Han pasado varios años desde la guerra con Hades, once si queremos ser exactos. Me es preciso mencionar, que un tema tan delicado como el haber visto el inframundo y vivir todo lo que debe un caballeros, no se supera ni fácil ni rápidamente. Por esto, al lograr yo superar aquello, decidí dedicarme a la psicología; utilizar experiencias como metáforas para ayudar a los demás.
Pero, hay un pequeño detalle, aun en este deseo de ayudar a otros, va escondido mi deseo de ayudar a mi hermano; esto porque nunca logró superar del completo lo sucedido.
Es claramente comprensible, ya que en mi opinión, él es quien más ha sufrido, el que ha visto la peor parte del mundo, la peor parte del mundo por el que hemos estado dispuestos a dar la vida.
Sin embargo, ante mis ojos y los de muchos, la verdad es que no he logrado demasiado, por no decir nada. Él sigue encerrado en algún lugar de su propio mundo. Aunque trata de disimularlo y superarlo, pero yo no veo ningún progreso, ni como su hermano ni como psicólogo.
Es necesario aclarar que esta libreta, en donde escribo esto y, obviamente estás leyendo, es algo parecido a un diario personas pero al mismo tiempo una especie de informe del progreso psicológico de mi hermano.
Por eso mismo, me parece necesario mencionar que estamos en la misma habitación desde hace dos horas y aún no me ha dirigido la palabra.
Si lo veo como profesional, es una actitud comprensible y merecedora de cuidado y atención; pero, si lo veo como su hermano mayor, me dan ganas de tomar ese celular que tiene en las manos y quebrarlo, pero, al mismo tiempo creo que me alegra que encuentre algo en que distraerse un momento.
Generalmente, si no está centrado en algo, se pone nervioso, y mucho. Así que Hyioga le regaló ese celular para que estuviera concentrado en cualquier cosa.
-Shun, hermano.- trato de llamarlo con una voz suave para que no se asuste o se altere.
Un poco aturdido levanta la vista y me sonríe nervioso, una risilla traviesa que se e sale entre dientes.
Le correspondo también con una sonrisa y le hago señales para que se acerque.
Primero me niega con la cabeza; así que insisto hasta que accede a hacerlo. Lo hace con temor y mucho nerviosismo. Sus brillantes ojos verdes me recorren completamente, como si estuviera evaluando si es seguro acercarse o no.
No negaré que su dudar me lastima, pero si quiero recuperar al antiguo Shun necesito forzarme a mí y a él eso que nos está haciendo daño.
-Ven, vamos. No te haré daño.- trato de hablar en algo parecido a un susurro, casi un arrullo; como si con este hilo de voz pudiera calmar el seguramente acelerado corazón de mi hermano.
Él se sigue acercando, con un paso lento y dudoso; parece estarme mirando de frente; pero al momento de observar detenidamente, logro percatarme de un hecho que me parece bastante extraño.
Él ve la pared, el fondo de la habitación. Vuelve su vista a mí de vez en vez, permitiéndome ver el destacado nerviosismo en su mirada llena también de emoción al ver aquel punto.
No logro imaginarme qué puede llamar tanto su atención como para ponerlo de esa manera.
-¿Qué sucede? ¿Es que acaso te doy miedo?- le digo con una voz falsamente divertida y verdaderamente preocupada.
Extiendo los brazos como si le pidiera un abrazo; flexiono y relajo mis dedos indicándole que se acerqué más rápido y seguro.
Shun avanza un poco más con el mismo paso de antes, pero da solamente cuatro pasos antes de parar de nuevo.
De nuevo su vista se fija en la pared y su mano empieza a temblar con ansias de algo desconocido para mí; sus ojos se abren bastante y se iluminan como estrellas en una noche brillante y sin nubes.
-¿Ya no vas a seguir? Vamos, acércate un poco más.-
Se volteó de golpe hacia mí, me miro durante un par de minutos y luego volvió a negar sin decir una sola palabra.
-¿Ya no? Bien, vamos a cenar y dejemos el asunto hasta aquí.-
Mi hermano se volvió otra vez a la pared y de nuevo a mí, pero permaneció callado.
Me pare y salí de la habitación. Antes de cerrar la puerta me gire para ver a mi hermano; él estaba sentado en el mismo mueble de color rojo vino.
Me reí un poco de la habitación al verla completa, parecía algo sacado de los 40´s, pero a Shun parecía gustarle ese ambiente rústico.
Lo digo porque solía quedarse ahí horas. Ahora es menos el tiempo que pasa ahí porque Saori no cree sano que pase tanto tiempo encerrado.
En medio de mis pensamientos escuchó unos pasos que se acercan con defectuosa cautela a mis espaldas, me volteó para ver de quién se trata y me encuentro con Hyioga.
-¿Esta ahí?- me pregunta el rubio señalando la habitación que he acogido como consultorio.
-Sí. Sabes bien que le gusta estar ahí.- contesto con un suspiro medio lleno de tristeza.
-¿Puedo?- me pregunta insinuando que quiere hablar con mi hermano.
Debo admitir que en un pasado me hubiera molestado, pero ahora veo que Hyioga es quien ha dado un mayor apoyo a Shun, y que siempre lo ha hecho.
Por eso agradezco mucho su ayuda y esfuerzo por ayudarme a recuperar a nuestro querido Shun.
Abro la puerta para dejarlo pasar y él me sonríe un tanto triste antes de entrar.
Tenía la intención de irme, pero terminé por quedarme recostado en el marco de la puerta para ver qué sucede.
Hyioga se acerca a Shun y toma sus manos con las suyas; mi hermano levanta la vista le sonríe. Hyioga le devuelve el gesto de la misma manera.
-Oye…¿Qué te parece si vamos a comer pizza?- le dice Hyioga.
Entonces aparece de nuevo esa actitud; Shun voltea a ver a la pared y niega con la cabeza a la pegunta.
El rubio voltea a verme preocupado, posiblemente también haya notado eso que a mí me parece extraño.
-Hermano.- llamó a Shun con la intención de preguntarle lo de la pared.
Él se voltea y asiente.
-¿Hay algo en la pared que te guste?- le pregunto.
-No me gusta…No hay nada.- me dice al tiempo que se acerca al mi oído para decirlo en un susurro ligeramente inquietante y triste, como desesperado.
Es por eso que insisto en mi pregunta.
-¿Seguro? ¿Algún animal?-
-No hay nada, Ikki…No lo hay.- me dice con sus ojos a punto de inundarse en lágrimas.
Al ver este escenario tan triste, Hyioga abrazó a Shun en modo de consuelo mientras yo sostenía sus manos sin saber qué más hacer para ayudar a mi hermano.
Me gusta este lugar, tiene un gran parecido con los años de 1940 o algo así.
No tengo idea alguna de cuánto tiempo hace que Ikki me trajo al consultorio de nuevo, pero creo que no he mencionado palabra en todo el rato.
En verdad quisiera decirle algo, pero no puedo.
Intento distraerme en el juego del celular, y lo logro hasta que la voz de Ikki me saca de mi trance.
Levanto la vista y siento alegría al escuchar a Ikki llamándome "Hermano".
Se me escapa una risilla entre dientes al tiempo que me acomodo en el mueble para escuchar mejor lo que Ikki quiere decirme. Pero él no dice nada, permanece en silencio dirigiéndome una sonrisa…
¿Por qué no dice nada?
¿Por qué habla hasta ahora?
¿Por qué insiste en darle la razón?
Veo como Ikki hace señales para que me acerque, pero no puedo, por eso niego solamente moviendo mi cabeza.
Pero, Ikki insiste, y es mi hermano mayor…así que mi fuerza de voluntad se quiebra un poco y luego otro poco y así.
Termino por acércame despacio, temeroso de las consecuencias que este acto de rebeldía pueda llegar a tener.
Veo a mi hermano, lo hago con temor de que al siguiente paso que de yo, sea la última vez que vea a mi querido hermano.
-Ven, vamos. No te haré daño.- me dice en una voz parecida a la de un arrullo.
Con ese arrullo recordé cuando éramos niños y él me arrullaba durante las largas noches en las que algo me asustaba.
Pero esta vez, ese arrullo lleno de cariño Y desbordante tristeza, solo logrará que las cosas empeoren. Quisiera tanto poder oírlo y dormir pensando en aquellos lejanos tiempos con mi hermano, pero todo lo que pueda traerme alegría hora es tan solo un sueño que poco a poco se dispersa junto con mis esperanzas.
Sigo caminando dudoso. Fue entonces cuando empecé a ver aquello que tanto odio; esos ojos, esa sonrisa tan cínica que me molesta siempre que la veo, ese cuerpo inhumano que le amenazaba con un solo movimiento.
Esa cosa, no tengo otra palabra para describir lo que es, se sitúa demasiado cerca de la pared, estando casi plasmada en ese muro color vino, con sus ojos amarillos destacando en el oscuro rojo.
No puedo evitar ver a Ikki de vez en cuando, solamente por temor a que eso le hiciera daño.
Siempre he intentado controlarme pera que nadie se dé cuenta de lo mucho que esto me afecta; pero esta vez no puedo evitar que me afecte el temor, no de morir, sino de perder a Ikki o a cualquiera de mis amigos.
No lo había notado, pero mi mano se mueve con ansias y temor de aquello que ya dije.
Ikki hace una extraña pregunta, cree que es él quien me asusta , pero no es así. Me hace señales para que siga avanzando y acercándome a él; lo hago, pero con un temor que carcome por dentro, ese temor que crece con cada paso que doy, que crece tantas veces como mire esos ojos con brillo endemoniado posándose en mí y en mi hermano, mirándolo con picardía e insano deseo, sabiendo que eso me asusta como ninguna otra cosa.
No soy consciente de cuánto he avanzado, pero el miedo que esa endemoniada mirada infunde en mí me vence. Miro a Ikki de reojo, con la confianza de que este bien ya casi quebrantada, pero inmediatamente restaurada cada vez que vuelvo a él mi vista.
Después, sin quererlo, mi vista se fija de nuevo en esos ojos llenos de veneno invisible que se filtra en mi mente y llena por entero de miedo mi ser; siento como mis ojos se abren sin obedecer a mi mente con deseos de ya no ver a aquello que tanto lleva atormentándome.
La voz de Ikki me sirve como excusa para apartar mi vista de eso. Veo a mi hermano y vuelve a insistir en que yo me acerque.
Por un reflejo absurdamente influenciado por el miedo, pido permiso con la mirada.
No fue necesario escuchar su voz; esa mirada fijamente inmersa en un sádico deseo en la espalda de Ikki y esa sonrisa macabra y medianamente sombría son mi respuesta.
Niego a mi hermano haciendo caso de mis instintos y mi temor, escuchando el decepcionado suspiro que sale de los labios de mi hermano.
Él menciona las palabras que hacen indicación del término de nuestra extraña disputa.
He de preguntarme mil veces por qué me deja solo siempre en estos momentos en los que le suplico con la mirada la ayuda que con palabras no puedo, que no puedo por temor a algo probablemente inexistente, pero que al mismo tiempo es demasiado real.
Vuelvo a perder la noción del tiempo y esta vez es la voz de Hyioga la me saca de mi trance defensivo. Siento sus manos tomando las mías con la intención de darme seguridad, pero solo logra aumentar mi temor de e esa cosa se moleste aún más.
-¿Qué te parece si vamos a comer Piza?- me dice Hyioga con una sonrisa.
Aunque estuve tentado a decir que sí, eso me dejo con la sensación de un martirizante temor, y me sigue recordando ese mismo temor cuando su enferma mirada pasaba de Hyioga a Ikki con la excitación de la muerte, como si se viera a si mismo empapado con la sangre de mis amigos y de la mía propia.
La voz tranquila de Ikki me llama con curiosidad, desgraciadamente eso se da cuenta y presta atención emitiendo un chillido con el rechinar de sus dientes que contrario a cualquier temor que antes imaginé eran, blancos y perfectamente alineados.
-¿Hay algo en la pared que te guste?- me preguntan sin saber la tortura que para mí era esa pregunta, mucho menos de la que podría ser para él.
-No me gusta…No hay nada.- digo tratando de convencerme a mí mismo de esa afirmación al tiempo que susurro en el oído de Ikki.
-¿Seguro? ¿Algún animal?- No entiendo por qué sigue insistiendo.
-No hay nada…Ikki…¡No hay nada!- mis ojos se llenaron de lágrimas y al cabo de unos segundos me quebré en un llanto silencioso para disfrute de esa cosa que observa siempre distantemente cerca.
Siento el tibio abrazo de Hyioga, y como, con sus manos temblorosas, Ikki toma mis frías y temblorosas manos entre las suyas.
Entonces puedo sentir el aliento putrefacto de alguien en mi cuello…rozando mis cabellos y erizando mi piel.
…
Notas: Este fic solo tendrá dos capítulos.
Bueno, esta linda idea Salió de estar aburrida en clases y tener un cuaderno en blanco a la mano (se supone que era para un glosario) y de cosas más extrañas que pasan…(creo que veo mucha peli de terror!)
Espero les guste y dejen sus opiniones en alguno que otro comentario ¿Vale?
Gracias por leer!
