Hola amigos, les traigo (según yo) el reto de Karyatoz del foro proyecto 1-8 no se si pueda cumplir con sus expectativas y no se si cumple con las mías, soy bastante "noob" por así decirlo pero me anime al ver el trabajo de todos en el foro =).
Al principio quería hacer un oneshot pero se salio de mi control, lo siento, de cualquier forma los capítulos no estarán tan largos. Siéntanse libres de dar cualquier tipo de critica porque aunque eh leído mucho es bien raro que escriba, así que las necesitare.
—Excusas, excusas, excusas, siempre excusas, ¿qué pasa contigo Tai? Esto no es una tarea, ni clases de apoyo, tú te comprometiste a esto ¿recuerdas?... Ni siquiera te lo pedí y en un principio tú fuiste el que insistió; ahora si te necesito, te has vuelto indispensable para el grupo.
— ¿Indispensable? —repitió el castaño, esa palabra no podía ser más falsa, ¿Quién era indispensable hoy en día? Siempre había otra persona más calificada, para hacer cualquier cosa o en su defecto una máquina. — Nadie es indispensable, eso fue en un principio, no había quien te apoyara, ahora hay mucha gente dispuesta ayudarte.
—No es lo mismo, Tai… escucha, no se trata sólo de la banda…
— ¿de qué se trata entonces?
— De nosotros — lo soltó desesperado, sin pensar, Tai lo miro confundido y segundos después sonrió confiado
— ¿de nosotros? ¿Sabes lo gay que sonó eso? – Matt enrojeció súbitamente.
—Idiota – sentenció el rubio cruzándose de brazos. Tai comenzó a reír y su risa pronto contagió a su amigo, el ambiente se suavizó – ya en serio, ¿qué está pasando? Estás raro.
Tai hizo una mueca de disgusto, pero al final suspiró parecía que por fin iban a hablar, pero el sonido de un móvil le interrumpió.
Yamato sacó el teléfono de su bolsillo y vio el nombre de Sora en la pantalla —Es Sora, ¿te importaría si…?
—Adelante.
— ¿Qué pasa? –Contesto algo cortante – si estoy con él ahora mismo, parece que no, diles que empiecen sin mí, haré lo que pueda, nos vemos allá— corto.
— ¿En que estábamos? — volteo a ver a Tai, pero él le daba la espalda, caminó hasta estar a la par y puso una mano sobre su hombro, sabía que algo andaba mal, pero con el éxito que estaba alcanzando su banda la mayoría del tiempo estaba ocupado ensayando o en la escuela, su amistad estaba muy descuidada.
—No los hagas esperar, si uno de esos productores va a verlos y no estas, darán muy mala imagen, ya sabes con tanto grupo esperando debutar… deben ser los mejores.
— ¡Rayos! Tai… Sabes que no soy bueno hablando de estas cosas, quiero ayudarte, sé que algo te sucede, pero tú no te dejas ayudar— golpeó el barandal de la escuela con ganas y Tai se sobresaltó — ¡eres un Idiota!
— ¿Y qué vas a hacer? —contestó molesto por el gesto de su amigo— ¿Golpearme como cuando éramos unos niños?
—Pues no me obligues a hacerlo —dijo en automático, dándole la cara rápidamente.
— ¡Adelante! Si es lo que quieres — lo reto con decisión, poniendo su mejilla ante él, quería ser golpeado y entonces tener una excusa para odiarlo. Matt se acercó a él, parecía que si iba a pegarle, pero volvió a compostura, se alineo el saco y aflojo la corbata del uniforme, entonces dio la vuelta y comenzó la marcha. — ¿Te vas?—pregunto confuso
—dijiste que no debía hacerlos esperar y tienes razón. Hablaremos después— levantó una mano despidiéndose de él.
— ¡ERES UN COBARDE ISHIDA!— grito esperando que regresara. — ¿ME ESCUCHASTE?—Matt se detuvo.
— Escucha tus palabras Tai— le aconsejo el rubio y siguió caminando
Tai apretó su puño —"que idiota"— pensó, aunque no estaba seguro si lo pensaba de Matt o de el mismo, pateó el barandal enojado.
— ¡Hey! ¿Quién está haciendo eso? —un guardia, lo apunto con una lámpara, Tai levantó las manos como si fuera un criminal.
—Me tropecé —alegó.
— ¿Dos veces? —pregunto el guardia, incrédulo, entonces el castaño se echó a correr.
Corrió dos cuadras, giro a la derecha y luego a la izquierda sin siquiera pensarlo, dejo de correr hasta que estaba cansado y como su condición física era óptima estaba ya muy lejos de su casa cuando entro en cuenta de la distancia que había recorrido. Apoyó las manos en sus piernas mientras recuperaba el aliento, miró al cielo, el sol ya se había escondido por completo. ¿Qué rayos acababa de hacer?
Comenzó una pelea con su mejor amigo, el nunca hacia esa clase de cosas, siempre había sido Matt el que comenzaba las discusiones; malinterpretaba las cosas, siempre había sido un desastre en sus emociones, pero ahora... debía admitirlo, había madurado. Tal vez era por eso que le gustaba tanto a las chicas, que Sora lo había preferido; había crecido, se comportaba como un adulto. Pero, ¿el? Iba de mal en peor ¿cómo era posible? Se había comportado como un bebé pero es que… quería enojarse con su amigo, odiarlo, mas no podía, incluso si lo hubiera golpeado, no lograba estar molesto con Matt; después de todo, siempre había sido su mejor amigo.
Algo había cambiado ese último año: la distancia. ¡La maldita distancia! Al principio creyó que era lo normal. —"la gente crece, Tai, llegará un punto en el que tu vida se reducirá a tus hijos y a que tanto les puedes dar; así es mi casa y en muchas de las que eh visto, bueno, si es que hay suerte, existen situaciones peores"— recordó lo que le dijo su anteojudo amigo hacia algún tiempo.
¿Por qué hablo con Jou ese día? Sólo había conseguido deprimirse, nunca había tomado lo que Jou decía en serio, pero esa vez si, quizá era porque en el fondo sabía que era la verdad, pero era triste. Aún era muy joven para crecer, para enfrentarse a ese tipo de cosas.
No quería llegar a su casa y hablar con sus padres de trivialidades como la escuela a la cual ni siquiera le estaba prestando atención, quería hablar de sus sentimientos, como alguna vez lo hizo con Matt o con Sora, pero ellos no eran una opción. Pensó en Mimi, si bien no podría sincerarse del todo con ella, por lo menos lo haría sonreír con alguna de sus ocurrencias... pero ella estaba de viaje, siempre estaba de viaje. ¿Izzy? se le vino de pronto a la mente pero luego recordó la vez que hablo con Jou, antes de ir a su casa fue a la de Izzy; el pelirrojo siempre había parecido mejor opción que Jou a pesar de ser más joven, había más confianza, pero él estaba enfrascado en su computadora ese día, no siempre era así, pero ese día así fue, y pensó que el día de hoy contaría con la misma suerte y ¿Jou? No, jamás de nuevo. Camino a casa desanimado, a paso lento.
—Ashu!— fue lo primero que salió de su boca al llegar a casa.
— ¡hermano! Bienvenido, ¿estas resfriado?
— ¡hola! — se frotó la nariz y sonrió
— ya es muy tarde, ¿dónde estabas? Estaba preocupada
Tai se acercó a su hermana puso una mano entre su boca y el oído de su hermana y susurro— un guardia del colegio me ha perseguido por toda la ciudad porque le di una patada al barandal.
Kari se tapó la boca con las manos asustada – ¿porque lo hiciste?— Tai rio.
— ¿Qué fue lo que hiciste Taichí Yagami? –preguntó su madre con manos en la cintura
—no fue nada ma, me tropecé en el barandal de la escuela y el guarda se enojó, mañana arreglaré todo, me voy a dormir.
— ¿A dormir? Pero si no has cenado. — se extrañó la señora Yagami.
—Cene en casa de Izzy — mintió y se encerró en la habitación que antes compartía con su hermana.
Dejó sus libros a un lado de la cama y se recostó, miro al techo y quiso dormir, pero no podía, hacía algún tiempo que no podía. Pensó en los viejos tiempos, en los cuales estaban los 8 amigos en el mundo digital, recordó lo aterrado y a la vez lo feliz que era, daría todo por volver a esos días…
— ¿Hermano?— la voz de su Hikari sonó tras la puerta, pero él no contestó, se volteo al lado contrario y fingió estar dormido, así si entraba no vería las lágrimas que salieron sin querer al cerrar sus ojos. Sin escuchar respuesta Kari entro.
– Hermano… sé que no cenaste con Izzy, le mande un texto preguntándole que había cenado y me contestó que aún no lo hacía; si vas a mentir, deberías tener una coartada desde antes. — Tai secó sus lágrimas en un movimiento y se levantó.
— Te traje algo de cenar, no te preocupes por lo de Izzy no se lo diré a mamá.
—Sí mentí en lo de la cena es porque no tengo apetito, ¿no pensaste en eso antes de molestarte en traerla?
—Si lo pensé, pero creí que en la madrugada te daría y quise adelantarme.
— ¿de qué hablas?
— De tu insomnio— dijo como si se tratara de algo obvio— desde hace días te he escuchado despierto durante las madrugadas — Tai disimulaba — ¡no mientas!, el apartamento no es tan grande; por más sigiloso que intentes ser, escucho los resortes de tu cama cuando te levantas y la puerta cuando vas a la cocina. Hermano… ¿qué está pasando?—término preocupada.
—así que ¿te crees muy lista eh? – Tai hizo una sonrisa de lado, parecía sincera pero no muy feliz.
—hermano…
—Comeré sólo si me acompañas—le guiño un ojo risueño y Kari asintió satisfecha.
Kari comenzó a hablarle, de las cosas que pasaban en su colegio, trivialidades, materias y chismes que compartía con su mamá, ambos rieron un poco y Tai volvió a sentir esa calidez que hacía tiempo no sentía; devoro todo el plato y se frota la panza de satisfacción. Kari rio
— ¡¿de qué te ríes?!— Preguntó Tai en un berrinche fingiendo estar ofendido de su burla – fuiste tú quien me trajo ese enorme plato.
—me gusta verte así, sonriendo; que te olvides un poquito de tus problemas.
— ¿De qué problemas hablas?— se hacía el extrañado pero ansiaba tener esa conversación, hacía días que necesitaba desahogarse.
—ya basta de fingir, hermano, ¿qué pasa? Nunca te había visto así.
—Y, ¿cómo me veo exactamente?—preguntó con curiosidad.
—deprimido, raro, no lo sé. — Tai se arrepintió, ¿enserio le iba a contar a su hermanita que estaba deprimido por el rechazo de una chica? Eso no sonaba lógico, es la clase de cosas que le cuentas a tu mejor amigo o a tu amigo "geek" si te pusiera algo de atención, tal vez a tu padre.
— es por una chica ¿no? — sonrió pícara
—"¡¿cómo lo sabía?!" – pensó para sus adentros pero su cara se encargó de revelarlo a su hermana.
— ¡Lo sabía! , ¡Lo sabía! — Grito emocionada, luego tapo su boca rápidamente— ¡Cuéntamelo todo! ¡Te ayudare! — dijo en voz baja
— ¿Me ayudaras? Y ¿a qué me ayudaras exactamente?
— ¡A conquistarla, por supuesto!— Tai reprimió su risa tapando su boca, no quería despertar a sus padres— ¿¡de que te ríes!? Pregunto Kari indignada.
El chico sintió ternura, su hermana era la misma de siempre, tan optimista y dulce… —No es lo que crees…
—Entonces…. ¿Te rompieron el corazón?—….y al parecer bastante perceptiva
Cualquier persona se hubiera enojado de lo directa que era y también hubiera considerado una pérdida de tiempo contarle sus penas a una pequeña tan inocente, después de todo Kari apenas tenía 12 años ¿que podría saber? Sin embargo esa manera tan triste en la que pronunció "te rompieron el corazón" le quebró por dentro.
—Sora…
Kari había temido que pronunciara ese nombre, pero de alguna manera lo presentía, y es que Tai siempre había estado tan embobado con ella… en realidad nunca antes le había visto deprimido, bueno quizá una vez. Cuando se despidieron de sus amigos Digimons en aquel verano del 98, pero solo esa. El ánimo de su hermano era siempre alegre y enérgico y era difícil que cambiara por más mínimo que fuera. Sora era parte de sus vidas y era alguien de quien jamás se podrían olvidarse; se sentía muy triste por la situación y por su hermano, pero no sabía que decir.
—le dije lo que sentía…—continuo Tai
—Y qué paso— pregunto sin desear saberlo en realidad.
—dijo que le gustaba otra persona…
—Lo siento hermano, de verdad lo siento, debe ser muy difícil…
—No es lo peor, sabes… –Kari sintió un escalofrío ¿acaso podía haber algo peor? – le gusta Matt.
A Kari casi se le desencajó la mandíbula de la impresión; estaba en la edad en la que las niñas quieren ver el romance por todas partes, había imaginado un romance entre Mimi y Koushiro muchas veces, entre Matt y una de sus molestas admiradoras, y entre Takeru y una tonta de su curso, pero ¿Sora y Matt?, ¡no había ni una chispa entre ellos! – ¡No te creo! – dijo sin dudarlo.
—pues me creas o no, así son las cosas
Kari cerró los ojos y suspiro — y ¿qué pasa con Matt? ¿Le correspondió?
—no sabe nada, pero sabes, siempre he creído que si le atrae, es solo que como todo el mundo sabe que siento algo por Sora jamás me ha dicho nada. Bueno… en realidad siempre lo eh pensado pero, solo lo pienso entiendes, no sé si es verdad, — dijo confundido.
—Entiendo—dijo Kari comprensiva y luego suspiro— Matt es un buen amigo…
—es demasiado bueno y eso me molesta sabes, por qué no es su culpa, no es culpa de nadie en realidad, bueno tal vez sea mía, ¡Matt es un mejor partido que yo!, ya sabes trae muchas chicas "cacheteando el pavimento" como dicen, pero creí que tal vez Sora sería diferente que no se dejaría llevar por la apariencia y esas cosas, porque sabes, Matt es muy guapo y canta bien y eso ¿y yo? Yo no soy nada…
—hermano…. No creo que Sora sea tan superficial… Matt es un buen chico, y tampoco es que sea mejor que tú, no es tu culpa, no es culpa de nadie.
—supongo que tienes razón—suspiró— el punto es que no quiero ver a Sora nunca más y le he armado un lío a Matt esta tarde.
— ¿por qué?
—porque quiere que vaya a ayudarle en los ensayos de su banda como antes, pero no me da la gana ahora mismo, quiere que le dé una explicación, pero no es como que pueda llegar y decirle: "hola Matt te saco la vuelta porque Sora me bateo y te quiere a ti", solamente quiero que me odie por sí mismo y me deje en paz, por lo menos algunos días.
—que inmaduro hermano
—no tienes que decírmelo, me siento ya bastante estúpido.
