Una mujer en sus brazos
La chica les había comunicado a nuestros héroes que saldría de la ciudad, no sabía en qué tiempo exacto regresaría, tal vez en días, meses o incluso años. Ninguno estaba contento con tal noticia, incluso Raphael.
-¿Cuándo vas a regresar?, ¿y si el clan del pie te sigue?, Cristeen es mejor que no salgas- le decía Leo.
Raphael seguía en silencio, sus sentimientos no salían pero incluso si estaba callado cualquiera de sus hermanos sabía en qué estado se encontraba.
-Leo, no me pasara nada, solo iré a ver un nuevo trabajo es todo-
-Te voy a extrañar, Cris- le dijo Mikey
-Y yo a todos ustedes-sonrió
Todos la abrazaron.
-Oye Cris- decía Raphael
Sus hermanos lo voltearon a ver junto con la chica.
-Solo cuídate, ¿OK?, no quiero que te pase nada-
-Te lo prometo- decía y lo abrazo, Raph no sabía que hacer solo corresponder el abrazo.
Después de una charla, la chica por fin partió, esperaba encontrar su objetivo; pero Raphael esperaba verla otra vez.
Te prometo volverte a ver, Raph
Adiós
Y sin más remedio desapareció.
Ya habían pasado 4 años entonces.
Ahora los chicos tenían 20 años, ya eran mayores pero aún les faltaba más por aprender. Después de que Cristeen se fue el maestro Splinter mando a Leonardo a un entrenamiento en Centroamérica, sus demás hermanos se quedaron en Nueva York y consiguieron empleos. Fue un tanto extraño que tortugas mutantes consiguieran empleo pero Splinter no les permitiría que holgazanearan así que tuvieron que hacerlo.
Raph era el único que no consiguió trabajo, ya lo habían corrido de 3 empleos, por supuesto esto hizo mayor su enfado, él pensaba que él debía estar en Centroamérica, no Leo. Pero eso era de menos, solo extrañaba algo, una persona: esa era Cristeen.
El chico de rojo se encontraba golpeando su saco, lo golpeaba con mucha fuerza.
-Raphael, será mejor que hagas algo, golpear ese pobre y polvoriento saco; no ayudara en nada- le decía Donnie.
-Cállate sabelotodo, deja de molestar-
-Hasta Mikey hace algo-
Esto hizo que dejara de golpear aquel saco, se dirigió hacia Donnie.
-Vuelves a molestarme con lo mismo y ahora si te saco lo verde de tu cuerpo- dijo tomándolo por el cuello.
-Es-está bien-
Soltó a su hermano salió de la habitación, decidió ir a la azotea, ese era su lugar favorito.
-Maldito Donnie, malditos empleos, maldito Leo- decía mientras pateaba una lata, este callo por el vacío.
-Todo lo bueno en mi vida se va-
El chico puso sus brazos en el barandal, observaba la ciudad, odiaba el olor seco de la ciudad, las calles, los vándalos, todo. A veces se sentía solitario con todo eso a su alrededor.
Fijaba su mirada al vacío, sin un punto específico, hasta que la vio, el chico se exalto, pero no era ella. La chica tenía el pelo hasta sus hombros, era negro y llevaba un sombrero del mismo color, llevaba puestos uno shorts de mezclilla, una blusa blanca de mangas, y unas botas cafés, también llevaba un bolso.
Realmente la chica era hermosa, algo pareció llamar su atención, eran sus ojos, unos ojos color verde.
Ojos verdes, como los de Cris
La chica había cruzado la calle, llego a un callejón, esto le resultó extraño al chico, ya casi era de noche por lo que decidió verla más de cerca, tal vez sería curiosidad la que tenía.
La chica se encontraba sacando algo de su bolso, cuando unos chicos callejeros se toparon con ella.
-Oye linda ya casi es de noche y es muy peligroso estar afuera, ¿Por qué no vienes con nosotros a jugar, he?-
La chica no dijo nada, no hizo nada, guardo lo que saco, puso su bolso en su hombro lo acomodo y trato de evitar a aquellos vándalos, pero uno de ellos la tomo del brazo.
-No te vallas, porque mejor no abres esas piernas y nos dejas divertirnos, verdad chicos-
Los otros dos que lo acompañaban asintieron y juntos rodearon a la chica, trataron de tirarla al suelo pero esta lo tomo del brazo y lo alejo de ella, los otros dos vieron esto y sacaron unas navajas, se echaron contra ella pero los esquivo, a uno de ellos le dio una patada haciendo tirar la navaja, al otro lo golpeo.
Que chicos tan patéticos
Dio media vuelta pero algo la detuvo, una soga estaba alrededor de su tobillo, cuando lo supo ya estaba en el suelo, le dolía su cabeza pues esta choco contra el suelo, estaba un poco inconsciente, se odiaba a si misma que por un golpe en la cabeza se quedara inconsciente, lo próximo que vio fue a los chicos alrededor de ella.
Uno de ellos estaba arriba de ella.
-Vaya, vaya eres buena luchando, pero no tan astuta como nosotros- decía – ¿sabes para que más vas a ser buena?, para dejarnos divertirnos contigo-
La chica estaba en shock trataba de quitarse de encima al chico, pero este tomo sus manos una junto a la otra mientras otro alzaba su blusa, dejaba ver su brasier al aire, otro de ellos toco sus pechos, la chica solo podía llorar no podía hacer nada, era su perdición, está dicho; la iban a violar.
El chico que se encontraba encima de ella, le bajo su short.
-Que lindos pantis tiene-
La chica forcejeaba aún más, lloraba por desesperación, nunca lo había sentido, hasta ese momento, solo quería que ellos se fueran, eso era lo único que quería.
-¿Chicos me dejarían jugar con ustedes?- dijo una voz.
Los tres callejeros voltearon a ver, solo vieron una figura negra, no lo reconocían.
-¿Quién carajos eres tú?-
-Solo un buen chico, eso es todo-
-Vete de aquí-
-No me iré hasta que dejen a la chica en paz-
-¿Ella?, ¿es tu novia?- tomo a la chica con brusquedad- lo siento ya está apartada-
-Cierto, por mí- dijo y corrió hacia ellos.
Pateo a dos de ellos, el líder de ellos tomo la navaja, trato de lastimarlo pero este lo esquivo y pateo.
-¿Qué carajos eres tú?, e-eres una…
-Soy una tortuga, mejor dicho una tortuga ninja, que eso no se te olvide- dijo y de un golpe noqueo al chico, luego lo tiro al suelo, el joven ninja fue con su chica.
-¿Estas bien?-
La joven no dijo nada, se levantó y abrazo al muchacho.
-¡Raphael!- dijo entre sollozos- tenía mucho miedo- pensé que en verdad me harían algo- no dijo nada más y siguió llorando.
-Tranquila, aquí estoy, nada te pasara- le decía y la abrazo aún más.
Tomaron sus cosas y el chico la cargo en su espalda, se dirigieron a su apartamento, ahí podrían hablar mejor.
Continuara
