Título: Atobe's Haloween Party
Personajes: Atobe Keigo
Género: Humor… o eso pretendo ¬¬û
Notas de la autora: …Errhhh… no sé qué decir. Es el primer fic que publico… es que me dije "¡Tengo que escribir algo para Halloween!" y, bueno, este es el resultado.
-Diálogo-
-"Pensamiento"-
Disclaimer: Nada nadita de Prince of Tennis me pertenece…
Atobe's Halloween Party
Capítulo 1: Invitaciones 'Novedosas' de Ore-sama
Los titulares del club de tenis Seigaku se encontraban realizando su entrenamiento como de costumbre. Vale decir, Eiji haciendo acrobacias mientras Oishi intenta convencer a los dueños de circos varios que el pelirrojo no se les unirá; Taka-san tomándose muuuy en serio su 'Burning Personality', es decir, estaba incendiando cosas; Ryoma utilizando sus habilidades tenísticas para crear artísticas esculturas con latas de Ponta que se ha bebido; Kaidoh diciéndoles por enésima vez a una familia de serpientes que no es su hijo perdido, que ni siquiera se les parece; Inui con cara de maníaco tomando datos de las locuras de sus compañeros; Momo tratando de destruir los jugos de Inui con su Dunk Smash, a la vez que Fuji lo evita con su Higuma Otoshi; y, finalmente, Tezuka con dolor de cabeza pensando en la forma de comenzar a entrenar de verdad.
En vista de que no estaban haciendo nada productivo por la vida, el capitán dio por terminado el entrenamiento, así que se fueron a los vestidores, lugar donde unos instantes después aparece la entrenadora Ryuuzaki.
-Chicos, les han enviado un paquete por correo-dijo entregándoselo a Tezuka, por ser el capitán del equipo.
-¿Quién lo envió?-preguntó éste
-No lo sé, no tiene remitente
-¡Wow! ¡Recibimos un regalo! ¡Nunca nos envían nada nya!- exclamó un feliz Eiji, mientras arrebataba el paquete de las manos de su capitán. –Me pregunto que será nya…
-¡No lo abras! Aun no hemos decidido si lo aceptaremos…- sin embargo, las advertencias del fukubuchou Oshi fueron olímpicamente ignoradas.
El acrobático pelirrojo desgarró emocionado el envoltorio, mientras el resto de sus compañeros lo rodeaban observando expectantes a lo que había dentro. Finalmente, la caja fue abierta…
-¡WAAAAAA!-gritaron todos al unísono. Una mano zombi bañada en sangre había salido impulsada desde el interior de la caja, tomando por sorpresa a los chicos.
-¿Q-q-q-qué fue eso nya?-preguntó con voz temblorosa el pelirrojo, quien estaba aferrado al techo como un gato.
-Pues parece una muy bien elaborada garra de hombre lobo-zombi con sangre- dijo con una sonrisa el tensai del equipo, a la vez que se acercaba a dicho objeto, que se encontraba tirado en el suelo.
-Como esperaba de Fuji, no se ha inmutado siquiera- observó Inui, mientras anotaba en su fiel cuaderno verde.
-Buchou tampoco-dijo un admirado Momoshiro, sin notar las temblorosas piernas del chico de lentes.
-Oh, la mano sostiene un papel- comentó Syuusuke, a la vez que lo tomaba.
-¡Fuji! ¿No te enseñaron tus padres a no leer tarjetas de manos espantosas de utilería de procedencia desconocida?-exclamó un horrorizado Oishi.
-Interesante- sonrió con malicia el chico, tras haber leído la tarjeta.
-¿Qué dice, sempai?-preguntó un intrigado Ryoma, tras salir del shock causado con anterioridad.
-'Siéntanse agradecidos, pues Ore-sama ha tenido la bondad de invitarlos a todos ustedes a mi gran fiesta de Halloween en mi fabulosa mansión. Los espero el día 31 de Octubre a las 21:00 horas. ¡No olviden disfrazarse! Saludos, Atobe Keigo.' Entonces, ¿qué opinan? ¿Iremos, verdad?- preguntó el chico de cabellos castaños, poniendo una cara que no aceptaba un 'no' por respuesta.
-¡Pero por supuesto!- se apresuraron a responder los demás.
-Bien, garrazombi-san, dile a Atobe que cuente con nosotros- dijo el joven a la caja. La mano se cerró y alzó un pulgar. Luego, le salieron unas patas de araña y se fue caminando del lugar.
Todos se quedaron estáticos por un momento… hasta que estallaron en una nueva ola de terror. Kawamura, que acababa de reaccionar, comenzó a correr en círculos por el lugar, hasta que le pasaron una raqueta y se puso a perseguir a la garra para destruirla. Eiji, que recién había bajado del techo gritó y, junto con Momo, se lanzaron a los brazos de Ryoma, quien por el peso perdió el equilibrio y cayó sobre Oishi, dejándolo inconsciente. Inui, presa del horror, rompió su cuaderno, lo que le provocó caer en una depresión inmediata por la pérdida de datos. Kaidoh se quedó petrificado. Fuji continuó sonriendo y a Tezuka se le puso la cara azul.
-Bueno… tal parece que todo acabó…- comentó nerviosamente Kaoru, siendo el primero en reaccionar.
-¿Y Ryuuzaki-sensei?
-Salió corriendo en cuanto abrieron el paquete.
-Oh, gracias, señor de negro que sale de un casillero con una cámara de video.-respondió Momo hasta darse cuenta de los hechos -¡Waaa! ¿Quién es usted?
-Mis disculpas. No me he presentado. Mi nombre es Thomas, y soy uno de los mayordomos de la familia Atobe.
-¿Y qué rayos hace usted aquí?
-Oh, Keigo-bocchama me pidió que grabara su reacción al abrir la invitación. Como ya he terminado mi misión, si me disculpan, me marcharé- se despidió cortésmente y se fue caminando tranquilamente.
-Definitivamente le pediré una copia del video a Atobe…-comentó sonriendo malignamente el tensai de Seigaku.
-Bien… ignorando lo demás, chicos, estamos invitados a una fiesta a realizarse en dos días. Debemos prepararnos. ¡Judan sezu ni ikou!- las breves palabras de Kunimitsu fueron recibidas con gritos de alegría por parte del resto del equipo.
Ese mismo día, el club de tenis del Rikkaidai también gozaba de un día de entrenamiento común y corriente. Sanada abofeteando a Kirihara, mientras Yanagi toma datos de ver cuánto tarda Akaya en caer agonizando de dolor; Marui dejando en quiebra a Jackal después de pasar por la pastelería (la que por cierto se hizo millonaria, gracias a Marui); Niou huyendo de la policía, quienes querían arrestarlo bajo los cargos de usurpación de identidad y estafa; Yukimura gozando del sufrimiento de sus compañeros; y Yagyuu de pie, manteniéndose sereno, meditando sobre que estaba rodeado de dementes.
Bien, la 'normal' rutina de este equipo se ve interrumpida cuando una extraña cancioncilla se deja oír…
-¡Correooo!- aparece un cartero haciendo un bailecito extraño que deja a los chicos con cara de 'WTF?' -¡El correo ya llegó, anunciando su canción y gritó con emoción, correeeeoooo!- unas cuantas personas que pasaban por allí aplaudieron al hombre cuando finalizó su, ehrr, 'número musical'
-¿Qué demonios…?
-Tienen correspondencia- dice con una sonrisa el hombre, entregándoles un paquete.
-¡Ya era hora de que nos dieran obsequios!-exclamó un feliz Akaya, tomando el paquete y preparándose para abrirlo, sin embargo, en unas fracciones de segundo, el objeto ya se encontraba en manos de Marui.
-¡Dame eso Akaya! Que si son dulces son para mí…-Sanada se lo quitó.
-¡Nadie abrirá esto hasta verificar que sea seguro! Podría ser una bomba de parte de los rivales.
-Ves demasiada televisión, Sanada. No obstante, concuerdo en que no hay que abrirla, podría ser una broma pesada de Niou…- dijo Renji
-Yo no hago bromas de tan baja calidad- alegó el peliblanco, tomando la caja misteriosa en sus manos.
-¡Allí está! ¡Tiene algo en sus manos! ¡Podría ser un arma!-gritó un policía segundos antes de que él y todo su equipo se abalanzaran contra el chico, quitándole el objeto que tenía en las manos.
-Esto será ocupado como evidencia en tu contra…- comenzó a decir uno de los policías. Estaba por guardarlo en una de esas bolsas plásticas herméticas, cuando la curiosidad lo venció y decidió abrirlo.
Un montón de arañas grandes, peludas y feas salieron disparadas de la caja, espantando a os policías, que salieron corriendo como nenas. Niou fue feliz por eso, hasta que le cayó un ojo volador en la cabeza, por lo que salió corriendo… para luego colisionar con Kirihara y Marui, que escapan como locos también. El globo del chicle que Bunta comía reventó por el impacto, y se pegó al rostro de los tres chicos, que gritaron de horror. Unas cuantas arañas se raptaron la gorra de Sanada, quien salió corriendo tras ellas; Yagyuu no se movió, pero quedó cubierto de arácnidos; Renji solo tomaba datos de las diferentes reacciones, y Yukimura miraba maravillado el 'obsequio'.
-Hay una mini momia allí. Las arañas eran su compañía y uno de sus ojos ha salido volando…- comentó el capitán, sonriente.
-¿Quién fue el gracioso que nos envió ESTO?- preguntó irritado Sanada, tras haber recuperado su gorrita.
-¡No lo sé, pero está tan bien elaborado!- se emocionó el peliazul, notando un detalle que le había pasado desapercibido. –Oh, la momia nos ofrece una nota- tranquilamente la tomó.
-¡Yukimura! ¿Qué haces? ¡Podría explotar!
-Sanada… En serio, tienes un problema con las explosiones.
-¡Escuchen esto!- exclamó Yukimura, esperando a que todos sus compañeros se recuperaran del shock y se acercaran. –Leo: 'Siéntanse agradecidos, pues Ore-sama ha tenido la bondad de invitarlos a todos ustedes a mi gran fiesta de Halloween en mi fabulosa mansión. Los espero el día 31 de Octubre a las 21:00 horas. ¡No olviden disfrazarse! Saludos, Atobe Keigo.'
-¡Siiii! ¡Fiesta! ¡Vamos a demostrarles lo geniales que somos!- dijo un muy emocionado Kirihara.
-¡Si! ¡Es una fiesta de Halloween, hay que ir! ¡Habrá dulces, dulces, dulces! ¡Seguro!- creo que ya sabemos quién dijo eso.
-No lo sé… Atobe la auspicia…
-Vamos, Sanada, será divertido
-Pero…
-Está decidido. ¡Iremos a la fiesta de Atobe!
-¡Yay!
Todos estaban tan emocionados pensando de qué se disfrazarían, qué comerían, etc., que no notaron que el cartero de antes estaba grabándolos, hasta que creyó era suficiente y se marchó. Sip. Otro mayordomo de Atobe.
…Pero luego fueron invadidos por el terror nuevamente, cuando la caja explotó (Sanada tenía razón), y todos quedaron cubiertos de una sustancia verde gelatinosa que cuyo origen no querían saber.
-¡Waaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!-gritaban mientras corrían en círculos.
-¡Les dije que explotaría!
-¡Es que las probabilidades de que sucediera eran de 0,00157%!
-¡Waaaaaaaaaaa! ¡Me tragué el otro ojo de la momia!- lloriqueaba Masaharu, mientras buscaba consuelo con Yagyuu, quien pensaba en hablar seriamente con el chico y decirle que no era su madre.
-Tranquilo, estaban hechos de mashmallows- le dijo el Jackal tomando el ojo que tenía el afectado en el cabello.
-Con razón no sabía mal…
-¡Yo también quiero comer ojos!- pataleó Bunta
-Eso sonó raro…
Bien. Dos equipos han recibido sus invitaciones, pero aun falta el equipo más importante, el del organizador del evento, digo, sería raro si no los invitaran.
Como los otros equipos, estos chicos también estaban 'entrenando'. Estudiantes comunes y corriendo observando maravillados cómo Jiroh duerme plácidamente sobre la red de la cancha de tenis sin caer; Gakuto dando super saltos, a ver si rompía el record mundial sin estrellarse con uno que otro pájaro; Yuushi preocupado porque el entrenamiento se alargó y se perderá su telenovela; Hiyoshi con una vidente para saber si vencerá a sus sempai-tachi, en especial a Atobe; Shishido sintiéndose acosado porque Otori lo sigue para todos lados sonriendo inocentemente; el entrenador Sakaki marchándose del lugar pensando "Oh no, hoy es mi día libre, así que son 100% problema de Atobe-kun. Le deseo suerte."; y por último, Atobe observando el estúpido comportamiento de sus compañeros con una venita saltante, mientras Kabaji se preocupa de cumplir todo lo que le pide.
-Supongo que tendré que dar por terminado el entrenamiento, ¿na, Kabaji?
-Usu
Luego de un esfuerzo sobrehumano que solo 'Ore-sama' podría realizar, logró captar la atención de su equipo y mandarlos a los vestidores. El entrenamiento se daba por finalizado. Cuando iban a ingresar a cambiarse, un estudiante X se les acercó, diciéndoles que los necesitaban en el gimnasio.
-¿Será una broma de mal gusto? ¿Para qué nos llamarían al gimnasio?
-A saber…
Entraron tranquilamente a susodicho lugar, donde, sorprendentemente no había nada ni nadie. Genial. Pensaron con sarcasmo. Pura pérdida de tiempo… En ese preciso momento las puertas se cierran de golpe y la intensidad de la luz baja considerablemente.
-¡Waaa! ¡¿Qué sucede?- gritaban los chicos, viendo que estaban encerrados mientras sucesos no-normales se daban a lugar.
-¡¿Dónde está Atobe-buchou?
Una especie de niebla comenzó a cubrir sus pies, acompañada de unos sospechosos ruidos provenientes del almacén de los instrumentos de gimnasia. Con la cara azul y completamente petrificados vieron como un payaso terrorífico como el de la novela de Stephen King se acercaba a ellos… con cara de hambre. Todos gritaron de horror y comenzaron a escapar de un lado a otro. Jiroh se despertó con los gritos, pegó un brinco y se aferró a las piernas de Gakuto, quien justo estaba saltando, así que se cayeron de cara, y como si fuera poco, el castaño se durmió otra vez. Yuushi, que intentaba ver en su celular el último episodio de la teleserie de las nueve antes de morir, le gritó a Gakuto que reptara para huir. Chotaro, presa del pánico tomó a Shishido en sus brazos y corrió, pero tuvo que detenerse al escuchar un ¡Paaaaafff!, que resultó ser la cabeza de su sempai, que había chocado con el pilar del arco de básquetbol. Hiyoshi comenzó a lanzarle cosas a sus compañeros… sí, a sus compañeros, pues consideró que era el momento adecuado de derrotarlos. Y Kabaji, a falta de un Atobe que le dijera que hacer, solo se quedó de pie mirando de un lado a otro desesperado.
-¡¿Qué hacemos?
-¡Derribemos la puerta, total, Atobe la pagará después!
Pero al dirigir su mirada a su única salida, vieron al payaso, que ahora tenía un brazo de hombre lobo y uno de momia.
-La caja…. Abran el paquete…-dijo con voz siniestra, acompañada de una risa sicópata.
-¿De qué demonios está hablando?-preguntó exaltado Yuushi… cuando… -¡KYAAAAA!- gritó al ver una mano sobre su hombro.
Todos voltearon para ver de quien se trataba. Y resultó ser un sonriente cartero que quería entregarles un paquete.
-Tienen correspondencia.
-Oh, gracias- el tensai del equipo iba a abrir el paquete cuando vio una nota en el envoltorio. 'Digan Whisky'.
-¿? ¿Whisky…?-pronunciaron un tanto inseguros, segundos antes que un muñeco diabólico a lo Chucky saliiera rompiendo la caja.
-¡Sonrían, bwuajajajajaja!- el muñeco deforme tomó una fotografía. Todos estaban petrificados con expresiones idiotas en sus rostros, hasta que tuvieron un ataque de histeria y comenzaran a gritar.
-Qué ingenioso…-comentó el cartero, que pareció no inmutarse.
Hiyoshi, que fue el primero en calmarse un poquitín, se acercó nuevamente al paquete, cayendo en la cuenta que es un muñeco a baterías. Nada sobrenatural. ¿Quién recontra diablos les habría hecho esto? El payaso ya no estaba, y todo había vuelto a la normalidad, hasta las puertas ya estaban abiertas.
-¿Y eso?- susurró mientras tomaba una tarjeta que tenía el muñeco en su ropa.
-¿Qué sucede, Wakashi?- los demás se acercaron al chico, justo a tiempo para oír un ruido como de gelatina estrellándose con el suelo.
-¡Oh, no otra vez! Se me ha caído el rostro…- dijo el cartero, antes de agacharse a recoger su cara.
Los pobres traumatizados chicos salieron corriendo a la velocidad del sonido del lugar, encontrándose de nueva cuenta en las canchas, donde estaba Atobe ordenando sus cosas.
-Chicos, ¿qué les pasó? Tienen pinta de haber visto un fantasma…
-Vimos algo peor, de hecho…- gruñó Shishido, que tenía un chichón por el golpe de antes.
-Ah- fue todo lo que respondió Atobe, observando cómo su cartero-mayordomo se marchaba y le indicaba que tenía todo en video.
-Atobe-buchou…- dijo Wakashi con una voz que daba miedo, a la vez que arrugaba, furioso, el papel que aún conservaba en sus manos.
-Préstame eso.- dijo Gakuto, tomando la tarjeta para leerla en voz alta. –'Siéntanse agradecidos, pues Ore-sama ha tenido la bondad de invitarlos a todos ustedes a mi gran fiesta de Halloween en mi fabulosa mansión. Los espero el día 31 de Octubre a las 21:00 horas. ¡No olviden disfrazarse! Saludos, Atobe Keigo.' ¡ATOBE!
-¿Qué? Es Halloween. Entregar una simple tarjeta hubiera resultado aburrido.
-¿Y? ¿Harás una fiesta con ocho personas? ¿A eso llamas gran fiesta?- cuestionó con burla el de gorra.
-Oh, claro que no, Ore-ama planea bien las cosas. También invité al Seigaku y al Rikkaidai- respondió el peliplateado con autosuficiencia.
-¿Y se puede saber si los invitaste… así?-preguntó el chico de gafas, refiriéndose a lo ocurrido anteriormente.
-Algo por el estilo. A la invitación de ustedes le puse más elaboración, por ser mis queridos compañeros que me hacen imposible la vida todos los días- sonrió inocentemente, asemejándose un poco a Fuji. Un escalofrío recorrió la espalda de los otros tenistas… habían subestimado un poco el lado vengativo de su líder.
-Bien. Vayan preparándose, que solo tienen dos días. Ore-sama los estará esperando, muajajajaja…- rio malignamente, mietras se preparaba para marcharse. –Vamos, Kabaji.
-Usu
Y así, todos comenzaron a prepararse para una fiesta que tal vez los dejaría marcados de por vida…
Notas de la autora: He aquí el fin del primer capítulo de este delirio mío que osa llamarse fanfic xD. El siguiente es el último. ¿Reviews? Cualquier comentario, duda o crítica constructiva que deseen hacer será bien recibida.
