Los personajes de Naruto no me pertenecen, son totalmente propiedad del autor Masashi Kishimoto y sólo los uso sin fin de lucro, para divertirme escribiendo historias de mi autoría.
Pensamientos: ¿Será que me ama?
Dialogo: — ¿Cómo estás? —Pregunté preocupada.
Subrayado: Será utilizado cuando se dé importancia a una parte de la conversación, o en pensamientos.
Saltos en el tiempo/ Escritos del personaje: "Recuerdo que cuando éramos niños jugábamos en un gran árbol".
Sasuke/Chui.
Hinata/ Niebla.
Mi pequeño Chui.
Capítulo 1. ¡Él es mío!
.
.
¡Qué horror de día había tenido!, la escuela había sido un desastre, ni siquiera había estado con mi mejor amiga porque no había podido esperarla después de clases, había peleado con Sai mi actual mejor amigo e inclusive había tenido cuatro exámenes orales. No sólo eso, había estado lloviendo a cantaros, y la señora gorda de al lado no me dejaba respirar. Gruñí "Ya casi llegas, Sakura".
Traté de mandar un mensaje a mi madre que siempre me esperaba en la esquina de la parada del camión, pero ni siquiera agarraba la señal mi celular barato, era de los celulares más corrientes que había, ni siquiera tenía cámara pero podía conformarme porque al menos podía escuchar radio. Al tercer intento supe que era un caso fallido, seguramente mi madre me iba a matar. Suspire con cansancio, igual ya estaba por llegar.
.
.
.
.
.
—Uchiga Sasuke, acabas de romper una de las reglas del reino espiritual, ¿Sabes lo que significa, cierto?— Itachi me miraba sin una gota de compasión a pesar de ser mi hermano, por favor. ¡Tan sólo había asustado a un humano!, ¿Qué tenía de malo?
—No, y no me importa. Hablaré con padre sobre esto — Lo mire desafiante — además se lo merecía.
— ¿¡Cómo que se lo merecía!? Mira imbécil como se den cuenta todos que te apareciste enfrente de un maldito humano, no sólo te van a castigar, van a matarte, y padre será el primero. Sabes….sabes perfectamente que no podemos castigar a nadie, ni sentir nada por ellos pero claro, tú mi estúpido hermano menor, tenías que joderlo — Itachi se acarició una de sus orejas, como si me asustase su forma de bestia, rodé los ojos. — Verás, posiblemente no entiendas la gravedad de esto, pero nos afecta a todos aquí, podríamos incluso dejar de existir.
—No exageres — Sólo porque padre lo había dejado a cargo de todo, no significaba que tenía derecho de joderme, sólo por ser el favorito.
—Nadie está exagerado nada, y yo no voy a permitir que por tu culpa nosotros salgamos dañados, sólo tenías que cumplir esta regla, y no pasaría absolutamente nada incluso pudiste ayudarme a reinar, pero no, te gusta arruinarnos la vida, así que como veo que te encanta tanto estar con los humanos… — ¿Qué? Oh no, yo odiaba a esos extraños adefesios, ¿Por qué carajo estaba viendo hacia los lados? ¡No había mucho que ver! ¿Por qué carajo sonreía? — pasarás tu vida con uno de ellos.
— ¿Qué? Itachi, carajo…no me hagas esto, por favor, él se lo merecía, estaba matando a varios ciervos y no por alimentarse, por diversión….no me hagas convivir con esa escoria — Itachi frunció el ceño — ¡Todos somos parte de este universo, así que nadie es una maldita escoria! Bueno si, tú. Así que no puedes negarte, te estoy dando una oportunidad de vivir, ah y no sólo eso, vas a ayudar a ese humano a ser feliz. No sé cómo ni me importa, pero lo harás. Seré amable contigo, podrás decidir la forma que tomarás…y la persona con la que pasarás tus días…creo que ya sé quién puede ser.
Ni siquiera iba a negarme, no iba a decir nada. Me sentía tan enfadado con él y la facilidad con la cual podía sacarme de sus problemas siempre que me daba impotencia, ¿Cómo era posible que él, no defendiera a los demás seres? ¡Al carajo el ciclo de la vida! ¡Esa maldita raza estaba acabando con todos nosotros! ¿Cómo era posible que no los odiara?
Al ver un poco más de cerca me di cuenta que en el mundo físico estábamos cerca de una tienda, en la esquina de una calle. Y que una chica se bajaba refunfuñando de un autobús, se veía sucia y claramente enfadada. Me sorprendió lo pequeña que era y a pesar de notar que no era de mi mundo, teníamos prácticamente la misma edad. Tal vez yo era más grande.
—Ella es una chica que necesita ayuda, nadie sabe cómo y todos están cansados de intentarlo, vive en su propio mundo, llena de odio. Y a pesar de eso….creemos que es especial, si Sasuke, ella será tu dueña — La mire fijamente, no le veía nada de especial, me parecía tan débil como todos — ¿Y bien?
—Me da igual — Comencé a analizar mis posibilidades, no tenía opción, si quería sobrevivir claro, la chica parecía de esas que les gustaba demostrar su "caridad" a los demás. Sonreí triunfal, sabía perfectamente que forma tomar — Seré un perro callejero.
Itachi tan sólo sonrío y después, lo que sentí fue una picazón extraordinaria en mi nariz, ¿Pulgas? "Maldito seas, estúpido hermano mayor".
Había caminado directo hacia mi madre, le había sonreído con cansancio desde la lejanía, sin duda me miraba con molestia, ¿Y qué hacía mi padre ahí? Genial, esto significaba que estaría discutiendo hasta llegar a casa. Pero en vez de eso, me miro sin emitir palabra alguna.
.
.
.
.
—Mira, Sakura, tu nueva mascota — Me señalo, era un pequeño cachorro de manchas negras y blancas con toques amarillos, no parecía de ninguna raza en específico e incluso parecía desnutrido. Pero, sin saber por qué, me pareció que tenía que llevarlo a casa. Lo cargué.
— ¿En serio? — Realmente no pesaba nada, era pequeño, y tampoco se movía como cualquier perro normal, estaba silencioso y veía a la nada. Sonreí, me gustaba — No, bájalo.
—Déjame cuidarlo, papá, esta vez me haré cargo, te lo juro, por favor, míralo, es precioso — Noté que me miró de reojo y volvía a esconderse en mis brazos. Mi padre lo miro con lástima — Es un perro callejero, hija, ni siquiera sé de qué raza es, o que mezcla.
—Pero aun así yo lo quiero, no me importa quién o como es, sólo lo quiero. Sé que ha venido para quedarse conmigo y que me ha estado buscando, siento que…debe venir conmigo — Caminé apresuradamente ante los suspiros de cansancio de mi madre que venía detrás nuestro, eso significaba un rotundo sí.
—Déjalo ahí, seguramente alguien más lo va a querer — Mi padre estuvo a punto de arrebatarme al cachorro, hasta que me di la vuelta enfadada. Los ojos profundos del pequeño parecían darme un poco de valor — deja a ese mugroso ahí.
— ¡No! — Grité mientras lo abrazaba con fuerza — ¡Él es mío!
El suspiro de mi padre, el rostro avergonzado de mi madre y la expresión de las personas que pasaban por ahí, algunos riéndose y otros más mirándome como una loca, me habían dado a entender que ahora me lo podía quedar. Já, bendito sea el berrinche. Miré a mi perrito, no sabía si estaba alucinando pero parecía verme con una ligera sonrisa.
.
.
.
.
¡Hola! Vengo aquí con una nueva historia de Naruto, espero les guste, mi intención es que se la pasen un rato riendo, puesto que es más una historia cómica. Gracias por leer y comentar, nos vemos. :3
