña, una sudadera con capucha ensombreciendo su rostro, sólo expectativas de quien podría ser bajo esa ropa… Natsume levantó la vista y su mirada se perdió en la de aquella persona que le tendía la mano. Aún con las manos apoyándose para no caer y una gota de sudor cayendo por su sien…

– ¡Tú! –


Dudas, comentarios, sugerencias, ideas, etc. ¡Bienvenidos!