Tsuki No Kuraidesu

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A veces es necesario cambiar quien somos, para mantenernos a salvo, sin embargo, nadie afirma que ese cambio vaya a ser positivo en nosotros mismos o en los demás, y así se puede terminar lastimando a las personas que amamos y a nosotros mismos.

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La sutil brisa meció su largo cabello azulado en un suave compás, aún así no se inmutó, debía ser paciente, si cometía tan sólo un movimiento en falso podía echar a perder la misión, no dejaría que por su estupidez otras personas lo paguen, su respiración era tranquila, mantenía su mirada en un punto fijo en el horizonte, debía esperar la señal, por el momento su deber era no ser descubierta.

En el cielo se formó una imperceptible llama de fuego, la cuál fácilmente podía confundirse con las estrellas pero para ella no, esa era la señal que necesitaba, su rostro seguía serio bajo su máscara blanca, desenvaino su catana y se lanzó al ataque.

Envió un poco de chakra a sus pies para aumentar su velocidad, tras saltar por unos cuantos árboles logró alcanzar a su objetivo, se encontraba a dos kilómetros de ella, dio un vistazo por la zona para asegurar que no tendría contratiempos.

Al estar a doscientos metros de su objetivo se detuvo en la copa de un árbol, sabía que era un tipo fuerte lo podía ver con su byakugan, aún así igualmente sabía que era un idiota presumido y ególatra, eso simplemente lo podía usar a su favor, sonrió, sería una presa fácil, el tipo era buscado por asesinar a campesinos de un pueblo cerca de la frontera con kusagakure, hizo unos cuántos sellos y se desvaneció en una nube de humo.

Llevaba tiempo caminando por el bosque, se suponía que la linda chica se encontraría con él hace media hora, sabía que nadie podía resistirse a sus músculos, después de todo eran demasiados atrayentes, sonrió ladino, aún así había algo extraño, estaba seguro de sentir un gran chackra hace unos instantes, sabía que eso era imposible, no había nadie más fuerte que él.

Un escalofrío recorrió su espalda, alzó un poco la vista, al frente suyo había una mujer con una máscara de gato, con el cabello atado en una coleta alta, una armadura gris en el pecho sobre una camisa negra sin mangas y pantalones del mismo color, una cinta blanca atada un poco más arriba de la rodilla, guantes negros que le llegaban hasta los codos y dos catanas en su cintura.

Examinó a la mujer, no era tan fuerte como él, entonces no será un problema, también tenía un gran cuerpo, quizás después de todo si podría pasar un gran rato con alguien, sonrió con lujuria.

-Vamos hermosa, se que quieres tener una noche de diversión con el gran Yota-sama-Hinata no le respondió, solo lo siguió observando.

-Oye te estoy hablando-respondió enojado, nadie lo ignoraba, menos una estúpida mujer, se acercó amenazante, le enseñaría a respetar.

Yota se detuvo en seco, escupió saliva luego impacto contra un árbol, la mujer le había golpeado en la boca del estómago, ¿Cómo se atreve?¿Acaso no sabe quién es él?, se incorporó de inmediato, no dejaría que una chiquilla se burle de él, se trono los dedos de las manos, la mujer se colocó en guardia, sin dudarlo un segundo Yota lanzó un golpe hacia el estómago de Hinata, quien lo esquivo fácilmente, enfurecido siguió lanzando golpes, Hinata solo los esquivaba.

Soltó un suspiro aburrido, ¿Se supone que ese hombre era fuerte?, lo estaba esquivando muy fácil, pensó que eso sería entretenido, se encogió de hombros, bueno que se le podía hacer, volvió a suspirar, debía seguir el plan.

Yota envió chakra a sus pies, con fuerza envió una potente patada al estómago de Hinata haciéndola impactar con el duro suelo, Hinata escupió un poco de sangre, trató de enfocar la vista, joder enserio le dolió, pero no era momento de llorar, necesitaba matarlo.

-Eso te enseñará a no jugar conmigo-Hinata lo miró inexpresiva, tomó dos kunais y los lanzó hacía Yota en un intento de matarlo, Yota solo los esquivo.

-No me hagas reír, deja de hacer cosas estúpidas, al menos trata de que tu orgullo siga intacto-Yota tomo a Hinata del cuello, comenzó a apretar lentamente, Hinata sonrió victoriosa, Yota abrió los ojos sorprendido, cayó de bruces al suelo y con dos Kunais en su espalda, Hinata se estiró un poco, tomo su catana y la clavó en el corazón de Yota.

-Misión cumplida- guardo su catana, debía regresar con su equipo, lástima que no podía usar todo su chakra, de hacerlo lo hubiera asesinado en el primer momento, suspiro, sería para la próxima, por el momento debía encontrarse con Yugao.

Colocó una mano en su abdomen, sintiendo en el momento un cálido líquido carmesí, su vista por unos segundos se volvió borrosa, suspiro enojada, los sacrificios que tenía que hacer sólo para seguir órdenes, lo mejor sería no decirle nada a Yugao.

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Hinata saltaba de árbol en árbol, de vez en cuando daba revisiones con su byakugan para asegurarse de que no le estaban siguiendo, habían completado su misión ahora estaban de regreso a Konoha, suspiro fastidiada, Yugao decidió tomar un descanso hace ya varios kilómetros atrás, por su parte Hinata siguió avanzando, la parte de su trabajo era la menos complicada, aún así fue la más herida de las dos, su objetivo era demasiado fuerte, no pensó que él lograría dañar sus órganos, suspiro, Yugao no merece saber que ella estaba herida.

Hacía unas cuantas horas se había reunido con Yugao en el punto de encuentro, al llegar junto a ella la analizó con disimulo, Yugao estaba tranquilamente sentada en un tronco frente a una pequeña fogata, como pensó fue la única en salir herida, sus músculos se relajaron al observar que estaba entera, sin ningún rasguño, excepto por su máscara que estaba ligeramente agrietada.

Tomó asiento frente a Yugao, mordió su labio inferior con fuerza, en un intento de no soltar un quejido de dolor, suspiro, al llegar a su casa debía tratar sus heridas inmediatamente, aún así sabía que no lo haría, iría a visitar a la vieja, después de todo llevaba un mes sin verla, sonrió suavemente, dirigió la mirada a Yugao, estaba concentrada asando un conejo, Hinata suspiro aliviada, Yugao levantó la vista con una expresión interrogante en su rostro, Hinata volteó su cabeza con fastidio, miró a Yugao con disimulo, quien solo se encogió de hombros por ese trató, igual ya estaba acostumbrada, Hinata sonrió divertida.

Nunca lo diría en voz alta pero valla que se preocupaba por sus compañeros, pero eso nadie debía saberlo.

En el horizonte pudo vislumbrar a su amada Konoha, Dios cuanto la había extrañado, sonrió bajo su máscara luego suspiro, como le gustaría poder entrar como Hinata y no como una asesina, pero sabía que ya no importaba, ella misma había escogido ese camino, ahora no podía retroceder a su palabra, ese era su camino ninja después de todo.

Hinata se colocó una capucha, saltó hasta llegar a la muralla, perdió un poco el equilibrio, se agachó para no caer, hizo una mueca de dolor, su estómago e hígado deben de estar muy lastimados, no, debía seguir, sin importar que, el dolor no era nada, con pasos decididos Hinata corrió hasta la torre Hokage.

Entró al despacho de la Hokage en una nube de humo, Hinata se arrodilló en forma de respeto, ignorando olímpicamente a las personas que se encontraban ahí.

-Hokage-sama- su voz salió fría y sin sentimientos.

-Bienvenido Yami-Tsunade dirigió su mirada a Hinata.

-Misión cumplida, Hokage-sama-se levanto rápidamente del suelo, se colocó en posición firme, se mordió el labio para no soltar una queja de dolor.

-Buen trabajo, esper-Tsunade se detuvo al mirar como Hinata golpeaba a Naruto en la boca del estómago, luego lo tomo de la mano hasta lanzarlo al suelo y poner su pie en el rostro de Naruto hasta torcer su bufo molesta.

-¡¿Qué diablos te sucede?!-Naruto estaba furioso, nada más venía a pedirle a la abuela que le diera una misión y este teme lo atacó.

-Cualquier persona que entre violentamente y con actitud sospechosa por una ventana o puerta al despacho de la Hokage o en cualquier otro lugar donde se encuentre será tratado como un enemigo-su voz era fría y clara, Hinata torció más el brazo de Naruto, aplicando más presión en su cabeza.

-Yami, puedes soltarlo, sabes muy bien que el nunca cambiará-Tsunade los miraba con una gota tras la cabeza, Hinata solo bufo fastidiada, soltó a Naruto e hizo una reverencia a la Hokage, gruño por lo bajo, joder, como dolía, ¿Cómo se le ocurría a ese tipo colocar cuchillas en sus sandalias?.

-Le diré a Towa que le entregue el informe, sin más me retiro-hizo otra reverencia, joder enserio le duele, inconscientemente colocó una mano en su abdomen, hizo unos cuántos sellos y se desvaneció en una nube de humo.

Tsunade suspiro, sabía que Hinata estaba herida, el que atacara a Naruto hizo que la herida se abriera, se mordió su dedo preocupada, solo esperaba que no fuera nada grave. Naruto la observó curioso, se extraño al escuchar a la abuela decir eso, el nunca había visto a ese teme y la abuela hablaba como si se conocieran de años aún así se notaba que la abuela estaba preocupada por el anbu que salió, bueno eso a él no le importaba, lo que él quería era una misión, sin importarle que los líderes de los clanes estuvieran presentes empezó a quejarse, para recibir un golpe en su cabeza de parte de la abuela.

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Hinata saltaba de techo en techo, debía regresar a su casa, colocó su brazo en su abdomen aplicando un poco de fuerza para detener la hemorragia, se sentía mareada y desorientada, todo a su alrededor parecía borroso y distorsionado, el sonido poco a poco se distorsionaba, agitó su cabeza con brusquedad, hacía poco que se alejo de la aldea y adentrado al bosque, debía de estar cerca, envió chakra a sus pies, aumentó la velocidad, debía llegar de inmediato a su casa, si no estaría perdida… A la lejanía deslumbró una pequeña cabaña rodeada de árboles, una sonrisa cansada se coló por sus labios.

La cabaña era pequeña, estaba construida por madera oscura, el interior sólo tenía una pequeña sala que conecta con la cocina, una habitación y un baño, la cabaña aunque era pequeña, también era acogedora y perfecta para ella.

Abrió la puerta con dificultad, se quitó las sandalias y cerró la puerta, Hinata se apoyo en la pared, con pasos tambaleantes se dirigía al baño, conforme avanzaba se iba quitando las catanas, la armadura, los guantes y su estuche de shuriken y kunais. Perdió el equilibrio provocando que cayera dolorosamente al suelo, soltó un quejido de dolor, apretó los dientes, se sentó con dificultad y gateo lentamente hasta el baño, con esfuerzo se colocó de pie apoyándose en el lavado, su respiración era agitada y entrecortada, su rostro tenía gotas de sudor y estaba sonrojada por el esfuerzo, abrió el botiquín, sacó vendas, gasa y pomadas medicinales que en algún momento había hecho, se levantó la blusa y la sostuvo con su boca, Hinata se quitó las vendas con cuidado las cuales eran ya de un color carmesí, suspiro, observó su abdomen, tenía cuatro agujeros medianos y profundos en línea recta, que sangraban sin parar, alrededor tenía hematomas de diferentes tamaños rojos y morados, sospechaba que pudo atravesar algún órgano importante, Hinata volvió a suspirar, lo mejor era curarse como era debido.

Colocó sus manos en su abdomen y envió chackra a estás para intentar detener la hemorragia, no era tan buena como Haruno-san pero esperaba que sirviera de algo, cuando se aseguró que dejo de sangrar tomó la gasa la humedeció y comenzó a limpiar con cuidado el rastro de sangre, apretó los dientes al sentir las heridas arder, colocó pomada en otra gasa con delicadeza la colocó con suaves roces circulares sobre los agujeros, al terminar colocó vendas nuevas sobre su abdomen, esperando que así ya no se abriera, guardo las cosas en el botiquín, se quitó la blusa con cuidado, apoyándose en la fría pared se dirigió a su habitación, donde se colocó una enorme camisa, se acomodó en su cama, rendida al cansancio se dejó llevar por los brazos de Morfeo.

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Alejate de ella.

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El pequeño cuerpecito de Hanabi estaba en el suelo, había una gran mancha carmesí debajo de ella.

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¿Cómo pudiste?

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La mancha carmesí se iba agrandando.

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¡ERES UN MONSTRUO!

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La tenían agarrada de los brazos, mientras ella intentaba soltarse.

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Hinata, ¿Eres feliz?, ¿¡ESTÁS FELIZ!?

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Al lado de Hanabi habían dos médicos tratando de detener la hemorragia

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¡Yo no fui!

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Gritó con todas sus fuerzas.

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¡MALDITA!…¿Cómo pudo hacerle eso?

Por sus mejillas corrían lágrimas, sentía como la fuerza de su cuerpo se desvanecía, sabía que usaron el jutsu: supresión de chakra en ella.

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Hinata-sama…¿Qué ha hecho?

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La luz del sol se coló por su ventana, acariciando así su suave rostro, abrió los ojos lentamente, la luz del día chocó contra sus prelados ojos haciendo que los cierre de inmediato, cuando ya se hubo acostumbrado a la luz los volvió a abrir, miro a su alrededor para asegurarse de estar en su habitación, suspiro, su mirada se volvió melancólica, llevaba ya un año y medio sin tener esos sueños, cerró sus ojos y volvió a suspirar, ¿Por qué justo ahora regresaban?.

Sacudió su cabeza de un lado a otro, tratando así que los recuerdos no irrumpieran en su mente, abrió los ojos nuevamente, con mejores ánimos decidió comenzar el día, se quitó la cobija de encima y de un salto se levanto de la cama y seguidamente soltar un par de maldiciones y regresar a la cama en posición fetal con sus brazos en su abdomen, respiro ondo para relajarse, observó el reloj de gato que había en su pared, soltó el aire de un tiro, a la mierda relajarse, iba a llegar tarde, sin importar el dolor se levantó un tanto alterada, se iba quitando la ropa mientras caminaba hacia el baño, Hinata se detuvo un momento y observó su abdomen, las vendas otra vez eran de color carmesí, dirigió su mirada al reloj y volvió a maldecir, después trataría sus heridas por el momento debía preocuparse por llegar temprano, se ducho rápidamente, se vendo lo mejor que pudo su abdomen, preparó unas tostadas con miel, salió corriendo de su casa rumbo a la aldea, en su boca llevaba la tostada y con sus manos se iba haciendo una coleta baja tal como las llevaba Neji, suspiro, Kiba y Shino la iban a matar, soltó una risa nerviosa, estaba frita.

Hinata saltó el muro de la aldea con agilidad, joder debía tratar de no hacer movimientos tan bruscos, empezó a saltar de techo en techo con una sorprendente velocidad, dejando tras de ella un gran rastro de humo, mientras corría observó en el camino a una señora mayor cargando una gran pila de trastos y ollas que se tambaleaban a cada que la señora daba un paso, suspiro, sabía que en algún momento a la abuela se le caería los trastos y ollas, tal como predijo dos aldeanos chocaron con la abuela, gruño por lo bajo.

Saltó del techo donde estaba hacía el lugar donde se encontraba la abuela, con una mano tomo a la señora, con la otra trataba de agarrar los trastos y en su cabeza las ollas, al creer que todo terminó soltó a la abuela, soltó un suspiro de alivio, su rostro se volvió serio y activó su byakugan, un balón se dirigía hacia la abuela, soltó unas maldiciones, tiro rápidamente con todas sus fuerzas los trastes y ollas hacia arriba, tomó a la señora y la protegió con su cuerpo, recibiendo el impacto en su abdomen, apretó los dientes, joder ¿Cuanta suerte podía ella tener?, se mordió el labio para no gritar, respiro ondo y envió el balón de regreso, se apartó de la abuela y los trastos y ollas volvieron a caer en sus manos y cabeza intactos, sonrió cansada.

-Gracias señorita-dirigió su mirada a la abuela, volvió a maldecir por lo bajo, por hacer ese movimiento una olla cayó, estiró el pie logrando atraparla antes de que tocará el suelo, suspiro-No es nada Oba-chan-sonrió avergonzada.

-¡Hinata!-dirigió su mirada a la dirección del llamado, se sorprendió un poco al ver a Haruno-san con Uzumaki-san, corriendo a su dirección, sonrió suavemente, le iban a ser de ayuda, se rió internamente.

-Haruno-san, Uzumaki-san-los saludó con voz fría al llegar ellos, bien hora de poner el plan en marcha-Oba-chan ¿Dónde dejo esto?, me gustaría ayudarla más, pero tengo mucha prisa-la señora abrió los ojos avergonzada, ella no podía cargar con todo eso sola, tampoco podía molestar a la pobre señorita, fue cuando reparó en la presencia de los dos jóvenes a lado de la señorita, sonrió suavemente, ya tenia una solución.

-No se preocupe señorita, ya tengo quién me ayude-vio como los tres jóvenes la observaron curiosos-estos jovencitos a lado suyo-sonrió

-¿¡Ehh¡?-respondieron, miraron a Hinata en busca de ayuda pero Hinata los volvió a ver con carita de perro a medio morir, Naruto suspiro, no se podía negar a esa carita tan tierna, se sonrojo al ser consiente de su pensamiento, agitó su cabeza de un lado a otro.

-Esta bien, lo haremos-Hinata sonrió victoriosa, colocó los trastos y ollas en el suelo, se despidió y se mezcló entre la multitud, pudo jurar ver a Hinata con una mueca de dolor muy bien disimulada en su rostro y una mano en su abdomen, ¿El golpe del balón la lastimó?, estaba dispuesto a ir cuando sintió un peso extra en sus manos, su mirada se topó con una pila de ollas, suspiro, será para después.

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Hinata corría con más rapidez por los tejados, ahora si estaba muerta, envió más chakra a sus pies, su velocidad volvió a aumentar, deslumbró los campos de entrenamiento, sonrió y activó su byakugan, al vislumbrar el campo de entrenamiento de su equipo, Hinata se detuvo, localizó a Kiba y a Shino quienes estaban entrenando, su sonrisa se borró de su rostro, bien hora de ser la débil Hinata, suspiro, se estiró un poco y se lanzó al ataque. Fue primero a por Kiba, como esperaba ver aún no sabían de su presencia, cuando estaba a 3 metros del suelo Akamaru se lanzó al ataque, colocó su pie en el estómago del can para lanzarlo al suelo, Kiba se alarmó al observar un impacto a unos metros de él, Hinata hizo un juken dirigido al pecho de Kiba haciendo que este impacte contra un árbol, Hinata al tocar el suelo dio unas cuantas volteretas hacia atrás esquivando los insectos de Shino, se detuvo un momento y revisó el perímetro con atención, Akamaru quedo inconsciente, Kiba tardaría un buen tiempo en estabilizarse, así que por el momento Shino era el único oponente, regresó su mirada a Shino, sólo debía evitar que los insectos la alcanzarán, se colocó en guardia, esperaría a que Shino fuera quién haga el primer movimiento.

Estaba a unos 3 metros de Shino, los dos no hacían ningún movimiento, a lo lejos en un árbol una ardilla comía felizmente una nuez la cual trataba de abrir, por la presión que ejercía la dejó caer haciendo un casi imperceptible sonido, esa fue la señal para dar inicio a su duelo, como Hinata esperaba los insectos de Shino en una orda se lanzaron hacía ella, rodeándola, sonrió suavemente, típico de Shino, pero eso no será suficiente, jutsu: chakura no hari, comenzó a girar sus brazos rápidamente, de las palmas de las manos salían pequeñas y delgadas agujas de chakra, las cuales iban dirigidas hacia los insectos de Shino, logrando derrotarlos al instante, envió chakra a sus pies y a una gran velocidad se iba acercando a Shino, juken, dirigió la mano al pecho de Shino pero el fue más rápido y logró esquivarlo, pero no pudo evitar que ella cerrará los puntos de chakra de su hombro izquierdo, gruño enfadada, una nueva orda de insectos se dirigían a ella, Hinata saltó hacia atrás pero antes de aterrizar en el suelo Shino la golpeó en el diafragma y espalda, Hinata salió rodando por los aires hasta impactar con el tronco de un árbol, trató de recuperar rápidamente el aire, tocio un poco de sangre, se limpió la boca con el dorso de su mano, sintió un ardor en su abdomen, alzó un poco su blusa, soltó maldiciones por lo bajo, sus vendajes otra vez se coloreaban de rojo, Hinata colocó sus manos en su abdomen y ejecutó el shosen jutsu, de inmediato una luz verde emano de sus palmas deteniendo a medias su hemorragia, suspiro, apretó con fuerza los vendajes, bajo la blusa, se colocó de pie lentamente, su visión era un poco borrosa, pero de inmediato se compuso, Hinata volvió a activar el byakugan, a Kiba le faltaba poco para despertar, Akamaru podía tardar un poco más y Shino seguía de pie con un brazo inerte, debía derrotar a Shino primero, suspiro cansada, esto sería difícil.

Shino se mantenía alerta buscando señales de Hinata, había insectos alrededor de él, gruño por lo bajo, Hinata había acabado con la mitad de sus insectos eso lo hizo enfadar demasiado, por lo mismo esperaba que Hinata no se hubiera lastimado mucho con sus golpes, había aplicado mucha fuerza, suspiro, aún así Kiba ni Akamaru van a despertar en un buen tiempo, por eso él no podía perder, por el momento, suspiro un poco frustrado, ¿Cuándo se dignara Hinata en aparecer?, sintió varias presencias a su alrededor, sus insectos de inmediato se pusieron a la defensiva, ajustó sus gafas con su mano sana, cada presencia estaba situada en sus puntos cardinales, eso era un tanto sospechoso, achico sus ojos bajo sus gafas, de repente cuatro Hinatas salieron de entre los arbustos y árboles, se colocaron a dos metros de él, realizaron los sellos correspondientes del jutsu: chakura no hari, rápidamente sus insectos comenzaron a caer, soltó un par de maldiciones, sintió la tierra bajo sus pies moverse imperceptiblemente, saltó inmediatamente, con cien insectos siguiéndolo, observó como una mano salía del suelo, suspiro nervioso, eso estuvo cerca, sintió una presencia arriba de él, levanto la mirada, abrió los ojos sorprendido, Hinata venía a él con el juken activado, volvió a maldecir, este era su fin.

-¡GATSUGA!-observó como Kiba y Akamaru golpeaban dolorosamente a Hinata, aterrizó arrodillado en el suelo, los clones de Hinata se desvanecieron, que extraño, generalmente duran un poco más, sus pensamientos fueron interrumpidos al ver como Kiba y Akamaru eran lanzados a su dirección, rodó por el suelo para poder esquivarlos, suspiro, por poco, bien hora de seguir, al ver a Hinata distraída corrió a su dirección, Hinata al parecer sintió su presencia iniciando así una pelea de taijutsu, el evitando que Hinata logrará el hakke kusho, y ella evitando que sus insectos la tocarán, enviaban golpes por doquier, el esquivaba y ella atacaba o inversa.

Kiba y Akamaru volvieron a hacer el gatsuga en ellos, logrando así separarlos y ser Kiba quién se enfrente a Hinata, Shino aprovechó y envió a sus insectos contra Akamaru, drenando así el chakra de este, sintió una enorme onda de chakra que lo hizo arrodillarse por un instante, Shino aprovechó que Kiba estaba levantándose para que sus insectos le drenaran el chakra al dueño del can, para su mala suerte no tomó en cuenta el hecho de que Hinata aún seguía de pie, aprovechando su distracción para atacarlo con el hakke kusho, Kiba aprovechando esto hizo el shykyaku no jutsu para golpearlo con su fuerza de bestia, escupió saliva por los golpes para luego caer rodando por el suelo, escupió la tierra que entró a su boca, se limpió con el dorso de su mano, suspiro, ¿Desde cuándo eran tan agresivos?, arrugo un poco su ceño, volteó su cabeza en dirección a la lucha de Hinata y Kiba, gruño, no se dejaría ganar.

Kiba enviaba patadas y golpes a Hinata con una gran velocidad y ella lograba seguirle el paso, gruño, ¿Cómo pudo Akamaru caer tan fácilmente?, bufo enojado, envió una potente patada al estómago de Hinata aplicando más velocidad, enviándola un poco lejos, cuando se disponía a seguir con Hinata, Shino lo golpeó con el puño en el rostro enviándolo lejos, apretó los dientes con furia, estaba cansado los iba a derrotar aunque fuera lo último que hiciera, se levantó de inmediato, fue corriendo hacia la lucha de Shino y Hinata, envió un golpe hacia el costado de Hinata, quien lo esquivo por los pelos, terminando el por recibir el codazo de Shino en su espalda, Shino recibiendo la patada de Hinata en la espalda y Hinata recibiendo la patada barredora de Kiba, haciendo que los tres caigan al suelo, sus respiraciones eran aceleradas e irregulares, sus torsos subían y bajaban rápidamente, estaban muy cansados.

- ¿Qué nos pasó hoy?-preguntó la cansada voz de Shino.

-No tengo idea, hombre estoy muerto-gruño Kiba.

-Lo lamento Shino, Kiba, como paso llegando tarde y no entrenamos lo suficiente hoy quise recompensarlo, pero no pensé que llegaríamos a tanto-Hinata dirigió una mirada de disculpa a Shino y Kiba.

-No te preocupes Hinata, recibimos tu mensaje, ¿Verdad Shino?-Shino sólo asintió estando de acuerdo con Kiba.

-Jajaja nunca habíamos luchado así entre nosotros jajaja, Kiba hubieras visto tu cara cuando esquivaba tus golpes, jajaja, o tu Shino cuando aparecí de la tierra jajaja-tanto Shino como Kiba rieron junto a Hinata, definitivamente esa fue una gran tarde de entrenamiento.

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Hinata caminaba tranquilamente por las calles vacías de Konoha, acaba de terminar su entrenamiento con Shino y Kiba, después de cinco horas, ya podía descansar, sus pasos eran tambaleantes de vez en cuando, su visión se volvía borrosa, todo a su alrededor era distorsionado y confuso, colocó su brazo en su abdomen, suspiro, la herida se volvió a abrir, comenzó a correr rápidamente, debía llegar a su casa, cada que corría sentía su cuerpo más débil y pesado, su respiración se volvió acelerada, mientras corría tropezó con una piedra, cayendo de bruces al suelo, en su rostro empapado de sudor y tierra se formó una mueca de dolor, con esfuerzo se colocó de pie lentamente, apoyándose en el muro de piedra, con pasos inseguros y tambaleantes Hinata trataba de caminar, el ardor en su abdomen aumentó, gruño por lo bajo, debía apurarse, saltó hacia el tejado de una casa cercana, se tambaleo un poco, sin embargo Hinata ya no podía más, escuchó como alguien la llamaba o quizás ya se volvió loca, cayó del tejado, sentía el aire en su rostro, poco a poco cerró los ojos, sintió como alguien la sostuvo, luego todo fue oscuridad.

Naruto caminaba por las desiertas calles de Konoha, tenía sus brazos atrás de su cabeza, suspiro, quería comer ramen con Iruka-sensei pero Ichirakus estaba cerrado, no tenía dinero suficiente para ir a comprar ramen instantáneo y sus reservas se acabaron hoy, suspiro, levanto la mirada, a lo lejos observó a Hinata caminaba con pasos tambaleantes y con una mano en su abdomen, con que tenía razón, Hinata estaba herida, fruncio el ceño al pensar eso, de repente Hinata comenzó a correr, se extraño pero no le prestó mucha importancia, hasta que escuchó un sonido sordo, dirigió su mirada hacia Hinata, la cual estaba en el suelo, su respiración era muy acelerada, se alarmó, rápidamente se dirigió a su dirección, Hinata se levantó y se apoyo en un muro, trató de caminar pero no podía, cuando estuvo cerca comenzó a llamarla, Hinata saltó hacia un tejado sin embargo no logró equilibrarse y cayó, abrió sus ojos asustado, envió más chakra a sus pies y aumentó su velocidad, atrapándola en el aire, cayó cuidadosamente en el suelo, suspiro para relajarse, le pegó un gran susto, estaba cargando a Hinata en brazos, observó a Hinata quien estaba inconsciente, verificó si se encontraba bien, fue cuando reparó en la mancha carmesí en su blusa, colocó a Hinata en el suelo, levanto la blusa de Hinata, observó que tenía vendado todo el abdomen, se alarmó al ver que los vendajes eran de color rojo, bajo la blusa de Hinata, se quitó rápidamente su sudadera y se la colocó, volvió a alzarla en brazos y a toda velocidad se dirigió al hospital.

Naruto corría con todas sus fuerzas, cada segundo que pasaba la mancha carmesí en la blusa de Hinata se hacia más grande, mordió su labio con fuerza, envió más chakra a sus pies, debía apurarse, el rostro de Hinata se volvía pálido lentamente, su respiración antes acelerada ahora era muy lenta e imperceptible, en el horizonte observó el hospital de Konoha, en su rostro se coló una expresión tranquila, apuro el paso, entró al hospital ruidosamente, por lo visto nadie le prestó atención, bufo enojado, hasta que vio a la abuela Tsunade, respiró aliviado y corrió hacia ella.

-¡ABUELA!-Naruto observó como una vena se marcaba en la frente, trago duro, la Hokage se acercó furiosa hacia él, hasta que reparó en el bulto en sus brazos.

-¿Qué es eso Naruto?-

-Abuela, Hinata está herida-dijo con su voz impregnada de preocupación, Tsunade lo miro asustada, rápidamente quitó a Hinata de sus brazos y la colocó en una camilla, quitó su sudadera y levantó la ensangrentada blusa, rompió los vendajes, mordió su labio al ver cuatro agujeros medianos y profundos en línea recta en el abdomen de Hinata, todo su estómago tenía grandes hematomas morados y rojos, los cuales la mayoría estaban abultados, alrededor de los agujeros era de un morado oscuro casi negro, sus heridas no dejaban de sangrar, de inmediato supo que Hinata estaba envenenada, soltó maldiciones por lo bajo.

-¡Azura!, llama a Shizune, Sakura y a Sukui, tenemos una operación de emergencia, por el momento envía a Kito a la sala de operaciones, ¡Rápido!, no hay tiempo que perder-Tsunade volvió a maldecir por lo bajo, rápidamente llevo a Hinata en la camilla hacia la sala de operaciones-Y que alguien le avise a Yugao.

-S-sí, Tsunade-sama-respondió nerviosa Azura.

Naruto observó como la abuela desaparecía con Hinata por una puerta, trago duro, ¿Cómo Hinata logró herirse de esa forma tan horrible?, preocupado se sentó en la sala de espera, estaba muy nervioso y asustado, no podía creer que Hinata estuviera prácticamente al bode de la muerte, agarró sus dorados cabellos rubios entre sus manos con desesperación, Hinata no podía morir, no ella, suspiro tratando de relajarse.

Hinata, se sorprendía de lo mucho que ella cambió, seis meses después de la guerra, donde ya todas las naciones estaban recuperadas en su mayoría de los estragos de la guerra, Hinata se fue de la aldea, nadie sabe a dónde fue, sólo la abuela Tsunade lo sabía pero nunca se lo comento a alguna persona, hace cuatro meses, después de cinco largos años Hinata regresó con una personalidad cambiada radicalmente, ahora era más segura de sí misma y más fría, sólo dejaba esta faceta cuando se encontraba con el equipo 8, además de que al mes de estar en Konoha fue desterrada de su clan y enviada a la cárcel por una semana, sin embargo nadie sabe la razón de esto, desde entonces nadie sabe nada de Hinata, sólo se le logra ver de vez en cuando caminando por la aldea.

-¡Naruto!,¿Qué haces aquí?-preguntó una cansada Sakura al llegar a lado de Naruto.

-¡Sakura!-Naruto la observó preocupado-Por favor salvala, por lo que más quieras hazlo-se colocó de pie y posicionó sus brazos en los hombros de la pelirosa y la miró fijamente.

Sakura lo observó sorprendida, para luego asentir con la cabeza.

Naruto observó como Sakura desaparecía por las puertas del hospital, suspiro derrotado, se volvió a sentar, sería una larga noche.


Los personajes de Naruto no me pertenecen, son del gran Masashi Kishimoto-sama.