N/A: ¡Holas! No puedo creer haber terminado esto en tan poco tiempo XD. La verdad ya tenía parte de ello escrito en la pc, pero hoy fue que me dispuse a terminarlo cuando una atacazo de inspiración llegó a mí. No se preocupen, es un oneshot corto :v

Esta idea vinó porque estaba lavando platos (mi triste vida) y mi querida amiga AngelTerra133 estaba pasando un mal momento, pensaba en como animarla y me vino esto a la mente.

Tengo que admitir que me gustó mucho como quedó y espero que a ustedes tambien, sobre todo a tí Angel XD.

Disclamer: Aqua no me pertenece es de su respectiva dueña: AngelTerra133. Ni ella ni Fire Emblem son míos. :v


El sol se estaba ocultando y a causa de ello el cielo vespertino, si no casi nocturno era una mezcla de colores entre azul, violeta y anaranjado. La brisa veraniega removía las hojas de los árboles de un lado a otro, y los animales ya iban de camino a su refugio nocturno.

Sin embargo, dentro de la recámara del comandante de los mercenarios de Greil, se encontraban Ike y Soren. El más alto caminaba de un lado a otro sin detenerse y el estratega sentado en su cama leyendo un libro muy grueso.

-No entiendo por qué estas nervioso. Es solo una pregunta. –Soren lo decía como si fuera la cosa más simple del mundo.

-Pero no sé cual será su respuesta… Además… -Ya no estaba seguro de que quisiera hacer esto.

-¿Además qué? Ike… Te va a decir que sí. –Soren rodaba los ojos al tiempo usó ambas manos para cerrar el libro con fuerza.

-… -De repente Ike se detuvo. –Le diré.

-Anda... Nadie te detiene...

Dio unos pasos hacia la ventana que daba al campo de entrenamiento y allí la vio. Aquella hermosa mujer que le había robado en corazón estaba entrenando con Mia, su alumna de hace un par de años. Ambas enfrentándose en un duelo con espadas de maderas, el par de chicas daban golpes a sus armas sin cesar, hasta parecía que estas en cualquier momento se romperían.

Sus ojos azules como el mar profundo volvieron a su amada, y como con todos sus movimientos su cabellera se movía con gracia y elegancia. Esa hermosa cabellera por la cual con cada beso que le daba sus dedos se deslizaban en ella. Y luego sus ojos, esos hermosos ojos morados que según la situación emocional de ella cambiaban a índigo, esos orbes violáceos que le hacían estremecerse cada vez que veían los suyos.

Dio un largo suspiro al ver como el par de chicas se detuvieron y dieron una sacudida a sus manos en señal de paz al terminar el duelo entre ellas. El sol estaba casi oculto y las estrellas comenzaban a salir unas detrás de las otras.

Volvió su vista hacia su compañero y asintió, caminando hacia la salida de su recámara. Ya era hora de ir a hablar con ella. Sus nervios estaban a flor de piel, pero no sabía cuándo sería el momento indicado, tanto que estaba a punto de retractarse. Pero no, él era Ike, el héroe de la llama azul... Había enfrentado a un rey loco y a la diosa Ashera, no era posible que no pudiera hacerle una simple pregunta a la mujer que amaba. Debía de armarse de valor para hacerla. La respuesta de ella podría hacerlo el hombre más feliz del mundo o, el más miserable.

Por cada paso que daba su corazón golpeaba mas fuerte contra su pecho. Pero tenía que hacerlo. Conforme se iba acercando al campo pensó que en cualquier momento moriría de un infarto, nunca antes había sentido tantos nervios en su vida, ni si quiera cuando estuvo en la guerra con un ejercito a su disposición .

Una vez que se acercó a su amada, lo único que se le ocurrió fue abrazarla por la espalda, olvidando por completo que su delicado cuerpo estaba perlado en sudor por el entrenamiento.

-Amor… estoy sudada, puedes esperar a que tome un baño. –Aqua colocó una de sus manos sobre las de él.

-No me importa…. –Suspiró un poco. –Vamos a otra parte… tenemos que hablar.

Al decir esas palabras sintió como el cuerpo más pequeño que estaba en sus brazos se tensó por completo, incluso él también se había tensado. Pero tenía que llevársela a otra parte.

-…Está bien amor….Vamos… -Ella accedió y siguió sus pasos.

Decidió que sería mejor si nadie les escuchaba hablar, así que fueron a la parte más profunda del bosque. Hasta el momento, el único que sabía sobre su decisión era Soren, a los demás miembros se los diría después. Todo el camino fue en silencio, un silencio incomodo que lo estaba desesperando y carcomiendo por dentro. Solo quería acabar de una vez con esto para que ya la angustia en su corazón terminara.

Cuando por fin llegaron al lugar esperado Ike se detuvo a unos pocos centímetros detrás de Aqua, contendiendo por un segundo su respiración.

-Aquí está bien. –Dijo frunciendo su ceño en esa forma característica en la que lo ponía siempre.

-Bien. ¿De que querías hablar? –La expresión de Aqua estaba seria. No le gustaba cuando se ponía así, amaba más esa sonrisa radiante que le daba muy a menudo.

-… -Hubo otro silencio por su parte, y Aqua solo le miraba expectante, con sus brazos cruzados contra su pecho.

-…¿Y bien? –Sus ojos violetas le veían directamente.

¿Y ahora como se lo decía? Estaba muy nervioso, pero cualquiera que le viera por fuera pensaría que estaba muy calmado, incluso hasta molesto.

-… Amor… -Tragó en seco. –Aqua…Mi vida….

-..¿Si?

-Bien… Aqua… -Caminó hacia ella tomando sus manos. – Tenemos dos años juntos… y… Han sido los mejores de mi vida.

-… -Ella solo lo veía al parecer sin entender lo que le iba a decir.

-Soy muy feliz a tu lado así que.. que…

-…¿Qué? –Ahora sí parecía ansiosa al escucharlo.

-Quiero ... casarme contigo. -Lo dijo despacio.

Lo dijo una vez más para asegurarse de Aqua lo escuchó. Ahora que había hecho saber su más profundo deseo a esa mujer que tanto amaba la espera por la respuesta por parte de ella se hizo eterna. Por cada segundo que pasaba su corazón latía con más y más fuerza , Ike pensaba que si pasaba mucho tiempo así lo más probable era que le diera un infarto.

Dos minutos de silencio pasaron, pero para el comandante se hicieron eternos. Durante ese tiempo vio pasar varias posibilidades pasar su cabeza , una donde Aqua le decía que no, que aun no estaba lista y se iba. La otra, donde si aceptaba y todo terminaba bien. Estaba muy nervioso en incluso inseguro , si señores el comandante Ike estaba dudando de su propuesta debido a los nervios que lo amenazaban.

Estaba tan ensimismado en sus pensamiento , algo muy inusual en él por cierto , que cuando Aqua le habló tuvo que alzar su voz para que el la escuchara.

-Acepto . -Parpadeo un par de veces sin entender del todo, al parecer Aqua se dio cuenta te esto y le vio de una forma muy divertida. -¡Claro que Acepto mi amor.!

En tan sólo un instante Aqua ya había corrido hacia él. Rodeó su cuello con sus brazos y le besó de forma cálida, algo a lo que no estaban muy acostumbrados a hacer, pues los besos que ellos compartían eran mucho mas pasionales y desesperados.

Pero nada de eso le importó y sin pensarlo dos veces correspondió a ese beso, tratando con todas sus fuerzas de no profundizarlo.

-Pero amor ...-Aqua le vio a los ojos, mientras se alejaba un poco de él y esto lo puso un poco nervioso.

-¿Qué pasa? -Preguntó de la forma más calmada posible o al menos un intento de ella.

-...No te enojes ...¿Si? -Ella le dijo en un hilo de voz, mientras daba un par de pasos hacia atrás.

Está bien ahora si estaba nervioso... ¿Qué era lo que Aqua le iba a decir que tuvo que alejarse para ello?

-...No lo haré ...¿Pasa algo?

Pasaron un par de segundos y la suave brisa acariciaba el cuerpo de ambos, la cabellera de Aqua estaba algo alborotada gracias a ella y la capa de Ike se ondeaba levemente. Ella acomodó un par de mechones detrás de su oreja y Ike no pudo evitar sentir la necesidad de pasar sus dedos por esa suave cabellera negra. Pero el tren de sus pensamientos se descarriló cuando Aqua comenzó a hablar otra vez.

-...Amor yo...- Ike frunció bastante su ceño al ver como las manos de Aqua temblaban ligeramente.

-¿Si? - Aún llevaba esa expresión sería en su rostro pero intentó que su voz no sonara tan seca al hablar.

-...-Aqua respiró profundo y le vio a los ojos. -Ike... estoy ...embarazada...-Eso último lo susurro por lo que él no alcanzo a escuchar esa parte.

-¿Estas ... Qué?

-Estoy embarazada ... -Terminó ella.

A Ike le tomó un par de segundos procesar aquella información. Sus ojos azules vieron en shock a su amada como en busca de una respuesta.

-¿...De verdad lo estás? -Entonces vio como su amada le asintió con la cabeza.

Aqua bajó ligeramente su mirada, tal vez esperaba que de su parte hubiera enojo o que Ike le fuera a regañar, pero ese no fue el caso. En el rostro del comandante se dibujó una gran sonrisa, y seguido de eso se acercó a su ahora prometida de forma veloz. En un solo instante ya la había alzado entre sus brazos , para haberla girado en el aire de tanta emoción sentía en ese momento.

-¡Ike! - Ella exclamó algo asustada y él solo sonrió más.

-¡Voy a tener un hijo ! - Esto lo gritó a los cuatro vientos aún sabiendo que nadie los escucharía.

-¿N-No estás molesto ?

-No...Estoy... feliz ...es la mejor noticia que me han dado. - Le contestó entre jadeos , mientras la bajaba.

Siempre imaginó que cuando se casara con Aqua tendrían muchos hijos, pero no pensó que el primero vendría tan pronto. Sin embargo, nada de eso importaba , era feliz con ello.

-..Ike...- Aqua le vio con los ojos anegados en lágrimas y se echó en sus brazos, le abrazó con tanta fuerza que por un momento Ike pensó que se quedaría sin respiración. -Te..amo...- La voz de Aqua se escuchaba muy suave y eso solo le hizo sentir más amor hacia ella.

- Yo también... Con todas mis fuerzas. -Contestó mientras apoyaba su barbilla sobre la cabeza de ella, inhalando el dulce aroma que desprendía su cabello.

Tal vez era muy pronto para ser padres pero de una forma u otra lo lograrían. Ike sabía que Mist sería muy feliz de ser tía, así como también que Soren se enojaría por su descuido de embarazarla antes de la boda.

No importaba , era feliz y Aqua también , así que haría todo lo posible para formar un hogar junto a ella. Tantas ideas rondaron por su mente, estaba muy emocionado, tanto que se alejó de Aqua y la tomó en sus brazos como si fuera una novia. Ella dio un grito de sorpresa pero no protestó en lo absoluto.

Ambos se encaminaron hacia la fortaleza a contarles a los demás. Estaban tan felices que ese momento nadie podría arruinarlo. Era apenas el comienzo de una larga aventura, una que estaría dispuesto a vivir junto a su amada Aqua.


N/A: Espero que les haya gustado y si pueden dejénme una review, me ayudaría mucho. Veré si ahora puedo actualizar "Un conejo de mala suerte" me faltan solo dos capítulos para terminarlo :)

¡Hasta la próxima!