Disclaimer:J.K, ya saben.


Cantaba agudo, cantaba desafinado, cantaba siempre alargando las últimas sílabas de las estrofas, improvisando las partes que se olvidaba, creando una nueva letra.

Cantaba, pero, a su manera.

Moviéndose por acto reflejo, meciendo ligeramente su cabeza y cerrando los ojos, sumiéndose en una paz infinita.

Esa era ella, una chica que hacía las cosas a su modo, de una manera no muy convencional, pero, al final de todo, válida.

No lo hacía a propósito, no al menos conscientemente. Para ella alargar las últimas sílabas era más divertido, más cómico, que pronunciar palabras cortantes.

Era su forma de hacerlo, nada más que eso.

Y cuándo ella cantaba- escuchando música con los auriculares (regalo de tía Hermione) en los oídos y sin prestarle atención a nadie -, generalmente todos los miembros de su familia salían de la habitación, todos excepto uno.

Teddy siempre se quedaba a escucharla, decía que quería dejarlo en su memoria, para decirle a sus pequeños lo mal que la "prima" Victoire cantaba.

Ella antes, en sus primeros años (cuándo aún usaba dos coletas para recoger su cabello), se limitaba a sacarle la lengua y a hacer un puchero caprichoso en señal de indignación.

Pero aquel día, el del cumpleaños de su padre, cuándo ya hace gala de dieciséis años, que dejó de ser una niña y que Teddy ya no significa para ella un "compañero de juegos", todo cambió.

Abrió lentamente los ojos y contempló que no hubiese nadie en la sala, excepto el metamorfomago, se acercó e inclinó sobre él, besándolo lentamente, a su modo, mordiendo un poco sus labios, degustándolo. Sintió cómo Ted rodeaba su cintura con sus fornidos brazos, atrayéndola más hacia su cuerpo, inclinando más su cabeza.

Cuándo el beso terminó, radiante y alegre, se acercó su oído y susurró "Ya tienes otra cosa para contarle a tus hijos"

-Querrás decir "nuestros"- La corrigió él, sonriente, antes de volver a hundirse en aquellos carnosos labios carmesí.

Al poco tiempo llegó James, anunciando que cortarían el pastel de cumpleaños y soplarían las velitas. Al mirar que el ahijado de su padre tenía un tinte carmesí en sus mejillas, no pudo evitar dirigirles una mirada curiosa a ambos, preguntando sin pronunciar si "había pasado algo"

Victoire estuvo a punto de decirle que si, que algo había pasado y que pasarían muchas más, pero, en cambio, se limitó a dirigirle una sonrisa cómplice a Teddy y salir de la habitación

Se encontraron poco después en la cocina, bajo la luz apagada y con el tenue alumbramiento de las velas del pastel. Victoire sintió que alguien tomaba su mano y la apretaba ligeramente, indicándole que estaba con ella.

Ambos sonrieron


Muchas gracias Faby, fue LOL gigante cuándo me di cuenta de que había puesto Victorie en vez de Victoire