Aclaraciones:

Esta história esá contada desde el punto
de vista de Kaoru.


No sé cómo llegué a esto, no sé cómo pasó, no sé cómo llegué a sentir algo así por él…
Hace unos meses éramos enemigos, nos odiábamos a muerte, hasta que ese día algo ocurrió.

Recuerdo que todo empezó como siempre, los cinturones sonaron haciéndonos mentir las tres al ingenuo profesor. Llegamos dónde estaban el trío de idiotas, peleábamos como siempre lo hacíamos, cada uno con su contratape.

¿El por qué? Pues ni siquiera yo lo sé. Empecé a luchar con él, nos alejamos un poco de los demás, como era normal. Lo nuestro era más que una simple lucha, era prácticamente una guerra, todo eran grandes golpes, amenazas y malas palabras.

Luego sus labios sobre los míos.

Todo pasó muy deprisa, fue un beso lento y tierno, pero brusco y profundo a la vez. Tanto que sentí su lengua acariciando la mía. Puso una mano en mi cintura y la otra en mi nuca. Me quedé inmóvil, con los ojos como platos por la sorpresa, pero no lo aparté, algo en mi interior no me dejaba hacerlo, así que me limité a disfrutar de ese beso.

Cuando dejé de sentir sus suaves labios se hizo presente un gran vacío dentro de mí, como de algo muy preciado me faltara, sin pensarlo puse mis manos en su cuello y busqué su boca con algo de urgencia para poder sentirlo de nuevo.

Nos juntamos por segunda vez, podía sentir su sonrisa en medio de ese beso que se volvía más y más apasionado por segundos. Duramos unos minutos que en realidad parecieron segundos, luego volvió a separarse, para empezar a formar un camino de besos por mi cuello, sentía su respiración cerca de mi oreja y eso me volvía realmente loca.

Después de eso todo cambió, cada vez que aparecían los tres idiotas para pelear él y yo nos íbamos disimuladamente hacia una pequeña cabaña abandonada en el bosque. Dónde los únicos testigos de nuestros actos eran los grandes árboles que mantenían la cabaña alejada del suelo y las sábanas blancas de la pequeña cama que yacía en medio deese lugar secreto, dónde varias veces nos enredábamos juntos al necesitar algo más que simples besos.

No quiero que se enteren de lo nuestro. Ya que harían alejarnos el uno del otro. Pero temo que algún día saldrá a la luz, seguramente por los besos que me roba por la calle o tal vez por las caricias mal disimuladas en clase.

Aunque él sabe que alguien nos puede ver sigues haciéndolo, pero no me importa, el día que nos descubran huiremos juntos, tal y como planeamos.


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