CUADERNO DE EXPERIMENTOS
Nº XXX
DÍA 1.
El sujeto llegó a mi casa puntual y bien vestido, eso demuestra que me tiene respeto…o conoce mi reputación.
Parecía aun sorprendido, ya que me miraba viendo mi sonrisa. No intuye muy bien mis verdaderas intenciones, ¿da?
Comemos en silencio. No parece complacido, ¿no le gusta lo que he preparado? Después de tomar varias copas de vino mezclado con sangre, se anima y empieza una conversación recordándome que estoy solo. ¿Lo habrá echo a propósito? Después de esto, la mezcla de líquidos hace efecto al sujeto, el cual se empieza a sentirse indispuesto como yo había planificado así que le llevo a mi habitación inocentemente. El sujeto se tumba mareado y diciendo cosas en su idioma…El experimento ha comenzado
Vladimir miraba desconcertado la nota. ¿Rusia le había enviado una invitación para comer? Ladeo la cabeza y volvió a mirar. Vale, era real, pero le escamaba mucho, ya que tenía una cara sonriente dibujada en la nota. ¿Qué quería el ruso de él? Ya se había independizado de su comunismo, ahora solo eran "viejos amigos".
Releyó la nota por cuarta vez. Le invitaba a comer a su casa, ¿cómo debería ir vestido? ¿Y dirigirse a él? ¿Señor Rusia? Rumanía decidió preguntar a sus vecinos del tema. Aun tenía un día:
En la casa de Hungría:
-¡¿Qué quieres, rumano? ¿Eh? Que vas a comer en casa de Rusia. Ten cuidado, dicen que quién entra en su casa es violado- Rumanía trago saliva- Oh, vamos, Vladimir, ¿tienes miedo?- río Elizaveta- Yo que tu iría bien vestido, no muy formal…
En la casa de Bulgaria:
-¿Eh? ¿Rusia? Mmm..., no le conozco de mucho, pero dicen que es el seme mundial.
Ten cuidado Vlad-le recorrió una gota de sudor por la cara- Me gustaría ser tu primer seme. Ja, ja, ja.- río.
-¡Ja! ¡En tus sueños Bulgaría!
En la casa de Ucrania:
-Pues…Rusia-chan es muy bueno, je, je. ¿Cómo? ¿Qué como te tienes que dirigir a él?
Mmm…Yo le llamo Rusia-chan o Iván-chan, pero eso porque es mi hermano, ji, ji. Pero si le llamas Iván o Rusia a secas, quedarás bien- le sonrió.
Al día siguiente, Rumanía apareció delante de la puerta de Rusia, bien vestido y un poco nervioso.
Primero tengo que hacer que se quede aquí de algún modo y comprobar la veracidad de los rumores sobre su personalidad vampiriza, si mi sangre le afecta, los daré por ciertos.
No me encontraba cómodo comiendo en aquella casa antigua, no me gustaba el olor que me recordaba al pasado, y la comida no es que fuese muy buena. Tome varias copas de vino, me extraño que no fuese vodka, tenía un sabor atrayente, no pude evitar repetir, al menos así la comida no estaba tan insípida y entraba con más facilidad.
Me rondaba en la cabeza los comentarios de mis vecinos y recordaba, las otras veces que me había visto con Iván. Él parecía relajado y amigable, aparentemente yo estaba seguro. Quizás esa fama que tiene era solo por la guerra…Así pues, no tenía que preocuparme.
Me relaje un poco, tomando más vino y decidí empezar una conversación. Le pregunte sobre su vida actual, compartimos un par de consejos sobre como vivir en solitario y reí un poco ante una anécdota que me contó sobre Inglaterra. Definitivamente había cambiado.
Me empezaba a sentir mareado y le pedí una manzanilla. Me contó que esas cosas las guardaba en su dormitorio para tenerlas a mano por la noche, así que le seguí hasta allí pasando vario corredores. Iba a trompicones, había tomado más vino de lo que hubiera deseado. Cuando llegamos por fin a su dichosa habitación, me deje caer en la cama y sentí como se me iba la cabeza.
