¡Hola a todos! Si, ya sé que debería estar actualizando mi otro fic, pero como dije en alguna de mis otras historias doña inspiración viene cuando se le da la gana y esta vez toco mi puerta XD espero que esta pequeña historia sea de su agrado y advierto que tal vez Hibari me haya quedado un poquito tierno ^_^ no me maten por eso, en fin, sin afán de aburrirlos los dejo con esta nueva entrega XD

Situaciones inesperadas…

"Han pasado tantos años desde la primera vez que te vi, demasiados diría yo, no eres más aquella pequeña niña de graciosa figura que llego de china, no, ahora eres toda una mujer, una fantástica y hermosa mujer, fuerte, decidida, pero sobre todo, una que no me pertenece…

El amor no es más que una estupidez, una pérdida de tiempo al igual que el compañerismo, la amistad y muchos otros lazos que establecen los herbívoros como Sawada Tsunayoshi, el amor te hace débil, te convierte en un imbécil sin voluntad propia ¿Dar la vida por alguien? Es la más grande hipocresía que he oído, no hay nada más importante que uno mismo, o por lo menos, eso es lo que solía pensar… Creía que el amor y esa clase de sentimientos eran propios de los herbívoros, que cosas como esas no me afectarían pues yo era diferente y digo era, por que ahora estoy seguro de que no es así, fue un duro golpe para mi orgullo admitir que me preocupaba por alguien más a parte de mi, que sería capaz de dar la vida por alguien que no era yo, que había algo mas allá de pelear, que un hombre como yo podía albergar aquello de lo que tanto hablaba la manada de herbívoros que tenías por amigos, fue difícil y muy duro admitir que.. Que podía amar a alguien… ¿Muy tarde verdad? Vaya ironías de la vida, ahora que puedo decirlo abiertamente, hoy que mis sentimientos por ti crecen día con día pues, aunque muchos crean que no los tengo están presentes en mi y son por ti… ¿Por qué no te dije lo que sentía aquella vez?, esa pregunta se repite una y otra vez en mi mente, ¿Por qué no pude decirlo como lo hago ahora? Hoy las palabras fluyen libremente pero es muy tarde pues se… sé que no podrán alcanzarte…

Recuerdo claramente aquel día, tu graciosa figura y tus mejillas sonrojadas al entregarme esa pequeña caja con chocolates, inconscientemente una sonrisa escapo de mis labios al verte correr avergonzada después de dármelos, era la primera vez que alguien se acercaba a mí de esa forma, sin miedo, confiando en que no la lastimaría, me pregunto si sabias entonces de mi reputación, no lo sé y creo que jamás lo sabré. Si te soy sincero, creo que fue desde ese momento que llamaste mi atención, eras tan pequeña, tan frágil, tan inocente y a la vez fuerte, con un dominio envidiable en artes marciales, con una seriedad impropia para tu edad, la verdad es que no sé en qué momento te detalle tanto, solo puedo decir que para cuando me di cuenta ya eras alguien especial y eso… eso me asustaba…

No quería admitirlo pero era verdad, me aterraba pensar en la sola idea de estar convirtiéndome en un herbívoro mas, en estar desarrollando aquellos sentimientos que ellos compartían y eso… eso me llevo a cometer muchos errores, errores de los que ahora me arrepiento. Claramente recuerdo el día en que cometí el peor error de todos, aquel que te alejo definitivamente de mí, un par de años atrás apareciste sorpresivamente en mi oficina, supuse que directo del instituto pues aun llevabas el uniforme, llegaste con una caja de chocolates en las manos; totalmente sonrojada me los diste confesando tus sentimientos por mi esperando una respuesta de mi parte, me quede en silencio, no supe que decir pues las cosas habían cambiado desde la última vez que me diste unos, antes eras una niña, la persona que en aquel entonces tenía frente a mi era una mujer, una que me estaba entregando su corazón junto a esos chocolates, mi corazón se acelero con la sola idea y eso me asustó aun mas, estaba perdiendo el control de mi mismo, tu sola presencia me ponía nervioso, me comportaba como un imbécil cerca de ti, aunque nunca dejaba que lo notaras solía chocar con cualquier cosa cuando de lejos te veía venir, me trasformaba en un completo inútil, eso me molestaba y a la vez recalcaba mi miedo, era peligroso tenerte cerca, no, tu presencia no era el problema, el problema era lo que empezaba a sentir por ti, fue por eso que… que cometí aquella estupidez…

"No vuelvas a interrumpir mi trabajo con idioteces como esas, no me hagas perder el tiempo" "Dáselos a alguien que los quiera, vete y encuentra a alguien más" "Y no llores ¿Quieres? es realmente molesto"

Pude ver como reprimías inútilmente tus lágrimas pues a pesar de que lo intentabas, estas brotaban aun en contra de tu voluntad, apretaste con fuerza entre tus manos aquella caja que era para mí y siendo incapaz de reprimir tu llanto, sin decir una palabra más saliste corriendo de mi oficina. Me sentí la peor basura del mundo, te había lastimado, pude ver claramente el dolor en tus ojos, cerré los puños con fuerza y de un solo golpe partí en dos mi escritorio, ¿Cómo había sido capaz de hacer algo como eso? Sentí como mi pecho se oprimía lenta y dolorosamente, dolía y dolía mucho, pero estaba seguro de que no era nada comparado con el dolor que había provocado en ti, caí pesadamente sobre mi silla esperando que aquella opresión desapareciera mas por el contrario, se hizo cada vez mas y mas grande hasta llegar al punto de hacerme respirar con dificultad, estuve tentado a ir tras de ti pero sabía que si lo hacía no habría marcha atrás, entraría a un terreno desconocido en el que tenía miedo, si, miedo de pelear; la imagen de tu rostro bañado en lagrimas venia una y otra vez a mi mente sin que pudiera hacer nada por evitarlo, entonces lo decidí, fui tras de ti pero no pude hallarte, solo encontré la pequeña caja en uno de los botes de basura del lugar, lo tome entre mis manos y en el encontré una pequeña nota

"Sé que no te gustan mucho los dulces por eso les puse algo de café, así no serán tan empalagosos" "Pruébalos y dime qué opinas ¿sí? Si te gustan te hare mas el próximo año" "Cómelos todos o me enfadare contigo Hibari Kyoya"

PD: "En serio, cómelos ¿sí? ¡Y no se los des a Kasukabe! Estos son especialmente para ti…"

Apreté con fuerza el pequeño papel entre mis manos, apoye mi espalda en una pared y me deslice por ella hasta llegar al suelo, oculté el rostro entre mis rodillas y trate inútilmente de reprimir un rebelde lagrima que se deslizo por mi mejilla, era un maldito desgraciado que había alejado a la única persona que realmente se preocupaba por él, no era más que basura…

Poco después fui a la base Vongola sabiendo que desde que entraste al instituto vivas allí, odiaba mezclarme con Sawada y los demás herbívoros pero debía encontrarte, las disculpas no eran lo mío, a decir verdad nunca lo había hecho pero como dicen algunos herbívoros, para todo hay una primera vez, fui directamente con Sawada Tsunayoshi pues no logre encontrarte, pregunte por ti pero no quiso decirme nada, lo amenace, use todos mis recurso para ubicarte más todo fue en vano, estuvo totalmente reacio a decirme lo que quería.

"Amenázame cuanto quieras, golpéame si deseas pero no te lo diré" "Ya le hiciste mucho daño, no la busques mas, ella no quiere saber nada de ti"

Lance un golpe contra la pared que rozo la mejilla de Sawada tratando de intimidarlo, sentí su temor cuando el concreto crujió tras el mas no dio su brazo a torcer, se negó a decirme dónde estabas, en ese momento aparecieron los otros herbívoros entre ellos, aquel chico vaca, ese mocoso con el que solías jugar cuando niña, ese cobarde que con su sola presencia lograba enfadarme pues era más cercano a ti que yo, mas ahora que con mi estupidez te había alejado de mi. Aquel molesto chico vaca se acerco a mí ¿Acaso pensaba amenazarme? Poco después llegaría mi respuesta junto a un golpe de su parte, me tomo por sorpresa, ¿Desde cuándo ese mocoso se atrevía a retarme?, no, la pregunta era ¿Desde cuándo Sawada lo permitía?

"Por tu culpa… ¡Por tu culpa I-Pin se fue!" "No la busques mas" "tu solo la lastimas"

Pude notar como sus piernas temblaban con cada palabra que decía, supongo que ese chico vaca estaba consciente de que podría golpearlo hasta la muerte en ese preciso momento y por eso temblaba, me puse de pie y sin decir más palabra me fui, el tenía razón y eso… eso me enfurecía, ¡No hacía falta que alguien como él me lo dijera! Estaba consciente del daño que te había hecho; no importaba si ellos no me lo decían, te encontraría y entonces hablaríamos, te diría aquello que por temor no pude decir…

Intente por todos los medio hallarte, créeme que pase días enteros intentando dar con tu paradero pero el siempre intervenía, Sawada entorpecía mi búsqueda, supongo que tu se lo pediste y si te soy sincero no te culpo, estabas en todo tu derecho de ocultarte de mi, de no querer volver a verme jamás, fui un imbécil ¿cierto? Para mí era natural que tú siempre estuvieras allí, conmigo, nunca imagine que algún día podrías faltarme pero habías elegido un camino diferente, uno en el que no estaba incluido yo…

Desistí de mi búsqueda, si no querías verme no era quien para imponerte mi presencia, después de todo había sido mi culpa, fui yo quien te alejo y ahora… ahora debía aprender a vivir sin ti. El tiempo pasó y nada volvió a ser igual, me hiciste mucha falta, tu sonrisa, tus ojos, tu voz, todo…Me desconozco… no sé en qué momento me convertí en esto que soy ahora, un herbívoro más que solo vive y respira por ti…

Hace poco supe que volvías, mi corazón volvió a latir como hace mucho no hacía, al fin podría verte más aquella noticia llegaba acompañada de un rumor, si bien el saber de tu regreso me devolvió la vida, la noticia que llegaba contigo acabo con lo poco que quedaba de mi "I-Pi-chan y Lambo se casan" eso fue lo que Sasagawa Kyoko dijo sin saber que yo estaba presente. Me negué a creerlo, debía ser una broma no podías haberme olvidado tan pronto ¿Verdad?, regrese a mi base esperando que todo esto no fuera más que un mal sueño, que al despertar estarías allí como siempre, a mi lado, jugando con hibird o con roll, mas cuando entre a mi habitación un sobre en mi escritorio me esperaba, lo cogí entre mis manos y me basto con leer el remitente para comprender que no era un pesadilla, que era un maldita realidad, mi realidad…

"Lambo e I-Pin" "tenemos el honor de invitar a usted y compañía a ser testigo de nuestro enlace matrimonial…"

No pude seguir leyendo, aquella opresión en mi pecho, la misma que sentí el día que te deje partir creció, se hizo fuerte, demasiado fuerte, arroje todas las cosas de mi escritorio, destroce todo lo que encontré en mi camino, necesitaba desahogarme, necesitaba calmarme, necesitaba… necesita tu presencia… necesitaba de ti…

Hice pedazos aquella invitación, me negaba a creer lo que en ella decía, me negaba a aceptar la realidad, entonces recordé mis propias palabras "Vete y encuentra a alguien más…" cuando dije que lo hicieras estaba mintiéndome a mí mismo, negando lo que mi corazón gritaba cada vez que te veía, fui un estúpido… quisiera ir y encontrar a ese chico vaca, golpearlo hasta la muerte, desaparecerlo de este mundo y llevarte conmigo, pero no lo hare por que se… sé que no te merezco, no merezco a una mujer como tú…

Hoy puedo decirlo libremente, sé que es tarde pero quiero hacerlo, te amo, te amo como nunca creí que podría amar a alguien, sé bien que no podre estar a tu lado, no ahora que estarás con él, que vivirás con él, que tus besos, tus caricias, tu cuerpo, todo será de él, este es mi castigo, saberte cerca y no poder tenerte, estar a un paso de ti, ser testigo de cómo le darás tu vida a ese estúpido chico vaca, perderte a manos de él, pero sé que lo merezco por eso prefiero callar… no sabes las ganas que tengo de presentarme en la iglesia, acabar con el cobarde que tienes por prometido y raptarte del altar, llevarte a un lugar en el que nadie podría hallarnos y hacerte mía cada noche igual que en mis sueños… soy patético ¿Cierto? Me atrevo a llamar cobarde al estúpido chico vaca cuando aquí, el único cobarde, el único estúpido soy yo…

Ya no te entretengo mas, se que debes estar ansiosa por llegar a la iglesia y desposarte con él, mas solo quiero que sepas que… que deseo tu felicidad, si, tu felicidad, aquella que yo te negué, se feliz aunque no sea conmigo, no importa lo solo o triste que me sienta, por primera vez quiero dejar de ser egoísta y quiero dejarte ser feliz…

Ni siquiera se para que estoy escribiendo esto pues se que no tendré el valor para entregarlo, no ahora que pude verte desde lejos, radiante, con una sonrisa que ilumina todo a su paso, no ahora que… que eres feliz…, e que no lo merezco pero quería pedirte perdón, perdón por todo el daño que te hice y también… también por ser egoísta y no quedarme a acompañarte en este día tan especial pero… pero créeme que no lo soportaría. Sin embargo quería darte las gracias, gracias por enseñarme que un hombre como yo también podía amar, por mostrarme un mundo en el que había algo más que peleas, por estar allí para mi, por acercarte a mi sin importar todo lo que hice en el pasado, gracias por amarme aun con todos los defectos que pude tener, gracias por existir I-Pin, gracias por todo y… adiós…"

-I-Pin-chan –llamo Kyoko al ver como la china no dejaba de llorar mientras sujetaba un papel entre sus manos ya con el vestido de novia puesto- ¿Que sucede? ¿Qué dice ese papel?

-I-Pin –replico Lambo que preocupado por ella había entrado a la habitación- ¿Qué…?

-¿Dónde está? –cuestiono la china a Kasukabe con la mirada gacha ignorando por completo a Lambo- ¿Por qué se despide?

Guardo silencio, no supo que decir o hacer, no supo cómo reaccionar, ella lo había ignorado completamente, parecía que lo único que podía captar su atención era el trozo de papel que llevaba en las manos, estaba en shock, recordó que la única vez que la había visto en ese estado fue por él, Hibari Kyoya, ¿Acaso es tipo no iba a dejarla en paz?, Se acerco a ella con la intención de abrazarla más ella levanto la mirada encontrando sus ojos con los suyos, el conocía esa mirada, era la misma que ella tenía cuando lo rechazo, "Lo siento lambo pero… pero a mí me gusta alguien más" esas fueron sus palabras, él sabía de antemano sus respuesta pero quiso intentarlo, ella desde pequeña estuvo enamorada del Hibari, ¿Sería entonces una carta de él? Al parecer si, pues I-Pin sujetaba con fuerza el papel entre sus manos. Podía percibir la disyuntiva de la china y sabía el por qué, sea lo que sea que esa carta decía había removido los sentimientos de ella hacia el guardián de la nube, el problema no era Hibari ni I–Pin, el obstáculo era el…

Muchos pensaban que era un inmaduro y en parte tenían razón, cuando quería algo simplemente lo tomaba y ya pero con I-Pin era diferente, él la amaba y por eso haría lo que el creía mejor para ella, la dejaría ir… Se acerco a I-Pin y la envolvió en un sorpresivo abrazo, ella ensancho ligeramente los ojos por la sorpresa, acaso Lambo…

-Ve con el… -susurró el bovino mientras ocultaba su rostro de la china pues no quería que ella lo viera en esos momentos- si eso es lo quieres…

-Pe-pero Lambo tu… -trato de decir la pelinegra, ¿Sería posible que lambo supiera que…?-

-Lo supe desde siempre –susurró mientras se separaba de I-Pin y le dedicaba una sonrisa- no lo has olvidado y nunca lo harás… -agrego ante la sorpresa de los guardianes que se habían congregado en el lugar- amas a Hibari, I-Pin…

-Lambo… -susurró la china clavando la mirada en el suelo, era verdad, puso todo de su parte para enamorase de su mejor amigo pero… le fue imposible, su mente, su corazón, esos le pertenecían solo a él, a Hibari Kyoya, acepto la propuesta de lambo por ser él quien siempre estuvo a su lado, apoyándola y por qué… por que creyó que Hibari jamás podría corresponderle, se lo había dejado en claro ese día, pero ahora… ahora las cosas eran diferentes…-

-¿A qué viene esa cara I-Pin? –Cuestionó en tono juguetón el bovino mientras la empujaba fuera de la habitación- ve a buscarlo, por nuestra boda no te preocupes, yo le explicare a los invitados

-Lo siento lambo… -susurró la china mientras lagrimas se deslizaban por su rostro, amaba a Kyoya pero no quería lastimar a su mejor amigo, no después de todo lo que había hecho por ella- yo…

-¡Ya vete! –Regaño el bovino mientras se dirigía Kasukabe- ¿Dónde está el?

-En el aeropuerto –contestó el aludido mientras todos veían confundidos la escena, ¿Qué estaba pasando allí? ¿Se cancelaba la boda? ¡Que alguien diga algo!- cuando supo de la boda reservo el primer vuelo de la aerolínea

-¡Imposible! –replicó el bovino para luego empujar a I-Pin fuera de la habitación-debes irte ¡Ya! De lo contrario no lo alcanzaras, tal vez ya se fue…

-Kyo-san me llamo hace 5 minutos –intervino Kasukabe- dijo que su vuelo salía en 20 minutos, nos quedan 15 para llegar

-Llévala por favor -pidió lambo al subordinado de Hibari-

El aludido asintió ligeramente y se encamino a la salida seguido de I-Pin, si se daba prisa tal vez llegarían a tiempo. En la habitación que anteriormente era ocupada por la china los confundidos guardianes esperaban una explicación de lo que acababa de pasar, Tsuna se acerco a Lambo que permanecía inmóvil, de pie frente a la puerta por la que la china había salido, toco su hombro tratando de llamar su atención más cuando lo hizo, el bovino rompió en llanto como cuando niño, ocultando su rostro con su antebrazo, dejar ir a I-Pin había sido más doloroso de lo que creyó…

-¿Qué paso Lambo? –cuestiono el decimo tratando de entender parte del enredo aunque tenía cierta idea del motivo y ese tenía nombre y apellido Hibari Kyoya- ¿Hibari-san tiene algo que ver? ¿Le hizo algo a I-Pin?

-No –respondió el bovino calmándose ligeramente, por lo menos dejando de llorar- el no hizo nada… -susurro recordando cómo es que aquella carta había llegado a manos de I-Pin- absolutamente nada…

Inicio de flash back

Lambo caminaba por los pasillos de la base Vongola, aun era temprano como para ir a la iglesia tal vez podría ver a I-Pin antes de encontrarse en el altar, se encamino hacia la habitación de la china, estuvo a punto de entrar cuando oyó unas voces dentro por lo que prefirió escuchar antes de ingresar al recinto, ¿Qué había llamado su atención?, una sola palabra, un nombre, Hibari Kyoya…

-¿Acaso no pudo venir personalmente? –Cuestiono temerosa la china dirigiendo su mirada a Kasukabe- ¿Se vale de sus subordinados para darme eso? –Agrego señalando el sobre que Kasukabe llevaba en las manos- Sea lo que sea no lo quiero, no tengo tiempo que perder

-¿Al menos podría revisarlo antes de la boda? –cuestiono con insistencia, con voz casi suplicante- por favor…

-¿Por qué tanta insistencia Kasukabe-san? –pregunto la china mientras entregaba el velo a Kyoko y Haru que la estaban ayudando con el vestido- si era tan urgente bien podía haber venido él a decirlo ¿No cree?

-Kyo-san no sabe que estoy aquí… -respondió aludido desviando ligeramente la mirada y sorprendiendo a I-Pin ¿Kasukabe ocultando algo a Hibari? Eso era extraño-

-No entiendo –replico la china confundida- ¿El no lo envió?

-Así es –contesto el aludido bajo la mirada confundida de Kyoko y Haru ¿Qué estaba pasando allí? ¿Qué tenían que ver Hibari e I-Pin?- como le dije antes, el no sabe que estoy aquí, mucho menos que les estoy entregando esta carta –agrego mientras le entregaba el sobre siendo recibido por una indecisa I-Pin ¿Por qué tenían que pasara estas cosas cuando iba a casarse?- a decir verdad el no pensaba entregársela…

-¿Qué? –pregunto nuevamente la china, ¿Hibari no iba a darle esa carta? Entonces ¿por qué…?-

-Esta mañana –contesto Kasukabe recordando lo sucedido- fui a la oficina de Kyo-san y la encontré prácticamente destrozada, el estaba sentado en el suelo recostado contra la pared mientras sostenía entre las manos el sobre que le acabo de entregar –agrego haciendo referencia a la carta que una sorprendida y ahora, dudosa I-Pin sostenía- cuando lo llame se puso de pie y me dio la espalda sin decir una palabra, tomo el sobre y lo tiro sobre lo que quedaba de su escritorio "Deseaste de todo esto" " que no queda nada" esas fueron sus palabras, pero no pude desechar esa carta…

-Entonces… ¿Por qué? –Cuestiono la china mientras apretaba con fuerza el sobre- ¿Por qué la trajo aquí? Si él no quería dármela entonces…

-Kyo-san está sufriendo –Confeso Kasukabe aun sabiendo que si Hibari se enteraba de lo que estaba haciendo su vida correría peligro- todo este tiempo, desde el momento en que usted se fue… -agrego sorprendiendo a I-Pin y compañía- más ahora que va a casarse…

-¿Qué está pasando aquí? –Cuestiono Kyoko confundida por la situación ¿Hibari Kyoya sufriendo por I-Pin?- ¿Quiere alguien explicarnos lo que sucede?

-Tengo la sospecha –replico Kasukabe haciendo caso omiso a los cuestionamientos de Kyoko- de que en esa carta el expresa todo lo que no pudo decirle, Kyo-san es alguien que difícilmente expresa lo que siente y más aun si es algo nuevo para él, le pido por favor –agrego mientras hacia una reverencia frente a ella- que lea esa carta antes de casarse, es lo único que quisiera que haga, se lo ruego…

I-Pin asintió ligeramente y bajo la mirada extrañada de las chicas comenzó su silenciosa lectura…

Fin del flash back

-No sé que dice la carta –informa lambo prosiguiendo con su relato pues mientras recordaba narraba lo sucedido en la habitación- pero sea lo sea logro remover los sentimientos que I-Pin guardaba hacia él…

-Lambo… -susurró el decimo pues el sabia lo mucho que el bovino quería a I-Pin-

-Quiten esas caras –regaño el chico vaca al ver que todos lo veían con compasión- esto fue lo mejor, I-Pin jamás sería feliz casándose con un hombre al que no ama. Solo espero que haya podido alcanzarlo… -agrego en un susurró pensando en la joven china- espero que no haya sido en vano…

Kasukabe aceleraba el auto a todo lo que daba mientras que I-Pin no le quitaba la vista al reloj, faltaban menos de 5 minutos para que el vuelo partiera, si no lo alcanzaba tal vez nunca podría decirle la verdad, el se iría pensando que ella amaba a lambo cuando en realidad no había podido olvidarlo, que no lo odiaba, que sus sentimientos por el no habían cambiado a pesar del tiempo separados, que a pesar de todo ella lo seguía amando. No fue hasta el día de su boda cuando en realidad pudo saber la magnitud de los sentimientos del guardián de la nube, imagino cualquier cosa, menos que el tuviera miedo, miedo de, como bien dijo Kasukabe algo desconocido, ella no supo comprenderlo y el no supo expresarse, ambos se habían equivocado y ahora debían arreglar las cosas…

-Por favor Kyoya espera un poco mas… -pensó mientras llagaban al aeropuerto- no te vayas, no sin saber la verdad…

La gente veía con curiosidad como una chica vestida de novia corría a la sal de abordaje del aeropuerto, según Kasukabe Kyoya partiría a Italia pero no se quedaría allí por mucho, un día, a lo mucho dos, después… solo el sabia a donde iría, había dejado su anillo Vongola en la oficina del decimo, señal de que se alejaba de forma indefinida de la familia, que renunciaba a todo lazo con ella, que tal vez no volvería jamás…

Llego a la puerta de abordaje con destino a Italia mas no la dejaron pasar, con ayuda de Kasukabe que entretuvo al guardia logro escabullirse más cuando lo logro, solo pudo ver el avión que empezaba a despegar y que se llevaría Kyoya lejos de ella, golpeo el cristal, lo llamo con desesperación mas todo intento por atraer su atención fue inútil, Hibari Kyoya había abordo el vuelo con dirección a Italia ignorando completamente la verdad, sin saber que I-Pin no fue capaz de casarse con Lambo, ignorando que ella… ella aun lo amaba…

Kasukabe se acerco a I-Pin que permanecía de rodillas en el suelo con la mirada perdida en aquel vitral que permitía divisar el avión que empezaba a despegar, lo había perdido… ayudada por el se puso de pie y aun bajo la mirada de los curiosos se encamino al auto, no sin antes ver hacia el cielo, observando como el avión se hacia cada vez mas y mas pequeño hasta desaparecer definitivamente de su vista, ambos cometieron muchos errores, el por miedo, ella por orgullo, "vaya ironías de la vida" decía la carta de Kyoya, cuánta razón tenía, era realmente irónica aquella situación, el creyendo que ella amaba a Lambo cuando en realidad era él, Hibari Kyoya quien le robaba el sueño y ella, creyendo que jamás sería correspondida y ahora sabía que no era cierto, que él la amaba…

"No pude alcanzarte, hoy te marchaste sin sospechar siquiera de mis sentimientos por ti, sin embargo no pierdo la esperanza, se que volveré a verte pues al igual que tú me buscaste yo hare lo mismo, te buscare hasta por debajo de las piedras si es necesario, por eso… espérame, espérame Hibari Kyoya, volveremos a vernos y entonces, podre decirte cuanto te amo…"

Con esos pensamientos en mente y la mirada perdida aun en el vasto cielo I-Pin emprendió su camino, su búsqueda empezaba ahora…

¿Fin?

Notas de la autora

Bueno, la verdad esta historia fue pensada como un one shot pero al final salió esto, ¿ustedes que dicen? ¿Lo dejo con este final o escribo un capítulo más? Me gustaría saber su opinión con respecto al tema ^0^ en fin, siendo ya muy tarde para que este despierta, me voy retirando, espero haya sido de sus agrado y sin más que decir, me voy, nos estamos leyendo, si ustedes quieren, en un siguiente episodio de esta historia, de lo contrario ya será en alguna otra, hasta la próxima *0*