Wola, vengo a ustedes con este fic, porque adoro al fantasma de la opera y esta idea se me vino a la cabeza, espero que les guste.

Dedicado a mis mejores amigos: Mónica (Anny) y Turren.

Título: Tú rico, yo pobre EL MUSICAL

Cáp. 1 Había una vez...

- ¡Ahí!, estoy muy nerviosa

- Tranquilízate Marisol

- No puedo, es que, hoy es un gran día Anny

- Si, si ya lo se

- Es decir, hoy compartiré mi vida junto al hombre que amo

- Ya me lo dijiste

- ¿Quieres mostrar un poco más de ánimo?, parecería que el que me casara no te alegrara

- No es eso, es solo que has estado paseando por la habitación mil veces y ya me mareaste

- ¡Uy!, lo siento

- Esta bien, ven, te arreglare un poco ese peinado

Marisol se dirigió a la silla del tocador, donde se sentó cuidando su vestido de novia para dejarse arreglar por su mejor amiga, Anny.

- No puedo creerlo Anny, después de tantas cosas que tuvimos que pasar, al fin Erik y yo seremos felices, parece que tuvimos nuestro propio cuento de hadas

- Que bueno, se lo merecen

- Si, fueron tiempos difíciles, pero, como dicen: "después de la tormenta, siempre llega la calma"

- Y ustedes son el ejemplo personificado de eso

- Jeje

- Hablando de eso, la limusina de Destler no llegara hasta un buen rato, porque no mejor matamos el tiempo contándome todo lo que paso desde que lo conociste

- Pero Anny, tú ya conoces la historia

- Pero no completa, hay detalles que desconozco, anda cuenta

- Bueno. Había una vez…

Había una vez… en la ciudad de Puebla en México, en el mes de octubre en uno de sus rincones pobres se encontraba una vecindad, de dos pisos, humilde y llena de gente pobre, pero, honrada y trabajadora, en la casa número 14 vivía una familia conformada por cuatro personas, Felipe Ramírez que era el padre, su esposa Leticia Ramírez, su hijo mayor Carlos Ramírez y su hija menor Marisol Ramírez. Felipe era médico y su consultorio era muy pequeño que estaba afuera de la vecindad, y siempre daba sus consultas gratis a los niños y ancianos, ya que aunque eso no fuera muy beneficioso, sabía que sus pacientes no tenía mucho dinero, y además le gustaba ayudarles. Su esposa, Leticia era ama de casa, y era la que siempre tenía los últimos chismes en la vecindad, era muy conocida y querida, y aparte porque cocinaba delicioso, su hijo, Carlos era un joven de 21 años, que estudiaba en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) gracias a una beca del 90 que se encuentra en el Distrito Federal y por ello, él se iba toda la semana y regresaba a Puebla los fines de semana y su hija Marisol era una joven de 16 años, alta, de tez blanca, con una cabellera negra y larga, y con un par de grandes pero hermosos ojos cafés.

Ella iba a una preparatoria pública, pero, gracias a un examen de conocimientos generales que presentó, se gano también una beca del 90 para una preparatoria privada de nombre Instituto Carlos Pereyra que era una escuela muy grande, ya que se conformaba con maternal, jardín de niños, primaria, secundaria y preparatoria. La verdad era que Marisol no quería ir allá, pero sería en su beneficio, pero eso no ayudaba mucho, y más cuando, Demian un joven guapo alto, de tez entre blanca y morena, con un ojo izquierdo color café, (solo se dice un ojo, porque por un accidente de la infancia que sería doloroso comentar, Demian tiene que llevar un parche en el ojo derecho), el mejor amigo de toda la vida de Marisol estaba totalmente en desacuerdo con que ella se fuera, porque era un amigo bastante sobre protector y algo celoso.

- Creeme Demian que yo quiero irme tanto como tú quieres que me vaya

- Es que no es justo

- Pero no nos afecta, seguiremos como siempre, ya que vivimos en la misma vecindad ¿recuerdas?

- Lo se, pero aún así no me agrada del todo la idea

- Solo voy a otra escuela, nada más

- Si, y luego vendrás y me dirás que prefieres juntarte con los fresitas y presumidos que de seguro hay en esa escuela

- No seas así, eso nunca pasara

- ¿Cómo lo sabes?

- Prácticamente 16 años de amistad contigo

- Mmmmm…

- ¡OIGAN! – gritaba alguien - ¿qué hacen ahí parados?, tenemos que trabajar

- Si, ya vamos Anny, lo siento – dijo Marisol

Por lo mismo de que ambos muchachos son pobres, ambos tienes varios trabajos de medio tiempo en varios lugares, así como su otra mejor amiga Anny, una chica de tez blanca, ojos cafés y cabello degrafilado con un color entre café y rubio.

Al día siguiente:

Marisol ya estaba parada frente a la reja del colegio que arriba tenía su símbolo que decía "CARLOS PEREYRA".

- Bueno, aquí voy – dijo antes de pasar por esa reja negra

Una vez adentro, Marisol vio que a su derecha estaba un edificio que llevaba un letrero grande hasta arriba que decía: CAFETERIA, enfrente una cancha de básquetbol, a la izquierda de la cancha estaba un edificio de dos pisos pintado de azul con ventanas rectangulares teniendo un letrero en la puerta que decía: SECUNDARIA, a la derecha estaba otra cancha de básquetbol y unas cuantas jardineras, hasta el fondo estaba otra cancha mucho más grande de fútbol soccer, y más al fondo estaban unas escaleras que llevaban a un de los dos estacionamiento para maestros, a la derecha de Marisol estaba la oficina de administración y la caja para pagar la colegiatura y la bodega para sacar copias, y al frente se veían unas escaleras que tenían junto un letrero que decía: PREPARATORIA.

- ¿Eres nueva verdad?

- ¡Ahhhhh! – gritó Marisol

- Lo siento, no quería asustarte

- Ah, no importa, pero, ¿quién eres?

- Me llamo Meg Giry, ¿y tú?

- Marisol Ramírez

- ¿A qué años entras?

- A primero de preparatoria

- ¿A qué grupo?

Entonces Marisol empezó a buscar una hoja que llevaba en su mochila tipo portafolio color morada con cierres negros, ya era una mochila vieja, pero de buena calidad, y cuando la encontró...

- "A"… 1º "A"

- Genial, al mismo grupo que yo, ven sígueme

Meg guió a Marisol hacía las escaleras que estaban frente a la bodega, y al subir vio un largo pasillo que a sus lados había puertas que letreros arriba de ellas, que decía: 1"A", 1"B", 2"A", 2"B", 3"A" y 3"B", "DIRECCIÓN" Y "SALA DE MAESTROS", ambas entraron a la que decía 1 "A" y al entrar Marisol vio que era un salón grande de color blanco, con varias bancas de madera que se veían nuevas, todo el salón se conformaba de seis filas con siete bancas en cada una, un pizarrón grande y blanco para plumón, y un escritorio rectangular con su silla para el profesor, a la vez que junto al escritorio estaba un librero con varios libros de diferentes materias, había algunos alumnos platicando de cualquier cosa.

- Buenos días – dijo Meg

- Buenos días – respondieron los demás

- Ella es Marisol, es nueva – dijo Meg

- Vaya, mucho gusto, me llamo Sandy

Sandy era la típica niña estudiosa de la clase, pero, a diferencia de otras niñas, ella era muy buena onda, era muy abierta y le gustaba mucho el deporte y salir a pasear para tener un buen rato, y no estar todo el tiempo estudiando.

- Yo soy Karla

- Y yo soy Irais

Todos lo que se encontraban en el salón fueron muy amables con Marisol, y ella agradeció mucho el gesto, pues pensaba que tal vez los alumnos de aquella escuela la discriminarían por ser pobre, pero se dio cuenta que no es bueno juzgar a la gente antes de conocerla, entonces fue cuando sonó el timbre indicando el inicio de clases, y fue cuando un par de muchachos entraron corriendo al salón.

- ¿Llegamos a tiempo?

- Siempre llegando tarde, ¿no es así Turren? – dijo Meg

- Raoul tuvo la culpa

- Ahora yo fui el culpable, JA vaya…

Los que acababan de entrar eran Fernando Turren y Raoul de Chagny, el primero era un muchacho alto de cabello negro, de ojos también cafés y de piel blanca, y el segundo era igual de alto, piel blanca y cabello rubio que le llegaba hasta los hombros. En ese momento entró un señor de cabello negro, algo canoso, alto y flaco que usaba lentes, que al entrar provoco que todos se fueran a sentar.

- Buenos días

- Buenos días profesor David – dijeron todos los alumnos

- Bien, a ver se me fue informado que…

- Disculpe… - dijo alguien en la puerta, y Marisol al voltear se fijo que se trataba de un muchacho de su misma edad, alto, de piel blanca, cabello negro perfectamente peinado, con un par de impresionantes ojos verdes y que por alguna razón que Marisol no entendía, usaba una mascara que le cubría la mitad de su cara del lado derecho, vestido con un elegante (y seguramente caro) traje.

- ¿Llegando tarde otra vez señor Destler? – dijo el profesor

- Lo siento, es que tuve un par de emergencias que atender y…

- Esta bien, esta bien, pero por favor trata de ya no llegar tan tarde, esta es la décima vez del mes

- Lo se

- Siéntese

- Gracias

Este joven es Erik Destler, el muchacho más listo y rico de toda la escuela. Y era obvio que Marisol no podía quitarle la mirada de encima, y no era por su mascara ni nada por el estilo, sino que algo en él la hacía perder la concentración.

- Bueno, como les decía se me fue informado que tenemos a una nueva alumna ¿no es así?

Aquí fue donde Marisol ya recupero la atención de los hechos.

- Ahh si… yo soy

- ¿Podría pararse y presentarse ante el grupo? – dijo el profesor

- Ahhh… - decía Marisol antes de pararse – bueno, mi nombre es Marisol Ramírez, tengo 16 años y entre a esta escuela gracias a una beca

- Bien, muchas gracias, puedes sentarte – dijo el profesor – bueno, primero que nada, yo soy el Profesor David, y yo le enseñare física, a la vez que seré tu tutor

- ¿Tutor?

- Si, veras cada grado tiene a un maestro a su cargo, que toma el papel de tutor, cuando hay problemas generales del grupo, yo les ayudo a solucionarlos, o también si son problemas personales

- Ahhh ya veo

- Bueno, ayer nos quedamos con…

45 minutos después

RIIIIIIINNNNNNNNGGGGGGGGGGGG!

- Bueno chicos, los veo mañana

- Adiós profe – respondieron la mayoría

Diez minutos después llego otro profesor, alto de piel morena, y el cabello ya canoso, ese era el profesor de matemáticas y se llama Renan, este profesor es uno de los más populares en la escuela, amado por unos, odiado por otros, pero todos tienen su propia opinión de él, a él le encanta siempre hablar de política, y cuando puede da sus puntos de vista a conocer, y ha habido veces en las que se pasa toda una clase hablando de lo que hacen los políticos en México, y más comúnmente lo que hace Andrés Manuel López Obrador, mejor conocido como "El Peje".

- Hola, hola a todos

- Hola profe Renan – respondieron la mayoría de los alumnos

- Bueno, bueno díganme ¿es cierto que hay nueva alumna?

- Si, soy yo

- Ahhh muy bien ¿y como te llamas?

- Marisol

- Bien Marisol, dime ¿eres buena en matemáticas?

- Pues… más o menos

- ¿Más que menos o menos que más?

- Pues… menos que más

- Que mal… que mal… Marisol, pero no te preocupes, vera mi método de calificación es este, yo a lo largo del bimestre te pondré varios ejercicios que debes realizar en clases y otros de tarea, todos esos ejercicios te ayudaran a conseguir lo que son las "firmas" las "firmas" obviamente son mías te ayudaran a conseguir un cierto porcentaje para tu calificación, normalmente pido 30 firmas, pero como llegas un mes tarde no te pediré tanto, pero si tendrás que ponerte las pilas, porque para los exámenes semestrales pido aproximadamente unas 100 firmas para tener derecho a tu examen, ¿entendiste?

- Si profesor

- Bien, ahora a otra cosa mariposa, sale para firma… - dijo el profesor antes de escribir un ejercicio de resta de fracciones algebraicas en el pizarrón y Marisol como vio que todos lo copiaban para hacerlo, también lo hizo.

Pasaron como un par de minutos y todos estaban en completo silencio haciendo su ejercicio, aunque claro no faltan los alumnos que se cuchichean para saber o comparar sus respuestas.

- Bien… - dijo el profesor

- No, no profe, aún no terminamos – decían algunos alumnos

- Solo dije bien – dijo el profesor

Como un minuto después Meg terminó su ejercicio, se paro y fue a dejar su libreta sobre el escritorio del profesor para después irse a parar hasta el fondo del salón entre la primera y segunda fila de bancas y recargarse contra la pared, Marisol no entendió eso, pero vio como al poco tiempo otro par de alumnos hicieron lo mismo, pero uno fue a pararse entre la tercera y cuarta fila y el otro entre la quinta y sexta fila, también Marisol se fijo en que Erik al parecer ya había terminado su ejercicio mucho antes que Meg, pero no fue a entregar su libreta.

- Bien, recojan las libretas – dijo el profesor

Y los alumnos que estaban al final de las filas empezaban a recoger las libretas de todos aquello que terminaron el ejercicio, y ahí ya Marisol comprendió un poco la situación y le entregó su libreta a Meg, rogando por que el ejercicio le saliera bien, pues ese asunto de las firmas no le gustaba pero para nada. Una vez que todas las libretas estaban sobre el escritorio del profesor, este se acerco al pizarrón para resolver junto con los alumnos el problema, y al finalizar, para alegría de Marisol, vio que el ejercicio si lo tuvo bien. Después de eso, el profesor se acercó al bonche de libretas y les ponía su firma a los que lo tuvieron bien, y a los que no, les puso un tache, y al terminar dijo:

- Bien, ¿quién ayuda? – se refería a quien ayudaba a devolver las libretas – a ver Meg, ayuda, tú también Sandy, tú también Gaona (Gaona era otro alumno de la clase, su nombre es Edgar pero su apellido es Gaona y todos le decía así)

Ya casi todas las libretas fueron devueltas, cuando el profesor dijo:

- Para… firma – y empezó a escribir otro ejercicio en el pizarrón

Lo que provoco que los alumnos que aún no tenían sus libretas empezaran a gritar cosas como: "VAMOS, VAMOS" "MI LIBRETA ¿QUIÉN TIENE MI LIBRETA?" "RÁPIDO…" y cosas así, mientras que los que entregaban las libretas empezaron a correr por el salón para dejar las libretas a sus dueños, hasta que todos se concentraron en el ejercicio

Con este último ejercicio sonó nuevamente el timbre anunciando el final de la clase.

- Se cuidan, adiós

- Adiós profe

Un par de minutos después llegó ahora una maestra, que a comparación de los otros dos, esta era una señora joven, de unos 35 años, de media estatura, piel blanca, ojos cafés y cabello castaño recogido en una coleta pequeña.

- Buenos días

- Buenos días miss – dijeron los alumnos

- Díganme, ¿hay nueva alumna?

- Si, soy yo

- Ah bien, ¿cómo te llamas?

- Marisol

- Marisol… que bonito nombre ¿qué significa?

- María de la Soledad

- Ahh que padre, bueno yo soy tu profesora de Formación Cívica y Ética, la profesora Paola

La profesora Paola es la profesora más querida en toda la preparatoria, era dulce, muy amable, paciente, tranquila, ordenada, buena consejera, casada dos veces, con una hija de 10 años de su primer matrimonio y un bebe del segundo. Ella era popular por su manera de enseñar, pues cuando traba algún tema desde las relaciones sexuales, hasta los derechos constitucionales de una persona, daba buenos ejemplos y una que otra vez (sino es que siempre) contaba anécdotas para dar un mejor ejemplo de las cosas, y la mayoría en la clase siempre participaban contando alguna otra anécdota o con alguna duda, aunque nunca falta el niño que se luce o quiere hacerse el chistosito en la clase, y este sin lugar es Guillermo o Memo, que siempre en todas las clases tiene algún comentario al respecto, por ejemplo cuando la clase tomo el tema de los peligros que corre uno en los antros, Memo dio anécdotas de cuando el va a los antros, a veces algo fuertes, o de cuando platicaron lo que le pasa a uno cuando va a la delegación y luego a la cárcel, Memo empezó a hablar como si él ya lo hubiera vivido, ¿será que ya lo vivió?, pues quién sabe, pero nadie se quiere enterar, y es mejor así.

- Bueno chicos, en las siguientes clases veremos lo que son las enfermedades de transmisión sexual, o lo que es igual a las ETS, buenos para empezar, ¿alguien conoce alguna? - todos los alumnos (hasta el mismo Erik) alzaron la mano – me gusta ver que estén informados buenos a ver…

45 minutos después…

RIIIIIIINNNNNNNNGGGGGGGGGGGG!

- Buenos chicos, se cuidan ¡bye!

- Adiós miss

Por cuarta vez en el día, otro profesor entró, este era un señor algo bajo, de piel morena, y el cabello ya algo canoso, este era el profesor Bonilla, que impartía la materia de Identidad Poblana, una materia donde veían, historia, cultura, transporte, comida y todo lo relacionado al estado de Puebla.

- Buenos días jóvenes

- Buenos días profesor

Como en las tres veces anteriores, en esta clase también Marisol se presentó ante el profesor, y este explicó su método de calificación, durante lo que quedó de clase, el profesor estuvo explicando los orígenes del terreno Poblano-Tlascalteca, hubo ocasiones en que los alumnos empezaban a cuchichear entre si, y cuando esto pasaba, simplemente el profesor tronaba los dedos y decía.

- Jóvenes, ya cállense por favor

Hasta que…

RIIIIIIINNNNNNNNGGGGGGGGGGGG!

El timbre no solo anunció el final de otra clase, sino también el inicio del receso, la clase favorita de la mayoría.

- Vaya, al fin es el receso – dijo Meg antes de ponerse de pie para esperar a Marisol

- Si, ya me canse de estar sentada

- Bueno vamos, te enseñare la escuela

- Esta bien

Una vez en el patio, Marisol pudo observar que a parte de lo que de por si ya había visto, vio que al lado izquierdo de las escaleras que llevan a la sección de preparatoria, al fondo esta el otro estacionamiento para maestros, la sección de primaria y a la izquierda de esta, la sección de jardín de niños, "esta grande la escuela" pensó Marisol, y se asombró cuando al entrar a la cafetería, vio que esta era de tres pisos, con mesas y sillas estilo modernistas, con una barra hasta el fondo donde estaban los que atendían la cafetería con varios muestrarios de toda la comida que había, y eran: sándwiches, hot dogs, ensaladas de pollo, de manzana, césar, y mucha otras, pizzas, malteadas, refrescos, refrescos dietéticos, agua simple, agua de sabor, sopas instantáneas, papas fritas, papas a la francesa, dulces, chocolates, goma de mascar, helados y mucho más.

- ¡Guau!, es grande – dijo Marisol asombrada

- ¿Tú crees? – preguntó Meg – yo la veo muy pequeña

- Ahhhh… - dijo Marisol para después pensar "si conocieras el tamaño de mi habitación, es menos del octavo de todo esto"

Después de ir a comprar un par de ensaladas de pollo y un par de refrescos dietéticos se fueron a sentar en una de las mesas del segundo piso (de ser por Marisol hubiera comprado chocolates, ya que era casi adicta a ellos, pero eran muy caros para ella) y empezaron a conversar de cómo ha sido para Marisol el primer día de clases.

- Todos los profesores fueron muy amables – dijo Marisol

- Si, la mayoría lo son – dijo Meg

- ¿Cómo que la mayoría?

- Bueno, es que hay maestros que a varios alumnos les agrada por momentos, pero en otros se vuelven nuestras peores pesadillas, como "El Cebollo"

- ¿"El Cebollo"?

- Es el profesor que dirige la paraescolar de arte, y para mí es de lo más insoportable, a mi punto de vista nunca explica y pide unos dibujos raros o avanzados y luego dice en clase, "¿Cómo se les complica tanto?, yo podría hacerlos en cinco minutos", y a veces yo el quisiera responder, "pues si, porque es el profesor y sabe dibujar, nosotros no"

- Pues si, tienes razón, pero dime, ¿qué es paraescolar?

- La paraescolar es una actividad libre que los estudiantes pueden hacer y hay muchos tipos, baile moderno, baile regional, baile de salón, tango, salsa, merengue, hawaiano, tahitiano, danza árabe, zumba, cocina, dibujo, canto, teatro, fútbol americano, fútbol soccer, básquetbol, voleibol, aerobics, natación, esgrima, de electricidad, mecanografía, mecánica, robótica, para toca guitarra, piano, teclado, violín, flauta y varios talleres de idiomas, ingles, alemán, italiano, francés, portugués, japonés, y… creo que ya

- ¿Nada más? – dijo Marisol sarcásticamente

Después de comer, ambas salieron de la cafetería, pero, para bien o para mal se encontraron con un grupo de chicas que iban dirigidas por una en especial, una chica de piel blanca, ojos cafés, cabello castaño y rizado, algo largo y llevaba una expresión de superioridad, esta chica era… Christine Daae.

- Vaya Meg, que bueno es verte, hazme un favor y ve por una botella de agua para mí

- Lo haría Christine, si fuera su sirvienta, pero como no lo soy, no lo haré

- Que carácter, ¿qué te paso Meg?, antes si me hacía favores

- Juntarse con los perdedores le afecto – dijo una tercera voz, que pertenecía a una chica que estaba parada a la derecha de Christine, esta chica se llama Jocelyn

- ¡A ti nadie te pidió tu opinión Jocelyn!, y además ¿a ustedes que les interesa con quien me junto o con quien no?

- Solo queremos tu bien Meg – dijo Chistine

- Si claro, la única persona que te importa eres tú misma Christine – dijo Meg

Christine es la chica más popular de toda la escuela, y también era muy rica a causa de que su padre era un empresario famoso y reconocido, y por estas razones, Christine creía que el mundo le pertenecía y que todos debían hacer lo que ella quería, pues estaba acostumbrada a que solo tenía que estirar la mano para obtener todo lo que quiere, era bonita y muchos chicos iban detrás de ella, pero a su vez, había mucha gente que simplemente no la aguantaban, así como Meg, Christine siempre iba acompañada de muchas chicas que querían ser como ella, pero especialmente siempre iban con ella sus dos mejores compinches, una de ellas era Jocelyn, una chica bonita, de tez blanca, cabello rubio y ondulado y ojos color marrón, rica y presumida, y por Mary Kriss, una chica alta de tez blanca, ojos azules, y cabello castaño claro, bonita pero presumida y creída por siempre estar presumiendo su trabajo como modelo.

- Pues que yo sepa, preocuparse por uno mismo, no es pecado ¿o si Meg? – dijo Mary Kriss que estaba a la izquierda de Christine

- Saben que, tengo mejores cosas que estar aquí escuchándolas – dijo Meg tomando del brazo a Marisol – así que, adiós

- Espera ahí – dijo Christine tomando del otro brazo a Marisol haciendo que se detuviera, para verla mejor - ¿quién eres tú?

- Soy Marisol

- No te recuerdo, ¿eres nueva?

- Si

- Si… - repitió Christine antes de empezar a caminar alrededor de Marisol - vaya, vaya, con que tenemos a una becada

- ¿Cómo sabes que soy becada?

- Por la ropa que llevas, es obvio que no tienes dinero ni para comprarte ropa decente – dijo Christine antes de empezarse a reír, la ropa que usaba Marisol en cuestión era una playera color violeta deslavada con pequeñas bolitas de metal adheridas a los hombros y a los lados, y unos jeans que ya se veían viejos y algo rotos de las rodillas, con unos tennis cafés – si ibas a venir acá, hubieras tomado la molestia de usar algo menos… viejo jajajaja, es obvio que tu beca es alta, ¿de qué porcentaje es?

- En primera, te voy a decir algo

- ¿Qué?

- Acaso mi ropa ¿te afecta, te aflige, te influye, no verdad?, entonces cállate – dijo Marisol provocando que Christine abriera la boca indignada – y en segunda, mi beca no te interesa, pero si tanto quieres saber de cuanto es, pues te diré que es del 90

Ante tal comentario, tan Christine como sus amigas, y hasta Meg vieron a Marisol con caras muy sorprendidas, y todas quedaron en silencio hasta que Mary Kriss rompió el hielo.

- ¿Hablas en serio?

- Claro, ¿tiene algo de malo? – preguntó Marisol

Pero nunca supo la respuesta ya que se vio nuevamente jalada por Meg, para salir de ahí, y hasta que estaban de nuevo en la cafetería la soltó y Marisol hablo:

- ¿Qué paso?

- Bueno, es que, es muy raro ver una beca tan alta

- ¿Por qué?

- Porque la beca más alta que había dado la escuela desde que se fundó ha sido del 30

- ¡Guau!, pues si es impresionante

- ¿Qué es impresionante? – dijo una voz detrás de Marisol

- Hola Turren – dijo Meg

- Hola, ¿qué hacen?

- Nada, aquí platicando, ahhh…. Los presentó, Marisol, él es Turren, Turren, ella es Marisol

- ¿En serio te llamas Turren?

- En realidad es mi apellido, porque mi nombre es Fernando, pero algunos tomaron la costumbre de llamarme Turren

- Ahhhh… ya veo

En ese momento, Turren giró su cabeza hacía la puerta de la cafetería y grito:

- ¡RAOUL! ¿QUÉ DEMONIOS ESTAS HACIENDO?, VEN PARA ACÁ

- Ya voy, ya voy – decía Raoul entrando a la cafetería

- Mira Raoul, ella es Marisol, es una nueva amiga

- Hola

- Hola Marisol, mucho gusto, oye Turren ¿Dónde esta Edward?

- ¿Qué me viste cara de su niñera o qué?

- ¿Quién es Edward? – preguntó Marisol confundida

Entonces, los cuatro se fueron a sentar en una mesa del segundo piso y ahí empezaron a platicar.

- Edward es un amigo nuestro – dijo Raoul

- Su nombre completo es Edward Macmillan, es ingles, pero su familia se mudo aquí, y su padre es el dueño de una fabrica de chocolate – dijo Turren – es el mejor amigo de Erik

- ¿Quién es Erik? – volvió a preguntar Marisol

- ¿Te acuerdas del chico que llegó hoy tarde? – dijo Meg

Flash Back:

- Bien, a ver se me fue informado que…

- Disculpe… - dijo alguien en la puerta, y Marisol al voltear se fijo que se trataba de un muchacho de su misma edad, alto, de piel blanca, cabello negro perfectamente peinado, con un par de impresionantes ojos verdes y que por alguna razón que Marisol no entendía, usaba una mascara que le cubría la mitad de su cara, vestido con un elegante (y seguramente caro) traje.

- ¿Llegando tarde otra vez señor Destler? – dijo el profesor

- Lo siento, es que tuve un par de emergencias que atender y…

- Esta bien, esta bien, pero por favor trata de ya no llegar tan tarde, esta es la décima vez del mes

- Lo se

- Siéntese

- Gracias

Este joven es Erik Destler, el muchacho más listo y rico de toda la escuela. Y era obvio que Marisol no podía quitarle la mirada de encima, y no era por su mascara ni nada por el estilo, sino que algo en él la hacía perder la concentración.

Fin Flash Back:

- Si, si me acuerdo

- Pues él es Erik – dijo Raoul

- Ahhhh…

- Junto con ellos dos, los cuatro formamos un buen cuarteto – dijo Turren – yo soy el más culto y gracioso, Raoul es el típico conquistador, Edward es el deportista nato, y Erik es el más inteligente

- Que bien – dijo Marisol

Nuevamente el timbre volvió a tocar, para anunciar el final del receso.

- ¿Ya tan pronto acabo? – preguntó Turren indignado – mugre Roman

- ¿Quién es Roman? – preguntó Marisol

- Es el subdirector, y a veces cae bien, pero por momentos, uno lo quiere ahorcar, como este por hacer sonar el timbre – dijo Meg

- Ahhhh…

Todos los alumnos se fueron a sus respectivos salones, y ahí Marisol se pudo dar cuenta de que Christine y su bolita iban en 1º "B", otras tres clases pasaron para que al fin terminara el día de clases, pero Marisol quería quedarse un poco más para meterse en alguna paraescolar.

"Creo que me meteré a coro" fue lo que pensó, la verdad es que Marisol tiene buena voz y siempre le había gustado cantar, pero nunca ha tenido la oportunidad de hacerlo frente a algún público sin ser las personas de la vecindad, para cuando logro localizar el salón de música conoció a una chica que se llama Mariana Contreras, una chica alta, de pelo lacio y castaño, ojos cafés, delgada, rica, algo tímida y callada, feliz que disfruta de la vida, respeta a la naturaleza, le encantan los tigres blancos y tiene un perro que se llama Maken, es inteligente y sabe hablas ruso, alemán, japonés e ingles.

Cuando llegó la maestra de coro, que era una señora ya algo grande, de pelo corto y rubio, de ojos claros y una voz fuerte dijo:

- Veo que quieres hacer la prueba para entrar a coro

- Si – dijo Marisol

- Bien, pues deberás cantarnos una canción y te daré mi veredicto

- Esta bien – dijo Marisol antes de prepararse

- No lo lograras – dijo alguien detrás de ella, que era Christine

- ¿Por qué no?

- Eres demasiado tonta para entrar

- Pues si a ti te dejaron entrar a mi también me dejaran

- Ya veremos

En ese momento, entró Erik al salón y Marisol nada más se le quedaba viendo embobada.

- Erik, que bueno que llegas

- Siento llegar tarde maestra

- Bueno, no importa, ya puedes empezar… - le dijo la maestra a Marisol y esta empezó a cantar

Puedo oír tu voz, diciendo el adiós
destruyendo toda la ilusión
ya no quiero hablar, ni quiero pensar
ni siquiera puedo imaginar
que al fin te iras de mi lugar
si hay alguien mas no puedo ni pensar que

Ya nada queda, se fue nuestro amor
las calles desiertas sin luz, sin sol
se fue el calor de amarte
ya nada queda de nuestro amor

Miro y ya no estás, no hayo a quién hablar
cae la lluvia y ya no queda más
puedo recordar, en aquel lugar
cuando nos miramos al pasar

Sin ti no hay más sólo el final
sin ti no hay más, sólo quiero llorar

Y es que ya nada queda se fue nuestro amor
las calles desiertas sin luz, sin sol
se fue el calor de amarte
ya nada queda de nuestro amor

Ya nada queda, se fue nuestro amor
las calles desiertas sin luz, sin sol
se fue el calor de amarte
ya nada queda de nuestro amor

Aún puedo sentirte, aún puedo soñarte
aquí tenerte, ser de ti, amor
tus besos me abrazan, tus manos cerca de mi, ah eeeh...

na na na na...

Todo se volvió silencio cuando Marisol terminó de cantar, todos se le quedaban viendo, la maestra, los estudiantes, Christine, Erik…

- Bravo, bravo fue hermoso – empezó a decir la maestra antes de empezar a aplaudir al igual que la mayoría de los presentes

- Gracias – decía Marisol algo sonrojada

- Definitivamente te quedas en el grupo de coro – dijo la maestra

- ¿QUE? – gritó Christine enojada, pero nadie le hacía caso

Una hora después, Marisol ya estaba saliendo de la escuela para irse a casa y contarles a sus amigos todo lo que le paso, pero antes de salir, escuchó como alguien la llamaba.

- ¡Oye, oye!

- Ahhh… - decía Marisol antes de voltear y fijarse que quien la estaba llamando… era Erik- ¿si? – dijo cuando Erik ya la había alcanzado

- Mira, te lo pediré de la manera más fácil, se que la maestra te dijo que estas en coro, pero tendré que pedirte… que abandones la paraescolar

- ¿Qué?, a ver… no entendí

- Eso, tienes que abandonar coro

- Pero ¿por qué?

- (suspiro), mira… tiene una buena voz, no te lo niego, pero si te quedas opacaras a Christine, y eso es algo que no puedo permitir

- ¿Me estas queriendo decir que me salga de coro, por no molestar a Christine?

- Si

- Ahhh mira – dijo Marisol antes de juntar sus manos y decir – pues lo siento, pero no lo haré

- ¿Por qué?

- Porque no voy a dejar algo que me gusta, solo porque la princesita de la escuela se siente mal por ello

- Oye te voy a pedir que no hables así de Christine

- ¿Acaso es tu novia?

- Si

- Si… - dijo Marisol antes de bajar la mirada – pues lo siento, pero no puedo hace lo que me pides

- Mira te lo estoy pidiendo de la manera fácil y tranquila, ya que no creo que quieras que seamos tú y yo enemigos porque sino, las cosas se pondrás feas para ti

- ¿Acaso me estas amenazando?

- Te estoy advirtiendo

- Como quieras – dijo Marisol antes de irse nuevamente sin hacer caso a las palabras de Erik – que día…

NOTAS DE LA AUTORA: bueno esta e suna nueva idea, ojalá a alguien le haya gustado y me dejen reviews, cuídense bye.